A mi hermanita, y a mi no, nos gustaba estudiar… ( CON fotos)

Bueno quizás si nuestra vieja, no nos hubiera dado el ejemplo, quizás no fuéramos tan putas. Pero mamá es de las que si ve un interior colgado, se va tras el propietario. Ya que constantemente se la pasa cambiando de marido, como se cambia de pantaletas.

Además en la escuela ambas teníamos fama de putitas, ya que era raro que le dijéramos que no a alguno de los chicos, solo por el placer de hacerlo. Y luego decirles a sus novias que nos habíamos acostado con ellos.

Por lo que cuando le dije a mi hermanita, lo que yo pensaba hacer, ella de inmediato me dijo que me acompañaba. Solo nos faltaba el dinero para agarrar el autobús que nos llevara a la ciudad, con el fin de irnos a vivir con nuestra tía, que también practica el oficio. Y para reunirlo, lo único que se nos ocurrió fue, decirle a un par de chavos, que si querían pasar un buen rato, a cambio de algo de dinero.

Así que apenas ellos nos entregaron todo el dinero que le pedimos, comenzamos por ir quitándonos la ropa frente a los dos, aprovechando de cuando en cuando de darle uno que otro agarrón a mi hermanita, cosa que tanto a ella como a mi nos gusta hacernos mutuamente.

Al poco rato ya las dos estábamos completamente desnudas, mamando su paradas vergas, y disfrutando de recibirlas por nuestros coños. Cuando a uno de ellos se le ocurrió decirle al otro, que nos dieran por el culo. Cosa que yo ya había hecho en muchas ocasiones, pero mi hermanita no tantas. Por lo que a pesar de que gritó, por el dolor cuando le enterraban la verga entre sus nalgas, apenas pudo comenzó a molerlas al igual que lo hacía yo. Bueno de esa forma fue que reunimos el pasaje, lo demás se los contaremos en otra ocasión…