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Acompañando a la familia de Liza

Relato enviado por : learcu el 20/10/2015. Lecturas: 7447

etiquetas relato Acompañando a la familia de Liza   Maduras .
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Resumen
Solo a mi marido se le ocurre ir de campamento con una carpa pequeña de tres, dormimos cinco, resultado preñada por un chico compañero de curso de mi hijo.


Relato
Me llamo Liza, tengo 37 años, morena de bonito cuerpo, por lo menos eso dicen los hombres cuando paso a su lado y los hago suspirar, casada con tres hijos cuando sucedió, hace dos años, lo que contaré solo tenia dos, Juan hoy de 16 años, Irene de 12 años y ahora Liza de dos años.

En esos días andaba muy irritada por que necesitaba de un macho, por estar en mis fechas de concebir, me dura casi una semana, busque a mi marido el jueves y el viernes en la noche, este con una sola idea en mente ni se entero de mis requerimientos de placer, deseaba salir de campamento a la playa de un pequeño lago que él y sus amigos visitaban, consiguió una carpa y partimos, íbamos Juan mi marido, mi hijote 14, mi hija de 10, e invito al hijo de un amigo que facilito la carpa compañero de mi hijo en el colegio de 15 años., la carpa era para tres personas y éramos cinco, imagínense como estábamos de apretados en ella al acostarnos ese día sábado.

Mi marido Juan agotado por manejar, subir en la tarde cerros, correr tras de un conejo para cazarlo y comerlo, armar carpa roncaba placidamente relajado de sus cansancios. Mis hijos por el estilo agotados dormían, despierto solo quedábamos Leo el compañero de mi hijo un bien proporcionado chico corpulento y poderoso para su edad, y yo, cuando fuimos a acostarnos nos encontramos sin espacio copados por esto tres perezosos cuerpos roncando en la carpa. Me voy a dormir, me dice, aquí afuera al lado de la fogata. Habíamos hecho un hoyo y limpiado de vegetación a su alrededor para encenderla y no provocar incendio, se acomoda entre unas mantas y se acurruca tratando de dormir, no hacia frío por lo menos…, traté de acostarme en la carpa imposible, no había espacio y con los ronquidos quien dormía allí. Me fui a la lado del muchacho, se me helaba la espalda entonces le dije si nos acurrucábamos juntos para compartir nuestros calientes cuerpos, claro que lo pensé en el sentido de compartir el calor corporal y dormir abrigado, pero me resultó que este muchacho estaba caliente con sus hormonas revueltas y mas aún al verme con una camisola no muy grande que apenas me cubría un poco mas debajo de mi culo, él se había fijado en mis largas y bien formadas piernas de la madre de su compañero de colegio, me recibe con aprobación el hecho de querer compartir nuestras mantas para abrigarnos y oprimirnos para no sentir frío, al entrar a ese saco de dormir del chico, mi camisola se recoge y queda como camiseta mas arriba de mi cintura, como me había enfriado me acurruque apegada a él, siente este muchacho que la madre de su compañero está casi desnuda en su saco de dormir, y sus glúteos pegados a su paquete de genitales, sus hormona hierven a mas de cien grados…, yo estaba receptiva por estar esa semana sin atenciones de mi marido y alteradas mis sensaciones carnales apasionadas por estar en esos días de máxima calentura por estar fecha de concebir, el estar rozándome con un cuerpo consistente, tenaz, configuró un estado vehemente excitado, siento sus manos acariciar mi trasero, lo que tensa mi cuerpo, como no puedo dormir y mas si me están acariciando mis nalgas, más me arrimo a su cuerpo, sintiendo como su pene que había empezado a instituirse en un duro, bravío y aventajado pene, se ubica en la hendidura que forman mis dos piernas pujando entre ellas, ¡qué haces! Reclamo, él soba con sus manos mi trasero cerca de mi vagina y esta se alborota, se excita, vuelvo a preguntar ¡que quieres!, me responde tu cuerpo mamita, te deseo…, mis hormonas ya me tenían mi cuerpo en llama, mi excitación estaba subiendo cada minuto mas potente, no reclame cuando ingreso dos dedos en mi vagina solo me estremecí ardiente por ser apareada ya que mi cuerpo necesitaba macho desde hacia casi una semana, el muchacho no era tonto a si que aprovechó la ocasión, manoseó mis senos por debajo de mi camisola, besó mi nuca un escalofrío recorre mi columna y sin darme cuenta giro en mi misma abrazándome al adolescente mozo y con esta acción me entrego a sus libertades que aprovecha acomodándome y trata de clavarme su miembro en mis entrañas inexperto n le resulta y debo ayudarlo, al tomar ese pene casi me desmayo que miembro, excitado era mas largo que el de mi marido, llegaría donde este nunca había llegado, duro como madero, grueso como el tamaño de mi antebrazo, no pensé mas y lo introduje en la entrada de mi vagina, esta reclamo por el tamaño, y comenzó a dilatarse hasta casi partirse en dos, lo apreté diciéndole cálmate seré tuya, pero cálmate que me destrozas, se detuvo breves segundos lo que permite a mi vagina acomodarse y comenzamos un suave meneo que poco a poco se fue acelerando, sentía ese colosal pene meterse en mis entrañas suavemente centímetro por centímetro más allá de donde ingresaba l de mi marido, era como ser nuevamente deshojada, desflorada sentirse como la primera vez que recibía un miembro en su útero, gemía y casi gritaba adolorida por la penetración del miembro del muchacho,
me decía en mi oído, eres una mujer exquisita, tu eres una mujer para admirarla y calmarla teniéndola siempre satisfecha y saciada no agarrotada y comprimida, me gustaría ser el macho que sacie tus exigencias gozadoras carnales apasionadas siempre, y me apretó uno de mis pezones, ella se encoge y suspira agraciada con ese pellizco, y se revuelve excitada, pero también recuerda que es una mujer casada, que no puede gritar de placer por que en esa carpa duermen su marido y sus hijos, pero como quisiera gemir y gritar de pasión, se agitó, jadeo, sollozó y trata de salir de esa amatoria posición, sentía apretada su vagina el ingreso de mi miembro bestial en sus entrañas mas allá de donde normalmente era ocupada por su marido, escapaban de su boca suspiros y jadeos ardientes impetuosos, deseaba ser tratada con fiereza en su vagina necesitaba descargar la pasión acumulada que la mala acción de su marido que no había descargado de su cuerpo, sentía agitar sus carnales, sensuales pasiones imperiosamente tratando de descargarse de su cuerpo, sentía la llegada de sus orgasmos despertaba sus espasmos y convulsiones en ella llamando a sus orgasmos para regar sus fluidos vaginales en ese pene que tan maravillosamente la estaba apareando, la cubría a su entera satisfacción, estaba prendada con las caricias prodigada por este amante joven, movía desesperada sus caderas en un maravillosos vaivén…, su vagina se dilata adolorida con la entrada de este pene en sus carnes, cada metida de este acompañada de sollozos y gemidos, peor de pronto esos gemidos y sollozos se transformaron en gritos de placer y gozo no le importo su familia durmiendo en la carpa estaba saboreando uno de sus mejores y apasionado apareamiento de su vida, ese pene lo sentía mas arriba que su estómago y pronto este pene es bañado por los fluidos arrojados por hembra en sus resuellos y estremecimientos al entregarse con goce a este adolescente amante, los espasmos y convulsiones en ella llegado con sus orgasmos la embriagaron quedando desmayada a disposición de su macho que la apresa contra su cuerpo con desesperación mordiéndola en un hombro y clavando su potente pene hasta lo mas profundo de sus entrañas riega su vientre, como regaba con esa caliente leche su matriz, este chico era un potente productor de semen, como la inundaba con sus espermios. Había por primera vez recibido en su matriz el semen de otro macho y lo encontró exquisito…

Al amanecer unos ruidos los despiertan y ven unos caballos en sus alrededores bebían agua, se levanta Leo a desplazarlo a otro sitio y Liza cubierta solo por una manta colabora se alejan de la zona de la carpa y ella tropieza cayendo al pasto sobre la manta mostrando a su muchacho su delicado cuerpo desnudo, este no es de acero y su pene brinca complacido por el espectáculo y se aproxima a su hembra ella me mira agitada, nerviosa, su respiración es acelerada, la abrazo y ella se deja abrazar, la encanto con mis caricias y ella trata de apartarse, diciéndome ningún hombre me a acariciado nunca, la apreso contra mi cuerpo y cuando levanta su cabeza para protestar beso sus labios casi se desmaya, tengo que afirmarla, no lo hagas me dice o no se que va a pasar conmigo, esta mujer mayor que mi es una excitable y cedida madre de un compañero de curso, no sabe que hacer entre mis brazos…, la acomodo y la vuelvo a penetrar… la penetro con mi miembro en su vagina, se agita y clama me duele es muy grueso me lastimas.. Luego se relaja y me permite ingresar mi pene hasta el fondo de su matriz… expele un suspiro de entrega apasionada, siento que la estoy abriendo, siento como se abre esa apretada vagina recibiendo mi miembro y ella clava sus dedos en mi espalda al ser penetrada dilatando su vagina hasta casi partirse, luego acompaña mis movimientos

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