Aquella mujer, aquel polvo! Inolvidable

Me encanta la diversidad, nunca he tenido un prototipo específico de “mujer que me gusta”, como sí sucede con algunos amigos. También me he dado cuenta que cuando uno está anuente a ser conquistado, puede terminar en la cama de una mujer que nunca nos imaginamos. Llegué a un bar, en compañía de dos amigos, era pasada de las once de la noche de un día entre semana. Aquel lugar estaba prácticamente solo, había un par de tipos en la barra que discutían con frenesí un tema de deportes, en la esquina había otro tipo de aspecto escuálido que hacía un visible esfuerzo para comunicarse con la chica que atendía el bar. Ella se mantenía cerca de él, pero simulaba hacer otras cosas. Observé la expresión de ella y noté ese gesto de fastidio contenido, de escuchar porque no queda otra..
Ella percibió nuestra presencia e inmediatamente vino a atendernos. La observé, no me gustó ni un poco. Era una mujer grande, amplia. Nos saludó con cortesía, pedimos y yo seguí observándola. La verdad andaba dispuesto a que alguna fémina me raptara. Pero ella no me gustaba. La música estaba un poco aburrida y le pedí que bajara el volumen. Conversamos con mis amigos de temas triviales, ella vino a nosotros a ofrecernos bocadillos.. Noté que deseaba conversar o entretenerse en otro lado que no fuese con el flaco de la esquina, el pobre diablo desde allá hacía señas y no apartaba la mirada, el pobre diablo desistió.. Pagó y se fue.. Hicieron lo propio quienes discutían el tema de deportes.. Quedamos tres, más la mujer grandota, ella se quedó cerca de donde estábamos, puso música y bailaba al otro lado de la barra. Uno de mis amigos se ofreció a bailar con ella, aceptó, dejó su posición, cruzó la puertecilla y vino, bailó un poco pero luego se vino decidida hacia mi y me tomó las manos –tu amigo dice que quieres aprender a bailar- y contesté con una risa, me puse en pie y apenas me movía mientras acariciaba sus caderas… No me gusta bailar, ella insistía en bailar conmigo.. y de repente vi que mis amigos se retiraban, creí que iban a fumar o a hacer alguna diligencia.. Pero pronto me di cuenta de que me habían dejado a merced de ella!
Conversamos un poco y supe que vivía cerca del bar, que el bar se cerraba a las dos de la mañana, pero cuando estaba de escasa clientela, como ese día podía cerrar a las doce… Y así lo hizo… cuando me di cuenta estábamos llegando a su casa.. Entramos, de pronto vi que de un cuarto salió un tipo enorme, se saludaron efusivamente, y ella le cuestionó dónde iba a esa hora.. El contestó sonriente “a hacer lo mismo que usted glotona” Ella me presentó y me di cuenta que él era su hermano.. que se quedaba algunas noches en su casa.. El salió y apagó la única luz encendida, ella encendió una luz tenue, puso música, prendió un tele, yo me senté y ella hizo una carrera –ya vengo, voy al baño- escuché la ducha, al salir quise entrar y bañarme también, pero ella me lo impidió –no bb quédese así. Me gusta tu olor –
Me quitó la camisa, me soltó la faja, nos besamos, me gustó su rostro en forma de V, ojos claros, no se si eran verdes o azules.. labios rojos, piel blanca, y besaba rico! Sola la cubría un paño que mientras nos besábamos cayó, ella se agachó creí que recogería el paño, pero se posicionó frente a mi me sacó el pene, e hizo fiesta, que delicia de mamada! Una presión idónea, una velocidad perfecta, mi pantalón a media pierna, su mano acariciaba mis testículos y sus labios se deslizaban por mi pene, yo estaba apoyado en un marco de puerta, sintiendo la mejor felación de mi vida… y faltaba! Se incorporó y me llamó.. yo me quité los zapatos, el pantalón, y todo lo demás, me pidió que me acostara en un sofá.. yo no estaba tranquilo, pues no sabía si aquel tipo regresaría, o si realmente era su hermano… Ella me aseguró que él no vendría, mi sensatez murió, y las ganas se apoderaron de mi… ella derramó algún líquido que aun no se que fue, sobre mi, y comenzó a lamerlo, en todo lugar donde hubo líquido estuvieron sus labios y lengua.. todo lugar, incluyendo mi ano.. jamás hubiese pensado que permitiría que alguien me tocara allí, pues mi ego macho no lo permitiría, pero ella no pidió permiso, simplemente me abrió de piernas y succionó mi escroto, mis piernas, mientras sus manos mantenían mi erección al tope. Yo me abandoné al placer y de pronto sentí que me presionaba el ano con su lengua.. no hice nada para evitarlo, fue una sensación única.
Se incorporó y comenzó a mamarme la verga de una forma extraordinaria, masajeaba con delicadeza mis bolas, mientras me hacia una mamada increíble.. Confieso que me encanta el sexo oral, pero ella lo hacía de forma extraordinaria.
Casi siempre estoy pensando en dar placer, en como hacer para que la dama llegue a los orgasmos que quiera.. pero esta vez me olvidé de todo.. no hice nada por contener el orgasmo.. ella hacia un gemido que me tenía en éxtasis, con voz melosa me dijo –papi, deme lechita- y sus palabras fueron órdenes. Ella me masturbaba y me mamada simultáneamente, mientras que con la otra mano me acariciaba el perineo, sentí la expulsión del semen de forma que nunca la había sentido, fueron tres chorros fuertes que se estrellaron contra su rostro.. Oh, cómo quisiera en este momento no estar escribiendo, sino estar sintiendo los labios de esa mujer en mi verga.
Quedé tendido, flácido. La vi levantarse y caminar hacia la cocina. Con tal naturalidad que la vi bella. Era alta, de piernas voluminosas, un trasero enorme, caderas anchas y redondas, su abdomen abultado y su vulva grande, las tetas grandes y colgantes, cabello largo lacio.
Se veía mejor desnuda que con ropa. Cuando la vi vestida no le vi sensualidad, ropa grande y floja, sin ninguna gracia, pero ahora la veía desnuda, un trasero bien conformado, y piernas largas… de mi parte no quería nada mas, volvió al cabo de unos minutos y me ofreció una taza con frutas, trajo unas toallas y aunque yo quise limpiarme, lo hizo ella. Me levanté y me puse el bóxer, caminé a su lado y me mostró una pecera, me mostró una colección de colillas de las que se colocan en las frutas de exportación, en fin me mostró varias cosas, algunas poco interesantes.
Luego me llevó a su cama.. me besó y quise devolverle el favor, me senté en el piso, de espaldas a un ropero, ella se acercó de pie, frente a mi su rajita me quedó completamente al alcance de mis labios, pasé la lengua recorriendo sus labios vaginales, ella se estremeció e inició aquel gemido que me volvió loco, me pegué a sus labios, le meti la lengua, mis manos acariciaban sus enormes nalgas, metí dos dedos y busqué su punto G, la sentí temblar, me jalo tanto el pelo y gritó, yo segui mamando, chupando, empujando, los dedos mojados se los metí un poquito en el culo, y le hice caricias en el esfínter, ella se contrajo y gimió, estaba delirando abandonada al placer, llegó otro orgasmo, me incorporé y nos fuimos a la cama.
Yo boca arriba, ella sobre mi, la sentí moverse con tal facilidad que me quedé sorprendido, aceleró tanto que tuve miedo de que causara daño si el pene se salía y chocaba contra ella. Otro orgasmo, ella sudaba, yo también, se acostó y me jaló rápidamente. Levantó las piernas y yo restregué un poco la punta contra su rajita, era una vagina bella, suculenta, se la metí de un golpe, me aferre a sus piernas, ella me ordenó que le diera duro, asi lo hice, duro y rápido. Ella gritaba “si mi amor, sí, me encanta así, mi amor, duro papi, métela, ya mi amor ya voy a terminar, ahhhhhh”
Se puso de cuatro patas, yo tuve que acercar una almohada para poner mis rodillas y quedar a una altura adecuada. Que panorama tan inolvidable, un trasero enorme, bello, piel lisa, blanca, y algunas partes rosadas, caderas anchas. Acerqué la punta y ella se abandonó al momento. No se cuánto tiempo fue, pero lo disfruté como nunca, le di desde todos los ángulos, ella pegó el pecho a la cama, y con una mano me sujetó la cadera y me insistió que le diera en esa posición, y la sentí estremecerse, se contrajo, se sacudió, y luego se dejó caer sobre la cama.
Yo estaba a punto de acabar, por lo que la puse boca arriba y me sorprendí que estaba llorando, pero también se reía. Me extrañé, pero ella me jaló y rápidamente me tomo el pene y lo puso en posición, yo estaba en éxtasis, abrí sus piernas y la metí al fondo, toda, una y otra vez.. hasta sentir que el semen estaba a punto de salir, quise sacarla para rociarle el vientre, pero no me dejó , me dijo –lechita adentro papi, toda adentro- uy me encanta—
Nos quedamos quietos, creo que me dormi un instante, ella se levantó y un chorrito de semen bajó por su pierna. Bromeamos y me dijo – papi me dejaste inundada- .. aproveché para preguntarle por sus lágrimas.. y me contestó “mi amor, cuando me sacan hasta el último orgasmo, se me salen las lágrimas” no sé si eso es cierto.. si a alguna dama lectora le pasa eso, por favor cuénteme.