Buen sexo 00

Ese sábado parecía que seria como todos los demás, desde en la mañana fui por ti a tu casa, después de eso por cuestiones personales nos dirigimos a mi casa, ese día rolariamos temprano por petición tuya.

Al llegar te desplomaste sobre mi cama tenias sueño pero como no habíamos desayunado fuimos a la cocina para preparar algo de comer, al terminar te volviste a recostar, yo te dije que acomodaría imágenes en la computadora pero la visión de ti acostada sobre la cama no pude resistirme y como en otras ocasiones me senté a tu lado.

Ese día vestías un pantalón de mezclilla con una blusa de tirantes de color violeta con tu chamarra, una vez que estuviste acostada boca abajo te ofrecí un masaje, te quitaste la chamarra y comencé, aunque este duro muy poco.

Comencé a acariciar tu cuerpo por arriba de la ropa, tú me dijiste que me aprovechara ya que estábamos solos, mis manos iban desde tus piernas hasta tu cuello, pasando por tu trasero, tu espalda y tus bellos senos.

Mis manos se deslizaban por tu entre pierna y cada vez que eso pasaba tu subías un poco tu trasero denotando que te gustaba lo que sentías, acomodaste tu cuerpo para que pudiera acariciar tus pechos pero estos aun estaban atrapados por tu sostén.

Me pediste voltear a otro lado mientras te desasías de esta prenda, al verte sin ella me levante y cerré la puerta, al volver a la cama tu estabas de pie buscando nueva música, me dabas la espalda así que te abrace y pegue mi pene a tu trasero y mis manos los lleve a tus senos.

Te giraste y tus labios fueron directos a mi boca, mis manos comenzaron a acariciar tu cuerpo, te pregunte que si deseabas acostarte otra vez pero preferiste seguir de pie, bajaste tus tirantes y dejaste al descubierto tus hermosos pechos, mis labios fueron a ellos y mis manos comenzaron a jugar con tus ya erectos pezones.

Una de mis manos bajo a tu trasero mientras que nos seguíamos besando muy apasionadamente, nuestros cuerpo estaba ya unidos y nos frotábamos nuestras sexualidades, pero pronto decidimos entrar a nuestro refugio, aquel que si hablara diría como nos amamos en varias ocasiones sin limitaciones.

Ahí fui directo a tus senos mientras me acariciabas el cabello, pronto regrese a tu boca y nos unimos a un apasionado beso, te di la vuelta y comencé a besar tu cuello mientras repegaba mi pene a tu trasero.

Comenzaste a acariciar mi pene por arriba de mi ropa mientras que mis manos fueron a tu entrepierna, ya tenias tu cierre abajo, así que desabroche tu pantalón tu terso bello el cual ya estaba húmedo, mis dedos llegaron hasta tu clítoris, el cual al tocarlo tus gemidos comenzaron a salir de tu boca.

Bajaste todo tu pantalón mientras que yo libere mi pene, lo tomaste con tus dos manos y comenzaste a masturbarme, yo hice lo mismo introducía mis dedos en tu ya húmeda cavidad.

La forma en que tomabas mis testículos y acariciabas mi falo hacia que mi excitación subiera a cada segundo, yo te besaba mientras tu hacías esos movimientos que sabes que me enloquecen de placer.

Comencé a introducir mi dedo medio en ti, y tu cuerpo reaccionaba a cada caricia mía, te gire en varias ocasiones para poner mi pene entre tus nalgas y así masturbarme, ahí me hacer que por primera vez a tu oído y te hice saber mi deseo de hacerte mía.

Una negativa salio de tu boca y continuamos con nuestra danza de pasión, estando tu de espalda comencé a masturbarte con mas libertad y logre meter dos de mis dedos a tu cavidad.

Tu cuerpo se estaba estremeciendo de placer con tu mano buscaste mi pene y lo comenzaste a masajear, te gire nuevamente y comenzamos a besarnos, cada uno tenia sus manos en el sexo del otro.

Baje mi boca a tus senos y los comencé a lamer y a chupar tus pezones, y con mis manos llevaba tus jugos vaginales para mojar tu pezón y bañarlo para después lamerlo, intente saborear ti intimidad directamente pero no me lo permitiste.

Recordando bien solo te pedí una vez hacerte el amor, la segunda vez lo que te pedí es que me lamieras mi pene, tu pena no lo permitió así que regresamos a lo que estábamos haciendo.

En la ultima ocasión que te voltee puse la punta de mi miembro en tu entrada y empujé un poco, ahí como me la haz dicho no soportaste mas, te giraste me viste a los ojos y me preguntaste por los condones.

Rápidamente te conteste donde los tenia y me pediste ir por ellos, rápidamente estire mi brazo y tome uno, abrí la bolsa muy nervioso y la saque, me tranquilizaste y acomodaste el preservativo, me lo coloque con algo de dificultad pero una vez que lo tuve puesto te giraste y esperaste mi embestida pero antes me pediste que no terminara dentro de ti.

Comencé de manera torpe a introducir mi miembro en ti, tu estreches envolvió mi falo como nunca lo habría imaginado, la sensación que sentí fue un placer fenomenal, no solo era mi primera vez, sino lo hacia con la mujer que mas he amado en el mundo.

Me agache para tocar tus senos mientras escuchaba tus gemidos y te pedía que bajara la voz, comenzamos a tomar el ritmo como tu me lo marcabas, no lo podía creer por fin hacíamos el amor, guiaste mi mano a tu cadera sin saber por que, después me confesaste que te gustaba que te sujetaran fuertemente, en varias ocasiones lleve el ritmo y en otros tu lo marcabas.

En dos ocasiones sentí que no aguantaría más pero me detenía para no venirme tan pronto y para sentir tu cuerpo siendo invadido por el mió, por fin encontramos un ritmo y mi hesitación ya no la pude soportar.

Saque mi miembro para terminar, tu te giraste y me pediste disculpa por un pequeño accidente que no considere, mi cuerpo no me respondía y estaba bañado en sudor como nunca en la vida.

Me quite el preservativo mientras nos seguíamos besando, muy picara me preguntaste como me sentía pero no podía contestarte, mi cuerpo se estaba acostumbrando a la excitación que había sentido en ese momento. Mi pene tardo tiempo en volver a ser flácido y no te miento me gustaría que hubiésemos seguido.

Es la forma de cómo lo recuerdo, y a la respuesta que me hiciste que se siente hacerte mía es una pregunta difícil pero tratare de responderla.

Se siente una sensación de placer y un sentimiento de satisfacción como nunca lo he sentido, estoy muy alegre de haberlo hecho contigo, para mi significa mucho y espero que para ti también, ahora regreso la pregunta que sentiste al saber ¿que me quitaste la virginidad?