es la tercera parte de mis aventuras eroticas Ese día llegamos a mi cuarto, tu vestías una blusa rosa de tirantitos, y bajo a ella una blusa gris y unos calentones en tus brazos, habíamos pedido comida japonesas y la estábamos esperando, comenzaste a ver hentai y yo me coloque detrás para abrazarte.
Comencé a besarte y tú correspondías a los besos pero de ahí no pasamos, te levantaste y mencionaste que tenías sueño así que te recostaste y como siempre comencé a darte un masaje.
Comencé con tus hombros, y tu espalda tratando de deshacer tus nudos de la tensión de la semana, poco a poco te comenzaste a relajar y fue el momento cuando me propuse a acariciar tu trasero.
En esta ocasión no te quedaste dormida solo dormitaste un poco, continué con un masaje en tus piernas, y después en tu entre pierna, tu levantabas el trasero cada vez que te acariciaba la entre pierna, me acerque a tu oído y te pregunte si te gustaba y afirmaste con tu cabeza.
Baje un poco tu pantalón y vi tu linda tanga rosa una de las que mas me gusta y lleve mi mano por debajo de tu pantalón y comencé a tocar tu trasero directamente. Lleve mi mano hasta tus labios y me di cuenta que ya estabas húmeda.
Me acosté para buscar tu boca y nos comenzamos a besar apasionadamente, pero mientras hacíamos eso metía mi mano por debajo de tu pantalón, te masturbe un rato antes de que llegara la comida.
Me levante y fui por ella, al regresar estabas ya sentada frente a la computadora, prepare todo para que pudiéramos comer, pero al no te levantaste seguiste viendo la computadora, así que me senté detrás de ti y te comencé a abrazar y besar.
Me levantaste y comenzamos a besarnos tu te colocaste frente a la cama y te recostaste y me jalaste para que quedara encima de ti, así nos volvimos a besar mientras frotaba mi miembro con tu entrepiernas.
Unos ruidos fuera de mi cuarto hicieron que me levantara y cerrara otra vez el cuarto, tú regresaste a la computadora y pusiste una nueva canción para que no se escuchara nada.
Yo ya estaba sentado en la cama y tu elegiste una nueva canción, te giraste y al verte te estire la mano y te invite, tu te sentaste sobre mi y no tardamos nada antes de que nos comenzáramos a besar, mis manos fueron a tu trasero y lo comenzaron a acariciar.
Comenzaste a subir y a bajar sobre mi miembro aun atrapado en mi pantalón mientras descubría tus senos para poder lamer tus lindos pezones, estuvimos ahí un buen rato hasta que nuevamente se acabo la canción.
Te levantaste y fuiste a cambiar la canción mientras yo fui a asegurarme que la puerta estuviera bien cerrada, después fui contigo y nos besamos nuevamente apasionadamente, ahí te separaste y me llevaste a nuestro refugio de pasión.
Comenzamos a besarnos en cuanto estuvimos ahí y mi mano fue a tu entre pierna mientras que tu seguías gimiendo, seguí besándote el cuello y para esto tu ya tenias tu pantalón abajo.
Pude ver y sentir tus labios con muy poco vello y tu tanga rosa, esa que me encanta que uses, me dirigí a tus pechos alzando tu blusa pero no los descubrí por completo.
Saque mi pene y me comenzaste a masturbar mientras yo hacia lo mismo contigo, pegue mi pene a tu trasero y me comencé a masturbar ahí te giraste y me preguntaste que si quería hacerlo.
Te respondí que si y fui por un preservativo, tu aprovechaste te subiste el pantalón y saliste a poner mas música, en cuanto regresaste me viste en un embrollo con el preservativo que no podía ponerme.
Me hiciste referencia que necesitaba alguno mas grande y no lo dijo por presumir, pero al logar ponérmelo ya te habías bajado nuevamente el pantalón y te habías quitado los zapatos y hacías sacado una pierna de la tanga.
Abriste mas las piernas y comencé a introducir mi pene en ti, te sujete de la cadera y comencé con el vaivén, tus gemidos comenzaron a salir, me agache para tomar tus pechos y fue cuando mi pene se salio de ti.
Me volví a levantar y me acomode nuevamente, te pedí intentar una nueva posición, te diste la vuelta pero lamentablemente soy muy alto para ti, así que te diste la vuelta nuevamente y comenzamos nuevamente.
Te sujete nuevamente de tu cadera y comencé a realizar envestidas algo profundas mientras buscaba tus senos, esto hizo que nuevamente perdiera el ritmo, lo retome otra vez pero no se por que perdí la concertación.
Apenas tuve oportunidad para terminar fuera de ti, viniéndome en grandes cantidades, no se por que te disculpaste cuando me provocas unos orgasmos muy placenteros.
Te acomodaste al igual que yo, y nos fundimos en un ultimo beso y salimos de nuestro refugio, como siempre lograste satisfacerme y espero que yo también lo hiciera contigo.
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