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BUNTARO, UN MACHO FAMILIAR 1

Relato enviado por : Anonymous el 08/02/2022. Lecturas: 6584

etiquetas relato BUNTARO, UN MACHO FAMILIAR 1   Confesiones .
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Resumen
Mi esposa Rosetta se hizo amante de un joven árabe que trabaja en nuestra empresa. Lo adotamos como hijo y ahora le cedí el absoluto derecho de coger a mi mujer, le cedí mi lugar, mi casa, mi cama, mis hijas incluidas.


Relato
BUNTARO EL MACHO FAMILIAR 1.
Amig@s lectores de esta página de relatos, he tomado el valor para contar con detalles mi vida matrimonial. Descubrí que mi relación de pareja se trata 100% de un movimiento que toma fuerza llamado “cornudismo consentido” es una moda sexual oculta cada vez más practicada en las parejas mexicanas y de todo el mundo que así lo deciden por conveniencia mutua. Por ejemplo, Brasil, México, Argentina, USA y Chile son países en que podemos hallar parejas cornudas. Algunos lo confunden con los tríos, aunque así se inician algunas parejas, pero ser cornudo es otro concepto y otro estilo de gozar del sexo, no es que el marido sea gay o de plano un imbécil que no ama a su mujer, sino todo lo contrario, En este país son cada vez más los matrimonios que están involucrados y reconocen esta práctica sexual de pareja y lo llevan a los hechos de forma secreta; no importa la clase social, sea la clase baja media o alta proliferan los cornudos, esto por consecuencia de distintas causas que podrían ser desde cumplir las fantasías sexuales inconfesables, tener una esposa muy caliente (hot wife) o ser un marido que ya no rinde en el plano sexual, etc. Trataré de relatar las situaciones tal y como se fueron dando, también usaré un vocabulario original que surgió en cada acontecimiento de sexo, es decir llamar las cosas como se llaman y mi mujer se habituó a esas palabras en la intimidad: Al pene suena mejor decirle Verga, semen-leche, mamar, culo, etc. Es rico hablar asi cuando los tres involucrados disfrutan sin ninguna barrera.
Soy un hombre de 40 años me llamo Cornelio, (mis padres no se equivocaron con mi nombre) soy exitoso en los negocios pero no me considero millonario, soy un hombre sencillo, me acepto como marido CORNUDO ante el macho corneador, (No ante mis familiares) soy algo obeso, me acabo de inscribir a un Gim para hacer ejercicio y tratar de lograr un físico diferente, bebo en fiestas familiares, fumo muy poco. Reconozco que mi lado flaco es poseer un miembro delgado que mide 10 cm en erección, lo que me ha generado algunos detalles para satisfacer como se debe a mi esposa Rosetta. Ella es un mujerón, tiene 38 años, es de piel clara, pero no tanto, con descendencia colombiana (De padres colombianos migrantes) mide 1,68 m, es muy hermosa, su máxima presentación reside en su bella anatomía, proviene de una familia de mujeres con amplias caderas y nalgas que enloquecen a todo mortal que la vea. Sus hermanas también viven aquí en el país. Ella es una milf latina que fácilmente podría competir en el programa “Big ass latina” de Brazzer y ganar con facilidad porque todos votarían por su bien carnoso y formado culo. Lo digo sin presumir o exagerar en su descripción.
Tenemos una familia como toda pareja, una hija adolescente de 13 años (Karla Rosetta) lleva el nombre de su madre, que promete ser una belleza como ella, una niña de 3 años (Kenia) y un varón de 15 años que heredó rasgos de sus abuelos porque es de piel morena, algunos hasta han imaginado que no es mi hijo, el, se llama Rony.
Mi vida cornuda comenzó hace no mucho tiempo, 1 año aproximadamente, según tengo memoria, tal vez ella ya me habrá engañado con otro hombre pero nunca me enteré porque ella sabe ocultar bien sus infidelidades. Tenemos un local comercial en el centro de Zihuatanejo Gro. Y tenemos varios trabajadores jóvenes, uno de ellos es Buntaro de 28 años, el cual se ganó nuestra confianza por ser leal al negocio familiar y el es un protagonista de este relato. También mi esposa lo nombró como supervisor de los otros dos negocios en las ciudades vecinas.
Les platico algo sobre Buntaro, el es un muchacho alto, robusto, moreno, de barba de candado, apuesto y es buen conversador de cualquier tema y se presume es un discreto enamorador de mujeres tanto trabajadoras como clientes. Llego a este país desde que tenía 5 años, es de descendencia árabe y fue rescatado de personas que trafican con migrantes y desde que tenía 20 años le dimos trabajo. Yo lo quiero como un hijo mayor porque asi se comporta, es amigo de mi hijo y ayuda con tareas escolares a las otras dos niñas, mi hija de 13 años lo adora y a veces pienso que ella está enamorada de el. El puede acompañarnos a cualquier lugar y nunca falta a reuniones familiares porque hace el papel de mesero y la familia de parte mía y de mi esposa Rosetta, le quieren mucho, incluso hasta los niños de las otras hermanas lo quieren y juegan con el. Mi mujer igual lo adora como a un hijo y en su cumpleaños le regala ropa y zapatos de marca para que vista bien y luzca como todo un hombre pues lo quiere como a un hijo adoptivo.
Quiero decirles un poco de la intimidad con mi mujer, ella es muy franca me decía que ya me estaba haciendo viejo porque la potencia sexual que le ofrecía no era la misma, sus orgasmos no llegaban tan seguido y con mucho esfuerzo de mi parte. Su cuerpo de diosa voluptuosa adornada por senos exquisitos con pezones levantados, potentes caderas y duras nalgas me desarmaban muy pronto al ver y sentir como su concha devoraba con sentones de infarto mi erección volviéndome loco de placer y no poder evitar la eminente corrida que dejaría en su hambrienta panocha (pucha). Cuando tuve el privilegio de inaugurar su culo, de la emoción terminé muchas veces antes de penetrarla, pero si pude gozar como marido ese culo a gatas o de lado, cualquiera que fuera la posición, no podía durar más que dos minutos porque era exprimido por su esfínter anal que succionaba mi leche dejándome seco y debilitado, mi pequeña verga ni siquiera lograba ensanchar ni la tercera parte que podía dilatarse su culo. La naturaleza le otorgó un formidable culo para una buena verga gruesa, su ano merecía ser ensanchado más.
Además me decía que debía durar más y en forma de broma me decía que no quería engañarme con un consolador que después terminó comprando vía internet ante su necesidad de sexo, cuando me lo enseñó casi me da hipo por su textura casi real y grosor, el cual lo ocultó muy bien en su closet y solo lo sacaba después de que yo terminaba de correrme y quedar insatisfecha. Rosetta se provocaba sendos orgasmos con ese artefacto casi real a una verga, a ese dildo solo le faltaba tener sangre en sus falsas venas azuladas, porque era una copia fiel de la vergota de un buen macho.
Reconocía que ella merecía gozar del sexo y a su edad su cuerpo requería de más placer que yo descubrí no podría ofrecerle porque realmente mi esposa era una hembra muy caliente en la cama. Una milf en potencia, Igualmente reconocí que mi verga de 10 cm no podía hacer gran cosa con ese tremendo culo que lo tragaba con facilidad y dejarme fuera de acción en minutos. Eso me llevó a pensar que muchos hombres desearían estar gozando esa parte de mi mujer, todos los hombres solteros o casados no pueden negar que lo primero que le ven a la esposa de un amigo o vecino, es el culo, lo sabía muy bien. E imaginé cuantos hombres trabajadores míos y clientes ya habían dedicado una buena chaqueta (paja) copiosa para mi mujer. Imaginé que tal vez hasta Buntaro, en lo secreto de nuestro baño, al visitarnos en casa se habría masturbado frenéticamente con las tangas de ella que olvidaba en el baño después de ducharse; esos pensamientos me excitaron sobremanera pensando que eran pasajeros, pero no, fueron cada vez más constantes el cual me condujo a estar en un estado de excitación frecuente y en ausencia de mis hij@s y de ella, me dediqué a buscar relatos de infidelidad y terminé inclinándome por relatos de cornudos, lo cual fue un condimento más que me llevó al camino del cornudismo y en cada relato me imaginaba que la protagonista era mi esposa Rosetta y yo era el esposo cornudo, sin poder evitar convertirme en un marido pajero. Mis constantes masturbaciones secretas disminuían mi poca potencia sexual y en las noches mi esposa recurría a su consolador porque yo le argumentaba que estaba cansado y con sueño. En fin, tracé un camino para darle motivos a mi mujer de buscarse un amante y no medí las consecuencias o no me importó nada, porque yo daba por hecho que mi mujer seria gozada por alguien más que yo y mi mente lo fue aceptando enviando respuestas a mi pene y gozar mi estado fantasioso buscando el lugar para mis masturbaciones ya sea en casa o en el trabajo con un video de algún cornudo casero.
Mi mente fantasiosa poco a poco fue la mente de un marido cornudo, formulé un amante autorizado de absoluta confianza para evitar problemas familiares, un amante que tomaría mi lugar, mi mesa, mi cuarto, mi casa, mi cama, mi mujer; mi fantasía llegó incluso imaginar que el sería como el padrastro (por conveniencia y secreto) de mis hijas e hijo, pero en mutuo acuerdo con Rosetta. Ese amante (corneador) se dedicaría a cogerla constantemente para que ella estuviera satisfecha sexualmente y que ese “macho-corneador” fuera nuestro fiel confidente, un amigo íntimo que pudiera entenderme como marido cornudo y darme ese placer de verla con culiar con ella, pero sin que los demás familiares lo supieran; porque para mi es importante seguir siendo la misma pareja ante la sociedad que nos rodea, mi mente iba aceptando que yo debía ceder mi derecho de gozar el cuerpo de mi mujer, cedérselo a otro y solo nuestro corneador, mi mujer y cornudo guardar el secreto de complicidad. Pensaba quien podría ser el afortundo de tener su cuerpo y reventarla de placer. Desde luego que deseaba que el privilegiado debía ser un macho de verga grande, la medida no sabía, pero si fantaseaba con una gruesota del calibre de su culo.
Y una noche cuando la gozaba y la tomaba en cuatro de sus enormes nalgas a la orilla de la cama, mi hijo Rony estaba de vacaciones con sus tíos en Colombia y solo estaban mis dos hijas dormidas en sus respectivos cuartos, yo la penetraba por su jugosa concha, y ella incitándome a darle duro y antes de que me ganara la eyaculación que se aproximaba, pensaba no podría ya cogerme su culo por falta de leche y potencia; fue cuando exclamé con la garganta seca a su oído y me detuve para aguantar un poco mas y retrasar mi corrida…
--Creo que te mereces una verga más grande, tienes el culote muy rico y cualquiera se lo querría comer y tu mereces gozar más! –Dije esforzándome para no correrme esperando su respuesta.
Ella aceptaba mis últimas embestidas con mi verga de 10 cm( Aunque no creo pueda llamársele verga a la mía por su corta y delgada dimensión) Entendí que una verga debía ser grande y gruesa como su dildo. Mi esposa Rosetta me pedía no parara, que le diera más profundo para que pudiera correrse y mi leche ya se aproximaba de forma inevitable cuando dijo jadeando.
¡Si supieras que son varios los que quieren mi culo!...Mientras sentía que mi leche nada podría detenerlo, le pregunté ¿Quiénes son ellos? –Dime y prometo no enojarme!---¡Aaahhhhggg! Mi corrida llegó, su respuesta me descontroló, mi corrida era lenta, pausada y eyaculaba buena cantidad de leche en su caliente concha. ¡Aaaagghhh! Mis dedos estrujaban sus nalgas que me daban placer pero que no podía comerme solo. Era demasiada carne para un pito tan pequeño.
Rosetta dijo gimiendo suave, Niko el nuevo trabajador me lo observa sin disimulo Y don Sergio nuestro antiguo cliente me viola con su mirada…¿Quién más quiere tu culo? Pregunté sin despegarme de sus nalgas mientras lo manoseaba y apretaba su carne dura abriendo sus nalgas para ver su semioscuro y apretado ano mientras mi leche salía en pausa, lo acaricié ensalivando mi dedo medio.
¡Es Buntaro!--¡Es Buntaro!--¡uummmm! Pero es como nuestro hijo mayor…Ahhhhggggg!! Dijo ella cuando sintió todo mi dedo penetrando su ano para lubricarselo, así la tuve varios minutos con mi dedo en su culo haciendo círculos suavemente para dilatar su esfínter, necesitaba un buen tratamiento anal que yo no podía hacerle… ¡oohhh! Siiii, siii! Que bien se siente eso! Dijo apretándome mis dedos con su ano. ¿Te quiere culiar? Siiii! ¡Augggghhh!
Entonces tomé el grueso dildo que estaba bajo la almohada, ella lo deseaba sentir, prácticamente era su amante de hule, lo ensalivé con mi boca y después lo puse en la entrada de su culo y gimió--¡ohhhh!--¡Sí, dámelo suave! Se lo empecé a introducir suavemente usando saliva pero no sería un lubricante eficaz y saqué del cajón un tubo de crema anal que trajo de regalo su consolador; le hacía doler un poco y se empezó a dar dedo ella misma en su mojada concha. –¡Así que Buntaro te quiere coger el culote!… Dije sin dejar de empujarle mas centímetros que lentamente, su culo aceptaba. Auuggg! ¡Si, si, eso quiere, lo presiento!—Y por el bulto que se siempre se forma en su pantalón lo delata!—¡Tal parece tiene una vergota gorda!
Dijo mi mujer gimiendo como una real puta y cayendo de bruces en la cama con la verga de silicona enterrado completamente. ¡Agghhhh! Agghhhh! Que rico me rompe esta verga , no me la saques!!!!--- Aaaggghhh, Aggghhhh!! Que rico me rompe y que rico me va a sacar la leche dijo ella resoplando y meneando el culote el cual yo le sacaba una tercera parte de la terrible verga y se la volvía a empujar suavemente para que ella gozara del placer anal y se corriera a gusto…!Auuhggg! ¡Aggggghhhh! ¡Aaauuuuugggg! ¡siiiiiii! Pataleó tensando su cuerpo
Su orgasmo llegaba y la hacía temblar de pies a cabeza y entonces le declaré: ¡Buntaro te ha destrozado el culo! Imagínalo mi amor…!oohhh! si!, me ha destrozado la cola bien rico y lo seguirá haciendo, decía ella con la cabellera alborotada.--¿En serio crees que tiene una verga muy grande?—Eso imagino; dijo mi mujer sin dejar de quejarse y menear su suculento culo. Mi sentido de marido me hizo pensar que existía posibilidad de que eso ya había ocurrido sin yo saberlo y que ella aprovechaba mi mente fantasiosa para justificar su amorío oculto con Buntaro.
Después de eso solté el dildo para ver como su esfínter lo expulsaba muy lentamente, lo cual comprobaba que los músculos de su ano conservaban elasticidad de un 80% y atrapaban como ventosa ese miembro artificial. Su culo se negaba soltarlo por las contracciones anales pero finalmente sonó un suave ¡Plop! Y el dildo rodó al lado de su amplio y cogido culo.
Se lo revisé y su ano estaba semi abierto, dilatado y aun palpitaba porque ella seguía moviendo sus nalgas y el deseo de mamar su ano recién cogido por un dildo que superaba mi verga 4 veces más gruesa; imposible fue detenerme, lamía y succionaba sin sacar nada de su suave hoyo, su sabor era exquisito y su olor aún más, era perfecto olía a culo cogido. El aroma de su culo simplemente era una droga, lo escupí unas dos veces para imaginar que tenía leche y procedí a succionar mi propia saliva imaginando eran mecos de su amante que tragué sediento. Ella al darse cuenta de que esa situación me enloquecía enormemente, dijo, ¿Te gusta hacer eso con mi culo cogido ehhh? tomó el grueso dildo y así como había salido de su profunda cavidad anal, me hizo besarlo de punta a punta y me hizo abrir la boca para mamarlo, ¡Mama la verga de quien me culea! Dijo en voz baja, obedecí y con dificultad pude atrapar la tercera parte. ¡Vamos, tu puedes más decía riendo, mientras esa verga me ahogaba. Me entra en el culo y tu ¿no puedes con ella? Jajajaja! --¡Un día te lo meteré en tu culito y sepas que se siente, jajaja! Me lo quitó de las manos y se lo llevó a lavar para después guardarlo para la siguiente ocasión. Eres muy caliente y te mereces una verga real de ese tamaño mi amor… ¿Tú crees? Si, este culote aguanta eso y otro mas…jajaja! Nos besamos y después dormimos porque debíamos ir a otras ciudades de compras con Buntaro. Estaba contento que ella se expresara sin pena, me gustaba se comportara como esposa fiel ante los demás y en la intimidad me decía que era una esposa muy puta.



PARTE 2

Descubrimos que hablar de Buntaro cuando cogíamos, usábamos un lenguaje mas obsceno que de costumbre en nuestras relaciones sexuales. Incluso durante el dia, me acercaba por detrás y le decía que su amante (el dildo) quería coger su concha y su culo. Y a partir de esa noche lo repetimos para disfrutar de orgasmos en la cama, el dildo hacía el papel de amante incansable, me volví un adicto en verla gozar con esa verga artificial, en el baño antes de ducharnos, ella lo sostenía en la lisa pared con su ventosidad a una altura para darse placer ya sea por su concha o por su culo mientras la besaba abrazándola de frente, le besaba las tetas y le ayudaba empujándole sus caderas para que se penetrara totalmente hasta lograr prolongados orgasmos.--¡Ufff me llega hasta el útero!--¡Que rico me coge esta pinche vergota! –Decía viéndome a los ojos con cara de perra y empujaba sus nalgas con ritmo para clavarrse toda la verga. Yo le decía: Deja que Buntaro te la meta en el culo, y se la sacaba de la concha y lo guiaba a su ano mientras me decía : ¡A Buntaro le encanta hacerme el culo más amplio! --Si, voy abrirte las nalgas para que te culee bien, contestaba. Y abría sus nalgas para que el enorme dildo untado de lubricante se hundiera en su suave culo . Rosetta, mi amada esposa, era una diosa aficionada al sexo anal, adoraba sentir el culo lleno ¡Aggghh me ensancha demasiado, me entra profundo, va a sacarme la mierda!-- Agghhhh!! Y asi jugábamos, terminamos por bautizar al dildo con el nombre de “Buntaro” que hacía de fiel amante. Ella le gustaba humillarme, tomaba el enorme dildo y lo comparaba con mi pequeña erección diciéndome: Buntaro tiene una verga de caballo a tu lado! ¡Nunca podrías competir con el, porque el si me saca hasta la mierda! -Lo sabes ahora cariño.. Y terminaba aceptando mi condición de cornudo, mientras ella se llevaba a la boca la verga artificial recién salida de su culo para mamarlo y después dármela a mamar a mi. ¿A que sabe la verga de Buntaro?--¡Sabe a tu culo!
¿Te gusta mamarle su vergota? Le pregunté. Si! Me encanta su leche, me fascina grrrpl, slurrpp! ¡Pero no me cabe toda en la boca!--En verdad soñaba el día de verla en vivo siendo ensartada por el, masturbándome de forma constante en la privacidad de mi casa y en el trabajo, ella después supo de esta actividad secreta mía y pudo entenderme que me excitaba sobremanera la fantasía de ceder mi lugar a otro hombre y ella también terminó aceptando su papel de esposa puta. ¿Quieres que te haga un cornudo? Confiésalo cariño --¿qué quieres?—Hazme cornudo! Terminaba contestando. ¡Lo serás muy pronto tonto y solo te harás pajas! Concluía ella, ayudándome con una masturbación que me dejaba seco. ¡Tu semen es poco y de mala calidad, pero algo es algo me decía y me los untaba en mis labios, ¡Cómete tu leche cariño! Y terminaba tragando mi propia leche. Te gustará y te harás adicto al semen, me dijo, yo no alcanzaba entender sus afirmaciones. Ella descubrió que gozaba siendo humillado.

Días después en el trabajo, ponía más atención con Niko y realmente era cierto que el le miraba el culo y las piernas a mi esposa Rosetta sin disimulo, estaba seguro que todo terminaba en una buena paja en el baño de los empleados. Don Sergio era más discreto pero podía ver como se tocaba el bulto mientras conversaba con ella haciendo pedidos del material que le vendemos. Buntaro por su parte, tenía más privilegios; platicaba con ella todo tiempo, hacían planes de compra y pedidos. A el se le dio habilitó una pequeña oficina para tener más organizada las cosas y allí Rosetta entraba unas tres o cuatro veces al día y cuando eso ocurría imaginaba como debía tener la verga de durísima al estar cerca de mi esposa, porque siempre viste jeans ajustados o vestidos cortos y ceñidos que dejan ver espectacularmente su anatomía. Ella le pedía trabajos e informes que le tenían todo tiempo junto a el, la confianza hizo que mi esposa le llamara todo tiempo “hijo pásame el informe” “hijo ven aquí” hijo vamos allá” “hijo vamos a comer” “hijo te esperamos en casa” etc. Yo imaginaba que ella también le pedía “hijo ven a recogerme”, “hijo dame de tu leche” .
Rosetta se desenvolvía de esa manera con el, y también pude comprobar el bulto de Buntaro al salir de su oficina, algo acalorado y dirigirse al wc privado del negocio que está en la bodega exclusivo para nosotros y minutos después entrar yo, para buscar evidencia de su posible paja por estar viendo mucho tiempo el culo de Rosetta en esos pantalones de tela o jeans de licra que se le enterraba en las nalgotas, pero me salía sin hallar nada, revisaba el papel del cesto en busca de su semen pero no había rastro de pajas en nuestro wc. ¿En donde derrama su semen? Tenía la seguridad que se pajeaba y eso me excitaba.
Siempre estaba ansioso por encontrar su semen en un papel y disimuladamente en pláticas amenas investigaba con sus compañeros si tenía conquistas o que me contaran a quien trabajadora se había cogido y terminé enterándome de una formidable noticia para felicidad mía y de Rosetta. Las fantasías serían morbosas y candentes.
En las noches esperaba ansioso y excitado para jugar con esas palabras que nos decíamos. Mientras le besaba sus tetas, terminé diciéndole que Buntaro tenía una verga grande por ser árabe, que un amigo cercano a el me había dicho el secreto. Y cuando iba a penetrarla abierta de piernas en la cama le decía: Amor…Recuerda que Buntaro es de descendencia árabe y tiene una verga grande para esta concha, los árabes son muy vergones, deberías de dárselo a que lo goce!! Y ella respondia : ¡Si tu quieres cederle tu lugar, lo puedo hacer amor!!! Y ¿también mi culo? Remataba.
¡Si!...Dáselo, se lo merece ! ---¿Se lo mamaras? ¡Siii! Me comeré su leche, sin duda!. Era un juego de palabras que me ponía loco y a ella más caliente y bien putona. ¿De verdad quieres que me culee? –siii! Respondía, nos besábamos apasionadamente mientras ella se movía debajo de mi: Hoy el estuvo todo tiempo viéndome el culo y se le puso dura la verga! Le vi hacer movimientos extraños en su silla de trabajo, pero no quise voltear a ver que hacía, creo se pajea allí mismo, a mis espaldas, es un pervertido! dijo Mi mujer. Y exploté sin control. ¡Aggghhh Ahhggg! El si ha de sacar mas leche que yo, es joven! ¡Claro, con esa vergota es un semental árabe! Dijo Rosetta y me atrapó con sus piernas pero solo expulsé un suave chorro…!Buntaro expulsa chorros, no es como tu amor! ¡Puuffff! Ella se levantó, dejándome exhausto y deslechado, fue al baño a lavarse y Pensé que lo decía jugando fantasiosamente.
Me prometí buscar esa evidencia de sus pajas porque en el baño no dejaba su semen en ningún papel. Y una tarde cuando todos se fueron a sus casas, yo entre a su oficina para revisar meticulosamente en busca de rastros de sus corridas y descubrí que su escritorio tenía la marca de sendos chorros que habían escurrido por el metal, se había olvidado de limpiar bien. No había duda que era semen de Buntaro, Se lo dije a Rosetta y ella abrazándome y tocando mi verga dijo; que se sentía halagada porque un muchacho como Buntaro se ponía loco por su trasero. Creo que todos te ya te han dedicado tributos dije mientras amasaba sus nalgas que todo hombre deseaba coger.

En una fiesta familiar que organizó Rosetta, llegaron todos a casa como siempre, ella esa tarde tenía un vestido negro largo con abertura en una pierna y su tremendo cuerpo era imposible de ocultar, su culo era de infarto, amplio, grande, sus tetas igual se notaban muy apretadas, su delgada cintura adornaba su culo, podía adivinarse fácilmente su pequeña tanga que se perdían en sus suculentas nalgas. Sus hermanas competían con ella en tamaño de culo, pero mi esposa Rosetta se imponía con sus voluptuosas curvas y Buntaro las atendía llevándoles sus bebidas favoritas e intercambiaban palabras y risas. Principalmente con su hermana Miluci, una madura tres años mayor que mi mujer y casada con mi amigo Manlio de 50 años.
Mis suegros platicaban de mis hermosas hijas, que Karlita era una copia fiel de su madre (lo decían por el desarrollo físico que presentaba) que debía yo protegerla más porque en Facebook hay secuestradores y violadores, etc, etc. y mis padres elogiaban a Buntaro por su responsabilidad, porte de gran caballero árabe y todos nos divertíamos. Llego el momento de estar más ebrios y aproveché para decir a toda la familia que Buntaro era un hijo más y que era mi brazo derecho en el negocio, lo llame a mi lado y le di un abrazo de aceptación y el dijo que era un honor ser parte de mi familia y agradecía la confianza que le tenían. Mi esposa se nos acercó y pidió un brindis por la familia y vi que le dijo algo al oído de Buntaro. Nadie tomo importancia esa actitud de mi mujer pero yo imaginaba algo y estuve atento hasta finalizar la reunión familiar. Mis concuños querían seguir de largo esa noche pero mi esposa dijo que lo iba a planear una reunión familiar y de amigos en la nuestra casa de campo que tenemos en una zona rural. Y finalmente se fueron despidiendo hasta quedarme solo con Buntaro y mis dos hijas, Karla Rosetta platicaba con el en la cocina mientras lavaban todo, ella se reía por todo porque al parecer el podía hacerla reir todo tiempo, mi hijo se había ido a casa de sus primos a descanzar porque se irían temprano a la playa. Fui a la cocina y vi a mi hija muy cerca de el, casi pegados y ella le empujaba con su caderas, tome eso como un juego.
Buntaro dormía en casa cuando había esas reuniones. Mi hija de casi 14 años le ofrecía su cuarto y ella dormía con su hermanita en otra habitación. Mi hija actuaba como si estuviera enamorado de el y se ofrecía en atenderlo pasándole agua o refrescos, incluso cervezas que el le pedía, nunca imaginé que el pudiera abusar de la inocencia de mi hija adolescente. ¿Y si eso ocurriera? Tan solo imaginar eso, me hacía sentir no molesto, sino extrañamente excitado, recordé que Buntaro deseaba el culo de mi mujer e imaginé que también le gustaba el culito de mi nena, incluso llegue a imaginar una mano de mi nena masturbando su gruesa verga, mientras el le ayudaba con la tarea escolar solos en su habitación. Mi hija se dejaba enseñar por el sin saber el tamaño de verga que Buntaro tenía entre sus piernas y que se lo prodria meter a su madre por el culo. No imaginaba que sus padres fantaseaban que el era el amante perfecto para su madre y que podría ser su próximo padrastro.

Después de levantar todo, Le pedí a Buntaro se quedara un rato mas para beber y platicar, aceptó gustoso y mi hija y mi mujer se fueron a dormir despidiéndose de beso con el y como que le dijo algo muy rápido que no entendí y a mí me dio un beso diciéndome no tardara mucho.
Buntaro no pudo evitar mirar el gran culo de mi mujer que se movía de forma candente al alejarse en los escalones, o talves observó también el ya formado culo de mi hija Karla Rosetta, pero no dije nada, solo dijimos salud por la familia. Y bebimos hasta las 01 am y con las copas encima le pregunte si ya tenía pareja o cuando pensaba casarse para ser sus padrinos, y dijo que solo se veía con mujeres cuando había oportunidad. Tomé el valor y le conté mi vida íntima con Mi esposa Rosetta y estuvo todo tiempo atento, respetuoso y me agradecía le tuviera confianza para decirle mis intimidades de pareja, también le dije de mi pene y que era incongruente con el tamaño de culo de mi mujer.
Y él dijo con su gruesa voz: Si, realmente es pequeño para una mujer culona como ella. Con todo respeto que te mereces, pero ella es muy hermosa, su cuerpo es maravilloso y tienes el privilegio de tenerlo para ti a todas horas.
Y le pregunté con el pene casi duro queriendo escuchar su respuesta… ¿Te gusta su culo? Dime la verdad, eres casi mi hijo mayor pero no dejas de ser hombre y pues realmente no es tu madre, aunque te diga hijo. Y se quedó callado mirando hacia la habitación donde dormía ella. –Se honesto y no te de pena, le presioné. Mientras mi pene crecía bajo mi pantalón; estaba en camino de entregarle esa madrugada a mi mujer.
Me quedó viendo con cara de lujurioso y me tomó de mi hombro para decirme: Lo tiene exageradamente bueno y me gusta mucho, sus hermanas tienen el culo muy lindo, pero el de Sra. Rosetta está mucho mejor, lo digo porque me has preguntado, espero no ofenderte con eso. ---No, no, para nada, no te preocupes dije excitado, el estaba presentando el carácter de un buen corneador. Y me alegra seas sincero, por eso te queremos aquí en casa le expuse, levantándome del sillón. Pero también tuve el valor para preguntarle, y ¿Qué opinas de Karla Rosetta? ¿Te refieres a su cuerpo?—Si, le contesté, ¿te atraen mujeres de su edad?—Ella es una copia fiel de su madre, será muy hermosa también, dijo seriamente. Será igual de culona que ella, remató. .. Osea, ¿también te gusta ella? Dije excitado. -¿Me la estas ofreciendo como a tu mujer?—La verdad a todo hombre le atraería un cuerpo como el que ya se le está desarrollando, Dijo Buntaro sin ninguna pena. Eso lo platicamos después , le terminé de decir.
Quédate a dormir aquí en la sala,---le pedí,--- Ok, --dijo tocando el enorme bulto de su pantalón. Pero necesitaré una cobija para quedarme en la sala, no quiero causarle molestias a tu hija Karla. –Oye, ¿Te pusiste duro por hablar del culo de mi esposa? --Y el solo se limitó a tocarse más pero al final preguntó. ¿Quieres averiguarlo tú o quieres que sea ella?—Le conteste nervioso y titubeante, no creas que soy gay pero confírmame si de verdad tienes la verga como se nota, como esposo de ella debo saberlo, si tu aceptas, claro. Además te acabo de aceptar como un hijo no biológico.
Buntaro estaba desinhibido por las cervezas, se bajó el cierre del pantalón y al no poder sacarse la verga, tuvo que desabrochar el cinturón y pantalón para que grotescamente apareciera una soberana verga muy gruesa, pesada, morena, estaba semi erecta no totalmente descapullada, supe que iba crecerle más y engrosar más; una gruesa vena recorría por su longitud y de ella nacían otras pequeñas. Calculé debía medir unos 19 cm o tal vez un poco más, al ir creciendo fue quedando libre su brillosa cabeza que era cubierta por un cuero grueso que el bajaba para mostrarme como le iba creciendo más hasta quedar en su tamaño real. De la cabeza hacia atrás estaba demasiado gruesa, muy ancha. ¡Eres un caballo! –Dime la verdad, ¿se la has enseñando a mi hija?—¿Quieres que ella lo vea?, ¡si! le dije asombrado y excitado. Espera un minuto que ya vuelvo. Me subí al cuarto donde ya dormía mi mujer. Creo que el alcohol hizo que preguntara de mas.
Entre a mi habitación y allí estaba ella bocabajo simulando dormir como una diosa, su tentador cuerpo podía ser disfrutado por más de un macho si ella quisiera, pensaba que se había dormido esperándome para culear, pero ella se despertó y dijo. ¿Para quién es la cobija? ---Para Buntaro, va dormirse en la sala, dije tocándole sus nalgas buscando su ano con mi dedo pulgar y si más demora le propuse—¡Ve y llévale la cobija!, tal vez quiera decirte algo. Ella se levantó y me besó suave y después me comió la lengua y yo la de ella.--¿Quieres que baje a la sala así como estoy? ---Sí, que te vea así, quiero te vea el culo!
¿Solo que me lo vea? ¿O que me lo coja? Porque eso quiere, y se lo he prometido hoy…dijo Rosetta y antes de que reaccionara a su respuesta, me pidió no llegar donde se la iban a culiar, solo me pidió observar de lejos, pero que no me sintiera mal por lo que le iba hacer Buntaro, el que oficialmente había sido presentado ante mis suegros y cuñadas . Ok, dejaré que lo goces a tu manera, dije y antes de bajar le pedí me mostrara como tenia de cerrado el culo y que también me lo iba enseñar cuando regresara para ver como se lo dejaba Buntaro. Abrí sus nalgas para darle una mamada de culo porque se lo iban a coger, mejor dicho romper, ¡ooohhh!--¡Oooohhh! ¡Por fin te va a culear de verdad! Dije excitado. No perdió más tiempo y se zafó de mi boca, estaba ansiosa tanto como yo, bajo con la cobija a la sala, ella con su pijama corta transparente, se le notaba todo, sus senos, su depilada concha y su voluptuoso cuerpo de mujer madura era un manjar que entregaría a un muchacho que se había ganado nuestra confianza familiar y ahora se ganaba el derecho de poseerla sexualmente en casa.
Esa madrugada se concretaría o se ratificaría el inicio de ser un marido cornudo consentido. No pensé en otra cosa que solo mi deseo de verla con Buntaro era ya una realidad, solo bastaba que bajara un poco para ver lo que iban hacer en la sala mientras yo en mi cuarto estaba con mi verga durísima como nunca, recordé las palabras de Buntaro hacia mi mujer, me la saqué para masturbarme lento, excitado pensaba que la verga de Buntaro la rompería por tener mayor dimensiones y se la iba clavar al fondo de su caliente concha y sin duda en su culo que había pre-mamado para lubricarlo. ¿Desde cuándo Buntaro era el amante de mi mujer?—Con esa verga, ninguna mujer casada se negaría tenerlo de amante.
Habían pasado unos10 minutos y estaba desesperado por salir y lo primero que hice fue ir a revisar que mis hijas dormían, y recordé lo dicho con Buntaro, quería que mi hija viera a su madre siendo montada por su mismísimo amigo y ver su reacción, tal vez quería que ella le viera la verga, mi mente aceptaba que fuera Buntaro el que la iniciara sexualmente. Me asomé a su cuarto y allí estaban dormidas, mi hija Karla Rosetta semidesnuda bocabajo, sus nalgas comían la tela de su short. Sin duda alguna, sus nalgas ya estaban desarrollando y el no se la perdonaría, era una pose sugestiva, ¿Por qué le ofrecí a mi nena? Creo actuaba como un mal padre, pero si entregaba a mi mujer podría entregar todo y Karla Rosetta estaba incluida.
Caminar por el semioscuro pasillo se me hizo eterno y bajar los escalones aún más, mi corazón latía descontroladamente, una especia de celos me invadía pero mi verga sentía que eyacularía en cualquier momento. Me tuve que controlar, baje despacio y allí los vi, ella estaba acomodada sentada en el piso entre las piernas de él, la poca luz que llegaba desde la cocina era suficiente para ver como mi esposa Rosetta movía con ritmo suave su cabeza entre las desnudas piernas de Buntaro, mientras el le sujetaba su cabellera para que ella se comiera toda su verga. Pude escuchar que ella se ahogaba y buscaba controlar la profundidad de la mamada sin evitar una pequeña crisis de tos; él, le daba oportunidad de recuperarse ante la falta de aire cuando su gruesa verga llegaba hasta la garganta de mi mujer. Prácticamente le violaba el orificio bucal, por la forma en que la hacía atragantarse con su verga, mi mujer mostraba experiencia y se emocionaba y gozaba; le hacía tragar más verga más allá de su garganta y claramente vi que la sostuvo para tomarla de la nuca y no la dejaba respirar por un buen tiempo, ella desesperada luchaba débilmente sin poder evitar que la verga la ahogara y la hiciera manotear en busca de aire y toser varias veces. Desde mi lugar, la morena verga de el se notaba brillosa, estaba ya con demasiada saliva y baba, la boca de mi mujer igual. Y se la sacaba de golpe de la boca, para darle golpes con su pesada vergota en la cara mientras la tomaba de los cabellos. Ella buscaba desesperadamente ese macanón para saborear sus líquidos pre seminales y ahogarse hasta las lágrimas. Mi mujer estaba loca y sedienta por esa joven verga árabe.
De pronto le dijo algo a ella y se paró frente a el para sacarse la pijama y dejar expuesta su desnudes ante Buntaro. --¡Eres una diosa! Dijo masturbándose lento. Se hinco frente a ella y abriéndole las piernas atrapó su vulva para lengüetearla tomándola de sus caderas para jalarla mas, mamaba suave, pero también con brusquedad; le vi masturbarla violentamente mientras ella se retorcía de placer. Rosetta disfrutaba de la boca y de los dedos de su joven amante, sostenida de su cabeza y abierta de piernas se sacudía sin dejarle de incitar a que le diera mas placer con su boca. La volteó bruscamente para verle y abrirle las potentes nalgas, el gran culo que iba a comerse.--¡Waoo! -¡Eres la mejor mamá del mundo! Dijo.--¡ufff! Lo que voy a comerme!
Me acerqué más para poder oír todo, cuando dijo relamiéndose que tenía el mejor culo de todas las hermanas y que se lo iba a coger cuantas veces le dieran ganas, que lo extrañaba, Rosetta contestó: si bebe! Mi culito extraña tu verga, hace dos semanas que no me das leche!--¡Me lo rompes como nadie mi niño!
En ese momento comprendía que ellos ya se entendían desde no se cuándo, el enojo por sentirme engañado por Rosetta fue grande, me contuve porque ella podía decidir irse y dejarme, pero no podía hacer nada, no tenía el control de la situación. ¿Por qué no fue sincera conmigo?--¿Desde cuándo se la coge Buntaro así? Mi enojo se volvió excitación, Buntaro me vió y a propósito para demostrarme su control sexual sobre ella, parado atrás frotándole en sus nalgas su soberbia y gruesa verga toda descapullada, la cabeza le brillaba por tanto lubricante y por la baba que le dejó mi esposa. Lo note demasiada gruesa, muy gruesa, casi como una botella de coca cola, podía imaginar que había batallado al principio para que entrara completa en su culo y por eso entrenaba con su dildo, le daba piquetes y lo acomodaba entre las nalgas para frotarse y sentir la suave piel de sus carnes maduras y macizas, ella meneando suave sus nalgas buscando ese grueso garrote.--¡La tienes enorme hijo!--¡Sabes que lo quiero para mi solita mi niño! --¡Si mami, tu hijo solo te dará verga a ti!
--¡Más te vale, no quiero verte cerca de mis hermanas, porque me pongo celosa! ¡Ellas son putas y no quiero compartirte con ellas!—Ya noté como se relame mi hermana Miluci por ti!--¡Es capaz de engañar a su marido!-- Comprendí que Buntaro era amante oficial de mi mujer desde hacía meses y lo quería para ella sola, yo no podría competir con su juventud ni con el tamaño de su verga, me sentí inútil, impotente y el rool que jugaban de que ella era su madre y el su hijo, era súper excitante, me calenté enormemente y me froté la verga temiendo eyacular muy pronto. Rosetta hacía el papel de una madre puta y buenota, caliente que se dejaba culear por su hijo vergón y lo tenía de amante. Y yo un padre que no daba el ancho en la cama y debía aceptar que ese hijo adoptivo se la culiara cada que ella se lo pidiera, ya sea en casa o en el trabajo. Este es el cornudismo del que les hablo, ver gozar sexualmente a tu esposa sometida por otro y con la variante de que el muchacho que aceptas como hijo sea el amante de planta, le agrega un placer ¡Uuuufffff! Inexplicable. Pienso que el hijo biológico que toma el lugar del padre en la cama, también es adrenalina pura para el hijo-madre y padre cornudo.
Su pequeña mano, tomó la verga de la punta y lo descapullaba para untar su propio lubricante en toda la cabeza y lo masturbó con furia y adoración, cualquiera se hubiera corrido con esa forma de masturbar de mi mujer, pero su verga se imponía, se tensaba y engrosaba más y la mano de ella parecía ser de una niña jugando una anaconda y sin poder deslecharlo, para eso, se requería de más; mientras se besaban y decían palabras obscenas que no podía escuchar bien, ella sencillamente estaba enamorada de esa enorme verga y el, se la iba empujar toda por el culo con su consentimiento, un hermoso culo de diosa como el de Rosetta, era para llenarlo de leche constantemente, ella tenía entrenamiento con el dildo, yo no di el ancho y ahora iba a comerse la del joven árabe adoptado por ella como hijo de crianza.
Quería mamar mas verga, le mamaba los dedos a Buntaro que el sacaba de su hambrienta concha, se notaba su ansiedad porque intentaba bajar en busca del garrote, mamaba intensamente pero el, la detenía, porque el controlaba la situación, tenía absoluto control de ella porque a todo mi esposa respondía que si.--¿Quieres que nos vea mi padre?—Le decía mientras le mordía el cuello y le frotaba la verga en sus nalgas con leves golpes y untaba liquido preseminal en el ano de ella.--¡Si, el sabe ya la verdad!--¡Vamos cógeme ya! Ordenó con insistencia.
Así parada la condujo para recargarla en el sillón principal y el atrás manoseándole las nalgas y las piernas, mientras su gruesa verga se balanceaba pesadamente rosando sus nalgas. Cuando le volvió a meter los dedos a la concha para masturbarla, pensé iba lastimarla por la fuerza con que la pajeaba allí parada abierta de piernas en nuestra sala, ella jalaba aire con su boca y sacudía su cuerpo sin control, sus gemidos se oían claramente y temí que mi hija los pudiera oír, creo que ella se orinó de tanto placer pero escuchaba que sus dedos estaban empapados de líquidos de ella, hasta que le dijo: Bueno, ahora voy a darte verga por este divino culo!--¿Te lo coge mi padre? -¿Te lo llena de leche como yo? Preguntaba y ella se limitó a contestar,¡ Clavame como me gusta hijo, la de tu padre es pequeña! ¡Primero dame por delante, necesito un buen masaje en la pucha!--¡Haz que me corra en tu verga, te lo suplico mi niño vergón!—Si eso quieres, tu hijo va a destrozarte la rica concha porque eres mi madre y mi puta! –Y después tu hijo va a destrozar el divino culo de mamá!—¡Siiii bebe! -¡Culeame!
El acomodó su gruesa verga en la entrada de su concha y de un solo empujón la mando al fondo de su intimidad. ¡Plaff! Se escuchó y su cuerpo se sacudió violentamente y de su garganta escapó un ¡Aaauugghhh!--¡Que bárbaro eres hijooooo! Y se afianzó del sillón para no caer porque Buntaro le daba estocadas firmes y potentes, con violencia. Le masacraba sin misericordia por la concha. ¡Aayyy! ¡Aaayyy! Que rico voy a correrme bebé, dame máassss! Un violento sonido de ¡plaf, plaf, plaf! Inundó la sala y ella diciendo ¡Asiiiiii! ¡Assiiiii! ¡Aayyyy! ¡Que bruto eres! -- haces correrme riquísimoooo!! ---¡Aaaaayyy! ¡Aaahhhggg!! Su orgasmo llegó pronto con covulsiones, ella iba caerse al suelo pero no se lo permitió y la detuvo para empujarle mas verga--¡Vamos, córrete puta! Dijo él.
Mientras ella bramaba del orgasmo y trataba de reponer su agitada respiración, de un bolso pequeño saco un lubricante que untó en el ano de mi esposa Rosetta sin sacarle la vergota, ella se preparaba para ser culiada, cuando me vio parado en las gradas muy cerca de ellos, tal vez a 3 metros. Me dijo. ¡Por favor que mi hija no vea esto! --¡Todo esta bien, concéntrate y goza cariño! Le dije. La verga de Buntaro estaba durísima como poste y muy brillosa, tenía mocos de la concha de ella, a pesar de ser muy gruesa se mantenía erguida y desafiante. --¿Le daras por el culo a tu madre? Le pregunté. ¡Eso quiere ella y veo que tu también! –Satisface a tu madre, de hoy en adelante te cedo todo el derecho sobre ella y toda mi casa, dije excitadísimo. ¡De las niñas no por favor, dijo mi mujer!. El es dueño de todo ahora le contesté, incluso ellas. ¡No! contestó con una mirada de lujuria, y al mismo tiempo, ella misma abría sus nalgas para que la culiara nuestro hijo adoptado.
La vergota buscaba el ano de mi esposa y lo encontró sin el meter una mano, tal parecía que su garrote y su culo se buscaban solos y ya se conocían de tiempo y cuando le acomodó la cabeza, le dio un duro empujón haciendo que su verga se resbalara hacia el canal de sus nalgas, ¡Aaayyy! Dijo ella. Y volvió aplicar el mismo ataque a su culo, en el tercer intento con solo tomarla de sus anchas caderas, encontró nuevamente la lubricada entrada anal y atacó con más precisión. ¡OOOhhhhhh! Dijo mi esposa cuando su verga había entrado con fuerza y se empezó a parar de puntitas y a quejarse, era porque su culo empezaba abrirse para tragar centímetro a centímetro el pitón del hombre que amaba como hijo. Ahora era amante de mi mujer y yo lo consentía, le di autorización sobre mi casa sobre mis hijas, desplazándome sexualmente de ella. Rosetta le pertenecía a un hombre joven, que lo adoptamos y ahora la familia no tenía por qué saberlo, mientras todo pase desapercibido, seriamos una pareja feliz, adoptando a un joven amante.!Despacioooo! ¡Aaaagghhh! ¡Eres el dueño de mi culoooo!
La semioscuridad no me impidió ver el brutal enculamiento, verla retorcerse de dolor y después ella misma buscando ser penetrada con mas profundidad, me indicó que su culo ya conocía ese grosor de su verga, además el sonido plaf, plaf, plaf! De sus huevos estrellándose en sus nalgas me hizo derramar mi leche entre mis dedos sin siquiera jalarme un poco. Los resoplidos de mi mujer indicaban que entraba muy profundo, simplemente era brutal ver como Buntaro se afianzaba de sus hombros para tomar mas fuerza y hundir todo su grueso garrote. Sencillamente usaba el culo de ella para satisfacerse como cualquier hombre lo desearía hacer en los intestinos de Rosetta. Su culo estaba domado y podía soportar la potencia de sus empujones. ¡Aaayyyyy! Se escuchaba en cada embestida, lo hacía lento pero profundo. ¡Me llegas muy adentro! ¡Vas a sacarme la mierda! ¡plaff! ¡Aaayyyy! Me destrozas el culo hijo!
Ella buscaba sostenerse y aguantando cada empujón que le destrozaba deliciosamente su culo . Ya sácala! Ya sácala! ¡Me sacas la mierda! --¡me matas! oi decir a Rosetta, pero el no hizo caso, sino que la acomodó contra la pared para tomarla de sus delicados hombros y masacrar su ano con estocadas firmes. ¡Aaaayyyy! ¡Aaayyy! Dame tu leche mi niño! Pero Buntaro tenía planes de gozarla mas tiempo. ¡Aun no! ¡Quiero más de tu culo! ¡Mi padre dice que te culee bien esta noche! --¿Es cierto amor? Me preguntó ella toda sudorosa, cansada y jadeante. ¡Si, quiero te monte, quiero que tu hijo de rompa bien el culo!! Un potente empujón y un ¡Grrrrrrrhhgg! De Buntaro fue la señal para indicarme que descargaba abundantemente sus huevos en el culo de mi adorable mujer que también era su madre y su amante.
Sus resoplidos eran casi de animal, de caballo, de toro, aaaauuggggg!! Ggrrrrrrr! gruñía mientras usaba el culo de ella para rellenarlo de leche y satisfacerse. Ella por su parte temblaba totalmente siendo atacada por otro orgasmo, pataleaba pero no podía safarse de la verga, la gruesa estaca estaba bien clavada en su culo, torrentes de semen era depositado en sus intestinos. Terminó en el suelo, bocabajo, el quería más, su juventud se imponía ante ella, le masacró el culo con fuerza después de deslecharse, la veía pujar intensamente y patalear bajo el poder sexual de Buntaro. Un leve ruido arriba de las escaleras me hizo voltear y allí estaba mi hija Karla Rosetta viendo el enculamiento de su madre, parada en la oscuridad, no sabía cuanto tiempo llevaba allí, pero se notaba no estar asustada, sino curiosa.
Yo, nuevamente apuraba mi paja viendo todo estupefacto. El la cogía mejor que yo, de eso no había duda. Bote mi leche al piso, no me salió tanta como la primera vez, pero en cambio Buntaro había eyaculado torrentes de semen en los intestinos de ella. Ella estaba deshecha, casi no podía pararse, el la ayudó, la abrazó, la besó, le decía cosas y ella también respondía. Cuando ella se separó de el para levantar su pijama, note la erección que aun tenía, su verga le quedaba potencia para seguir y le manoseaba las tetas, las nalgas, quería mas pero mi esposa le decía que otro día porque temía nuestra hija se levantara y la vieran asi. Los deje solos un rato y me subí a la habitación , mi hija estaba en su cuarto, escuche ruidos adentro y me asome pero se hizo la dormida.
De eso no le dije nada a Rosetta. Llego a los 5 min, nos abrazamos y nos besamos, su boca sabía a verga, le dije que no se preocupara que ella merecería tener un amante que le diera placer y Buntaro era perfecto para ella, era nuestro trabajador y lo habíamos aceptado como nuestro hijo. Estaba callada, sudorosa y dijo que me amaba, me agradecía por ser tan liberal, y que no tenia como pagarme por tanta confianza y libertad que le acababa de dar.
Iba a bañarse pero le dije que me dejara ver su culo, para ver como lo traía, ella con una sonrisa me dijo: Miralo y tocalo para que veas como ha quedado!

Abrí sus nalgas, ella tendida bocabajo en la cama se dejaba explorar el culo. UUffffff! Lo tienes dilatadísimo, te lo dejo amplísimo y lleno de mecos…!Te ha roto el culo nuestro hijo! ---Te dije que eso quería el Me contestó somnolienta. Pero, ¿no es la primera vez verdad? Me lo ocultaste. ¿Por qué? Me dijo que ella había provocado parte de la seducción y cayeron ambos en la tentación.—Yo creo que te enamoraste de su verga, le dije---Ella sonriendo dijo, Tal vez! Jajaja! Abrí su nalgas y me prendí de su culo recién culiado, chupe con fuerza y empecé a sacarle los mecos de Buntaro, era muchísima leche, y eso me excitó y no paré hasta dejarlo limpio y comerme los mecos aún tibios y mientras yo mamaba y limpiaba su culo ella me confesaba que él se la cogía desde hace 7 meses en la oficina mientras yo estaba ocupado en la computadora, me explicó que cuando llevaba vestidos cortos, era porque ese día iba a coger con el y que en varias ocasiones no llevaba pantaletas para que todo fuera rápido. Ella se recargaba en el escritorio y Buntaro la cogía vigilando con la puerta entre abierta que yo no me levantara de mi computadora, confesó que varias veces dejaron de coger porque temían que yo fuera a la oficina, por lo que ella terminaba de complacerlo haciendole la paja para que no se quedara con la leche en los huevos; varias veces se la tragaba, otras veces la salpicaba en el escritorio manchando todo, incluso documentos importantes para enviar por paquetería.--¿Te daba por el culo ahí mismo?—Buntaro no respeta nada y me hizo adicta al sexo anal, es un salvaje, pero me encanta sea así. Muchas veces cuando yo salía de su oficina, mi culo iba repleto de su semen y me tu esperabas para irnos a comer los tres, mientras sentía que me bajaba el semen por las piernas y me iba al baño a limpiarme, pero ahora ya no pasará eso porque tu vas a limpiarme el culo después de que el me culee. Claro que si lo haré cariño, contesté automáticamente.
Cuando la cogió por primera vez por el culo, fue en una tarde que se quedaron solos mientras me fui a ver a un cliente, recuerdo que tarde como 2 horas, tiempo suficiente para que le metiera la verga y la llenara de leche. Confeso que le dolió bastante para soportar la parte mas ancha, la cabeza no fue el problema, sino el grosor que tenía hacía atrás. Cuando el quería su culo, llevaba puesta una falda corta sin pantaletas y se ponía en la puerta para poder vigilar que nadie llegara, mientras el gozaba de su apretado culo, se lo masacraba a su estilo hasta correrse. Ella supo simular muy bien todo. Por ahora sería todo amigos lectores, ruego estén pendientes del siguiente relato. Busquennos en face con el seudónimo de Rubí Castries. Es una página especial y que oculta nuestra identidad.
Gracias.

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Comentarios enviados para este relato
Nnicolas (19 de February de 2022 a las 05:46) dice: Segunda parte del relato para saber cómo sigue

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:39) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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