Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

Cita a Ciegas

Relato enviado por : cubanofeliz el 19/11/2011. Lecturas: 3443

etiquetas relato Cita a Ciegas   Tríos .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
El deseo de compartir los sueños de sexo en trío nos llevó a planificar un encuentro con un muchacho para que mi esposa pudiera disfrutar de la experiencia.


Relato
Cita a Ciegas
El deseo de compartir los sueños de sexo en trío nos llevó a planificar un encuentro con un muchacho para que mi esposa pudiera disfrutar de la experiencia. Sin embargo, ella tenía mucho recelo y sobre todo le daba pena este encuentro. Le comenté a mi esposa que buscaría el muchacho según la descripción que ella me había dado y que después resolveríamos el tema de la pena en el encuentro. Ella estuvo de acuerdo.
Encontré el chico deseado por ella y preparé los detalles del encuentro. Reservamos en un lugar hermoso y muy discreto. A las 2:00 pm llegó el chico y lo invité a pasar a la habitación, le ofrecí un trago para que se fuera relajando, mientras mi esposa se acicalaba en el cuarto de baño.
Ella se había depilado su chochito y su culito, dejándolos como el de un bebé de 6 meses, había lavado su cabello y su piel olía a flores, estaba deliciosa, pero muy nerviosa. Le expliqué que ella no vería el rostro del chico ni él el de ella ya que a ambos les vendaría los ojos para que fuera un encuentro a ciegas, yo conduciría las acciones de los dos, esto la tranquilizó.
La acompañé a la habitación y ya en ella le vendé los ojos mientras la ayudaba a acostarse desnuda encima de la cama. El muchacho que me esperaba en la sala estaba muy animado con su trago y mientras compartíamos una cerveza le expliqué los detalles del encuentro. El se desnudaría en la sala y yo vendaría sus ojos y lo conduciría a la habitación donde mi esposa lo esperaba desnuda en su cama, una vez allí él le haría el amor suavemente. Aceptó de buena gana el trato y se comenzó a desnudar, primero su pulóver, después el pantalón y por último su calzoncillo, mostrando una pinga muy bien diseñada, de buen tamaño y grosor como le gusta a mi querida esposa. El no estaba depilado y su vello púbico, de color negro, cubría el tronco de la pinga.
Vendé sus ojos y tomándolo por uno de sus brazos lo conduje a la habitación. Ya en ella cerré la puerta a lo que mi esposa rápidamente reaccionó cerrando sus piernas. Ya estamos aquí -le dije- mientras ella nerviosa se volteaba en la cama. El muchacho estaba frente a la cama, de pie, sereno, esperando su presa. Me acerqué a la cama y tomando a mi esposa de la mano la levanté y la acerqué a él. Tomé una de las manos de él y la acerqué al pecho de mi esposa -hola- le dijo él, -como estás- respondió ella, -pues muy bien- de nuevo él le contesta, mientras con sus manos acaricia sus tetas suavemente. Notaba la respiración de mi esposa agitada y sus labios humedecidos. Él la acercó a su cuerpo y con sus manos rodeo su cintura mientras su boca se acercaba a la de mi mujer, sus labios se encontraron y delicadamente ella lo besaba, se entreabrieron, yo veía como la lengua de él entraba en la boca de mi esposa, ella la chupaba con ansiedad mientras las manos de él acarician su espalda y sus nalgas. La mano derecha de ella descendió suavemente por la cadera del muchacho y con una lentitud excitante se acercó a su pinga, sus dedos se enredaron con los vellos de la pinga de él, los acariciaba suavecito hasta que por fin tocó el tronco de la pinga que ya estaba bien dura y grande. Recorría con sus dedos toda la longitud del pingo y deslizaba su prepucio hacia atrás pajeándolo suavemente. Él se comía sus labios y sus manos masajeaban las tetas y nalgas de ella. Ambos estaban fundidos en sus caricias y yo comencé a desnudarme mientras ellos se acariciaban.
Coloqué dos almohadas en el piso y le pedí a mi esposa que se arrodillara. Ella obedeció y el muchacho se fue acercando lentamente mientras yo ponía mi mano detrás de la nuca de ella. Los labios de mi esposa se fueron entreabriendo mientras el acercaba despacito su pinga a la boca. Inmediatamente ella comenzó a mamársela bien rico uhhhhmmmmmm, ahhhhhhh, suspiraba él mientras ella tragaba su hermosa pinga, mamaba sus huevos y acariciaba las nalgas del chico con sus manos. Él entrelazaba sus dedos con el cabello de ella y empujaba su pinga hacia el interior de la boca de mi esposa que no dejaba de mamar aquel trozo de pinga como si se le fuera a acabar. Él jadeaba de placer y yo escuchaba el chasquido de la saliva de ella mamando. Así estuvieron hasta que él de pronto se contrajo, su cuerpo se puso muy tenso y se contraía rítmicamente, mientras sus manos aprisionaban la nuca de ella y no la dejaba escapar de aquella pinga, de la cual ya brotaba su caliente leche, ella tragaba su leche para no ahogarse y chupaba su pinga, él se había venido de la espléndida mamada que ella le había dado.
Ayudé a mi esposa a ir a la cama y la acosté boca arriba. Después lo ayudé a él y le pedí que se colocara en un 69, de forma que ella mamara de nuevo su pinga y él le mamara el chocho a ella. Así lo hicieron y en unos segundos ella se tragaba de nuevo la pinga de él y acariciaba su espalda y sus nalgas, abiertas ahora en su cara. Por su parte el hundía su boca en la rajita de mi mujer, lamia sus labios vaginales, los entreabría con sus dedos y chupaba su interior, recorría con su lengua el interior de su hueco y con uno de sus dedos pajeaba el clítoris de ella, se escuchaban sus gritos de placer asiiiiiiiiiiii papiiiiiiiiii, que ricoooooooooooooo, coñooooooooooo, asiiiiiiiiiiii, mamameeeeee, hay que me vengooooooooooooo, asiiiiiii, ricoooooooo coñoooooo, y él la mamaba con más furia hasta enloquecerla. Yo me había acostado a su lado y ahora ella me mamaba mi pinga mientras yo sobaba sus tetas. Con sus manos ella ensalivó el culito del muchacho y jugaba con su dedo en la entrada del mismo, lo cual lo volvía loco a él. Les pedí que cambiaran y ahora él se colocó de frente a la vagina. Ella tenía sus piernas bien abiertas y su chocho muy rojo y excitado. Él dirigió su pinga hacia el hueco de mi esposa que sentía como la carne de aquel pingo se iba acercando, su cabeza rozaba la vagina de ella y poco a poco él la fue penetrando, suave, rico y caliente. La pinga iba entrando poco a poco y ella abría más sus piernas para que él entrara en su interior, la estaba clavando hasta el fondo y ella gemía con placer, asiiiiiii, dame pingaaaaa, así papiiiiiiiiii, que ricoooo, y se meneaba hacia arriba mientras él le daba pinga por todas partes, la besaba, mamaba sus tetas y rozaba la piel de su cuerpo con sus manos. Le estaba dando una rica pisada y yo me acariciaba mi pinga, muy excitado, mientras los veía singar así de rico. Él se detuvo y ahora se colocó debajo de ella mientras yo la ayudaba a montarlo, con suavidad entreabrió sus piernas y se fue colocando la pinga de él de nuevo en su vagina, subía y bajaba como loca, sus manos se apoyaban en el pecho de él y su cintura se movía hacia adelante y hacia atrás buscando penetración, sentía la pinga de él en lo más profundo de su útero y gemía de placer y pedía más y más pinga. Con mis manos yo la acariciaba, tocaba sus tetas y masajeaba sus nalgas, la besaba tiernamente, excitándola con mi lengua. La recosté sobre el pecho de él y entreabrí sus nalgas. Observaba como la pinga de él entraba y salía del chocho de mi mujer y como ella se meneaba de lo rico sobre él. Me coloqué detrás de ella, abrí sus nalgas y metí mi lengua en su culo, olía su vagina, saboreaba sus fluidos vaginales con mi lengua, dilataba su culito con la punta de esta y jugueteaba con mis dedos en su interior. Le pedí a él que la sacara un poquito y suavemente fui colocando la cabeza de mi pinga en el ojete del culo de ella, ejercí una ligera presión y la cabeza entró fácilmente por la dilatación de su esfínter, él sacó un poco más su pinga dándome paso a mi hasta que estuve con todo mi pingo en el interior de su culo, entonces él de nuevo entró con toda su pinga en la vagina de ella y empezamos un suave mete y saca que la hacía chillar como loca, estaba sudando mucho, estaba muy caliente, su piel quemaba como el fuego y su cabeza se movía de un lado a otro mientras mi pinga abría más y más su culito y la de él la clavaba hasta el fondo. Podía sentir como se estremecía su cuerpo. De pronto se detuvo, se contrajo y su cuerpo comenzó a soltar su leche, sus muslos chorreaban sus jugos vaginales y mi pinga dejaba brotar su caliente leche en lo más profundo del culo de ella. Lentamente se la saqué del culo mientras él se continuaba meneando dentro de ella hasta que gritó de pronto ayyyyyyyyyyyyyyy, queeee ricoooooooo, cojonessssss, me vengo ayyyyyy, mamiiiiii que ricoooooooo, asiiiiiii coñoooooo, deslechate, locaaaaaaa, y su leche salía por los labios vaginales de ella y corría hacia los huevos de él que estaban hinchados de placer. Ella descansaba sobre su pecho, extenuada de tanta pinga recibida. Lentamente descendió hasta la pinga de él y le dio una última mamada mientras yo tocaba su culito, del cual aun brotaba mi leche. Se despidieron con un ardiente beso, sin pronunciar palabras y sin haberse visto sus rostros. Ayudé al muchacho a levantarse, lo guié hacia la sala y allí le quité la venda.
Se vistió lentamente y me dijo que nunca había disfrutado de una mujer tan caliente y delicada, que deseaba singarla de nuevo. Quedamos de acuerdo para una próxima cita, sin vendas de por medio.

Otros relatos eroticos Trios

Me puse de acuerdo con mi compadre y por primera vez comparti a mi esposa.
Relato erótico enviado por Rogelio Cortez el 29 de July de 2010 a las 00:59:26 - Relato porno leído 198792 veces
Cuidado con las amigas de sus novias, lean lo que me paso full bien
Relato erótico enviado por mordot el 30 de January de 2009 a las 23:17:36 - Relato porno leído 158691 veces

primer trio en familia

Categoria: Trios
DESPUES DE DIEZ AÑOS DE CASADOS COMENZAMOS A PROBAR COSAS NUEVAS
Relato erótico enviado por Anonymous el 01 de March de 2010 a las 00:16:23 - Relato porno leído 149023 veces
Como realice una fantasia con mi esposa, un amigo y el amigo de mi amigo
Relato erótico enviado por superiguana el 30 de May de 2012 a las 00:00:01 - Relato porno leído 136795 veces

la playa nudista

Categoria: Trios
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 129254 veces
Si te ha gustado Cita a Ciegas vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Cita a Ciegas. cubanofeliz te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:12) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

gustavo1968 (16 de March de 2017 a las 16:50) dice: muy bueno nunca se me hubiese ocurrido algo así lo pondré en practica te felicito amigo si hicieron la otra reunión HMH escribela


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Cita a Ciegas.
Vota el relato el relato "Cita a Ciegas" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 0
votos: 0

No puedes votar porque no estás registrado