Conociendo a un amigo (2)

Si podemos recordar en “conociendo un amigo” les conté como fue que termine relacionada con un compañero de estudios, después de la primera noche que pasamos juntos me resulto muy extraña toda la situación, yo no pensé que eso fuese a ocurrir jamás, pero ocurrió y ahora no tendría cara para mirar a los ojos de aquel chico. Quizás porque lo que me preocupaba era lo que este ahora iba a pensar de mi… “me ligue a una chica fácil” pues tendría razones para pensar así. El hecho es que luego de pensar lo que sucedería ahora decidí actuar como si nada fuera ocurrido. Como que aquello solo fue cosa de una noche y ya. Pues seguramente el lo pensaba así.El día siguiente me llevo a la universidad y pasamos el día de lo más normal. Me sentí tranquila ya que él no había mencionado nada del tema. Al salir de clase se ofreció llevarme a la para da de autobuses a mi casa. Lo vi como un gesto de cortesía. “era lo menos que podía hacer”. Ese día nos despedimos y no hubo insinuación alguna. Fue entonces cuando el día siguiente al salir de clase me pidió que le acompañara a hacer unas cosas. Yo que no tenía nada mejor que hacer acepte. Debí adivinar la situación pero no lo hice. Me llevo al mismo lugar donde habíamos pasado aquella noche, me dijo que iba a buscar unas cosas, me pidió que pasara y he aquí otro desliz mas.
Comenzamos hablando. El me conto que aquel lugar le pertenecía a una tía de él y por eso entraba con tanta confianza… entre palabras le dio pie a lo que sabíamos que ocurriría. Me comenzó a besar nueva mente con una intensidad increíble. Yo acepte esos besos con mucho placer. Comenzó a acariciarme encima de la ropa y a mí me estaba gustando. Me besaba el cuello y eso me excita. Metió su mano entre mi ropa acaricio mis senos y su respiración se hizo más intensa. Yo estaba perdiendo el gusto ya que algo me puso nerviosa, trate de decirle que no pero no pareció escuchar, en su lugar me apretó mas contra él, estaba temblando asustada sin ninguna explicación yo solo sabía que no quería nada más. Pero el estaba ya muy intenso. Su erección era muy evidente. Trate de esquivar sus besos y evitar las caricias pero este saco sus fuerzas y comenzó a sacarme la ropa contra mi voluntad, su delicadeza se había perdido y en su lugar saco una furia inmensa. Me lanzo a la cama y comenzó a quitarse la ropa mientras me tenía apretada. Yo ya no estaba asustada más bien tenía un miedo confuso, me excitaba aquel hombre que me trataba tan mal en ese momento. Pero disimulando eso yo solo le pedía que me soltara. Abrió mis piernas y me tomo las manos casi me faltaba el aire. Sin ninguna delicadeza me penetro y comenzó a moverse tan fuerte como pudo. Me lastimaba pero me gustaba. Lagrimas se corrieron por mi rostro. No sabía si era dolor o placer. Me sentía sucia. Me sentía como una zorra pero algo de eso me gustaba. Cuando acabo se tendió a mi lado. Yo no hacía más que llorar, pasaron unos minutos y se quedo mirándome. Se acerco a mi rostro y me dijo que lo lamentaba que no quería que fuera así, se disculpo varias veces. Seguido a ello me beso con mucha ternura y nuevamente comenzó aquello esta vez fui yo la que sin saber porque me encime a él y estando encima y toda excitada le pedí que nuevamente me penetrara. Esta vez era yo la que estaba encima vuelta loca sintiendo como ese cuerpo me llenaba de placer. Cuando ya estaba al borde de explotar me levando y me acomodo en la cama para penetrar mi trasero. Allí pasamos mucho tiempo.
Luego de eso hemos tenido encuentros similares en lugares diferentes. Donde la que ahora recuerdo más fácil mente fue en un rio con unos amigos pero eso es otra historia.