Charlene nos cuenta la historia de como su fetiche por la mierda es compartido por la zorra de su hermana Soy Charlene, soy una chica de 17 que estaba a punto de experimentar los mayores placeres de mi vida.
Me fui de viaje, fui a un hotel Resort en un clima cálido, era una chica asquerosamente fetichista así que les advierto que leerán cosas muy diferentes y fuertes, me gustaba chupar pies, me los metía hasta la garganta hasta vomitar, en ese viaje que por cierto fuimos en familia, mi madre mi hermana y yo, mi hermana era mi juguete, ya que dormía muy profundo y todas las noches lamía sus pies hediondos hasta provocarme arcadas, esa iba a ser una de esas noches, estábamos juntas en un cuarto así que cuando se durmió fui a los pies de su cama y le di una primera olfateada, olían a sudor olí sus chanclas que tenían sus dedos marcados por el sudor, los lamí casi por dos horas hasta que sentí el estómago de mi hermana sonar, me puse de pie porque creí que despertaría pero no, así que quise volver a mamar sus patas y mientras lo intentaba oí como mi hermana se tiraba un gran pedo, se escuchó muy fuerte y yo salte del susto, pero me gustaba, esas cochinadas me excitaban, hasta que soltó uno tan fuerte que se despertó ella misma, salte del susto e hice como si estuviera yendo al baño.
Mi hermana me interrumpió y me dijo que ella entraría al baño, la deje, escuché como se surraba ahí dentro, me fui a la cama triste pues no había saciado mi sed de cerda. Al día siguiente mi madre nos despertó para desayunar, mi hermana se puso sus chinelitas mientras yo empezaba a alistarme, entonces entro mi madre y me dijo que esa noche ella se quedaría a dormir con nosotras así que me puse de mal humor porque esa noche tampoco podría oler el ano de mi hermana, mi madre era pequeña pero tenía buen culo y usaba muchas sandalias y tacones que me encantaban, y además esa noche descubrí que tenía cosas ocultas, bajamos a desayunar a la cafetería del hotel, me vestí como una prostituta, tacones, traje de baño y unos lentes de sol, mi hermanita solo tenía una falda y su traje de baño, estaba enamorándome de ella porque quería que me use de retrete, debido a que usaba traje de baño un chico se me quedó viendo, era lindo y moreno, tal vez no me conozcan pero dio la noche y yo estaba en el bar del hotel chupando la verga de ese moreno, hasta que recordé que mis chicas me esperaban en la habitación, me limpié la boca y corrí.
Al llegar estaba solo mi madre dormida, mi hermana no estaba por ningún lado, así que fui al baño y entonces la encontré, era mi hermana sentada en el piso con un pedazo de caca detrás de ella, y me dijo “también me gustan tus fetiches” me acerque y comencé a besarla desnudándome, cuando vi que tomaba su mierda con las manos para llevarla a su boca me empecé a frotar el clitoris mientras ella me besaba con la boca llena de basura, me paré y fui a ver si mi madre aún dormía, lo hacía así que invite a mi hermana a mi cama, en cuanto se echó, me puso sus pies asquerosos en la cara, me los metió a la boca hasta hacerme sacar los mocos, mi madre aún no despertaba, me di la vuelta y apuntando mi culo a la cara de mi hermana, dispare mucha caca, mi hermana lo gozaba, se untaba en ella, al final nos dormimos así; inconscientemente, al día siguiente me levante y mi hermana no estaba, mi madre dormía y mi cama estaba llena de caca, baje a las piscinas a buscar a mi hermana, la encontré en los vestidores, siendo brutalmente cogida por el moreno de la anterior noche, no dije nada, solo vi y me alegré porque sabía que mi vida se volvería asquerosamente más feliz.