Cumplire los 15 años y recibo los abrazos de mi madre al aparearme con ella

En verdad cumpliré 15 en un mes y quince días más, pero me encuentro un poco perjudicado y malogrado en mis valores. Mi abuelo siempre me enseñó respeto por las damas y si eran amigas de casa con mayor razón, pero hay dos damas no muy mayores Elizabet es madre de dos niños de 8 uno y cinco años el menor quien siempre viene a casa y conversa con mi abuela ella tiene 29 años casada con un minero que mas pasa en la mina que aquí en casa, ella está con él no más de ocho días de cada mes y luego esta ausente, ella no es una mujer de cuerpo maravilloso, pero es joven y su delgado cuerpo clama por ser complacido por un macho..., ella no desea ser señalada por un dedo como una cualquiera, cuida su reputación, le dice a mi abuela que si ella puede aprovecharme como su ayudante en casa, porque si llevo uno mayor me lo van a cargar como amante y a tu nieto no por ser un chico aún, y casi a diario me pide que le ayude en esto en aquello o en cualquier cosa, en verdad no tengo problemas en ayudarla, pero me he dado cuenta en su indumentaria cada vez que voy a su casa, primero era vestida como para salir, después a media vestir con ropas de casa, hoy casi me recibe en bata y a veces me mira sonríe y me dice que te parece mi cuerpo, mostrándomelo ávidamente y en sus ojos leo una ansiosa y golosa mirada..., pero hoy se pasó, me recibe con una camisola muy sexy con decoraciones de tul transparente en zonas muy sugerentes, me mira como devorándome, sus pantaloncitos de encajes que poco tapan a la mirada de un macho, coquetamente se mueve y diciéndome como distraída te hago un par de huevos en paila y se agacha a buscar la paila dándome un espectáculos de sus muslos que al medio esta casi desprotegida vagina, eso si bien cuidada vagina rasurada. Luego retrocede y me atrapa entre sus muslos a mi cóccix, menos mal que no estaba muy ardiente y pude dominarme, y no tomarla por su cintura, su delicada cintura que refriega contra mi cuerpo, casi me desmayo de placer.
Ella esta excitada y no desea gente madura del pueblo, por que saben que hablaran y por eso se refriega conmigo, pensando que conmigo corre menos peligro...
En verdad trato de hacerme el indefenso, pero su físico sin ser voluminoso excita mi pene, este se apunta, tieso y estable, se desarrolla y su glande se multiplica creciendo al desarrollarse me duele y lo saco fuera de su prisión, ella al verlo se incrimina y lo toma entre sus dedos, siente como este vibra por la pasión que siente y el placer de someterla a su enchufe sexual..., después lo lleva a su boca donde lo acaricia y lame con su lengua el pene más crece y se desarrolla está ella seducida y lo único que desea es tenerlo entre sus carnes acariciándolo con sus pliegues sexuales...diez minutos después está empotrada con el chico y su pene comienza los movimientos de entra y sale de su matriz que la lleva a la gloria y sin recapacitar comienza a entregarse a este chico y goza con sus movimientos y su cuerpo se menea al ritmo del muchacho y ella gime y solloza feliz con ese pene de caballo entre sus piernas ensartado y destrozándole su vagina, como grita gime complacida. Es deliciosa esta mujer como se mueve y se deleita y me complace con sus movimientos vaginales extrayendo de mi pene sus jugos. Por último se aquieta y entrega sus fluidos y a su vez recibe en su matriz los líquidos enviados por el pene de su macho en su matriz.
Al día siguiente estoy desolado y triste sentado al lado de mi árbol favorito mi abuelo es observador y me dice cuéntame cual es la mujer que te tiene loco, le contesto no hay una sino varias en verdad son creo que cuatro y si me vas a preguntar si las conoces a las cuatro las conoces... y le cuento como estas mujeres maduras para mi, casadas y con hijos, me abruman con sus arrumacos a cambio de mis dulces penetraciones y ellas se excitan y se activan hasta ser saciadas.
Eres un buen semental dice, además parece que eres un buen potro como te buscan, solo te digo cuidado con enamorarte de alguna, aprovecha que eres joven y aparéate, si se embarazan ellas lo buscaron, tú tranquilo y cuídate, descansa y duerme bien además debes comer bien o te enfermaras, yo nada se y tu a nadie has contado nada.
Tres días después es Juana una hembra de 30 años, tres hijos de 12, 10 y seis años, y esta si que es una doña mujer lindas piernas bonito cuerpo eso si ella se siente fea por que su rostro tiene una mancha a la altura de su mejilla derecha, pero cuando estoy sobre ella apareándome y gimiendo de placer, ella es una fabulosa mujer empotrada y como vibra y menea su cuerpo ensartada con felonía y placer, es la mejor de las cuatro y en verdad quiero fecundarla con un hijo mío. Ella gritaba como una loca. Comenzamos una salvaje cabalgada, me apretaba mas contra su cuerpo como para sentirla mas adentro..., me corro, me corro gemía entusiasmada mientras mi pene le llenaba su vagina con su rica leche. Comenzó a jadear como una loca, mi pene aún mas dura se contraía soltando grandes chorros de leche en ella, su necesitado útero lo recibía con beneplácito. Mientras ella me apretaba y se contraía con un delicioso espasmo de su fuerte orgasmo.
A la semana siguiente mi abuelo me dice, mañana llegara tu madre con un nuevo esposo y un hijo en su panza..., te lo digo para que no te choque el verla con nuevo marido y embarazada de tres meses... Abuelo le digo mis padres son ustedes con mi abuela, son los que me han cuidado, alimentado y guiado, a mi madre no la conozco, de casualidad salí de su vientre.
El abuelo me toma entre sus brazos y me acaricia diciéndome gracias hijo mío. Te quiero.
La llegada de mi madre y su nuevo macho no altero mi vida y si amargo a mi abuelo ya que el exquisito marido pedía cosas que él no le daría... un día me dice que hace frío y le corte leña para el brasero y así aprovecha para hacer un asado..., lo miro y le paso el hacha diciéndole ahí hay madera córtala... aquí cada uno suple sus necesidades.
Me acusa a mi madre y esta le dice corta la leña que necesites, aquí así es la cosa... luego se acerca a mi y me dice no me has dado ni siquiera un abrazo de bienvenida..., le respondo ¿por que?, ¿acaso te debo algo?... me mira y me dice eres duro, igual que mi padre, a mi abuelo no lo toques es mi ejemplo. Nada más me dice...
Otro día me dice si puedo acompañarla a la poza por que el marido que tiene no sabe donde queda y además le tiene miedo a las culebras...
La llevo a la poza y ella retoza encantada en ella, se sienta a mi lado y me dice si la he pasado bien en mi vida, ya cumples los 15 años y eres un mozalbete que las mujeres admiran me han dicho mis amigas..., eres bonito y tienes un fabuloso cuerpo debido a los trabajos del predio, eres muy musculoso y atractivo.
No quieres irte conmigo a la ciudad, así me entretengo por que este marido que tengo es de lo más endeble y no sale nunca, pero tiene dinero y eso me importa... que dices.
Perdería le digo aquí hay libertad, aire, salgo y todos me saludan, a las mujeres les encanta que las halague.... si me dice he sabido que las mujeres se vuelven locas por ti y entre mas maduras mas locas... a mi nunca me adulas y eso que soy tu madre..., la verdad le digo no te miro como madre, si te miro como mujer y en verdad eres agraciada aunque no eres asequible por ese vientre... o sea me dice, que sin vientre me piropearías. Si le digo eres agraciada y eres posiblemente una mujer a la que hay que confortar por el majadero marido que tienes... ríe y me dice es pesado ¿verdad? Es un ridículo macho que todo hay que dárselo hecho, si hasta en la cama hay que activarlo me dice... y tu con las mujeres necesitas activarte o tú activas y enloqueces a las mujeres. Me queda mirando con una mirada maliciosa y retorcida.
¿Quieres una demostración?, le digo.... Me encantaría dice y me activa sacándose la blusa y mostrándose en brasier de encajes que poco cubrían sus senos... agarro esos senos y chupo sus pezones que se empinan duros y accesibles, a los minutos esta suspirando y respirando entre cortado, déjame soy tu madre dice, no la escucho y logro sacarle leche de esos senos preparándose para la maternidad, ahora gime y vocifera, déjame que estoy caliente y el marido que tengo ni se da cuenta, me estas excitando..., déjame que me estas agilizando sexualmente, ¡oh! se queja..., siente mis manos por su entrepiernas y apresa a esta entre sus muslos, meneándose desesperada..., trastornada por el placer de ser lujuriosamente tocada en sus partes íntimas , estaba loca de placer, suspirando y gimiendo dice si nada vas hacer déjame o satisfáceme apareándote conmigo estoy demandada por mi cuerpo, deseo pertenecer a un macho, soy caliente y necesito recompensarme... lo mas maravilloso fue cuando me recostó boca arriba….me abrió las piernas…
Me miró a los ojos. Tenía una mirada suplicante. Dale si nos descubren, será por tu culpa. Le solicitó a su hijo arrodíllate delante de mi entre mis piernas. El hermoso pene quedó a la altura de sus labios carnales. Sabía que iba a ser penetrada. Hubiese deseado hacerle una lenta y sensual mamada, pero él me deseaba penetrarme, no había tiempo para eso ahora. Tenía que hacerlo penetrarla antes que se arrepintiera, lo antes posible. Así que puso sus manos en las nalgas del chico, lo atrajo hacia ella, abrió su vagina cuanto pudo. Para Leo el momento tan esperado había llegado. Iba a penetrar a una mujer. A su casi desconocida madre. Empujó pero no atinó. Lo intentó otra vez y tampoco dio con el punto adecuado. Su madre tuvo que ayudarlo y se tragó ella la tremenda prieta de carne. Como sufría cuando esta abría sus paredes vaginales. Enseguida empezó Leo a moverse, mientras absorbía, chupando, lamiendo con la lengua, los pezones. Movía su cuerpo hacia adelante y hacia atrás, haciendo que el pene saliese hasta la mitad antes de volver a metérsela.
Flor, la madre lo miró a los ojos. Sabía que eso volvía locos a los hombres. Que una mujer le mire a los ojos mientras tienen su pene entrando y saliendo en mi útero,.
Leo no le había mentido. Estaba excitado y lo tenía grande. Empezó a tener espasmos. Los dedos de sus manos se agarrotaron. El miembro empezó a temblar dentro de su vagina. Empezó a meterla, lentamente, con intensidad. El pene resbalaba por las paredes de la vagina arrancándole gemidos de placer a los dos. Poco a poco, aumentó el ritmo. Sus bocas no se separaban ni un instante. Aquel joven, supuestamente su hijo, la estaba llevando a un intenso orgasmo. El duro miembro martilleaba dentro de ella, una y otra vez. Su boca la besaba, a veces con pasión. Otras con ternura.
Leo también se iba a vaciar, el placer de estar disfrutando de la mujer que le dio la vida y de todas sus fantasías era lo más grande que le había pasado en su vida. Los músculos de la hembra empezaron a tensarse. Su orgasmo empezaba lentamente Se quedó quieto y estalló. Su pene empezó a vaciarse en el fondo del útero de su madre, que al sentir los calientes chorros empezar a llenarla, esta dejó llegar sus orgasmos y se corrió junto con él. Había copulado con su hijo.