Delicioso sexo con la esposa de un abogado

Iniciare esta historia real diciéndoles que mi nombre es Hugo y soy un hombre de 36 años. Soy blanco, pelo negro, ojos cafés natural y poseo un rostro muy varonil, únicamente me afeito una vez por semana así que en varios días mi rostro se viste de barba (pelos muy pequeños) pero si me brota la barba. Mi físico es robusto, tengo buena estatura y estoy completamente en forma gracias a que juego mucho fútbol, gozo de excelentes músculos principalmente en brazos y pecho. Mi pene no es muy grande pero si muy fuerte y grueso, les diré que extrañamente aunque todo mi cuerpo es de piel blanca, mi pene es un poco moreno. Con todo esto me considero un hombre seductor y apuesto, pues sin presumir les confesare que tengo mucho éxito con las mujeres gracias a mi buena e increíble resistencia física pues cada que le hago el amor a una mujer la dejo totalmente satisfecha e incluso hasta llego a cansarlas de tanto sexo. Les comentare que me conservo soltero pues no me gusta la responsabilidad y por sobre todo lamentablemente mi economía no es la mejor, únicamente trabajo como albañil y pintor, trabajos que no me dejan mucho dinero. Me considero casi de clase social baja pues vivo en una unidad habitacional únicamente, pero bueno la historia de mi vida es otra y ahora no va al caso contarla así que proseguiré con el relato.

Por parte de Sonia, así se llama la mujer con quien tuve sexo apenas hace un mes. Ella es una mujer de 31 años, nacionalidad mexicana, es de piel blanca, pelo rubio, ojos negros muy bonitos, goza de unos labios muy sensuales los cuales casi siempre los pinta con labial rosa y su rostro es muy femenino, seductor y con una sonrisa enamoradora. Su cuerpo es perfecto y en forma, goza de unas espectaculares curvas y lo que más luce son sus sensuales piernas principalmente cuando se pone minifaldas, sin embargo no hay que menospreciar sus nalgas bien paraditas y sabrosonas. Ella está casada con un exitoso y casi adinerado abogado de la ciudad de México, no tienen hijos ya que apenas llevan dos años de casados y gracias al empleo de su marido ella vive en una hermosa casa de lujo, también su marido la rodea de lujos como vestidos preciosos, joyas, zapatos y entre muchas otras comodidades que tiene. También asiste al salón de belleza y gimnasio, con todos estos cuidados ella luce y explota su belleza al máximo. Pero como a toda típica esposa que lo tiene todo, ella no le es fiel a su marido, eso lo pude comprobar cuando se entrego con migo sin el más menor remordimiento de infidelidad. Ella es muy orgullosa y de carácter lleno de vanidad y orgullo pues por su misma belleza ella se cree la más bonita del mundo. Es muy seductora pues sabe sacarse muy bien partido y en definitiva no hay hombre que se le resista, por ello no me fue difícil hacerle el amor. Claro también por mi atractivo masculino que sin duda ella quiso probar como le hacia el sexo a las mujeres.

Bien como ya les dije mi empleo consiste únicamente en albañilería, trabajo para un grupo de constructores de la ciudad de México y también me especializo en la pintura de puertas, paredes e inmuebles, así conocí a la esposa de ese abogado. El señor fue a mi departamento personalmente para decirme que unos albañiles me habían recomendado con él pues necesitaba un pintor para una pared de su casa que ya estaba deteriorada. Sin duda acepte pues ese era mi trabajo sin imaginarme que me enamoraría de su señora esposa. En fin el día que me cito llego y ahí es donde vi por primera vez a su esposa, ambos me recibieron en su lujosa casa ubicada en la ciudad de México, al primer momento que vi a su esposa me enamore de ella pues es una mujer increíblemente hermosa y sensual, su voz igual me cautivo pues es muy sexy. Ese día tenía puesto un vestido elegante negro de falda larga pero con aberturas a los lados y ¡guao! Al momento que se sentó en el sofá no pude evitar mirar de re ojo sus piernas envueltas en medias obscuras esa vez, las miraditas que le daba a sus piernas era algo muy obvio y ella lo noto, más por discreción a su esposo que estaba ahí presente esa ocasión tuve que serenarme y fingir naturalidad. En fin ese día su esposo me enseño la respectiva pared que tenía que decorar y el arreglo de la misma, por todo calcule que la labor seria únicamente de una completa semana y le puse el precio por ello, ese mismo día comencé mi labor, también desde ahí no pude evitar desear a tal mujer que para mí era todo un bomboncito que deseaba disfrutar, pero por miedo a que me metiera en problemas no hice nada pues pensaba que era una mujer de respeto, cosa que me equivoque afortunadamente.
Ella igual desde ese día comenzó su coquetería con migo, al día siguiente cuando de nuevo me presente a trabajar ambos iniciamos a entendernos. En el momento que llegue su marido estaba laborando en su computadora así que yo continúe con lo mío, en eso ella llegó e iniciamos una conversación sin mucho sentido pero nuestros tonos de voz ya no eran normales si no de seducción mutua. En ese preciso momento ella saco de su bolso su labial y un espejo, ahí en frente de mí se aplico su labial chupándose sus labios, ante esto mi mirada de morbo fue muy evidente y sin miedo ya me atreví a colocarme detrás de ella y ya con mi verga bien erecta a través de mi pantalón y ella a través de la tela de su vestido le hice sentir mi bulto en sus nalgas, ella con mirada de complicidad volteo su cabeza y me planto un riquísimo beso en la boca que nunca olvidare, el beso fue breve pero lleno de pasión. Pero únicamente ahí quedo todo pues su marido estaba en casa, desde ahí supe en definitiva que si tenía esperanzas de tener relaciones con ella. Y así pasaron todos los días de la semana con diversos juegos de miradas y tocaditas pero nada más serio aun y yo deseaba cada día poder tan siquiera ver su deliciosa vagina, más aun no me atrevía a pedirle sexo, yo anhelaba tener el mismo dinero que su marido para que se fijara en mí con más facilidad pero eso era imposible. Al igual que mi labor cada día se termina pues únicamente faltaban dos días para terminar de pintar y ya no tendría motivo de regresar a esa casa a verla.
Pero por fortuna no me quede con las ganas de follarla, la oportunidad se dio el sábado de esa misma semana. Ese día su marido fue a trabajar todavía y se la llevo en su auto, así que quede completamente solo en la casa por más de tres horas. Pero al paso de este tiempo ella regreso sin su marido pero si con una amiga. Ese día estaba vestida con suéter cuello de tortuga color anaranjado y una falda negra de cinturón a la altura de sus rodillas, portaba una hermosa gargantilla sobre el cuello de tortuga de su suéter. Y por si faltara algo tenia puesto unas hermosas zapatillas de tacos altos y medias cristalinas que hacían lucir sus piernas más hermosas que de costumbre. Ella pasó a su amiga que igual estaba bien buena a su casa y ambas estuvieron platicando mientras tomaban café en el sofá de la sala, por mi parte continuaba pintando pero mirándola de re ojo. Por ello aunque su amiga estaba presente no lo importo y prosiguió con su juego de seducción. Al estar sentada en el sofá su falda se subió bastante pero no hizo nada para acomodársela, al contrario ella misma me enseñaba sus piernas desde el lugar donde estaba yo y me guiño el ojo sin que su amiga se percatara de ello. Ante esto yo no soporte más e igual desde donde estaba le enseñe el bulto de mi verga ya bien crecida, pero la des fortuna es que estorbaba su amiga para hacer algo más, yo estaba que reventaba de excitación, hasta que el deseo mutuo fue tan grande que ella misma despidió a su amiga inventando que estaba cansada.
Ahí es donde me llene de felicidad de sólo imaginar que por fin lograría hacerle el amor. Y no perdimos más tiempo y fuimos directo al grano tan luego su amiga salió por la puerta de la casa. Yo como lobo hambriento me lance sobre ella comiéndola a besos, sabíamos que no teníamos mucho tiempo antes que su marido llegara así que fuimos a prisa. La retranque en la pared y me encogí ante ella, con mis manos a prisa fui acariciando sus hermosas piernas. Al llegar a su falda lentamente se la subí completamente, ella ya estaba como loca de deseo y sin esperar ella misma se bajo sus bragas a prisa. Ahí por fin pude ver su deliciosa raja vaginal bien depilada que ya estaba muy mojada, ambos seguimos desesperados, yo como pude me quiete el cinturón y luego mi bóxer. Y quedo mi verga a su entera vista, al instante la apretó con fuerza y de su bolso saco una bolsita de condón, sin perder tiempo me lo puse a prisa mientras ella se retranco bien en la pared con sus piernas bien separadas. Yo de una vez con el preservativo bien puesto me retranque en ella y se la metí de un solo empujón, mi verga entraba y salía a toda velocidad de su raja vaginal muy mojada y el peligro de que llegara su marido en ese momento incrementaba aun más la excitación, ella gemía de placer y susurraba ¡Si, si, si, si! Ese momento era de extrema gloria para los dos. Yo la besaba y lamia su cuello en círculos mientras seguía penetrándola con toda fuerza, igual apachurraba sus pezones ya bien duros y los lamia igual. Ella al igual que yo estaba tocando el cielo de tanto placer en esos veinte minutos que ya habían pasado teniendo sexo. Sin duda les confieso que fue el mejor sexo de toda mi vida y al final retire mi verga de su vagina y eyacule encima de ella.