departamento privado

Me habìan invitado un par de veces y siempre encontraba la excusa para no ir. El en forma muy insistente me habìa incluso enviado fotos de su mujer a mi correo, donde un par de muslos carnosos o unos pechos desbordantes en un apretado vestido, seducìan mi imaginaciòn y calentaban mi antigua fantasia de poseer a una mujer entre dos.
Cuando lleguè al bar, ya habìan bebido un par d etragos, ella estaba bastante alegre y su beso de bienvenida rozò la comisura de mis labios.Su humeda saliva con sabor a cerezas en alcohol quedo plasmada en mi labio inferior, encargàndose mi lengua de repartir ese embriagante aroma al resto de mi boca y asì poder disfrutarlo mientras me hablaban de la mùsica que en ese momento tocaban.
El estaba muy empecinado en que ella bebiera todo su vaso para ofrecerle un tercer targo. Yo solo pedì una cerveza y me dedique a observar de reojo los generosos muslos que se me ofrecian ante mi ya acalorada visiòn.
El se puso de pie y me indico con un gesto que la tocara o hiciera algo para calentarla un poco. Ella me hablaba de lo fascinante de los blues en inglès y lo fanatica que era de esa música. De pronto se acercò y me besò el lobulo de mi oreja derecha, mientras me susurraba algo. Su lengua se introdujo en mi orificio auditivo, inundandolo de esa ya explicada embriagante saliva con sabor y olor a cerezas con alcohol. Deslicé mi mano hacia su entrepiernas y lleguè a su ropa interior que ya estaba empapada con su viscoso líquido lubricante. palpè una hinchada vulva debajo de esa diminuta prenda, mis dedos aprisionaron sus ya prominientes labios vaginales, mientras que mi anular se introducìa, pese a la resistencia de la delgada tela de su panty en su ya caliente orificio frontal.Fue en ese instante en que su lengua dejò lugar a sus dientes quienes apretaron mi oreja, tratando de devorarsela, mientras un gemido suave inundaba mi audiciòn ya enormemente estimulada y amplificada. En eseos instantes apareciò el con un par de tragos y una nueva cerveza para mi.... (continuarà)