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Desesperado por celebrar mi cumpleaños

Relato enviado por: learcu el 27/10/2016. Lecturas: 4135
Etiquetas:   Vecinas
Relato completo
Desesperado por celebrar mi cumpleaños… no puedo mas y la arrastro hacia su dormitorio, en el cual la manoseo y recuesto en su cama, no me impide que comience a besarla ni me impide que la desnude de su pollera, la tenía semi desnuda…



Quería celebrar mi cumpleaños ya cumplía mis 18 años de edad, necesitaba estar empalmado en una hembra este día me tenía ardiente, estaba trabajando por estas serranías, contacto con mujeres ninguna excepto la mujer del baqueano, una madura mujer de 50 años flaca que creo que le puedo contar sus costillas…a esta mujer al igual que a mi, la soledad nos molestaba, ella deseaba estar en medio de una urbe donde ir a distraerse y los hombres la miraran auque fuera flaca… esta mujer sin belleza física, pero si caliente deseaba ser tomada en cuenta, algo que su marido, el baqueano, no le importaba… mi jefe me anuncia que va al pueblo como a una hora y media de aquí y que lo llevara el baqueano en su camioneta… estaba tan ardiente que le comente mis deseos de acompañarlo lo cual el me niega ese placer.

Se alejan en la camioneta y Adela la mujer me dice, podrían habernos llevado aunque fuera de paseo… y ardiente como es se apoya en mi con una sonrisa en su cara, acariciándome mi pecho, jugando con sus dedos en este… la miro y como estábamos solos, apasionados, fogosos, arrebatados la tomo entre mis brazos y la beso, me mira sorprendida, pero no se aleja, aun mas me toma de mi cintura… no puedo mas y la arrastro hacia su dormitorio, en el cual la manoseo y recuesto en su cama, no me impide que comience a besarla ni me impide que la desnude de su pollera, la tenía semi desnuda, jugamos con nuestros cuerpos ella me dice tenemos casi tres horas… la acomodo subiéndome sobre ella…, la abro de piernas no me lo impide…desnudo mi cuerpo de la cintura hacia abajo…, se quejaba cuando la embestía… me partes decía, ay…ay, cada embestida que me hacia se movía toda, sentía su vagina abrirse cada ves mas, era mi pene que se estaba hinchando, se sentía rico como la abría, ella solo se quejaba y gemía nerviosa de pasión y de preocupación, apúrate me dice que pueden volver…

Me dice me gusta tu sexo durante estos meses, seré tuya, eso si cundo salga mi marido le contesto que no se preocupe ya encontraré una solución al problema… para aparearme con ella, eso lo que temo me dice.

Mientras me mostraba sus pocas anatómicas partes de su cuerpo…, Adela me abrazaba y solicita nuevamente mis penetraciones, sentía que la partía, me la metió toda, y me movía de adentro hacia afuera como loco, después ella lo sentía rico, cada envestida que me hacia se movía toda, sentía su vagina abrirse cada ves mas, era mi pene que se estaba hinchando, se sentía rico, pero la asustaba por que se estaba haciendo muy grande, más que el pene de su esposo, que el ya me lo había metido tantas veces, de repente sintió como una cuchilla que se metía entre sus piernas, que dolor y que rico a la vez, sentía como me abría una botella ancha de una forma que jamás pensé que se pudiera abrir mi vagina, se sentía abierta al máximo. Se tapaba la boca y solo hacia mm, mm ay… ay , de dolor, placer y miedo de que me destroces, mi pene se atoro en sus pliegues vaginales, no entraba mas ni salía, le dolía, no quería apretar porque sabía que le dolería., pero sentir mi orgasmo y por eso involuntariamente me apresa y abre mas sus piernas vaciando sus líquidos lo que permitieron a este inmenso pene nuevamente entrar y salir de su pobre casi destruida vagina y sentir como vaciaba sus fluidos era una manguera regando su matriz con su semen, adolorida recibía esos torrentes de semen y ese pene empezó a disminuir su tamaño y por último se retiró de mi vagina nuevo orgasmo por mi parte y caí casi desmayada, sentía como el macho comenzaba de nuevo su juego de semental, quería más…, pero yo estaba agotada…, mis sacudidas y estremecimientos fueron desvergonzados, escandalosos, como me meneaba, me apareaba desesperadamente con todas mis fuerzas, me acariciaba, besaba,, pero yo estaba mas muerta que viva, el macho me remeció unos minutos mas y luego me llena nuevamente de su leche y descansamos.