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Desnudista a la fuerza

Dominio88 Relato enviado por : Dominio88 el 10/01/2014. Lecturas: 18456

etiquetas relato Desnudista a la fuerza   No consentido .
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Resumen

Una joven mujer es chantajeada por un proxeneta que tiene un su poder un video comprometedor de ella, la chica tendra que trabajar en un club nocturno y dejarce hacer por los clientes. vendran recuerdos del pasado, nuevas y dolorosas experiencias

Continuacion de "Noche de fiesta con los amigos de su esposo" Final de saga!!!




Relato

Pamela había tenido una noche de sexo desenfrenado con los amigos de su esposo, el cual por estar completamente borracho ni se había percatado de que su esposa le había pintado ahora sí, intencionalmente un enorme par de cuernos en la frente, pero lo que no sabía ni Pamela ni su esposo ni nadie, era que alguien lo había visto todo y había incluso grabado un video  en el cual se le veía claramente a Pamela disfrutando de cómo era cogida por aquel par de hombres que se hacían llamar amigos de su esposo.

Hugo el hombre que había visto todo, era un proxeneta que radicaba en la colonia y que vivía al lado de la casa de Pamela, y que al escuchar aquellos gemidos, gritos y bramidos de placer que se desprendían de la chica en aquella ocasión, le había llamado fuertemente la atención lo que hizo que se asomara a ver que eran esos ruidos que él tanto conocía, pero nunca se esperó ver aquella morbosa y excitante estampa, aunque tan rápido como lo vio se le ocurrió una gran idea, pues al estar Pamela tan bien formada siempre había tenido la intención de poseerla y ofrecerla al mejor postor para obtener jugosas ganancias, y esta era claramente la gran y tal vez única oportunidad de cumplir su cometido.

Teniendo en su poder aquel video, Hugo decide ir a hacerle una visita a Pamela mientras su esposo trabaja, la chica responde al llamado que realiza Hugo y abre el portón llevándose una sorpresa pues a pesar de conocerlo como vecino y por su fama en la colonia Pamela nunca había interactuado con él, más que de un saludo cordial, pero por ser buena anfitriona le permitió pasar pues Hugo le dijo que necesitaba hablar con ella de algo muy importante, y Pamela no pudo negarse a la insistencia de su vecino el cual ya en el interior de la casa le dejo caer la noticia cual balde de agua fría.

Pamela solo escuchaba como aquel hombre le decía que él había ido a ofrecerle trabajo pues al ser muy hermosa y estar muy buena ella podría obtener el dinero que deseara, la chica rápidamente ofendida por la indecorosa propuesta insulto a aquel tipo y le exigió que se retirara de su casa, pero antes de irse Hugo saco un as debajo de su manga, diciéndole que más que nada era una cortesía, pues en realidad no se lo estaba pidiendo, le estaba dando por enterada, porque él tenía en su poder un video en el que se veía como ella disfrutaba a plenitud de los dos machos y con el que le podía hacer mucho daño desenmascarando lo puta que era.

De inmediato le vinieron a la mente a Pamela recuerdos de cómo había sido chantajeada por el jefe de su esposo “Don Calin” de cómo aquel viejo hombre la había hecho sentir placer, y retumbaron en su cabeza las palabras de Hugo “LO PUTA QUE ERA”, pero de inmediato Hugo la regresa a la realidad, diciéndole:

-Espero tu llamada mañana en la tarde, no te preocupes, no quiero desenmascararte en frente de tu esposo, claro siempre y cuando te portes bien y seas una buena puta.

Mientras decía eso, Hugo dejaba encima de la mesita de sala una foto en la que se le veía claramente ensartada a Pamela por los dos agujeros y por el reverso de la foto estaba escrito el número telefónico de aquel desgraciado, Hugo se dio la media vuelta y se retiró de la casa de la muchacha.

Ahora estando completamente sola en casa Pamela pensaba en silencio en cómo era posible que estuviera siendo chantajeada nuevamente, pero esta vez era muy diferente, pues el hombre que la tenía en sus manos era aún peor que el primero pues a pesar de que le había extorsionado para poder poseerla, era un hombre que había cumplido su palabra y que la había dejado tranquila, pero este hombre era completamente diferente pues lo más seguro era que no solo quería poseerla si no que también quería sacarle provecho y seguramente prostituirla.

Pamela estaba desconsolada pero no podía decirle nada a nadie tenía entre manos un tremendo problema, estaba siendo chantajeada por un hombre sin escrúpulos y no sabía si estaba embarazada o no, pero en el fondo le aterraba la idea, así que no había hecho nada para comprobarlo o descartarlo, pero el tiempo no espera a nadie así que la vida sigue y mientras Pamela seguía con las labores del hogar aun estando claramente distraída su esposo llego muy cansado y con la noticia de que su jefe nuevamente lo había mandado de viaje haciendo que ella otra vez se quedara sola en casa, lo cual era muy desafortunado para ella pues no cavia la menor duda de que Hugo sacaría provecho de que ella se quedaría sola, y mientras Pamela no pudo conciliar el sueño toda la noche pues estuvo pensando en su inserto futuro, Hugo ya tenía planeado cada uno de los movimientos que realizaría.

A la mañana siguiente muy temprano como cada vez que su esposo se iba de viaje, Pamela salió a despedirlo, pero para su mala suerte Hugo quien seguramente estaba llegando de una más de sus noches de vender a las chicas que manejaba a quien tuviera dinero, se cruzó con la pareja y sin decir nada se dio cuenta que Jesús (el esposo de Pamela) se marchaba de viaje como en anteriores ocasiones, la joven maldijo su suerte pues era seguro que aquel desgraciado se había percatado de que su marido se marchaba  y no dejaría pasar la oportunidad.

Durante la mañana no hubo novedades, mientras Pamela con los nervios de punta esperaba a que alguien llamara a la puerta o que su teléfono sonara, pero intempestivamente recordó que Hugo le había dicho que ella le marcara en la tarde así que exactamente cuando las manecillas del reloj marcaban las 12 Pamela tomo el teléfono y marco al número escrito en el reverso de la fotografía, la cual Pamela no quería ni ver para no recordar la causa de porque estaba siendo chantajeada, pues los recuerdos le traían culpa.

El teléfono sonaba y nadie contestaba, Pamela pensó en colgar pero justo cuando estaba a punto de hacerlo alguien contesto del otro lado, sin decir nada y en completo silencio Pamela dijo en connotación de pregunta:

- “¿Hugo?” y este contesto:

-Estaba esperando tu llamada, ¿has tomado tu decisión? La chica temerosa solo acertó a preguntar:

-¿Dime que es lo que quieres de mí?

Pamela no podía creer lo que Hugo le había pedido, era peor aún de lo que ella había pensado pero las instrucciones eran claras, él quería ver que Pamela estaba dispuesta a todo así que le había dicho:

-He hablado con uno de los indigentes de la colonia, se cuánto asco te pueden  llegar a causar y por ese mismo motivo son perfectos, el ira al portón de tu casa y llamara, quiero que tu abras el portón y lo dejes pasar pero solamente llevaras puesto la blusa más pequeña que tengas y los tacones que tenías puesto el día que te vi, seguramente el vagabundo querrá cogerte pero tú solo aras que se venga chupándosela, después de todo te quiero sana para mis clientes, sabes perfectamente que yo puedo verte desde mi casa así que veré todo lo que hagas

Las órdenes habían sido esas y sin decir ni una palabra Hugo colgó el teléfono, la chica no quería hacerlo pero no tenía opción así que fue a su estante y saco solamente una pequeña blusa strapless de color negro que le quedaba un poco por encima del ombligo se desvistió y se la puso sin sostén, tomo los tacones que había utilizado aquel fatídico día y se los puso. Ataviada solamente con esas prendas Pamela salió a su terraza justo cuando escucho que alguien golpeaba el portón, y por unos pequeños agujeros que tenía el mismo pudo ver que efectivamente era un vagabundo de la colonia el que golpeaba a su portón, completamente aterrorizada la chica abrió dejando pasar al vagabundo y cerrando justo cuando esta había terminado de ingresar.

Aquel vagabundo que era extremadamente flaco y un bastante alto, estaba ahí parado haciendo contraste con la chica que era de buenas curvas y no media más de 1.60, el vagabundo estaba con las ropas sucias y rotas, estaba ahí parado de espaldas a Pamela y justo cuando volteo a ver, la encontró ahí parada vestida con una pequeña blusa que le tapa los grandes senos y enfundada en unos tacones de aguja altos, pero sin nada que le cubriera de la cintura hacia abajo, dejando al descubierto su sexo desnudo el cual estaba completamente depilado, aquella vista era gloriosa  para el vagabundo que seguramente había estado mucho tiempo sin hembra.

Rápidamente es abalanzo encima de Pamela, la tomo entre sus brazos y con una mano bajo sus pantalones, no tenía nada aparte de aquellos viejos pantalones rotos así que su pene ya erecto salto rápidamente al ruedo.

Mientras el vagabundo acariciaba el cuerpo de la chica y le restregaba la verga por el estómago. Hugo que estaba guardado observaba todo desde la ventana de su casa y solo miraba como la chica hacía gestos de asco y negación mientras aquel sucio chico se despachaba de ella.

 El vagabundo acariciaba las nalgas y por momentos las apretaba lo más fuerte que podía, mientras le besaba el cuello y con las manos bajaba momentáneamente para sobarle las piernas, rápidamente tomo a Pamela de las nalgas y la cargo un poco ubicando su pene erecto en la entrada de la vagina de Pamela que rápidamente empezó a gritar:

-No, no eso no, Hugo dijo qu….

Sus labios fueron callados por la boca del vagabundo que le planto un beso en la boca, mientras que la chica sentía como su vagina se llenaba de verga caliente y dura, en su casa Hugo se reía a carcajadas pues de antemano sabía que la chica seria penetrada por aquel vago, que en tanto la tenía cargada y clavada le bombeaba ferozmente haciendo que la chica sintiera como aquella verga llegaba bien hondo adentro de ella, hasta que de un momento a otro sintió como aquel hombre se arrodillaba y la acostaba en el piso, sin sacarle en ningún momento el nabo los dos sentían como aquella verga en el interior de la chica llegaba bien hondo y de repente se hinchaba mientras el vago aceleraba sus embestidas haciendo que se se corriera adentro de ella, llenando su vagina con un fuerte y abundante chorro de esperma caliente y espeso.

El vagabundo soltó a Pamela quien se arrodillo en el piso y se soltó a llorar, sin si quiera ver como aquel sucio hombre que  la había ultrajado se retiraba de su casa, justo en ese momento el teléfono de Pamela empezó a sonar, era obvio que él que estaba llamando era Hugo el cual al escuchar que Pamela contestaba rápidamente le dijo:

-Te gusto mi sorpresita, pensé que era un crimen decirle a ese desafortunado hombre que solo se la chuparías así que le dije que podía follarte

Y mientras por las mejillas de la chica caían grandes lagrimas por la humillación de haber sido violada por un vagabundo, Hugo reía pues esto no hacía más que empezar, Pamela solo se quedó callada pero el silencio fue interrumpido por el dialogo de Hugo quien le dio nuevas órdenes a Pamela:

-Ahora quiero que te bañes, te quiero bien limpia ponte ropa cómoda en la noche pasare por ti cerca de las 11 de la noche, no importa si no te arreglas pues lo aras haya pero eso si te quiero bien limpia inclusive por tus agujeros puta

La chica se imaginaba lo peor, Hugo no esperaría ni un día más para hacerla entrar en acción y muy probablemente ese día debutaría como prostituta, pero sabía que no tenía opción así que sin más la chica resignada a su destino hizo lo que el padrote ese le había ordenado, se encerró en el baño y mientras se duchaba lloraba amargamente por su futuro inmediato, después de darse un largo baño la chica tomo ropa holgada de su ropero y se vistió con unos tenis deportivos, una blusa de color verde que le quedaba ancha y unos pants de color gris también anchos para ella y debajo de todo eso traía un sostén color crema y unas pantis también de color crema de las que aquí en mi país mal llaman “mata pasiones”.

La hora pactada llego el reloj marcaba las 11:00 P.M. en punto y el padrote había estacionado su auto enfrente del portón de la casa de Pamela la cual salió ataviada con la ropa que ya había descrito, mientras el hombre ni siquiera la miraba, Pamela rápidamente abordo el auto y se sentó en el asiento del copiloto y sin dirigirse palabra alguna Hugo encendió el auto y tomo rumbo a un lugar desconocido para la chica, mientras el auto avanzaba Pamela solo imaginaba las cosas que Hugo le obligaría a hacer y mientras por su mente pasaban imágenes de ella teniendo relaciones con numerosos hombres asquerosos el auto seguía su marcha hasta que se detuvo enfrente de un edificio de paredes grandes y que tenía un gran letrero luminoso que decía “La Tentación”.

Hugo con voz firme le dijo a Pamela que bajara del auto, lo cual la chica hizo sin mucha prisa preguntándose, que es este lugar y mientras se dirigía a la puerta principal Hugo le grito “pendeja es por aquí” Pamela asustada volteo a ver al padrote y se dirigió a donde se encontraba el.

Aquel hombre la llevo a una puerta lateral donde ingresaron juntos y para sorpresa de la chica se encontró en el camerino de unas strippers a las cuales se dirigió Hugo diciendo:

-Bueno chicas esta es Pamela, le llamaremos Ashanti aquí, y este será su primer día, quiero que le escojan el vestuario y que le muestren cómo funciona el tema aquí

Sin más, Hugo salió por otra puerta mientras las chicas se acercaban a Pamela y empezaban a escoger prendas para que sea su vestuario mientras otra le decía que se fuera desvistiendo, y otra más la sentaba para maquillarla y mientras una la pintaba, otra la peinaba otra chica le iba diciendo cómo funcionaba el negocio, haciéndole saber que tenía que bailar y al final tenía que quedar sin nada de ropa, que tenía que hacer que los clientes bebieran más, que se sentaría montada en los clientes y que si estos quería meter mano ella tenía que permitirlo y no hacerle el feo a ninguno, que tenía que hacer bailes privados al que lo pagara y que si alguno tenía el dinero suficiente y quería llevársela durante la noche ella tendría que ir y estar a disposición de aquel que pague sus servicios.

Pamela escuchaba atentamente y mientras la chica le explicaba ella le dijo que no estaba allí por gusto a lo que la stripper contesto

-No importa porque estés aquí, si llegaste a esto es por algo y aquí así funcionan las cosas, créeme si no haces lo que Hugo dice te ira peor de lo que ya te va

Pamela agacho la cabeza desconsolada mientras una de las otras chicas le acercaba en una silla el atuendo que usaría, la chica solo miro que le habían escogido las demás muchachas para lucir el día de su estreno en el escenario sorprendida vio como aquel atuendo era muy similar al que le había dicho “Don Calin” que usara la ocasión que él se la enculo, pues era una pequeña tanga, un liguero, un par de medias, un sostén pequeñísimo, y un par de tacones altos, todo en color blanco, la única diferencia es que la tanga se podía desabrochar por los costados permitiendo que no se quitara el liguero para dejar su panocha desnuda.

Mientras se escuchaba como sonaba la música afuera en el camerino una de las tantas chicas le decía a Pamela como era que tenía que bailar, que poses debía adoptar para ser más sensual y ya por ultimo un pequeño recado de parte de Hugo:

-Échale ganas o veras lo que es bueno

Y mientras Pamela quedaba sorprendida por el poder que tenía aquel hombre sobre esas chicas solo escucho como la mujer que orquestaba las salidas de las chicas la llamaba para que se acercara a la puerta pues su turno era el próximo, y ya cerca de la puerta las palabras de aquella mujer que ni conocía le golpearon directo en la cara:

-ES TU TURNO

Dándole un pequeño empujón en la espalda Pamela salió al escenario, era una pista larga de aproximadamente 15 metros en la cual habían dos tubos de table dance, la chica temerosa empezó su burdo baile erótico tratando de hacer su mejor esfuerzo, mientras solo escuchaba chiflidos, y voces que decían cosas que ella no entendía por la música de fondo.

Mientras Pamela bailaba en el escenario los hombres sacaban billetes para hacer que la chica se acercara y al recordar las varias instrucciones que le habían dado las otras chicas lo hacía, solo sentía como las manos buscaban introducir sus dedos a su sexo o a su ano cada vez que se agachaba para que le depositaran los billetes en la tanga, tratando de no mirar a los hombres que lo hacían la chica se acercaba y les daba un pequeño acercamiento hasta que uno de los que le estaba ofreciendo el billete la tomo por detrás en las caderas mientras ella se agachaba para acercarle el culo a aquel tipo el cual la sujeto y enterró su cara entre las bien formadas nalgas de la chica la cual sintió como aquel tipo trataba de chupar su ano por encima de la tanga que llevaba puesta Pamela, pero se incorpora rápidamente para seguir su baile, sabía que Hugo lo estaría viendo todo y la estaría evaluando así que siguió su baile como si tuviera años de experiencia haciendo eso.

Mientras la música avanzaba Pamela cada vez hacia movimientos más eróticos, tirándose al piso y abriendo las piernas lo más que podía dejando ver como se marcaba toda su panocha en aquella diminuta y casi inexistente tanga, justo como una de la chicas le había aconsejado hacer para prender a los hombres presentes y cuando ya se había puesto de pie, justo en el momento en el que el dj había puesto  a sonar “Kings Of Leon – Sex On Fire ”, para sorpresa de los presentes ella misma se desabrocho la tanga sin que nadie le dijera que lo haga, dejando ver su vulva delicadamente depilada y sin ningún rastro de vello púbico haciendo que los presentes gritaran más fuerte y chiflaran tratando de llamar la atención de la morena que siguió su danza vestida solamente con aquel liguero y medias color blanco, pues el sostén ya se lo había quitado hacia un rato dejando ver ese buen par de tetas saltar mientras ella se movía, hasta que termino la pieza y se escuchaba como el DJ decía

-A sido Ashanti chicos, recuerden que le pueden invitar una copa para que pase un rato con ustedes en sus mesas

Pamela regreso al camerino de inmediato completamente sonrojada y perseguida por el griterío de obscenidades que le gritaban aquellos hombres que la habían visto, no cabía duda los había dejado con ganas de más, pero más rápido que pronto la mujer que manejaba a las chicas le ordena a Pamela ponerse su tanga y sus sostén para que pudiera salir a fichar, le dijo que los meseros eran los que la llevarían hasta la mesa que este más interesada, la chica cabizbaja hizo lo que le ordenaron y sacando fuerzas de flaqueza salió a atender a los presentes, fue rápido cunado uno de los meseros se acercó a ella y le dijo que la esperaban en una de las mesas, así que ella siguiendo a aquel mesero llego a la mesa donde atendería a quien le pagaría su copa para que ella se quedara ahí con él.

La cara fue de sorpresa, terror y descontento entremezclado, pues en la mesa habían dos hombres, pero lo que más le sorprendía a la chica eran los asares del destino pues los que se encontraban ahí sentados eran ni más ni menos que “El Pelón” y ““Raro””, no cabía duda habían visto todo el espectáculo y estaban claramente excitados y deseosos de un segundo encuentro con la espectacular morena a la cual le habían desvirgado el culo y muy probablemente ““Raro”” la había embarazado hacia poco tiempo.

La chica sin opción de negarse y vigilada por Hugo se acercó a los dos hombres y con voz amorosa la cual debía fingir para no molestar a Hugo les dijo “¿Me invitan a una copa muchachos?” lo cual era más que obvio que si pues ellos habían mandado al mesero a buscarla, la chica se sentó como le habían indicado con anterioridad las demás chicas, montándose en el hombre que era el cliente en turno, esta vez fue “El Pelón” quien era el que había respondido antes que si a la petición de una copa de  Pamela.

“El Pelón” inmediatamente se sentó la chica, poso sus manos encima de las nalgas de esta, a la cual le venían a la mente recuerdos de aquel día en el que ella rogaba con amargura que no la penetraran por el culo y este había sido el primer hombre en hacer esa hazaña, y mientras la chica escuchaba la plática de estupideces  que decía aquel par, ella tomaba su copa como las demás chicas le había marcado, sintiendo solamente como aquel dúo de desgraciados o afortunados hombres le masajeaban todas las nalgas, tetas y panocha por igual inclusive haciendo el hilito a un lado para poder masajearle con el dedo el agujerito de su estrecho culo, mientras ella se dejaba hacer y solo sentía con repulsión como ellos se daban gusto con su cuerpo hasta que ““Raro”” quien estaba atrás de ella se acercó a su oído y le dijo las terribles palabras:

-¿Entonces que Pamelita? ¿Seguimos nuestra sesión donde nos quedamos aquel día?

Pamela volteo a ver horrorizada pues lo que “Raro” le estaba diciendo era que quería volver a gozar de enterrarle el camote hasta lo más profundo, pero inteligentemente o ingenuamente Pamela trato de zafar de aquella situación diciendo:

-No puedo papi, estoy empezando mi turno y no me dejan salir y cuando salgo me estoy yendo a casa

Pamela pensó que ya había logrado su cometido de zafar de aquella situación, pero no se percató que Hugo se estaba acercando a la mesa en ese momento y para su mala fortuna se detuvo a hablar con aquel par, y preguntarles si se sentían a gusto en el lugar, rápidamente ““Raro”” le pregunto si él era el que administraba el lugar a lo que Hugo respondió que sí y que el manejaba a todas las chicas, ““Raro”” entonces no desaprovecho la oportunidad y le dijo:

-Es que le estaba preguntando a la nena, que ¿cuánto seria por los dos una noche?, pero me dice que no le das chance

Hugo miro a Pamela con ojos de pistola y simplemente para destrozarla anímicamente llevo a “Raro” a un lugar apartado para arreglar el trato, Pamela los buscaba con la vista pero no los encontraba mientras tanto “El Pelón” se despachaba del cuerpo de la hembra pues ya le había quitado la parte superior del atuendo y le estaba chupando las tetas mientras con sus manos le apretaba y estrujaba las nalgas solamente haciendo pausa para que intentara introducir alguno de sus dedos en el ano de la chica, la cual sentía como el pene de ““El Pelón”” quería romper sus pantalones para enterrársele a la chica en la vagina.

Incrédula Pamela vio como regresaban los dos hombres que estaba haciendo el trato, ““Raro”” traía una sonrisa enorme, de oreja a oreja, era evidente el trato ya estaba pactado pero todo se hizo realidad cuando Hugo se le acerco a la chica y le pidió a ““El Pelón”” que le permitiera hablar con ella, Hugo le dijo la terrible noticia y le dio las instrucciones:

-Te vas a ir con los señores, ellos han pagado muy bien por ti, así que lo que pidan las señores Pamela y te repito lo que pidan, ahora ve al camerino y toma tus cosas después de que ellos terminen contigo te dejaran cerca de la casa y de ahí tomaras un taxi a tu hogar

La chica no podía creerlo, estaba a disposición de esos dos miserables otra vez, pero estaba consciente de que estaba a merced de Hugo y tenía que hacer lo que le mandara, así que se dirigió al camerino donde la mujer que organizaba todo ya había recibido instrucciones por parte de Hugo y le entrego un bolso de dama donde ya habían puesto sus pertenencias y la hicieron pasar para darle un nuevo atuendo el cual era unos leggins blancos que le sellaban toda la tanga que fue lo único que le dijeron que no se quite, una blusa color azul pegadita al cuerpo y donde se sellaban aquel par de pezones que estaba erizados por el frio de la madrugada y unos zapatos de tacón que le hacían que sus piernas se vieran aún más largas y torneadas haciéndola ver como una puta completamente, y ya habiéndose cambiado de ropa aquella mujer que le había dado todo la guio al estacionamiento donde ya la esperaban los dos tipos en un pequeño Volkswagen escarabajo color blanco y con detalles notorios, la mujer que estaba guiando a Pamela con sus clientes le susurró al oído que en el bolso había puesto algunos condones, pastillas del día siguiente, aceite lubricante y dinero para su taxi, mientras la mujer le secretaba todo eso, Pamela pensaba en que ironía que le dieran métodos anticonceptivos a esas alturas cuando ella sospechaba o más bien intuía que ya estaba embarazada.

Sin más la chica abordo el destartalado escarabajo en el asiento trasero pues en el del copiloto iba “Raro” y conduciendo estaba “El Pelón” quienes por el retrovisor solo miraban a la hembra a la cual observaban morbosamente seguramente imaginando lo rico que sería poseerla nuevamente haciéndola gritar y gemir de placer, el auto seguía su rumbo hasta que no muy lejos de donde habían visto bailar a la chica se detuvieron y entraron con el auto, era un motel seguramente ahí le harían a Pamela cumplir sus más bajos deseos, mientras que “El Pelón” y Pamela se quedaban en el auto, “Raro” bajo simplemente para registrarse e inmediatamente volver a abordar el vehículo y emprender marcha a la habitación.

Era un motel de esos que tienen cuarto con garaje así que con el control que les habían proporcionado ingresaron al garaje donde rápidamente acercaron he hicieron descender a la chica, pues ya estaban desesperados por volver a meterle mano lo cual rápidamente hizo “El Pelón” quien al ver bajar a la chica del carro no aguanto las ganas y le soltó una sonora nalgada la cual hizo saltar a la chica permitiéndole ver a “Raro” como brincaba aquel par de tetas bien paradas que tenía la chica, mientras los dos hombres reían y la guiaban por la puerta al interior de la habitación que estaba equipada por un tubo para table, una televisión, una cama King size, un sofá y un mini-Split para moderar la temperatura.

Rápidamente los dos hombres se sentaron en el sofá que estaba de frente al tubo de table y le pidieron a Pamela que bailara algo, la chica a sabiendas que todo su comportamiento seria reportado ante Hugo, hizo lo que “Raro” y “El Pelón” le ordenaron, se acercó al tubo y se sujetó a él  para empezar a girar e iniciar su sensual danza, mientras ella se contoneaba dejando que el tubo se le enterrara entre las nalgas haciendo que estas se separaran, volteo a ver a aquel dúo y pudo observar como ya los dos tenían sus vergas de fuera del pantalón y bien empalmadas, Pamela vio ya casi con admiración los penes de los dos hombres los cuales estaban para su parecer enormes, Pamela quien ya había sido poseída por esos dos, esta vez ya sabía lo que le esperaba e inclusive ya tenía más experiencia en recibir macanas de gran tamaño en su interior.

Sin demostrarles sorpresa alguna por el hecho de ver sus erecciones, la chica continuo con su baile y mientras aun vestida se sentaba en el piso y abría las piernas de par en par para mostrarles como se le sellaba todo en el leggins, lo cual vieron esos dos con gran admiración pues la chica estaba muy buena y se le marcaba como su panochita se tragaba aquella tanga, la chica sentada en esa posición tomo con sus manos el cuello de su blusa y tiro hacia abajo rasgando la tela y dejando a la vista ese precioso par de tetas que se cargaba las cuales estaban desnudas, en el interior Pamela lo hacía más que por excitación , para que esos dos quedaran satisfechos y no le dijeran nada a Hugo.

Ya habiendo dejado a la vista sus tetas pues había abierto el cuello de su blusa desgarrándola y vestida con unos leggins y tacones blancos, “El Pelón” le ordeno que se pusiera de pie y se acercara a donde estaban sentados ellos, la chica tratando de hacer bien su trabajo se paró y contoneando sus caderas al caminar se acercó a ellos, justo cuando estaba parada enfrente de ““El Pelón”” este le dijo que se pusiera de espaladas a él y se inclinara sin flexionar las piernas, quedando ella completamente con el culo en pompa, lo que aprovecho “El Pelón” para enterrar su cara entre las nalgas de Pamela la cual rápidamente recordó que cuando estaba bailando en el “table dance” de Hugo uno de los presentes hizo lo mismo, así que invadida por la curiosidad, pregunto

-¿Tú fuiste el que quiso lamerme el culo cuando bailaba verdad?

““El Pelón”” con una sonrisa en su cara no le contesto, pero esa sonrisa cínica lo delataba, Pamela rápidamente levanto la cabeza pues sintió como la jalaban del cabello, solo para quedar de frente con la pinga bien parada de ““Raro”” el cual se la juntaba en toda la boca para que la chica empezara a chupar, lo cual hizo mientras ““El Pelón”” con sus manos le rompía por la costura los leggins para tener acceso a la panocha de Pamela, la chica solo escuchaba como la tela se desgarraba mientras ella seguía chupando el nabo de “Raro” el cual ya bien cachondo tomo por la nuca la cabeza de Pamela y empezó a embestirla por la boca.

“El Pelón” en tanto ya había logrado romper el leggins y solo era separado de aquella panocha por la minúscula tanga blanca que tenía la hembra por lo cual bruscamente lo tomo con una mano y lo arranco destrozándolo completamente, y dejando a su disposición la panocha y el culo de Pamela la cual seguía siendo follada por la boca, pero eso no impidió que el pelón penetrara a la chica pero ahora probando por primera vez el placer de estar adentra de la vagina de la chica, la cual quiso dejar salir un pequeño grito pero le fue impedido por la verga que estaba tragando en ese momento.

Mientras los dos machos le bombeaban a la chica por la boca y la vagina, Pamela solo se dejaba hacer pues a pesar de no ser completamente consentido no podía negar que aquellos hombres sabían darle placer y dejándose ir pues no tenía otra opción la chica empezó a disfrutar de lo que los hombres aquellos le hacían.

Rápidamente “El Pelón” cargo a Pamela por la cadera y la arrojo a la cama para que esta quedara boca arriba, la chica estaba ahí tendida mientras “El Pelón” se arrojó encima de ella para separarle las pierna y poner nuevamente su verga en la entrada de la vagina la cual ya había empezado a humedecerse involuntariamente y los pezones ya estaban bien duros por la excitación, no cavia duda muy a su pesar la realidad era que Pamela había empezado a sentir placer, pero aquellos hombres no le daban importancia pues su único objetivo era sentir placer ellos mismos.

Mientras “El Pelón” bombeaba a la chica por la panocha, “Raro” solo escuchaba como estaba soltaba gemidos de placer lo que ocasiono que este quedara completamente a cien  y de inmediato se tiro en la cama para sentarse encima de la chica y poner su verga entre las tetas, pero era tan larga que a pesar de que las tetas de la chica eran grandes, sobresalía un buen trozo del nabo de “Raro” así que este le ordeno a la chica que chupara aquel pedazo de carne que no era cubierto por sus tetas, la hembra sin titubear obedeció la instrucción y con delicadeza poso sus labios encima del glande “Raro” el cual no cavia en sí mismo pues a pesar que no era la primera vez que sentía los labios de Pamela en el glande la sensación era más que placentera y se volvió aún más intensa cuando sintió como ella empezaba a engullir aquel cacho de carne, pues “Raro” sentía como la chica empezaba a lamer el pedazo de verga que tenía adentro de su boca.

Y mientras “Raro” estaba bombeando su verga entre las tetas de Pamela que estaba chupando lo que no cubrían sus pechos, “El Pelón” estaba aferrado a las caderas de la chica la cual solo trataba de gemir cada vez que “El Pelón” le enterraba el nabo hasta el fondo de sus entrañas con sus embestidas, hasta que “Raro” ya se cansó de sentir como se la chupaban y prácticamente arrebatándose de la boca de la chica se bajó de la cama y bruscamente la jalo de una pierna haciendo que la verga de “El Pelón” se zafara de su cueva de placer.

Todo esto lo hizo “Raro” para poder tomar el lugar que tenía “El Pelón” adentro de la concha de la chica, así que rápidamente con el pene completamente erecto y con saliva chorreando de su miembro, lo tomo con una mano y apunto directo a la entrada de la chica para que con una solo embestida se la enterrara hasta el fondo, y así lo hizo provocando que de la chica se desprendiera un fuerte grito

-Aaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyy

Que rápidamente fue reemplazado por gemidos de placer pues se notaba le encantaba lo hondo que llegaba aquella verga adentro de ella, pero “El Pelón” no quería quedarse fuera del festina sí que se timbo en la cama con el nabo bien parado y de inmediato le indico a la chica que se volteara un poco para que pudiera chupársela.

Pamela asi lo hizo y sin zafarse de “Raro” volteo un poco para poder tomar con las manos el pene de “El Pelón” y jalarlo hacia ella para poder introducirlo en su boca y así poder chuparlo lo que ocasiono que “El Pelón” empezara a gruñir con los ojos cerrados pues era notorio que la chica ya lo hacía muy bien pues en el tiempo que había transcurrido desde la última vez que habían estado con ella hasta la fecha había adquirido mucha experiencia y sabedora que “El Pelón” siempre había sido el hombre que más la deseaba, se aplicó a su labor de chupársela ocasionando que este se corriera en su boca, pero aferrándose a su cabeza para no sacarle el nabo y así hacer que se tragara todo su semen, lo cual hizo la chica sin dificultad.

Ya habiendo terminado “El Pelón”, “Raro” jalo a la chica al centro de la cama y aun ensartado en ella se tumbó encima de ella clavándole el nabo en la concha, mientras ella se abrazaba al macho con brazos y piernas para sentir como el pene le entraba más y más hondo y mientras estaban en esa posición “Raro” la giro para el quedar debajo de ella y así seguir clavándosela y sobándole las nalgas y el culo al mismo tiempo, pero sus verdaderas intenciones era repetir la posición que usaron la ocasión que se la cogieron en el expendio de cervezas.

Pamela como en aquella ocasión intentaba que “Raro” terminara pronto para así acabar con su faena y como en aquella ocasión no se percató que “El Pelón” ya estaba otra vez erecto y con la verga apuntando a su rico culito, así que poniendo sus manos en las nalgas de la chica para separarlas hizo que la chica se diera cuenta de las intenciones provocando que esta solo apretará los dientes pues ya sabía lo que seguía y mientras “El Pelón” apoyaba la cabeza de su pene contra el esfínter anal y se aparragaba contra la espalda de Pamela para decirle al oído:

“Esto me trae recuerdos, ¿a ti no?”

Pamela trago saliva y respondió tímidamente que “si”  a lo cual el pelón le dijo:

-Ahora Pamelita quiero que empieces a chillar como aquel día, quiero que grites como ese día, quiero que me repitas las palabras de cuando te rompí el culito virgen

La chica se enfureció de sobremanera pues lo que le pedía el pelón era humillante, pero sin opción de negarse empezó a chillar como aquel día mientras sentía como ese pene irrumpía adentro de si, ella gritaba:

-NO, POR FAVOR, PARA ME DUELE, NUNCA ME LO HAN HECHO POR ATRAS

Y mientras el pelón seguía embistiendo, “Raro” seguía bombeando hasta que tuvieron a Pamela empalada por sus dos vías y aferrándose a donde podían aceleraban el ritmo para hacer que de la chica se desprendieran fuertes gritos, pero llego un momento en el que se detuvieron, esto le extraño mucho a Pamela pues no sabía cueles eran sus intenciones pero intempestivamente sintió como el pelón la abrazaba dejándole inmóviles los brazos, claro sin sacarle la verga del culo, la chica extrañada por la actitud de los machos sintió como “Raro” se zafaba de ella dejando vacía su vagina la chica con temor de que era lo que seguía no preguntaba nada, pero inmediatamente “Raro” arremetió contra ella otra vez y clavándole el nabo hasta el fondo y de una sola embestida hizo que la chica gritara fuertemente:

-HAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYY CABRON

Y estando nuevamente ensartada por las dos vías los machos empezaron a moverse nuevamente y al unísono, entrando y saliendo de la chica la cual estaba empapada en sudor a pesar del aire acondicionado, así como los dos hombres, la cama crujía horrible, parecía romperse pero por asares del destino la cama no cedió mientras los dos machos bombeaban sus vergas adentro de la chica, la cual exhausta se desplomo encima de “Raro” que era el que estaba debajo de ella.

“Raro” al ver como la chica respiraba agitada tratando de jalar aire, la abrazo dejándole nuevamente inmovilizados los brazos, y mientras ella buscaba con la mirada la cara de aquel hombre, sentía como atrás el pelón sacaba su verga de su culo dejando el maltrecho agujero vacío, y con una mano le agarraba un glúteo apretándolo fuertemente y separando sus cachetes, la chica incauta pensó que aquel hombre solo estaba dándose gusto manoseándola, pero grande fue su sorpresa al sentir como el que la estaba culeando previamente ahora tenía sujetado su pene aun erecto e intentaba meterlo en su vagina la cual estaba ocupada por la verga de “Raro” que en ese preciso momento había dejado de bombearla, estaba quieto y apretándola fuertemente para que no se moviera, la chica pensó “¿pero cómo? Mi vagina está ocupada, ¿será que estos malditos están tratando de meterme dos penes en el conejo?”

Lo que Pamela pensara no le importaba ni a “Raro” ni a El Pelón los cuales ya estaban de acuerdo desde antes y las sospechas de la chica se hicieron realidad cuando El Pelón le dijo al oído a Pamela:

-Esto lo vi en una película Pamelita… desde que lo vi pensé en ti, así que desde ese entonces vengo soñando contigo, hasta que hoy se me hizo

Pamela aterrorizada empezó a gritar y forcejar como podía, pero estaba muy bien sujeta por “Raro” que no la solto, mientras ella solo sentía como aquella verga entrometida de “El Pelón” irrumpía poco a poco en su panocha la cual no había sido desocupada por “Raro” y mientras ella se sentía llena con una verga y le ardía horriblemente mientras el otro miembro trataba de entrar en ella, Pamela gritaba desconsolada y adolorida:

-¡¡¡¡NO!!!!! HIJOS DE PUTA, ESO ES ENFERMO, ESO NO

Pero ellos no le hacían caso, y “El Pelón” seguía empujando el nabo dentro de las entrañas de la chica, que solo sentía como sus labios vaginales se estiraban al grado que ella pensaba que se desgarrarían, y tremendamente adolorida gritaba:

-POR FAVOR NO, PAREN ME DUELE, ME DUELE MUCHO, SE LOS RUEGO, ALTOOOOOOOOO

Pero nuevamente nadie hizo caso a las suplicas de la chica, la cual solo sentía como le ardían los labios vaginales y como estaba llena de las vergas de aquellos machos, los cuales ya para ese punto habían logrado su objetivo de meter dos nabos a la delicada panocha de la Pamela, a la cual solo se le oía sollozar mientras de sus ojos caían grandes lágrimas negras por el maquillaje que se había corrido y seguían por todas sus mejillas.

Los hombres para ese punto seguían bombeando el conejo de la chica, ya empalada completamente por esos dos penes en la vagina Pamela sentía como poco a poco su panocha se iba adecuando a estar doblemente llena y ahora empezaba a sentir una leve sensación de placer, mientras le seguían bombeando y ella solo tragaba y sacaba vergas del conejo, ahora más aliviada pues el dolor ya había cesado y sus labios vaginales ya no le ardían, la chica solo se dejaba hacer, hasta que sintió como aquellas vergas gordas se hinchaban más, Pamela pensó: 

“Seguramente sus huevos ya están llenos de leche y los desgraciados quieren correrse adentro de mi los muy asquerosos”

Y efectivamente esas eran las intenciones de esos dos, pues casi simultáneamente los dos machos dejaron salir sendas corridas de esperma adentro del chochito de Pamela, la cual solo sentía como el semen se desbordaba de su sexo, y los penes empezaban a perder la dureza mientras a cada momento quedaban más flácidos, el primero en desocupar la maltrecha vagina de Pamela fue el pene de “Raro”, que ya completamente flácido perdió su tamaño y por inercia salió del agujero, mientras que el de “El Pelón” tuvo un poco más de aguante pues aun después de haberse venido en ella estaba semi-duro y le seguía bombeando a la chica por unos momentos más hasta que estuvo completamente satisfechos y listo para salir de la chica.

Ya habiendo terminado su faena Pamela solo espero a que “El Pelón” se quitara de encima de ella para pararse, y mientras se veía en el espejo del cuarto como había quedado observaba como aquel pantalón de leggins blanco estaba completamente roto en la entre pierna y se le podía ver por adelante su sexo completamente desnudo y chorreando borbotones de esperma mientras que por la parte de atrás los leggins estaban aún peor y se le veían completamente las nalgas ya coloradas por los constantes maltratos sufridos esa noches, miraba atónita como sus tetas estaban al descubierto, y con aquella blusa azul aferrada a su torso  y casi en tan rojas como sus glúteos pues habían sido igualmente estrujadas a antojo por aquel dúo, se acercaba al espejo para ver con mayor detenimiento como se dibujaba un par de líneas por todas sus mejillas, recuerdos de las lágrimas que derramo.

Y mientras ella estaba mirándose al espejo no se percató que “El Pelón” había ido al garaje y había sacado del auto una soga la cual al regresar puso encima de la mesa donde estaba la lámpara, llamando su atención “El Pelón” hablo a Pamela diciéndole:

-Putita, ¿acaso nos vas a dejar así? todos sucios

Pamela volteo a ver sin fijarse de aquella soga mientras que “Raro” la tomaba del cabello y la jalaba hacia abajo para que se arrodille a limpiar aquel par de vergas con la lengua, lo cual la chica hizo para terminar su labor, mientras chupaba una y otra alternadamente hasta meterse las dos al mismo tiempo y mostrándoles la mejor cara que podía haciéndoles creer que estaba degustando le mejor manjar del mundo.

Ya cuando los dos hombres quedaron satisfechos “Raro” cargo a la chica y la tiro a la cama boca abajo mientras le decía que jugarían un jueguito, la chica pensaba para ella misma “¿acaso estos aún pueden más?”  Pero pero mientras “Raro” tomaba una tela que era era parte de la blusa desgarrada de la chica y le vendaba los ojos “El Pelón” tomo la soga y poniéndola arrodillada en la cama con el culo en pompa y la cabeza apoyada en una almohada le jalaron las manos atrás de las rodillas y atándola de las muñecas a sus mismas rodillas la dejaron en esa posición y bien amarrada para que no pudiera moverse mientras ella solo preguntaba:

-Que hacen, ¿no están satisfechos? ¿Aún pueden más?

Mientras ella ya hacia sola en la cama con el culo en pompa y vendada de los ojos, ella solo escucho como abrían la puerta mientras decía, alguien nos puede ver así y “El Pelón” le contestaba no te preocupes no pasa nada.

Lo que Pamela no sabía era que “Raro” había abandonado la habitación y se dirigía afuera del motel donde había visto que se juntaban un grupo de maleantes, rápidamente los encontró ahí parados y se acercó a ellos los cuales rápidamente se pusieron hostiles pero “Raro” rápidamente les explico la situación:

-En la habitación 24 tengo a una putita insaciables a la cual le encanta que la culeen, mi compañero y yo hemos hecho lo que hemos podido, pero ella es inagotable, así que vengo a ofrecerles un buen trato, ustedes pagan el motel y le dan una propina y se la pueden reventar los SEIS”

“Raro” estaba haciendo todo lo posible porque Pamela no olvidara esa noche y había encontrado algo perfecto pues los maleantes seguramente eran inmigrantes pues era un grupo de seis hombres de raza negra y todos ellos muy grandes pues el más bajo debería medir 1.88 de estatura y entre los seis todos se veían como trabajadores de construcción pero todos ellos estaban claramente obesos, mientras caminaban “Raro” seguía dándoles instrucciones diciéndoles cómo se llamaba la chica y que no deberían quitarle la venda, solo deberían desatarla y dejarle dinero para el taxi.

Los chicos al entrar a la habitación rápidamente vieron a la chica que se encontraba en esa posición e inmediatamente se abalanzaron encima de Pamela la cual ya había sido limpiada por “El Pelón”, mientras regresaba “Raro” así que sin caber en sí mismos los chicos empezaron a manosear a Pamela la cual rápidamente se dio cuenta de que estos no eran ni “El Pelón”, ni “Raro” y empezó a gritar:

-¿Qué pasa? ¿Qué hacen?, no por favor, no, esto no

Pero ni “El Pelón” ni “Raro” escucharon las suplicas de Pamela, pues ellos ya habían abordado su auto y mientras Pamela gritaba solo escuchaba como el motor de aquel auto en el que había llegado encendía y emprendía su marcha, en tanto ella solo sentía como uno de los chicos ya había empezado a chuparle la panocha y le lengüeteaba desde el clítoris hasta el ano, solo sintió como bruscamente alguno de los chicos había clavado su polla en su culo haciendo que de la chica se desprendiera un sonoro grito de dolor

-HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY

Sentía como aquel pene le llegaba muy hondo y no dejaba de bombear mientras sentía como otro pene hacia un esfuerzo por colarse en su conejo y uno más trataba de meterle el mazacote en la boca, Pamela ya había contado tres pero no dejaba de contar pues solo sentía como una boca le jalaba una teta y otra le besaba la oreja, la chica no sabía ni cuantos era pues todos se habían arrojado encima de ella todos al mismo tiempo y mientras ella trataba de gritar el pene que había logrado entrar a su boca se lo impedía y le causaba arcadas pues era muy largo.

Pamela estaba ahí completamente a merced de aquellos hombres  los cuales habían empezado a turnarse en el culo de la hembra sacando una verga para que otra ocupara ese lugar inmediatamente, la chica estaba agotada y adolorida pues aquellas vergas eran enormes a su parecer, pero no dejaba de recibir penes uno tras otro y mientras sentía como las fuerzas la abandonaban, uno venia adentro de su culo y luego otro y otro más hasta que sintió como se vino el quinto adentro de ella y justo cuando pensó que todo había terminado uno más la enculo pero este ultimo la sentir que se iva a correr, saco el pene del culo de la chica e inmediatamente fue hasta donde estaba su cara de Pamela para dejar que su miembro escupiera todos sus mocos blancos en el rostro de la chica.

Pamela pensó que todo había terminado, justo cuando escucho que uno decía:

-Han tardado demasiado, yo estoy erecto otra vez, así que voy de nuevo

Y Pamela sintió que nuevamente era enculada, el culo le ardía enormidades y sentía como el semen escurría de su ano, bajando por su conejo hasta sus piernas que ya habían empezado a perder sensibilidad, mientras ella gritaba:

-Paren, paren, me duele, por favor paren”

Pero nadie le hacía caso, aun cuando del culo de la chica había empezado a escurrir no solo esperma sino que también sangre, seguramente habían desgarrado el ano de la chica pero ellos seguían dándose gusto enculándola, hasta que ya Pamela dejo de gritar y chillar mientras el grupo de maleantes seguían culeándola uno tras otro, hasta que uno de ellos se percató que la chica se había desmayado y del miedo optaron por desatarla y largarse de aquel motel dejado a la pobre Pamela ahí tirada simplemente vestida con esos leggins blancos rotos y ya manchados, con aquella blusa azul que ahora era solo un trapa atado a su cintura y con las tetas al aire igual que su concha y sus nalgas mientras ella estaba en la cama escurriendo leche y sangre de su culo e inconsciente.

Después de unas horas la chica recobro la conciencia, el culo le dolía y cuando paso su mano por él para sobarlo un poco, vio horrorizada como sus dedos estaban manchados de sangre pues su ano estaba muy lastimado, Pamela lentamente se puso de pie y se dirigió al baño ahí tomo papel higiénico y se limpió un poco, claro con mucho cuidado pues le dolía mucho, después de un rato en el baño salió ya bañada y vestida con la ropa que le habían dado que era con la que había ido la noche anterior al club de strippers, se sorprendió mucho cuando iba a tomar sus cosas para irse pues en la mesa donde estaban su bolso había una foto instantánea de ella inconsciente en la cama y rodeada de pollas negras apuntando hacia ella y junto a la foto unos billetes los cuales eran el fruto del brutal castigo que había recibido, la chica tomo sus cosas el dinero y la foto y cuando iba saliendo la rompió en muchos pedazos y la tiro.

Completamente adolorida abordo un taxi y se dirigió a su casa pensativa pues seguramente Hugo le hablaría ese día nuevamente, sus pensamientos solo eran interrumpidos por el bamboleo de tenia el taxi cuando pasaba un bache pues le dolía el culo a la chica cada vez que el taxi brincaba, después de llegar a su casa se encerró en su hogar y se quedó profundamente dormida, para despertar al día siguiente y darse cuenta que había pasado un día entero, con temor pensó “seguramente me hablo Hugo por teléfono y no lo escuche, ahora me ira peor”

Rápidamente salió de su casa y fue a la de alado para hablar con Hugo pero se llevó una sorpresa pues al llegar  a la puerta de la casa de Hugo vio que estaba abierta y habían velas en el piso, rápidamente le pregunto a uno de los presentes ahí que era lo que sucedía y este le conto que hacía dos noches hubo una redada en su negocio de Hugo y este le disparo a los oficiales los cuales respondieron la agresión matando al proxeneta.

Pamela no lo podía creer, su pesadilla había terminado todo había llegado a su fin y ella al fin era libre, solo con los cargos de conciencia de haberle sido infiel a su esposo en numerosas ocasiones y que en algunas había llegado a sentir placer, ese día la chica fue a la farmacia y al fin compro una prueba de embarazo para despejar sus sospechas o más bien para confirmarlas pues estaba embarazada, a la semana de que Pamela se enteró del embarazo llego su esposo de viaje de trabajo y se encontró con ella ya completamente repuesta, la chica le dio la noticia de que serían papás y Pamela jamás le conto las aventuras que tuvo en su ausencia, Jesús (el esposo de Pamela) seguía en su trabajo y frecuentemente tenía que salir de viaje así que Pamela se quedaba constantemente sola, por lo cual a veces cuando tenía unas ganas enormes de sentir a un macho adentro de ella salía de noche e iba a cualquier callejón donde se refugiara algún borracho o vagabundo y desahogaba sus ganas con él, unos meses después Pamela por fin fue madre, pero el niño no se parece tanto al papa de hecho a veces Pamela solo observa como su pequeño sonríe de manera “Rara” cuando lo esta amamantando.


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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:41) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:19) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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