DESPUES DE 20 AÑOS

Lo que a continuación les relato sucedió hace ya unos años, yo contaba en esos tiempos con 35 años de edad, me había separado de una relación que había durado apenas 5 años.
Por un negocio que había comprado, me radique en la zona norte de buenos aires.(toda mi vida viví en la zona sur del conurbano)
Uno de esos días de verano, a eso de las 4 de la tarde iba par mi negocio, caminado, a llegar a una esquina, se detiene un automóvil, de última generación, tripulado por una dama, para preguntarme por una dirección, como estaba de la parte opuesta de la conductora me arrime, al auto, me dice si conocía, la calle Bolívar, le indico, que quedaba unas 20 cuadras, con lujo de detalles le indique, por donde tomar. Antes de alejarse la dama me dice “perdón, por casualidad, vos no sos Alfredo” le contesto “que si”, ella comienza a reírse, y dice “que chico es el mundo” como estaba con lentes oscuros y de mi edad le digo al no reconocerla, “quien sos” me dice “Emilce, ¡no te acordas¡
(La única Emilce que conocí en mi vida fue, una noviecita, que tuve en mi época de estudiante, de secundario, con la que tuvimos ambos nuestro debut sexual, en un día de primavera) le digo pero para conocerte, se te ve muy cambiadita, (sin detallar, era una flaca, que no valía mucho, y esta así sentada se veía una mujer fatal, buenos pechos, lindas piernas bien contorneadas, muy fina etc.)
La alegría de encontrarnos después de casi 20 años, me dice subí te arrimo, le digo un par de cuadras, subo, me acerca, hasta mi negocio,
Me contó que vivía en capital, que estaba separada, que tenía un niño, intercambiamos, celulares, quedamos en llamarnos, se fue.
A los días me suena el celu, era ella, me dice que al orto día, andaría por mi zona, que sería lindo encontrarnos, le dije que la invitaba a cenar, acepto acordamos la hora y el lugar de encuentro.
A la hora, estaba en la puerta del restaurante, me dirijo a la mesa reservada.
No paso, mucho tiempo, aparece Emilce, vestida de manera muy provocativa, (en detalle era un minon, nada que ver con la flaquita que había desvirgado y había penetrado un par de veces, mas).
Tenía una figura cuidada, tetas, muy buen culo, para una mujer de 33 años.
Mucha alegría charlamos tanto que casi ni pedimos comida, ella se había casado, con un flaco que era compañero nuestro, era Arquitecta, (y por lo que deduje, mucha plata)
Cenamos y bebimos, brindamos, nos mirábamos muy cómplices, los dos no queríamos, entrar en nuestros recuerdos, pero sin decir nada, estaba implícito, llego la hora de partir, le digo que la invitaba a tomar un café a un boliche. Le pedí que me siguiera, fuimos a un boliche, seguimos con un café, un wiskie, y di el paso cómplice, le robe un beso, y de allí otro, y otro, había mucha calentura, de ambos, que casi la desnudo en el lugar, le pido que no vayamos, y me siguiera, desembocamos en mi casa, eran unas 10 cuadras en recorrer, de lo caliente que estaba y por querer volver a voltearla, creo que lo hice en un suspiro, entramos ambos autos, pasamos al living, y arremetí, con el manoseo, que besos de por medio, fueron aumentando, nuestra calentura, nos íbamos desvistiendo, en conjunto, yo fui dejando al aire sus tetas, que fueron blanco de mis labios, y mi boca, que fui lamiendo, mordiendo, suavemente sus pezones, baje su tanga, mis dedos, penetraron su bulva, mojada, que se reflejaba, en unos suspiros y gemidos, que en aumento, iban que se calentara de manera tal , me pedía, penetrame,ponemela, si por favor, como la primera vez, no olvido ese momento, decía, ponemela.
Mientras seguíamos un franeleo, nos desplazamos a mi cama, alli abruptamente, se me tiro encima, tomo mi verga y la empezó a chupar y a lamer, tragaba, hasta el fondo de su garganta todo el pedazo de carne.
Me fui colocando hasta quedar en 69 su vagina depilada, quedo a merced de mis labios, y lengua, muy mojada sus jugos entraban en mi boca, dejando ese sabor amargo pero placentero no saciamos mutuamente ya muy exaltados la di vuelta abrí bien sus piernas y con embates firmes muy frenéticos, fui calmando sus ansias, sentí como con un orgasmo profundo me apretaba, mi verga, dentro su caverna, sin que pudiera sacarla, y sin mas me fui con todo mi leche inundando, toda vagina,
Nos reíamos como dos chicos, así nos quedamos durante un buen rato,
Pero nuestra pasión era tanta, que volvimos a un fogoso sexo, donde ambos gozamos de forma abismal, probando de todas las formas, dando rienda suelta a nuestras pasiones,-