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Dos chicas rurales, me enloquecen un fin de semana

bareta Relato enviado por : bareta el 26/01/2013. Lecturas: 6594

etiquetas relato Dos chicas rurales, me enloquecen un fin de semana   Jovenes .
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Resumen
Con dos hermanas campiranas, la relación sexual, fué fantástica en mi casa y sin padres


Relato
Tengo 23 años, como de costumbre, mis padres se fueron todo el fin de semana. El sábado en la tarde, sin nada que hacer, me puse a ver películas, tocaron el timbre, me desentendí, por no querer abrir en ese momento, pero seguía sonando con insistencia, molesto y desganado, abrí la puerta, eran dos muchachas humildes, solicitando ayuda económica.
-Patrón, nos puede dar unas monedas para un taco, no hemos comido.
Me dio risa el que me llamaran así, me conmovió el verlas, sucias y desaliñadas y de verdad, sin pensar nada malo, les dije:
No les doy dinero, pero ¿Quieren comer?
¡Si patrón!
Las metí al patio de la casa, aclarando que ahí esperaran, fui a la cocina, tomé varias piezas de pollo que tenía para comer y se las llevé con un par de refrescos. Mientras observaba como devoraban la comida, pregunté:
¿Andan solas?
¡Si, patrón! Buscamos trabajo de sirvientas, pero nadie quiere.
¿Cuántos años tienen?
Yo, 20 y mi hermana 19.
¿De donde vienen?
De una ranchería de por allá junto a Luvianos.
Al fijarme en la única chica que contestaba, vi un alto y escuálido cuerpo y tras la tez requemada y curtida, había finas facciones y unos bellos ojos almendrados y bajo el raído sombrero una larga cabellera que aparentaba ser clara, la otra, un poco más baja, pero muy similar a su hermana en todo y me atreví a comentar:
No se enojen, pero si la gente las ve así de sucias, nadie las va a contratar.
Pues veníamos limpias, pero desde el lunes andamos aquí y nos dormimos donde podemos.
¿Cómo se llaman?
Yo, María y mi hermana Sol, bueno Soledad.
Pensando en no pasar el día solo y aburrido y hacer una buena acción, les pregunté:
¿Se quieren dar un baño?
¡Hay patrón! ¡Como cree!
¡Bueno! ¡Si querían!
¡De a de veras nos dejaría usted bañar!
¡Claro! Pero no se lleven nada, si quieren algo me lo piden.
¡No patrón! Somos pobres, pero honradas.
Atravesamos la casa hasta el patio trasero, donde está el cuarto de servicio, vacío por completo, solo la cama individual y el colchón, ya que no hay empleada domestica de planta. Les dije que estaba solo en casa y mis padres llegarían al otro día, que si querían, podían pasar allí la noche, no me contestaron y dije: Ya regreso.
Cuando volví, ambas sentadas sobre el colchón y sin moverse, aceptaron jabón, toallas, shampoo, un par de cepillos dentales empaquetados y pasta, cerrando la puerta, salí.
Rato después, pensando que no traían nada en las manos, no podrían ni peinarse, por lo que les llevé un cepillo, peine, sábanas y un par de cobijas. Toqué la puerta, la que me abrió, fue Sol, con el cabello humedecido y el cuerpo envuelto con la toalla, que le tapaba casi hasta las rodillas, cuando le daba los accesorios, se acercó Maria, también envuelta en la toalla, aunque esta era un poco más pequeña y dejaba ver más pierna, asustada dijo:
Perdone patrón, pero nos aprovechamos para lavar nuestros trapos.
Está bien, nadie ha dicho nada, les dejo esto para que se arreglen, me di media vuelta y en ese momento, Maria, inquirió: Patrón, ¿quiere que le hagamos de cenar?
Bueno, pero con dos condiciones, una que no me digan patrón, me llamo Sergio y la otra que hagan para que cenemos los tres, ok.
Si, patr… digo, joven Sergio.
¡Me lleva!
Seguía viendo la televisión, cuando tocaron la puerta de la cocina, eran ellas, aún envueltas en las toallas y descalzas, pero ya arregladas y excusándose, Maria expresó: Perdone, pero nuestra ropa está mojada, ¿que quiere de cenar?
Lo de la buena obra, se me borró, al verlas completamente limpias, peinadas y bajo las toallas se marcaba el contorno de sus figuras. De inmediato, me calenté, podía haber ofrecido la secadora, pero me contuve, la vista era mejor en toallas que con su ropa seca, y solo pude balbucear: Ahí esta el refrigerador y busca los trastos, haber que encuentras. Ya no me interesó la tele, me senté en el antecomedor y mientras Maria, abría y cerraba puertas, Sol, desde la puerta de la cocina, se forzaba para ver la televisión, por lo que le indiqué que se fuera a la sala.
Maria, con los movimientos de búsqueda, se le iba aflojando la toalla y en cierto momento, con los brazos estirados hacia arriba hurgando en una gaveta, la felpa, cayó por completo al suelo, dejándome ver en plenitud su frondoso trasero, ágilmente y cubriendo sus senos, la levantó y se la enrolló, diciendo: Hay joven, que pena.
-Pena hubiera sido si estuvieras fea, pero la verdad es que tienes muy buen cuerpo.
-Hay joven, no diga eso.
-¿Porqué?
-Porque no es cierto.
Con la puerta cerrada, la hermana no veía nada, además estaba absorta en la sala, por lo que caminé hasta quedar detrás de Maria, sobre la toalla, le acerqué mi bulto a su trasero, mis manos recorrieron su talle y le dije al oído: Si, Maria, estás muy buena y hueles rico.
Sentí como se estremecía, pero protestó diciendo: Hay joven, no haga eso.
Una mano siguió bajando hasta una nalga, mientras la otra levantaba su cabello, permitiendo que mi boca buscara su cuello.
Su cuerpo vibró, noté como apretaba sus glúteos y aunque trémulamente, repitió: No joven, nooooooo por favor.
Eso me dio pauta, para que la mano que detenía su pelo, aflojara la toalla para que resbalara al suelo, dejándola desnuda y empezara a acariciar, sus senos, su estomago entre algunos: Nooooo. Ahhhhhh, Nooooo Ummmm y finalmente llegara hasta la mullida mata de vellos de su concha, con un -Oooooooooooooooooooooooooooooooo-,
Se giró rápidamente hacia mí, me empujó, se volvió a colocar la toalla y dijo: ¡No joven! ¡No haga eso por favor!
Se escuchó abrirse la puerta y la pregunta de: ¿Ya?
Maria, respondió: ¡Busca platos, los cubiertos están en ese cajón!
Cenando, el cristal de la mesa, sin que Maria lo notara, o no hizo nada, la toalla forzada sobre sus piernas, se le subió y me dejaba ver su pelambre mojado, que por el color, no era agua, sino líquido entre amarillento y verdoso.
Yo estaba bien caliente, cuando terminamos la cena y Maria viendo a Sol, dijo: Vete a acostar, yo lavo los trastes.
¡No! ¡Quiero ver tele otro ratito!
Sin que ninguno dijera nada, Sol, regresó a la sala, Maria levanto los trastes de la mesa y comenzó a lavarlos, yo aún desde mi asiento, comenté: Estas con ganas de coger, ¿Verdad Maria?
Silencio
Me saqué la verga del pantalón y yo mismo me respondí: -Yo, sí, mi como ya la tengo bien parada.
Volteó, la miró fijamente y tragó saliva, observó que la puerta estaba cerrada, se acerco a mí, secando sus manos en la toalla que la envolvía y dijo: ¿que quiere que haga?
Le quité la toalla, cuando le agarré su empapada panocha, cerró los ojos disfrutando mi acción y dije: ¡chúpala!
Se hincó y ágilmente, me comenzó a mamar la verga. Me quité los pantalones, medio extendí la toalla en el piso con un pie y sumisa, acató la seña de que se acostara, después de pasar mi lengua por sus firmes chiches y erectos pezones, mi pito rozándose con los numerosos vellos del coño, buscaba la entrada. Cuando encontré su hoyito, ya estaba dilatado y perfectamente lubricado, de un empujón, se hundió la mitad con un leve –Uffffffffffffffff-, comencé a tallar lentamente y en cada sumida, hacía que se comiera un poco más de lo que ya tenía adentro, así, después de 4 o 5 entradas y salidas, ya se la había tragado hasta el tope, entre exclamaciones placenteras de:
-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh-, -Ummmmmmmmmmmmm-, -Riiiiiiiiccccccooooooooo- y – Ouchhhhhhhhhhhhhhhh-, con sus ojos cerrados, abriendo la boca y afianzando mis brazos y hundiendo sus uñas en ellos, tuvo un orgasmo con un fuerte y prolongado -Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh-, yo, sentí como apretaba la ardiente funda, mi verga, pero me aguanté, le propiné 2 o 3 tallones más y me salí.
Hincado, la giré y permaneció boca abajo, aunque parte de su pecho, quedó fuera de la toalla, sobre el frío piso, no dijo nada. Le levanté el trasero, con las rodillas dobladas y su cara y brazos en el suelo, le abrí sus frondosas nalgas, el plegado agujero del culo, estaba a mi disposición, se lo besé, lamí y ensalivé, volví a mirar el hoyo, ya estaba abierto y listo, apunté y de una acometida, le ensarté mi carne, con un fuerte y lastimero – Haaaaayayyyy-, fue todo lo que dijo, pero empezó a mover y apretar su trasero, yo tomándola de en uno de sus hombros con una mano, en la otra me enredé su cabellera y como si fuera la brida de un corcel, frenéticamente la montaba por el culo, cuando estaba a punto de vaciarme, se escuchó: ¿Siguen cogiendo?
Era Sol, que entró intempestivamente mirando a su hermana, de a perrito y completamente enchufada.
¡¡Salte!! ¡¡Salte!! Grité, ya sin soportar la cantidad de semen que soltaba dentro del culo de Maria.
Maria se quiso enderezar, pero se lo impedí, me seguía corriendo, la seguía llenando con mi leche, miré a Sol, que admirada veía a su ardiente hermana gozar y disfrutar de la cogida.
Maria, no sé si por agotada o por pena, se zafó y quedó completamente tendida sobre el piso, intentó levantarse, pero yo, aún hincado, con la verga goteando, le puse una mano en el trasero oprimiendo su cuerpo y se lo prohibí.
Sol, estaba parada junto a nosotros, me paré y levanté a Maria, que no sabía que hacer o que decir, solo cubrió su cuerpo con las manos y la cara agachada.
Soledad, fue la que nos sacó de nuestra pesadumbre, al explicar: ¡Tranquila Mari!, si ví desde que te acostó en el piso, Maria, la interrumpió.
¿Pero…?
¡Shhhhh!, dijo Sol, y continuó: todo se escucha allá afuera, la puerta tiene un vidrio redondo y tuve que poner una silla para ver, pero no te hagas, si salimos de la casa, fue porque te corrieron y no te quise dejar venir sola, ahora fui yo, el que la interrumpió, ¿Porque?
Pues porque mis papás, se enteraron, que se la cogía unos de los peones del rancho.
¿Ya sabías? Dijo Maria.
¡Peor! Tarde o temprano a la que iban a correr de la casa era a mí, ya que el hijo del caporal, me hizo lo que quiso.
Pero… ¿Tu también?
¡¡¡Si!!!, a mí también me gusta y agarró mi verga flácida y enclenque y se soltó la toalla, dejándome pasmado, al ver su coño goteando y bien rasuradito.
Por unos segundos, mientras mi verga sujetada por una mano, se endurecía, el silencio se mantuvo.
Fue Soledad, la que volvió a tener la iniciativa, toscamente, le quitó la mano a Maria de su panocha y hundió sus dedos entre su mechón, mientras se agachaba a chupar mi verga.
Maria y yo, después del sobresalto, cerramos los ojos y nos dejamos llevar placidamente por una niña de 19 años.
Con su actuar, Sol, dejando atrás nuestros asombro, ya nos había vuelto a calentar, por lo que dije:
Vamos a otro lugar, señalando con la cabeza el cuarto de servicio, pero Sol, inquirió: si pero parejos.
Me quitó zapatos y calcetines, mientras yo me deshacía de la camisa.
Los tres completamente encuerados, atravesamos el jardín lentamente, una a cada lado bajo mis brazos, esperando que ningún vecino se diera cuenta, pero ya me valía un reverendo cacahuate.
Era mucha la luz en el cuarto, decidí dejarlo a oscuras, pero, la luz de la cocina, solo dejaba ver nuestras siluetas, sin ver nada, solo el tacto mandaba, pero sentía dos cuerpos femeninos, sacudirse en las manos.
Una se sentó en la cama, la otra parada junto a mí, le busqué la boca, sin agacharme, nuestras lenguas se cruzaron, mientras, mi verga era mamada, deduje por la altura, que besaba a Maria y busqué su coño, pero ya tenía una mano puesta, entonces opté por pellizcar su pezones. Acostumbrados mis ojos a la penumbra y con el tenue resplandor de la luna las comencé a distinguir.
Soledad, me jaló hacia la cama, Maria parada, se quedó a un lado, sentí el cuerpo de Sol, bajo el mío, sus piernas abiertas y sus brazos extendidos. Mi pito rápidamente se posó en el ganoso, mojado y depilado coño, sin tantear mucho, encontró el boquete y trabajosamente lo perforó, con una exclamación de: Huyyyyyyy, papaaaaaaa-, era cierto, no rompí nada, pero estaba más apretada, señas de que pocas veces había cogido o el que entraba era más chico que el mío, comencé a friccionar, hasta que mi pelambre topó con sus labios vaginales y mis bolas golpeaban su trasero, sentía riquísimo sus como sus contracciones apachurraban mi verga, entre sus ¡Si! ¡Si! ¡Así! ¡Más! ¡Umm!, mientras más arriba se escuchaba: ¡Ha! ¡Ha! ¡Haaaaaaaaaaaaa!.
De súbito, estando mi boca en la de Sol, forzaron mi cara a un lado, para encontrar la boca de Maria y note la dulce mano completamente mojada de Sol, apachurrar mi nalga, quién se arqueó y vociferó estruendosamente al correrse:
-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii-, -Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiico-.
Con los tallones y la humedad, presión y excitación de la vagina que albergaba mi pito, solté una andanada de mocos en su interior, con otro grito de ¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! ¡Llena… mm… eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee-,
Me zafé, Sol rodó sobre la cama y quedó boca abajo, casi pegada a la pared, la busqué, mi pierna cayó entre el colchón y el muro con algo de dolor, pero localicé su culo, me acomodé y en el primer empujón, nada más los piqué, quise bajar a mamarlo, pero el movimiento del cuerpo de Maria al acostarse de lado junto a Sol, me lo imposibilitó, al querer enterrarlo otra vez, no pude, porque una mano de Maria, ya se encontraba husmeando con los dedos en ese pequeño orificio. Me contuve y levantando mis nalgas, soportado por mis brazos, dejé el espacio para que Sol, alzara un poco su trasero, a instancias de Maria, al meter la otra mano bajo su cuerpo y empezar a sobar y manosear su coño. Soledad, estaba bufando, -Ahhhhhhhhh-, -Ohhhhhhhhhh-, Ummmmmmm-, al sentir los dedos de su hermana dilatar ambas cavidades, hasta el momento, en que Maria, colocando mi verga en el boquete dijo: ¡Ya!
Sin pensarlo, dejé caer mi cuerpo, no fue fácil, pero se hundió con un respingo de Soledad de: -Aaaaaaaaauuuuuuu--.
Cogiendo a Sol por el culo, Maria buscó mi boca, manteniendo por debajo, el dedo más pequeño dentro del coño de su hermana y con los otros sobando mis huevos en las sacudidas. Maria al tener su cuerpo pegado al de nosotros, solo podía estirar un brazo y buscar su culo, que de inmediato recibió mis dedos,
Sin poder describir los jadeos, resoplidos y expresiones que al unísono se escuchaban, los tres nos vaciamos, deliciosamente con segundos de diferencia, sin saber cual primero y quién al último.
Descansamos un buen rato, apilados en la pequeña cama, pero volví a entrar en el culo de Maria y disfruté la apretada panocha de Soledad, en dos ocasiones, haciendo que tuvieran su respectivo orgasmo, aunque yo, solo una vez, me vine dentro de Sol.
La luz del amanecer, encontró tres cuerpos aglutinados, con brazos y piernas entreverados.
Nos bañamos juntos en el pequeño baño del cuarto, entre besos, sobadas, caricias, mamadas y uno que otro piquete en esos fabulosos cuatro hoyos. Fui a mi cuarto a vestirme, cuando regresé a buscarlas, limpias, bien peinadas y su ropa aseada, Maria preguntó: ¿Quiere Desayunar el joven?
Desayunamos, comimos y cuando llegaron mis padres, preguntando: ¿Quienes eran?
Respondí: ¡Muchachas para trabajo doméstico que me recomendaron! ¿Quieren sus servicios?
¿Las dos?
Son hermanas.
¡Que se queden a prueba una semana!
La primera semana, no las toqué, hasta saber que se quedaban, pero después, las he probado y reprobado, a una, a la otra y a las dos juntas, ya pasó un año, con mis respectivos cuidados (condón, pastillas y DIU), entre mi novia y ellas, estoy adelgazando.
No han pedido ir a su lugar de origen, en primera, no las reciben y en segunda, ya saben que el fin de semana, es nuestro.



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Comentarios enviados para este relato
pelado45 (8 de March de 2013 a las 04:57) dice: Excelente relato bien llevado caliente para levantarle todo a un finado me gusto y mucho No recuerdo haber leido nada tuyo amigo bareta Un gran abrazo y fekicitaciones

richard6969 (26 de January de 2013 a las 00:26) dice: Que rico cojerte a las dos. Mi verga se puso tiesa y mojada para ambas. Gracias. Voy a cojerme a mi novia por todos lados rico

katebrown (18 de October de 2022 a las 21:32) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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