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el almacen del pueblo

Relato enviado por : omargo el 23/08/2011. Lecturas: 13800

etiquetas relato el almacen del pueblo   Maduras .
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Resumen
me emplee y desdpues precisé una ayudante


Relato
Hace unos diez años atrás, cuando yo acababa de cumplir mis 21 años, vivía en un pequeño pueblo donde el almacén era atendido por mi prima Elsa que en ese entonces contaba con alrededor de 30 años, ella estaba separada de su primer marido con el que estuvo casada siete años y por suerte no llegaron a tener hijos porque comenzaron a tener problemas y pasaron de ser un matrimonio feliz a un conjunto de odios y rencores lo que motivó su separación; una de las causas según se rumoreaba en el pueblo, era que mi prima Elsa era muy confianzuda con los clientes y todo el pueblo decía que ella se entendía muy bien con Carlitos, un tipo andrajoso, que parecía no estar bien de la cabeza y siempre andaba sucio, pero se llevaba muy bien con mi prima y ésta lo trataba muy bien.-
Todo había comenzado a raíz de que una vez los habían visto salir de la buhardilla que tenía como depósito el almacén, en un horario que daba lugar a cualquier malentendido y mi prima se sacudía el vestido tratando de sacarse alguna basura que hubiera quedado pegada a su vestimenta en caso de haber estado tirada en el suelo de la buhardilla.-
Pero luego de la separación, Elsa quedó a cargo del almacén, mientras que a su marido le correspondieron otros bienes que había juntado la pareja, llegando ellos dos a un acuerdo amigable, por lo que se habían separado pero no se consideraban enemigos.-
Por suerte para mi prima y quizá tambien para mí, el almacén cada vez iba mejor, aumentando mucho sus ventas, animándome a ofrecerme a mi prima como ayudante para los trabajos pesados del negocio.- Yo en ese entonces tenía 21 años, en ese tiempo mis hormonas estaban funcionado a todo vapor, ya que eran muy pocas las muchachas del pueblo a las que se les podía arrimar, porque la mayoría estaban muy custodiadas por sus padres; no obstante eso, yo ya había debutado sexualmente con alguna de las putas que nunca faltan en ningún pueblo; pero mi prima era completamente distinta; a pesar de los rumores que se corrían, Elsa aparentaba ser una mujer de su casa, con sus alrededor de treinta años era una morocha muy guapa, de buenas tetas, buenas piernas y hermoso culo, lo que3 hacía un conjunto magnífico y que me hacía levantar mucho el ánimo, me aceptó como ayudante y al día siguiente comencé a trabajar después de arreglar el sueldo que me pagaría por mis servicios.-Empezaron a llegar los primeros clientes y los atendíamos lo mejor que podíamos evitando cualquier problema; pero el verdadero problema se me estaba presentando a mi, ya que estando los dos detrás del mostrador nuestro roce era constante y si yo pasaba detrás de ella mi roce con su culo era inevitable, mientras que si ella pasaba por detrás de mí, tambien era inevitable que me rozara con sus tetas, lo que me producía una contante erección.- En un momento que hubo que bajar una mercadería que estaba muy alta, me pidió que trajera la escalera, yo la traje y ella me pidió que se la tuviera para evitar una caída; Elsa tenía puesta una pollera que le llegaba a la rodilla, pero cuando fue subiendo me fue gustando el asunto y entonces miré para arriba y pude ver sus hermosas piernas como así tambien su bombacha blanca que se le metía en la raja del culo, dejando ver un precioso culo.-
Como pude tapé mi erección y seguimos trabajando todo el día y al terminar el primer día, me preguntó si me había gustado el trabajo; le contesté que si que me había agradado y que esperaba que ella estuviera conforme con mi desempeño; ella me dijo que había quedado muy conforme y que notaba que había un problema el que debíamos disimular: era que el pasillo era muy angosto y que nos estábamos rozando continuamente, pero que esperaba que ese no significara ningún inconveniente para seguir trabajando juntos.- Y así seguimos. A mi me estaban gustando cada vez más los roces en lugar de molestarme; poco a poco pasaron de ser roces a ser franela pura, cuando yo pasaba detrás suyo lo hacía muy despacio apoyando bien mi pija en su culo y cuando ella pasaba detrás de mí sus tetas quedaban unos segundos apoyadas en mi espalda, logrando mi continua erección; muchas veces al pasar detrás de ella, aparte de apoyarle mi pija, si el cliente no estaba prestando mucha atención yo aprovechaba y le metía la mano en el culo y ella se movía muy sensualmente; una vez que le tuve que sostener la escalera aproveché que el cliente estaba distraído, le metí la mano bajo la pollera y le pude tocar la concha, porque ese día no se había puesto bombacha para que yo pudiera disfrutar de su concha y de su culo.- Al terminar ese día, me dijo que yo tenía que quedarme porque era necesario que habláramos los dos; yo quedé intrigado para escuchar lo que me iba a decir Elsa.- Cuando se retiró el último cliente del día, Elsa procedió a cerrar la puerta y bajar la cortina, a lo que yo le pregunté que necesitaba; entonces ella me dijo que le encantaba apoyar sus tetas en mi espalda pero que le parecía poco, ya que yo además de apoyarle mi pija le tocaba muchas veces el culo, pero ella generalmente se quedaba con las ganas, entonces me dijo que me había hecho quedar para subsanar esa diferencia; acto seguido se sacó la blusa y el corpiño quedando con sus enormes tetas al aire y me dijo que ahora precisaba que yo se las tocara por todo el tiempo que no lo había hecho, yo se las sobé un buen rato y cuando noté que se estaba excitando porque se pusieron duros sus pezones, le dije que yo sabía que éramos parientes y eso no está permitido pero que tenía muchas ganas de cogerla; ella sonriendo me dijo que por fin me había decidido que ella lo estaba esperando hace rato y enseguida me dijo de ir a la buhardilla; llegamos ahí, y Elsa se recostó entre toda la mugre, se abrió el vestido y se sacó la bombacha mostrando su peluda concha; me dijo que me desnudara porque de lo contrario se me iba a ensuciar toda la ropa; me desnudé y me tiré encima de ella donde cogimos un rato largo; yo le acabé dos veces en la concha y una en el culo; después de eso, me dijo que la próxima vez íbamos a buscar un lugar más limpio para coger, porque ese donde estábamos era un desastre; además me dijo que tambien la próxima vez me iba a chupar la pija que es su especialidad, lo que no se pudo esta vez porque mi gran calentura me hizo acabar tres veces en un rato y no me quedaba leche para exprimirme los huevos.-
Poe ese día todo terminó habiendo cogido en forma muy promiscua, pero nos prometimos nuevos placeres para el futuro; cuando volvimos a trabajar al otro día, nuestros toqueteos seguían, siempre tratando que la clientela no se diera cuenta; sin embargo Lucía una clienta de 18 años, en un momento que Elsa fue a buscar algo al depósito, me `preguntó si, como se rumoreaba, Elsa y yo éramos amantes; yo lo negué rotundamente diciendo que Elsa era muy grande para mí y que a mi me gustaban las jovencitas como ella.- Lucía primero se ruborizó ante mis palabras pero enseguida esbozó una sonrisa dándome a entender que le había gustado lo que dije y que quizá quedaría esperando mi reacción; yo quedé muy entusiasmado con Lucía pero no por eso dejaba desatendida a Elsa, ya que seguía pasando por detrás apoyando mi virilidad en su culo; ella se movía y me tiraba manotones que a veces agarraban mi pija y ella aprovechaba para acariciarla un poco.-
Un día en la mañana me avisó Elsa que se sentía descompuesta y que esa mañana seguro no iría al negocio y no sabía si a la tarde podría ir.- Yo entonces me dispuse a abrir solo el almacén, y para mi suerte, el primer cliente que llegó esa mañana fue Lucía, a la que le expliqué la situación y le pedí si no quería quedarse a ayudarme; entusiasmada me dijo que si, fue a avisar en su casa y muy rápido estuvo de vuelta y se instaló detrás del mostrador junto conmigo; Lucía, por haber venido tantas veces conocía el movimiento del almacén y tambien donde se encontraba la distinta mercadería: la verdad que Lucía ocupaba menos lugar que Elsa detrás del mostrador, pero no obstante eso, cada vez que me tocaba pasar por detrás de ella, aprovechaba para hacerle sentir mi pija en su culito; al principio me miraba con cara de pocos amigos, pero a medida que fue pasando el tiempo ya recibía mis toqueteos con una sonrisa, lo que me animó a que además de apoyarle mi pija, tambien aprovechara para tocarle el culito.-
Por el contrario, cuando Lucía debía pasar por detrás de mí, se cuidaba mucho para no tocarme con ninguna parte de su cuerpo; así transcurrió esa mañana, antes de llegar el mediodía, Elsa se volvió a comunicar conmigo diciendo que todavía no estaba bien, por lo que iba a volver mañana a su trabajo, y que esperaba que yo me pudiera arreglar, si veía que no podía hacer frente a la atención del negocio, que pusiera un cartel avisando que estaría cerrado.- Pero había dos causas que me impedían cerrar esa tarde; una era mi amor propio, ya que no podía decir que no podía atender sin Elsa, y la otra era la ayuda que me estaba brindando Lucia, a quien tenía muchas ganas de coger y para lo cual yo estaba haciendo los méritos suficientes. Cuando Elsa me comunicó su ausencia, le dije a Lucía si ella podría ayudarme durante la tarde y ella enseguida me dio su aprobación.- Cuando tuve su conformidad, entonces la invité a almorzar juntos en el depósito del almacén, en el cual nos podíamos acomodar tranquilamente como muchas veces nos quedábamos a comer con Elsa.- Una vez cerrado el local fuimos con Lucía hasta el depósito donde ella se ocupó de poner la mesa mientras yo me ocupaba de preparar algo de comida; preparé unos fideos con salsa de tomates y según me dijo Lucía estaban exquisitos; saqué una botella de vino de la cual tomamos algunas veces con Elsa y la invité a Lucia, quien al principio dijo que no porque no estaba acostumbrada a timar bebidas alcohólicas, pero como yo le dije que un poquito no le iba a hacer nada, ella probó un poquito, que enseguida hizo mella en ella, haciéndola sentir más alegre y deshinibida.-
Había pasado menos de una hora t el horario de cierre se estiraba dos horas por lo que teníamos más de una hora a nuestra disposición; yo empecé a mirar a Lucia con ojos de hombre que mira con ganas a una mujer; le pregunté si le había gustado su trabajo de la mañana; me contestó tiendo que si, pero que lo que más le había gustado era cuando yo le pasaba por atrás y le tocaba el culo; le pregunté si le gustaría que se lo tocara nuevamente y ella ya muy contenta por el poco alcohol bebido, me contestó que le encantaría; entonces la hice levantar del asiento en que se encontraba y que viniera a mi lado, lo que ella hizo sin ningún problema.-
Una vez a mi lado, la abracé , le metí la mano bajo su pollerita y le empecé a tocar el culito y la concha, sacándole la bombacha; a ella le gustó la situación mientras yo trataba de meter mis dedos en sus agujeritos; ella solo se reía y me decía que le producía cosquillas pero que le gustaba mucho; as+o como estaba traté de meter mi lengua en su boquita y muy pronto ella captó mis intenciones y estábamos los dos prendidos en un beso por demás apasionado con las manos que me quedaba libre le fui acariciando las tetitas produciendo en lucía un estremecimiento por ser la primera vez que alguien se las acariciaba; viendo que ella se estaba excitando mucho, decidí que esa sería una buena ocasión para cogerla.-
Me abrí la bragueta y saqué mi pija que ya se encontraba bien parada; le dije a Lucía que lo que venía ahora le iba a gustar mucho más y ella sonriendo siempre me dijo que eso esperaba; le levanté la pollera y como yo ya tenia su bombacha en mi poder le dije que se sentara arriba mío dándome la espalda; mientras yo acomodaba mi pija para que se metiera en su conchita; hizo muchos esfuerzos pero no lograba la concreción, hasta que dio la vuelta quedando de frente a mi, puso sus piernas al costado de las mías y lentamente se fue sentando en mi pija, mientras su carita daba muestras de mucho dolor.- Le pregunté si era virgen y me dijo que si, lo que provocó mucha más calentura en mi; cuando ella se dio cuenta que por fin mi pija se iba metiendo en su conchita sin parar, empezó a subir y bajar para empalarse completamente; cuando mi pija chocó con su himen le avisé que le iba a doler un poquito pero ella no hizo caso y siguió subiendo y bajando hasta que mi pija tocó el fondo de su conchita llegando hasta su útero.- Algo caliente mojaba mis piernas y enseguida me di cuenta que era algo de sangre de su virginidad perdida pero ella me dijo que le había gustado mucho y que ahora quería repetir la experiencia.-
Antes de volver a abrir el local, tuvimos tiempo de lavarnos y vestirnos decentemente y cuando volvimos a abrir, nadie podía darse cuenta de lo que allí había pasado durante ese medio día.- Toda la tarde franeleamos en forma alocada, ya que cuando había clientes tenía que pasar obligado por atrás y aprovechaba para tocarle el culo mientras que en el momento que no había clientes le metía mano bajo la pollera y tocaba su culo y su conchita, en la que se adivinaba muy pocos pelitos, que yo me encargaría de conocer más adelante; tambien jugaba a tocarle bien las tetitas, logrando que sus pezones se pusieran puntiagudos y duros como piedras por el placer que eso le producía.-
Al día siguiente tomó nuevamente su lugar Elsa, con la que seguimos nuestro ritmo de manoseos y cogidas al final del día, mientras que con Lucía se me presentaba un problema, porque siendo un pueblo chico, prácticamente todos los habitantes estábamos controlados, pero yo no podía descansar hasta haberla cogido nuevamente y gozar de Lucía en toda su belleza.-Una vez intentamos hacerla en la biblioteca del pueblo, pero tambien fue a medias y no nos pudimos gozar a pleno los dos, ya que ella me dijo que había tenido orgasmos solamente masturbándose pero nunca lo había logrado producido por un hombre.-
Un día fuimos al cine y nos sentamos en la última fila; enseguida le apreté las tetas y se las empecé a acariciar; entonces ella me bajó la bragueta, sacó mi pija y me hizo una muy buena paja, mientras yo en compensación metía mis dedos en su conchita y así los dos masturbándonos llegamos a un orgasmo al mismo tiempo, llenando nuestras manos de mi leche y sus fluidos.-
Hasta que por fin un día se presentó la oportunidad; Lucía era muy amiga de mi hermanita mejor que tenía igual que ella 18 años; yo lo hablé con mi hermana y le expliqué la situación; que ambos queríamos coger pero que no encontrábamos la oportunidad; el asunto era que un día mi hermanita no fuera al colegio porque se encontraba enferma aunque fuera mentira; Lucía la iría a visitar y al no estar mis padres, mi hermana nos dejaría solos y así podríamos estar un buen rato los dos solos en mi pieza; la idea era muy arriesgada pero al no haber otra alternativa, decidimos ponerla en práctica; mis padres fueran cada uno para su trabajo, mi hermana no iba a la escuela porque se encontraba malita y entonces Lucía venía a visitarla en el horario del mediodía que era cuando yo me encontraba en casa.-
Se hizo todo tal como estaba previsto y de ese modo tendríamos casi dos horas Lucía y yo para conocernos íntimamente y poder coger como deseábamos.- Mi hermana se retiró para el otro costado de la casa y Lucía y yo fuimos corriendo para mi pieza; en medio de besos y abrazos nos empezamos a desnudar y cuando la ví completamente desnuda me asombré porque era muchos más hermosa de lo que yo pensaba; por primera vez veía su conchita en toda su belleza, al igual que sus tetitas que sin ser demasiado grandes eran muy firmes, sus piernas torneadas y su lçculito muy lindo y respingón; se recostó y se abrió bien de piernas mostrando sus labios vaginales ya hinchados de la excitación; me metí entre sus piernas y muy despaciosamente le fui metiendo mi pija, que se encontraba muy feliz de volver a perforar esa conchita hermosa, ella cuando se sintió bien clavada, se empezó a mover demostrando su calentura; traté de calmarla, pero ella siguió moviéndose hasta que dando un enorme grito tuvo por primera vez su orgasmo logrado con la pija de un hombre metida en su conchita; yo no la saque de tan hermoso lugar y seguí bombeando hasta que yo tambien acabé dentro de su concha llenándosela de leche en ese momento me di cuenta que no había usado forro, así que quedamos de acuerdo a que esa tarde tomara la píldora del día después para evitar problemas.- A los dos nos gustó sobremanera el mutuo polvo echado y entonces la convencí para echar un segundo polvo, pero esta vez sería por su adorable culito; luego de una pequeña tarea de convencimiento, logré que Lucía se acosta boca abajo en mi cama con una almohada bajo su pancita, de modo que ella quedara mostrando su rico ojetito; me acosté sobre ella sosteniéndome con los brazos para no lastimarla; su ojetito me llamaba y poco a poco con la ayuda de mucho gel se la fui metiendo a pesar que sus ojos se llenaban de lágrimas; cuando agarro el ritmo, empezó a moverse con muchas ganas diciéndome que eso era muy lindo y no como esperaba ella que fuera una experiencia dolorosa; yo bombeaba y ella suspiraba; sus suspiro se convirtieron en gemidos y muy pronto ella estaba acabando nuevamente, dándome cuenta que se trataba de una mujer multi orgásmica y que le gustaba disfrutar de sus orgasmos: después de su orgasmo seguí metido adentro su culo hasta que nuevamente acabé dentro de ella, llenado ahora su culito con mi néctar.-
Con mucho tiempo nos fuimos a bañar los dos juntos mimándonos, nos bañamos, nos secamos nos vestimos y llamamos a mi hermana la que se hizo presente enseguida, a la que agradecimos profundamente: yo le hice presente que todavía faltaba que me hiciera una buena chupada de pija; ella me dijo que no faltará oportunidad; a partir de ese día, nos pudimos hacer muchas escapadas los dos juntos donde aprovechábamos para coger.-
De ese modo, yo tenía trabajo asegurado, una buena yegua para coger salvajemente y una pendejita como para gozar indefinidamente

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Comentarios enviados para este relato
TIM_DRAKE11 (24 de August de 2011 a las 07:07) dice: ALGO INVEROSIMIL... PERO MUY BUENO, FELICIDADES

katebrown (18 de October de 2022 a las 21:58) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:22) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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