El diario secreto de Bety 07

El diario secreto de Bety 07

Día 31)

Hoy estaba escribiendo acá en mi diario secreto, cuando entró papito para traerme un vaso de leche y tuve que cortar.

Por suerte en otra ventana tenía unos modelos de computadora y le dije que estaba mirando eso, me daba miedo tomarme la leche por si me había puesto medicinas para dormir y apenas la probé.

Mi papito me abrazaba por detrás y me daba masajitos como si tuviese tetitas, tal vez debería hacérmelas crecer para ser más linda. Me respiraba en la oreja haciéndome cosquillas con el bigote mientras le mostraba las máquinas, alfinal se aburrió que solamente le hablaba de la máquina para que me compre y se fue.

Antes estaba contando de la clase de gimnasia, cuando terminó y ya nos estábamos bañando con Priscilla. Qué difícil, tenía muchas cosas para contarte pero se me olvidaron creo.
La cuestión es que estábamos abrazadas bajo la lluvia caliente y le toqué la cola para saber como era, la tenía más grande que la mía y durita, creo que me gustaba apretarle las nalguitas y ella me hacía lo mismo.
Me preguntó si quería tocarle el conejito pero me daba un poco de asco, no sé, si ella hasta me daba besitos allí abajo debería ser buena amiga y hacerle lo mismo pero le dije que hoy no.
No le importó mientras me seguía acariciando la cola y enjabonándose el dedo me lo estaba por meter dentro del agujerito de atrás, le pedí que no me haga doler pero era suavecita, me metía el dedo en el culito mientras lo movía un poco y entrelazamos las piernas sintiendo lindo las dos.
Ya estaba sintiendo más lindo al frotarnos juntas pero entró la maldita bruja de gimnasia y tuvimos que separarnos cuando estaba por meterle el dedo en el culito a Priscilla.

Quedé nerviosa y no prestaba mucha atención en la clase, también me ponía nerviosa Josella desde el pupitre de atrás tocándome el pelo, era disimulado pero al taradito le gustaba tocarme el pelo.
Le conté bajito a Priscilla y respondió que tenía cara de enamorado y con muchas ganas de darme besitos en el conejito, para probar dejé caer un lápiz y me agaché a levantarlo con las piernas abiertas para se me vea debajo de la pollerita. El pobre se ponía rojo y blanco y verde mientras clavaba la vista en mi bombachita, creo que tenía una manchita de humedad y me dio vergüenza levantándome rápido.
Ahora me tocaba el pelo con menos disimulo y mis compañeros largaban risitas mientras me hacía la tonta sin enterarme de nada. Pensé que todo el mundo debería hablar con todo el mundo cuando nadie más estaba mirando, una tontería ya que nadie hablaría con nadie.

En el recreo me abordó en un rincón diciendo que yo era muy linda, estaba por contestarle que era un taradito al decirme cosas obvias pero me quedé callada. No se animaba a hablar y yo tampoco, al final me preguntó si sabía besar y le informé que había visto algunas películas donde hacían eso. Él cerraba los ojos y estiraba la boca, parecía un bicho con esa cara y me causó gracia dándole un piquito del mismo modo y se fue corriendo. Todavía no entiendo porqué todos se van corriendo.

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Otra vez tuve que cortar de escribir, ya me estoy cansando que me interrumpan.
Volvió mi papito pidiendo que le mostrase la publicidad de máquinas, eso me gustaba. Cuando se sentó delante de la máquina se me cayó "accidentalmente" la lapicera y me agaché con las piernas separadas para alzarla, pero él estaba viendo la pantalla y no lograba que bajase la vista a mi bombachita.
Estaba agachada sosteniéndome con una mano en la pierna de mi papito y tenía una lapicera en el bolsillo. Ya sé que a todos se les pone dura cuando me ven, pero ahora estaba en juego una computadora y debería hacerlo bien.
Me puse a mirar la pantalla pero desde abajo, al querer levantarme casi me caigo y tuve que agarrarme de la lapicera de mi papito, era una manija grandota y quedé agarrándome para no caerme. El pobre preguntaba con voz temblorosa cuál modelo quería y para decidir mejor le masajeaba lentamente el peno duro, apenas apareció una mancha de humedad en su pantalón le mencioné el modelo más caro mientras el decía siiiiiiii, creo que el "sí" era que me compraría esa máquina.
No sabía como taparse la mancha con un libro sobre las piernas mientras lo abrazaba por detrás para darle las gracias con muchos besitos en la mejilla, como hacen las nenas buenas.

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Dia 32)

Anoche fue divertido, en la mesa mi papito anunció que me compraría una computadora y estaban todos contentos menos mi hermano Gus que andaba con cara larga.
Cuando me fui a la cama, le estaba pidiendo a Bieber que se bajase del póster y venga a dormir conmigo, él ya tenía una pierna afuera pero vino Gus para pelearme por la máquina.
Por suerte Justin fue más rápido y se quedó quietito en el póster para disimular.
Decía que estaba pidiendo una máquina hacía tiempo y a la mocosa malcriada se la daban antes, pensé que me estaba por pegar y puse cara de buenita para que no me pegue.
Antes le hubiese sacado la lengua burlándome pero yo ya sabía que así no se maneja a los hombres, con mostrarles una pierna alcanza y me destapé un poco diciendo que tenía calor.

Se le pasó el enojo como por milagro mientras le explicaba que necesitaba la máquina para el cole, para que no se quedase enojado le pregunté si le gustaba esta bombachita nueva que tenía muchos animalitos de Disney, no solamente osos. Mi hermano pasaba el dedo por el borde del elástico diciendo que era muy bonita y le mostré la parte de atrás que tenía más animalitos todavía.
Me pidió que me quedase así dándole la espalda y empecé a escuchar como se sacudía el palito, crucé una pierna sobre la otra para que pueda ver bien toda mi cola cubierta de animalitos hasta que se llenó la mano de mocos.

Me dijo hasta mañana dándome un beso en la cola sobre algún animalito, pero no era el conejito.
Le dije a Bieber que se bajase del póster para darme besitos en el conejito pero solamente usó el dedo, y me dormí pensando que ya no era tan lindo Justin.

Hoy me despertó mi papito algo más temprano pidiendo le recuerde el modelo de máquina para regalarme, creo que se hacía el tonto nomás pero era muy suavecito cuando me peinaba, mi mamá es muy bruta y me hace doler tironeándome el pelo.
Me preguntó si me había gustado la bombachita de Disney, yo creía que me la había comprado mi mamá y le dí las gracias con muchos besitos y mostrándole que bien me quedaba. Claro que no me quité la pollerita, solamente la subí un poco girando para que me mire de todos lados. Mi papito siempre era muy cariñoso conmigo, me abrazaba fuerte diciendo que ahora no me molestaría mas metiéndose en la cola y tocándome bien en los lugares mencionados para que entienda.

En clase Priscilla me mostró una cajita pero yo no comprendía, hasta que leí la etiqueta "supositorios". Me reí fuerte recordando que le pedí colocarle uno y me levanté un poco el uniforme para mostrarle mi nueva bombachita, creo que mi compañero del otro pupitre estaba espiando porque se notaba colorado.
Nos sentábamos muy pegaditas para sentir las piernas rozarse, me gustaba sentir la piel tibia de Priscilla y creo que me hacía una manchita en algún animalito Disney.
En el recreo el día estaba frío y no daba para ir al pasto del fondo, el vestuario deportivo estaba cerrado pero nos metimos por una ventana y tuvimos que esperar que el agua de las duchas se ponga caliente. Pero era lindo desvestirnos despacito una a la otra, cuando me quitó la blusa dijo que tenía lindos pezoncitos, creo que eran iguales a todos pero a ella le gustaban y me los chupaba como si fuesen tetitas de verdad.
Ya debajo de la lluvia caliente y entre el vapor nos podíamos acariciar y pude cumplir lo que habían cortado ayer: meterle el dedo en el culito a Priscilla, lo hice despacito para que no le doliese y dijo que lo hacía muy bien mientras ella apuntaba el suyo a mi agujerito posterior.
Sonó el timbre anunciando el fin del recreo y tuvimos miedo que alguien nos descubra en los baños, antes de vestirse Priscilla se agachó para que le ponga el supositorio.

Qué linda cola que tenía mi amiga, yo solamente había visto la mía en el espejo pero era flaca, en cambio la de Priscilla era gordita y pronunciada. Además nunca había visto un ano tan de cerquita y recordé que recién le había metido un dedo adentro, tomando una cápsula se la fui introduciendo despacio en el culito y ya no me daba tanto asco tocarle el conejito, empujando el supositorio con mi dedo mientras con la otra mano le acariciaba la conchita se puso a temblar y creo que vio las estrellitas.
Ahora sí nos besamos lindo sintiendo los cuerpos en piel cruda.

Le conté que mi papito quería conocerla y pensaba que era mala, no le dije lo de selbiana por que a mi también me gustaba cuando ella me besaba. Me preguntó si no era un degenerado y le expliqué que mi papito querido no era nada de eso, se puso contenta cuando le conté de la computadora.
Nos fuimos caminando de la mano hasta mi casa, el maestro de matemáticas nos miraba pero no dijo nada, abrió mi mamá muy contenta que trajese una compañerita a merendar y mi papito la saludó con un beso en cada mejilla.

Queríamos tomar la leche tranquilas, pero papá interrumpía cada rato ofreciendo galletitas o pavadas para entrar a la conversación. Le preguntó si había algún chico en la escuela que le gustaba y me puse colorada de vergüenza, pero Priscilla muy tranquila le dijo que eran todos taraditos y no le gustaba ninguno.
Se paró detrás de ella sacándole la gomita del pelo y diciendo que estaría mejor con dos coletas, eso ya no me gustaba y me estaba poniendo celosa, solamente a mí me peinaba así. Pero Priscilla se dejaba hacer con una sonrisa y me levanté para ir al baño.
Al volver le estaba acomodando los botones de la blusa como si los llevase abiertos, parece que le quería tocar los pezoncitos y no lograba cómo, pero era mi amiga y la compartiría con mi papito si les gustaba a los dos.

(continuará)