El diario secreto de Bety 14

El diario secreto de Bety 14

Mi mamita me estaba enseñando cómo se hacen los bebés, como no tenía libros didácticos tuvo que demostrarme con mi pobre hermano, lo había obligado que le metiese el palito duro dentro de su gigantesca cachucha peluda.

Mi hermanito cerraba los ojos para no ver el horrendo espectáculo mientras jadeaba fuerte y mi mamita le pidió que se la sacase antes de acabar, creo que así le llamaban cuando salía el moco por la punta del pito. Le pregunté si ahora le saldría un bebito y debería dejarlo caer en la cama para no lastimarlo, me dijo que era una tontita y lo que les salía a los varones era esperma, quedé pensando que serían miles de futuros bebitos flotando en el moco y me dio lástima por esas criaturas desperdiciadas.

Otra vez me dijo que era una tonta y no habían bebitos flotando, que lo comprobase sacudiéndole el palito a mi hermano para asegurarme. Esta vez me puse muy cerca para mirar cuando le saliese el chorro de bebitos, me daba vergüenza agarrarle el palito a mi hermano a la vista de mi madre pero haciendo un esfuerzo me dediqué a ordeñarle la carnecita dura.
La tenía pegajosa por habérsela metido a mi mamita y me daba asco tocarla, antes debería limpiarla y me la metí en la boca para dejarla reluciente, creo que cometí un error, tenía gusto a los jugitos de mi madre y no era sabroso eso, pero el sabor cambió cuando largó el chorrito de moco dentro de mi boca.
Al final no pude ver a los bebitos flotando pq me los tragué, quedaba feo escupir en la cama de mis padres.

Ellos se quedaron mudos y me fui a la cocina para desayunar, me tuve que enjuagar la boca quitando ese sabor feo. Justo regresaba mi papito Fotógrafo de comprar el periódico y le convidé un poco de café que estaba preparando.
El pobre estaba leyendo el periódico pero la hoja le temblaba como si hubiese viento, creo que era culpa mía por estarle contando que recién le había chupado el pito a mi hermano y tragado el moco, claro que no le conté haberle visto esa cosa peluda a mi mamita.
Me tomó las manos reprochando que esas cosas no se hacían con un pariente cercano como mi propio hermano, además aún era demasiado chiquita para esas cosas.

Lo tuve que calmar poniéndome mimosa mientras le apretaba el bulto que ocultaba con el periódico, todavía respiraba agitado y pensé que me estaría por pegar pero no me pegó cuando le dije que estaba curiosa por el gusto que tendría el moco de un hombre grande.
Le conté que no pude ver a los bebitos flotando y los había asesinado al tragármelos, creo que estaba por decirme algo pero llegaron mi hermano con mamita y ya no hablamos del tema.

Yendo a mi cuarto para escribir en este diario, estaba sentada tecleando cuando escuché el timbre de la puerta. Era el muchacho de la casa de computación que me traía un papel especial para imprimir fotografías, vinieron los tres a mi habitación y se desesperaban por estar pegaditos a mí, no sé que les pasaba a los estúpidos.
Usaban cualquier pretexto para tocarme las manos o el brazo, el muchacho estaba muy lindo y tenía ganas de besarlo pero no podía delante de todos, le pregunté el nombre del site donde salían fotos de nenas desnudas y se puso colorado. Al final mi papito tecleó la dirección y aparecieron unas fotografías increíbles, y yo que pensaba que era una nena rara...

El Fotógrafo le ordenó a mi hermano que vaya a la cocina para ayudarle a la madre y se fue con cara larga, creo que él también era demasiado jovencito para ver esas cochinadas en la computadora. Me tuve que sentar en la falda de mi papito mientras miraba esas fotos, se me ponía mojadito allí abajo al aprender que una nena también puede estar con dos hombres a la vez, las manos de mi padre tampoco ayudaban a calmarme cuando me apretaba las piernas y subía peligrosamente la mano, parece que me tocaría la puchita delante del inocente muchacho que me miraba con los ojos grandotes como el lobo feroz, parece que deseaba comerme.

Para hacerme la mayor que no me impresionaban esas cosas, le dije que yo ya sabía besar como las chicas grandes. No se hizo rogar y acercó la cara a mi boca pero con temor, parecía pedirle permiso a mi papito para besarme, no se para qué si mi boca es mía solamente.
Cuando el dedo que amenazaba sobre mi bultito se posó definitivamente, se animó y me besó con ternura, era realmente lindo pero me daba vergüenza que mi papito me viese haciendo eso, al final cerré los ojos y nos besábamos mucho con el muchacho de la computadora.

El Fotógrafo perdió su vergüenza trayendo la cámara fotográfica y pidiendo que volvamos a besarnos, yo tenía los ojos cerrados mientras escuchaba muchos "click" y sentía las manos varoniles acariciarme las piernas. Yo quería parar eso pero me recordó que ya sabía tragarme el moco y podríamos seguir, el muchacho no comprendía eso de tragar moco y tuve que explicarle mientras le abría el pantalón para sacar el bicho escondido.
Lo tenía grandote y tuve que luchar con el cierre para sacarlo del todo, al final se quitó el pantalón para hacerlo más fácil.

Mi papito se desesperaba con las fotografías y se tiraba al suelo para lograr tomas debajo de mi pollerita, le pregunté si me la quitaba pero respondió que sería algo indecente si un desconocido me veía la bombachita.
Yo quería demostrarle que era capaz de tragarme los mocos como si fuese una chica grande y me agaché para meterme el palito en la boca, no lo tenía muy limpio pero igual me aguanté el sabor extraño. Al final papito pidió que me quitase la bombachita pero con el vestidito puesto, cosas raras que se le ocurrían además era incómodo bajarme la prenda sin que se me escapase el bicho de la boca.

A final puso la cámara sobre un trípode y vino para acostarse en el piso, ahora era mucho más cómodo cuando me podía sentar sobre la cara de mi papito y él me daba lengüetazos deliciosos allí abajo. Tomándolo al muchacho de las nalgas para que no se me escapase, pude meterme casi todo su palito en la boca; era lindo sentir la lengua mojada y tibiecita en mi puchita mientras chupaba fuerte esperando que saliese el chorro de bebitos.
Lástima que justo me sacó el pito de la boca y largó los mocos en mi cara, el cochino me había enchastrado toda y tenía un ojo cerrado por lo pegajoso que me tapaba, no protesté pq la lengua paterna estaba logrando su cometido y apenas sentí un dedo de mi papito entrarme en el culito tuve unos espasmos formidables dando un grito de felicidad.

Al final nos arreglamos la ropa y mi papito le prometió enviarle algunas fotografías por email. El pobre muchacho todavía respiraba agitado y me limpiaba la cara con su pañuelo, le informé que las nenitas inocentes como yo no debían dejarse tocar la cara por extraños y mejor me iría a lavar.

Apenas quedamos solos el Fotógrafo me acusaba de ser una mentirosa, que no era capaz de tragarme el moco pitoso. Él también se lavaba el pito en el lavabo y me pidió que demostrase mi capacidad, tenía un pene realmente enorme y tuve que abrir mucho las mandíbulas para que me entrase el glande en la boca.
No tuve que agarrarlo de las nalgas, él solito me acariciaba el cabello sin permitir que se escapase el pito, solamente me aconsejaba que escondiese los dientes, no se cómo podría hacer eso pero se lo mordía con los labios mientras mi papito me hacía el amor en la boca, se movía como si me lo estuviese metiendo en otro lado.
Al final sentí en el fondo de la garganta un chorro tibiecito, largaba mucho de eso y yo no lograba tragarme todo, me dio tos y tuve que escupir una parte, al menos le había demostrado que ya era una nena grande capaz de tragar un poquito.

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Día 42)

Ayer fue un día extraño, mi mamita y mi hermano no me dirigían la palabra, tal vez estaban enojados pq vi cuando le metía el palito entre la horrenda mata de pelos que tiene entre las piernas.

Hoy parece que mi mamá se quería amigar al despertarme con un beso en la boca, nunca me había dado besitos de ese modo pero se sentía lindo, me abrazó recomendando que no cuente a nadie lo de ayer, ya era un cuentito repetitivo eso de no contar nada y le contesté que no contaría nada si me daba besitos allí abajo. Tarde recordé que ella jamás me había dado besitos en ese lugar pero largando una carcajada bajó la cabeza para besarme el conejito.
Wowwwwwwwww, lo hacía mejor que todas las personas que había conocido mi infantil conejito, debo reconocer que era una experta chupándome la conchita pero me dio algo de vergüenza cuando exploté bajo su boca gritando fuerte.
Entró mi papito asustado por mis gritos, pero disimulamos diciendo que me había tironeado el cabello al peinarme.

El día estaba soleado y hermoso, todos se vistieron para ir a la casa mi tía pero me resistí a acompañarlos, el degenerado de mi tío seguro me haría cositas indecentes. Quedé solita en la casa y me sentía aburrida, decidí ir a jugar al parque y disfrutar el sol.

Me puse a llamar a las palomas pero no venían, por suerte se acercó el hombre que cuida el parque y me dio unas galletitas para las palomas. Yo estaba agachada y jugando muy entretenida con los pajaritos, creo que el pobre trataba de mirarme debajo del vestidito y me apené que no tenía cómo pagarle las galletitas, tal vez mostrándole la bombachita lo conformaría.

Su enorme sonrisa me convenció que separar las piernas fue una buena medida, el pobre se agachaba cerquita bloqueando la mirada de otras personas que podrían haberme visto allí abajo. Yo quería seguir jugando pero unos dolorcitos de panza me avisaban que tenía ganas de hacer caca, le comuniqué que debería irme a casa para usar el sanitario pero dijo que aquí mismo tenían un lugar donde nadie me vería.
La verdad el día estaba lindo y no tenía ganas de volver caminando hasta casa, me tomó de la mano y fuimos a una cabina donde guardaban los elementos de jardinería. Mirando para todos lados no veía un sanitario para sentarme a hacer caca pero desplegando un periódico en el suelo me sugirió que hiciese allí.

(continuará)