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El Doc Morbosos 3

GTSololeveling Relato enviado por : GTSololeveling el 07/05/2022. Lecturas: 978

etiquetas relato El Doc Morbosos 3   Amor filial .
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Resumen
El médico titular llevaba muchos años y la gente le tenía mucha confianza, vamos que le contaban su vida y le preguntaban consejo para cuestiones de todo tipo. Y conmigo seguían con la misma tónica, en eso había ayudado mi carácter paciente y amable. Eso me había proporcionado en ocasiones divertirme a costa de mis pacientes; especialmente las pacientes femeninas. Adolescentes solas o acompañadas de sus madres, jóvenes solteras y jóvenes casadas, maduras insatisfechas, etc… Eso sí, todas ellas tenían que estar de muy buen ver y muy dispuestas a escuchar y a obedecer al Doctor en todo. Muchas satisfacciones me había proporcionado esta casual sustitución. Hacía tres meses que me había dejado de mis novias y mi amantes, y llevaba el mismo tiempo, aquello que diríamos en el dique seco, por lo que las oportunidades de divertirse y pasarlo bien a costa de las pacientes receptivas no las iba de desaprovechar, tanto de las ingenuas despistadas o de las calientes insatisfechas.


Relato
Con El Sello De Placer y Morbo…
Mi nombre es; Lucas, soy un chico de 28 años, soy de ojos verde mar profundo, cabello negro azabache, piel blanca algo bronceada, de 1.89m de estatura de cuerpo atlético, musculoso, de brazos y piernas, largas tonificadas y musculosos, pues practico mucho deporte, como Boxeo, Basquetbol, Beisbol, Voleibol, Natación Etc… Abdomen marcado, pectorales fuerte grandes hombros, espalda ancha, con pies y manos grandes y avilés, vos fuertes, de actitud segura y decidida, con un par de poderosas bolas, y una polla de 29 centímetros de largo y 16 de circunferencia. Llevaba un mes realizando la sustitución del médico del pueblo. Y que pueblo, era uno perdido en la serranía y pasando más calor que en la vida. Eso sí, por lo menos tenia para distraerme. El médico titular llevaba muchos años y la gente le tenía mucha confianza, vamos que le contaban su vida y le preguntaban consejo para cuestiones de todo tipo. Y conmigo seguían con la misma tónica, en eso había ayudado mi carácter paciente y amable. Eso me había proporcionado en ocasiones divertirme a costa de mis pacientes; especialmente las pacientes femeninas. Adolescentes solas o acompañadas de sus madres, jóvenes solteras y jóvenes casadas, maduras insatisfechas, etc… Eso sí, todas ellas tenían que estar de muy buen ver y muy dispuestas a escuchar y a obedecer al Doctor en todo. Muchas satisfacciones me había proporcionado esta casual sustitución. Hacía tres meses que me había dejado de mis novias y mi amantes, y llevaba el mismo tiempo, aquello que diríamos en el dique seco, por lo que las oportunidades de divertirse y pasarlo bien a costa de las pacientes receptivas no las iba de desaprovechar, tanto de las ingenuas despistadas o de las calientes insatisfechas. Voy a contar esta vez la sesión con la mujer del farmacéutico, que a decir verdad no fue la única que tuve con ella. Aparecen nuevos pacientes en la clínica, esta vez conocí a la joven Julieta en la consulta, una caliente adolescente y le tuve que aplicar una terapia alternativa que necesitaba para alegría de los dos. Entran en la consulta una señora joven y atractiva acompañada de una muchacha adolescente, esta última con pelo largo negro de piel blanca ojos café labios fino 1.57m, de altura, delgada sus medias eran 93-58-95, de piernas firmes y largas, y una cola bien paradita, muy atractiva también.
--Buenos días, ustedes dirán.
--Vera Doctor, mi hija Julieta últimamente no está muy bien, le cuesta dormir, le cuesta respirar, está sofocada. -Etc... etc. --Y como hará un año que vino y fue revisada por el médico anterior, hemos pensado a ver si le puede ayudar, ya sabe a esta edad las jóvenes.
--Cuántos años tienes Julieta. -Le pregunté admirando la preciosidad que tenía delante.
--14 Doctor.
--Mire Doctor. -Dijo la madre. --Con su permiso voy a salir y la espero en la salita.
--Correcto señora muy considerada de su parte enseguida empezamos. -Dije yo mientras veía salir a la madre que la verdad tenía un culo que estaba muy pero que muy bien.
--Bueno Julieta vamos a empezar, si eres tan amable pásate al lado de la camilla y te desnudas.
--Si Doctor enseguida, ¿Del todo?
--Si por favor.
Pasó ella al lado de la camilla y mientras movía yo papeles de encima de la mesa me fijaba como se iba desnudando. La verdad es que conforme se quitaba prenda iba mejorando la visión. Era un bombón con esa edad y con esos ojillos de pícara que tenía, además del resto que no tenía desperdicio. Cuando estuvo totalmente desnuda me acerqué con el phone para empezar a oscultar.
--La última vez que vine el anterior Doctor apenas me miro.
--Tranquila Julieta que por mí no tendrás queja, si no hacemos el reconocimientos bien no solucionaremos tus problemas, siéntate en la camilla y vamos a empezar.
--Tiene razón Doctor usted inspira confianza.
Fui preguntando cosillas sobre sus hábitos mientras la revisaba y aparte de las rutinas de su edad sí que apreciaba que la muchacha era muy desenvuelta y lanzada.
--Veamos Julieta no aprecio ninguna anomalía aparente, voy a revisarte los pechos para ver el desarrollo, ya sabes que a esta edad de crecimiento.
Empecé acariciarle los pechos que eran una preciosidad, no muy grandes pero duros como piedras y suaves como un flan, se los apretaba, los sopesaba y le pasaba suavemente los dedos, enseguida se endurecieron los pezones.
--Voy a presionar sobre los pezones Julieta para ver la reacción, me dices si te hace daño.
--No Doctor, en absoluto, todo lo contrario, me da como unas cosquillas pero más abajo.
--¿Más abajo?
--Sí, bueno entre las piernas, estoy un poco mojadita.
--¿Mojadita?, Ya comprendo, son las hormonas de la edad. -Dije yo pasándole un dedo por los labios vaginales, efectivamente estaba mojada y sin dejar de acariciar un pezón con la otra mano suavemente le pasada el dedo por la rajita.
--Si Julieta es cierto está muy humedecida.
--Creo que tengo los pezones muy sensibles, enseguida se ponen tiesos y eso cuando viene mi tío a casa me pone de nervios.
--¿Tu tío, cuéntame con confianza que para eso soy tu médico?
--Sí… el hermano de mi difunto padre, cuando viene a casa no tiene otra obsesión que mirarme y cogerme los pezones que además suelo tenerlos muy marcados en la ropa y juega con ellos, incluso me dice que no me ponga sujetador cuando viene él para así tener más comodidad, es un poco aprovechado pero siempre me hace muchos regalos y muy espléndidos.
--¿Y tú le haces caso?, le decía mientras le acariciaba los pechos ahora con las dos manos.
--Bueno… porque no… él se pone sofocado como un tomate y se le pone un bulto en la bragueta, pero no para… además le he pillado alguna vez metiéndole mano también a mi madre en un descuido… es un abusante, eso sí, siempre que viene solo, sin que le acompañe mi tía.
--Ósea que a tu madre también.
--Sí, pero mi madre no le deja como yo... bueno que yo sepa.
La muchacha se estaba calentando a la carrera, los pezones apuntándome, la cara enrojecida, la respiración un poco agitada y además pasándose la lengua por los labios.
--Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa. -Sobre le estaba dando y ella contentísima. --Ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn…
--¿Tienes alguna problema con la regla?
--Pues no, hasta la fecha no, pero si me permite y como usted es tan amable, sí que tengo un pequeño escozor, en... como diríamos... -y acercándose en voz baja me comentó. --Tengo un escozor entre las nalgas… cerca… cerca de mi… ano.
--Tranquila mujer, vamos a verlo… Bájate y túmbate en la camilla arrodillada y estira el brazo hacia adelante, así se te queda el culo preparado para examinarlo.
Julieta se colocó en esa posición tan sugerente y yo mientras le preguntaba le acariciaba las nalgas que eran preciosas.
--Tienes un culito precioso si me permites el comentario.
--¡¿Verdad que si?!... Y si no que se lo digan a mi profesor de gimnasia que en cuanto tiene oportunidad me lo coged y me pega unos sobeos en el gimnasio... el otro día se llevó una buena sorpresa, me metió la mano por dentro del pantalón de deporte como siempre, pero esta vez no llevaba nada debajo y puso una cara de sorpresa.
--Vaya con la sorpresa, ¿Imagino que sería una sorpresa agradable por su parte no?, ¿Aprovechó la ocasión?
--Bueno bastante la aprovechó, si ya lo creo, además siempre tengo buenas notas en gimnasia todo hay que decirlo.

Vaya calienta braguetas era la muchacha. Efectivamente, examinando tenía el agujerito del ano irritado probablemente por algo externo, a saber que se había metido esta chiquita.
-Lo tienes irritado Julieta, te voy a poner una crema y me dirás que te ha pasado mientras tanto.
-Si Doctor, muchas gracias, le diré la verdad, resulta que mi novio que es un poco bruto me la intentó meter por el culo el otro día, estábamos jugando y como siempre él se corre antes y me deja a medias se le ocurrió probar por detrás, ya le dije que ni se le ocurriera pero el muy cabezota, se subió encima y adelante, me la intentó meter, menos mal que solo pudo con la punta porque me hacia un daño.......¿ No se lo dirá a mi madre verdad?
Por favor Julieta, por supuesto que no, esto es secreto profesional.
Yo la escuchaba mientras le iba poniendo con mucha suavidad una pomada en el culete, de paso le acariciaba los labios vaginales y hasta las nalgas con la otra mano. A ella le estaba gustando el tratamiento porque mientras me contaba cosas se movía suavemente arriba y abajo y emitía pequeños suspiros.
--Haaaaaaaaaaay Doctor, me está haciendo mucho bien la crema que me está poniendo.
--Verdad que sí. -Le decía yo sin dejar de acariciarle los suaves agujeritos. --Lo que necesitas es un poco de suavidad, a ver si le enseñas a tu novio. -Le introducía un dedito totalmente lubricado en el culo y a la vez le tocaba con la otra mano el botoncito del clítoris que lo tenía erecto y totalmente mojado. -Empezó a respirar profundamente y a moverse cada vez más.
--Haaaayy Doctor... Que suavidad... ¡Huuuuuuuuuuu! Siiii, mi novio supiera poner la crema así, que gus... To, Doc… Tor, así... Así, Haaaaaaaaaaayyyyy…
La muchacha se había corrido de gusto y se había dejado caer encima de la camilla totalmente relajada, pero con lo caliente que era ella, iba a poner en práctica otro sistema alternativo.
--Bueno Julieta, contigo creo que voy a utilizar una terapia alternativa para solucionar tus problemas hormonales.
--Como usted diga Doctor, tengo total confianza en sus métodos.
--Bueno, pues siéntate en el borde de la camilla e inclínate hacia atrás con las manos, así muy bien, con las piernas abiertas y vamos a realizar un examen ginecológico.
Nuevamente la tenía colocada de cara, esta vez con las piernas abiertas y ella inclinada ligeramente hacia atrás. Empecé por pasar un dedito separando los labios vaginales y acariciando suavemente, ella lo empezaba a gozar por las caras que ponía.
--Ummm, Ummm, Ussssfff, sssffff, ohhhhhhh…
Después introduje suavemente un dedito, luego hasta dos, rítmicamente y sin descanso.
--¡¡¡Aaaaah!!! ¡¡¡Aaah!!! ¡¡¡Aaaah!!! ¡¡Me corroooo!! ¡¡Me corrooo!! Mmmmnnnnn, Mmmmnnn, Mmnmnnn, Mmmmnnnnn, Mmmmnnnnn…
--Creo que lo tienes todo en orden Julieta, correctamente y en sin alteraciones, ¿Te hago algún daño?
--No en absoluto, ¡Huuuuuuuuuuu! todo lo contrario, me está gustando muchísimo la revisión… y Ade... más me hará mucho bien... estoy segura, el anterior doctor, no tenía estos métodos modernos, ¡Huuuuuuuuuuuuuu!
Ya lo creo que le gustaba solo había que verle la cara de satisfacción y lo caliente que estaba, jadeando, suspirando y con los ojos y la boca abierta, además movía las caderas hacia delante y hacia atrás como buscando la penetración más intensa.
--Bueno Julieta, si me lo permites voy a pasar a otra fase de la terapia que creo necesaria, tal vez te parezca extraña pero imprescindible en este momento, es un tema confidencial y como todavía no está aprobada por el Colegio de Médicos es mejor ser muy discretos en su aplicación, deber guardar secreto sobre la misma, ¿de acuerdo?
--Si por supuesto Doctor pero no se distraiga con la revisión.
--Pienso que necesitas una penetración y como responsable de tu salud tengo la obligación de realizarla, siempre con tu permiso por supuesto.
--Cuenta con el Usted Doctor, si es por mi salud faltaría más.
--Bueno pues vamos a ello.
Y bajándome el pijama hice aparecer la polla que hacía rato que la tenía tiesa y estaba deseando entrar en acción, le puse un preservativo que tenía en el bolsillo por si acaso y la acerqué y la pasé suavemente por los mojados labios vaginales, arriba y abajo.
--Doctor ya sabe que tengo mucha confianza en usted pero lleve cuidado que de ese tamaño no han entrado nunca.
--Tranquila que soy un profesional. -Y cogiéndomela con una mano empecé a realizar la penetración despacio y suavemente.
--HUUUUUUUYYYYYYY, que bueno Doctor, me gusta su terapia, siga, siga, siga, siga, siga…
Poco a poco fue entrando en su totalidad y cuando llegué al final me quedé quieto y le dije.
--Bueno Julieta, ¿Ha que no te ha dolido nada verdad?
--En absoluto todo lo contrario.
--Pues ahora realizaré unos movimientos en entrada y salida para comprobar el buen funcionamiento del conducto.
--Com... prue... be, compruebe Doctor... Haaa, haaaa, rico ha, ha, ha Siiii… es... toy en sus ma... nos, Haaaa… ha, ha, ha, que rico haaaaaaaaaa GUAAUUUUUUUUUU, siga, siga... no... Se... pare… ¡Más! ¡Más! ¡Más haaa! ¡Rico haa! ¡Sigue no te pares! siii.... si...si... que rico... Dame más, si ha, ha, ha, ha, siii... ahhhiiii... siiii...
--Julieta por favor no chilles que fuera estará tu madre esperándote.
--Ya quisiera estar ella en mi lugar, con la falta que le hace, HUUUUYYYYYYY.
--Te duele Julieta.
--¡Mmmmm! no señor Doctor, es más, me gusta mucho, mejor dicho muchísimo.
La cogí de la cintura sin sacar el pene y comencé un mete y saca rítmico adelante y atrás, adelante y atrás.
--¡Ooooooooh! es fantástico señor docto, ¡Uy! ¡Así, asi, asi, asi! Me vieneeeee, me viene, de nuevo me viene, estoy en el cielo Doctor… mi novio… ¡Oooooh!... tiene mucho… ¡Ah! ¡Ah!... Mmmnnn, ha, ha, ha, ha, haaaaaa…. Mmnn, Mmnn, Mmmnnnn, Que aprender, ya lo creo… Haaa, haaaa Mmmmnnnnn, haaaah, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay…
--Me alegro que te guste tanto mi tratamiento, a mí también me gusta aplicarlo.
La velocidad de las embestidas del Doctor que era lenta al principio a medida que pasaba el tiempo fue subiendo su velocidad hasta llegar a producir el orgasmo en la paciente.
--Ooooh… ooooh, que buen, no pare… ¡Siii Diosito Doctor haaaaaay! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha… No pare…. no pare… Ooooh… es… fantástico… ¡Ahh que rico que rico no aguanto! ¡Ahí, ahí, ahí uhh, uhh, uhh! ¡Que verga! Ay mi Dios Doctor! Dame más Doctor, si dame más Doctor, Siii Doctor así haaa ¡Siiii Doctor! ¡Más Doctor haaa! ¡Rico Doctor haaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Sigueee Doctor no tee pares! ¡Doctor haaaa Ricooooo!... HAAAAAAAAAYYYYYYYYYY… Haaaaaaaaaaaa… ¡POR FAVOR! ¡ME GUSTA!… ¡¡¡¡¡¡YAAAAAAAAAA!!!!!!...
--Yo también me voy bombón, ¡Guauuuuuuuuuuuuuu!, por fin.
Los dos acabaron agotados, el Doctor se arregló la ropa y después de ayudar a Julieta a bajar de la camilla le dijo:
--Bueno Julieta yo creo que estás estupenda. -Le decía mientras le ayudaba a vestirse. --Seguro que tus problemas habrán desaparecido en breve y notarás una pronta mejoría, de todas formas sería conveniente repetir el tratamiento en unos días.
--¿Me parece estupendo Doctor, vengo a final de semana?
--No mujer, pide hora para dentro de 15 días. -Esta chiquilla me iba a dejar hecho polvo pensé yo mientras la acompañaba a la puerta. Fuera de la clínica su madre nos esperaba impaciente.
--¿Qué tal Julieta?
--Muy bien mamá, este Doctor es muy competente, que diferencia con el anterior pero para asegurarnos tengo que seguir el tratamiento.
--¿Es grave Doctor?
--No mujer, en absoluto solo es una cuestión rutinaria y de control. -Le dije yo fijándome lo buena que estaba la madre y la revisión a fondo que le haría igual que a su hija.
Continuara…

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 19:29) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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