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El regalo de mi amiga Lesbina ( CON fotos)

Relato enviado por : curiosomaipu el 05/06/2016. Lecturas: 5416

etiquetas relato El regalo de mi amiga Lesbina ( CON fotos)   Infidelidades .
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Resumen
Ely es lesbiana y me ha regalado lo mas sagrado para ella....


Relato
El regalo de mi amiga lesbiana.
Ely, es mi amiga, nos conocimos una vez que me dedique a vender música pirata en las afuera de un colegio. Como teníamos los mismos gustos por una banda de música alternativa, nos hicimos muy buenos amigos, en aquel entonces ella era una alumna muy aventajada por lo cual para ella entrar a la Universidad fue muy fácil. Se gradúo como intérprete de Ingles Japonés sin ningún problema. Pero me daba cuenta que algo no encajaba muy bien, pues ella es alta, le encanta usar su cabello café bien corto, a pesar que en la escuela lo usaba bien largo y crespo, quiso hacer un cambio , su rostro es de rasgos muy finos, usa unos lentes de marco de color rojo, que hacen resaltar aún más sus ojos azules, su tez blanca junto a sus labios bien delgados, la hacen ver como una mujer muy hermosa, ella se ha vestido muy normal, ahora tiene 36 años, pero lo que estoy contando ocurrió cuando ambos teníamos 26 años, lo que no me cuadraba en esta mujer era que nunca le conocí a un novio o un amigo especial.
Cuando empecé a frecuentarla, sin ningún tipo de interés oculto hacia ella, me agradaba su forma de conversar, sus modales, siempre muy divertida y directa, tenía la certeza que ella siempre me veía como su amigo, su compañero, pues compartíamos los mismos gustos, nos vestíamos de negro, salíamos a fiestas alternativas en Santiago. Que en aquella época eran muy escazas y que su valor de entrada estaban muy por encima de las discos “normales”.
En aquel entonces, yo estaba casado, pero mi esposa a ella la odiaba con toda su alma, de hecho le encontraba algo de razón, pues Elizabeth era muy de piel, como le decimos en chile a las personas que les encanta abrazar, saludar de abrazos y besos, mucha sonrisa. Así que me acostumbre a salir con ella algunas veces a tomar café o ir al cine o a los museos con ella, sin avisarle a mi esposa. Éramos para muchos una pareja.
En una ocasión, ella al fin se confesó, me dijo que opinaría si ella fuese Lesbiana, debo hacer una aclaración, en Chile en los años 90 era la homosexualidad algo muy Tabo, así que le dije que eso me tendría sin cuidado, yo la quería por cómo era conmigo y no por sus gustos sexuales, solo me daría pena, en tono de broma le dije, es que nunca te voy a poder follar,
Nos reímos juntos, ella se sintió aliviada, paso mucho tiempo de esa confesión, y en mi empezó a nacer algo con ella, que me empezó a poner nervioso, esta mujer ya de 26 años, estaba muy bella y creí que me estaba enamorando, por lo cual ya la veía como una pretendiente, entre nuestras salidas secretas y su manera de comportarse me nublaba por completo, pero como no quería arruinar esta amistad, menos darle un motivo a mi esposa, para que después diga que sus sospechas eran ciertas, me comencé a alejar de ella. Pero recuerdo que una vez, mi amiga me pregunto si además de mi esposa me atraía alguien más, fui muy cuidadoso con la respuesta y le dije:
Ely, soy un hombre, siempre he tenido un amor platónico y secreto…
¿En serio?, dime quien es,…me interrogo.
Lo siento, por algo es secreto…y no hable más del tema.
Pasaron unos meses y aquí empezó la historia que quiero contarles, el día que esto ocurrió, lo tengo muy bien grabado, 15 de junio, recibí una llamada de ella como a las 20 horas. Era muy extraño que me llamara, pues solo había llamado una sola vez a mi hogar, me pregunto si podríamos juntarnos un rato, ella estaba cerca de mi casa. Lo dude, nunca había salido de improviso desde mi casa, como vi que su voz estaba muy diferente me preocupe, le pregunte de que se trataba,
No Robert..., es algo muy privado y no puedo decirlo por teléfono…- ella dijo.
De acuerdo, dame unos 15 minutos y veo como me las arreglo para salir. –le respondí
No sabía que excusa inventar, como era fin de semana a una de mis hijas, se le ocurrió la genial idea de pedir comida china o pizza. Ahí estaba mi oportunidad, como sabía que mi esposa no me acompañaría a comprar y mis hijas estaban ya con sus pijamas, les dije:
“Saben... siempre comemos lo mismo, ¿que tal si voy a comprar carne asada? “Como era lógico todos aceptaron.
De esa manera Salí a reunirme con mi amiga, pensé que me podría acompañar a comprar y de pasada me contaría lo que le estaba pasando.
Nos juntamos a 2 cuadras de me casa, ella me estaba esperando en una esquina, se subió al auto y nos saludamos como siempre, le dije la escusa fácil que invente y le pregunte que le pasaba. Pero no me respondía. Me dijo que estando en el restaurante me contaría. Llegue a comprar, realice mi pedido, y nos sentamos, ahí pedimos algo para beber, le pregunte que diablo le pasaba, nada. Estaba muy nerviosa, se le notaba pues cuando estaba así, siempre jugaba con sus dedos largos y delgados.
Robert…si te pido algo, aunque tuvieras que mentirle a tu esposa, ¿lo harías, por mí?
Ahí me asuste, ¿Qué te pasa, porque tanto misterio, ely?, tu sabes que lo haría, pero dime que es
No, primero inventa algo para que puedas estar conmigo esta noche, por lo menos dos horas, te prometo que es muy importante,
De acuerdo –le respondí- déjame inventar una excusa, me levante y llame a mi casa, me hice pasar por un cliente con un problema con su computador, como soy técnico de soporte en un banco, mi esposa sabía que era mi responsabilidad solucionarlo, para que no me reconociera la voz puse un pañuelo sobre el teléfono y cambie el tono de mi voz. La idea funciono, pues al llegar a la casa, mi señora me cuenta que me esperan en el banco. De mala gana fingí salir. Así que deje la comida en casa y me reuní con mi amiga, si no fuese tan hermosa, por ningún motivo haría esas cosas, pero ahí estaba una vez más en un pub con ella, Tomamos y comimos algo ligero, hasta que no aguante más y le dije
“me vas a decir que te pasa esta noche, ely”
Roberto, hace años que somos amigos y quiero que me respondas con la verdad, ¿Quién es tu amor platónico?
Me atore con mi jugo de la impresión, la mandíbula se me atoro, el jugo que tenia se escapó y no pude evitar atorarme. Pensé para adentro de mí, me atrapo, se dio cuenta que me gustaba y que hace años que me aguantaba las ganas de tener algo con ella.
Ely, es secreto, ya te lo había dicho, no tiene gracia si lo confieso.
Ella me miro y me volvió a preguntar:
¿La conozco?.. Es importante para mí saberlo, no puedo creer que no me lo confieses, a mí, tú mejor y más antigua confidente,
Luego se desesperó y casi gritando me dijo:
¡Necesito saberlooooo!
Ya no podía seguir haciéndome de rogar y de una sola frase se lo dije
Ely, siempre la has conocido, eres tú.
No recuerdo muy bien que paso o como ocurrió esta escena, pero ella se levantó de su asiento frente al mío y se acercó a mi lado, me dio un beso, un beso tan suave y dulce, que logro despertar en mí una satisfacción tan bella, que respondí intentando de ser lo más lento y delicado con sus labios. Ese beso esta tan grabado en mi mente que de solo recordarlo me llena el alma, la manera en que ella movía su boca sobre la mía, la saliva delgada que amarraba nuestras lenguas, el sentir su mano derecha sobre mi nuca y la mía jugando en su cabello, han hecho que lo considere como el mejor beso que me han dado. Debió durar unos 5 minutos que nos besábamos de esa manera, si nos detuvimos fue solo porque sus lentes se habían empañado. Al separar nuestras caras, ella aun tenía sus ojos cerrados y sentí como un hilo de su aliento se fugaba de su boca hacia la mía.
¿Amor, porque nunca me lo habías dicho? Me dijo asomándose una tierna sonrisa en su rostro ruborizado…
Ahí le confesé que era por temor a embarrar nuestra amistad, y como era lesbiana, pensé que jamás tendría una oportunidad con ella. Además yo sabía que sus antiguas compañeras la hacían feliz. Ahí ella me conto como fue que decidió hablar conmigo esa noche. El día anterior estando con un grupo de sus amigas, le contó lo que yo le había declarado, sobre la afirmación que le había dicho meses atrás: “Soy hombre, así que como todos, siempre tenemos un amor imposible”, sus amigas le dijeron que era muy ciega o no se daba cuenta, que yo hablaba de ella. Eso la inquieto y fue uniendo cabos sueltos, sobre mi comportamiento, mis atenciones, mis preocupaciones hacia ella, y además que todas ellas pensaron en algún momento cuando nos conocieron que éramos novios o parejas.
He sido una tonta contigo, tu sabes que he sido lesbiana y he tenido muchas amigas, pero no negare que me he sentido atraída hacia ti, desde siempre, de hecho eres el único hombre decente que he conocido y que nunca me harías daño y que jamás te me has propasado, eso ha hecho que te pida cosas que no son de amigas, pues seque eres casado. Sabes, solo he tenido sexo con mujeres y nunca con un hombre, es algo que me había propuesto nunca hacerlo, porque para mí la virginidad es muy valiosa, por eso te he pedido que te quedes.
No fue más que me lo dice y tomamos rumbo a un hotel.
Ahí comenzó mi regalo, mi verdadero regalo que me tenía guardado mi amiga, Mi ely, Mi amiga lesbiana, una mujer con experiencia en el sexo, pero que nunca había perdido su virginidad con un hombre.
Entramos al motel, me pedio que la esperara en la cama, mientras ella entraba al baño.me senté al borde esperándola, no sabía si sacarme la ropa o esperar, hice lo último. Pasaron unos minutos y salió ella, mi Ely, traía puesto un conjunto de ropa interior amarillo con detalles blancos, siempre había admirado su cintura pequeña, pero así, casi desnuda era una diosa, su piel era suave, no tenía ninguna imperfección sobre su cuerpo, su rostro de mujer me sonreía, se veía muy segura de lo que haríamos, pero su recato de estar así, casi desnuda frente a mí, hacía que sus piernas se apretaran, sobre su cuello traía un collar de plata, en color rojizo, que junto a su cabello corto hacían que su cuello se viera más largo, sobre sus pies traía una medias hasta un poco debajo de su rodilla, de color piel transparente, sus caderas bien demarcadas, lograron que me excitara y me levante y fui hacia ella.
La bese y ella me respondió, sus manos inexpertas en acariciar a un hombre, se quedaron quietas sobre mi nuca, yo use mis brazos y la tome por su cadera y la pegue a mi cuerpo, a mi pantalón, ella sintió la dureza que estaba oculta sobre él y se separó un poco de mi boca y bajo la mirada hacia donde estaba mi pene. Se mordió su labio inferior y me dice
Muéstrame tu pene, quiero ver como es
Obedecí y me desabroche el pantalón, luego al quitarme el cinturón ella bajo una mano hacia donde ocultaba mi verga y entre el Bóxer metió su mano, una mano cálida, con dedos largos y acaricio mis testículos, de su cara escapo una frase tan ingenua pero a la vez con un tono tan erótico, que jamás he vuelo a escuchar en alguna persona
¡Dios mío, estoy tocando el pene del Roberto!, -
fue tan increíble escuchar esa oración que logro que mi verga latiera con más fuerza, la volví a besar, ella respondió mi gesto con otro beso, pero esta vez ella me empujo sobre la orilla de la cama, me quito la camisa, y ahí desnudo frente a ella empezó a mover su cuerpo frente a mí, giro su cadera, sin mover sus pies frente a mí y se bajó el tirante de su hombro izquierdo, me entrego una mirada sensual y me lanzo un beso , camino dos pasos hacia atrás, sin quitarse esa postura y desabrocho su corpiño, pero lo sostuvo para taparse los senos, luego se giró hacia mí y dejo caer como si fuese un accidente el sostén, ahí contemple los dos montes de mi amiga, los senos firmes e inmaculados de ella, sus pezones estaban erguidos, apuntando hacia mí, su amigo, su nuevo amante, como vio que mi verga estaba aún más dura, se dio media vuelta, dándome la espalda y se quitó su calzón amarillo, yo aproveche de acomodarme aún más, y comencé a acariciar mi polla. Ella se dio cuenta y me sonrió,
Déjala quieta, amor, que yo me encargare de acariciarla,
Le hice caso, ella se subió como una gata sobre mi cuerpo y me comenzó a besar, yo acariciaba su espada y con la otra mano su cadera, no quería tocar sus glúteos ni su entrepierna, pues quería demorar lo más posible los juegos preliminares. Ella se acomodó más sobre mí, pero en vez de ir a mi pene, subió sus muslos hacia mi boca, quería que la mojara con mi lengua, el sabor que salía de su vagina, era dulce que se mezclaba al aroma de su perfume carolina herrera, sus nalgas eran suaves y duras, ella comenzó una danza sobre mi boca, demostrando que sabía muy bien hacerlo, sus manos se intercalaban acariciando sus dos senos o sus glúteos.
¿Te gusta así, Amor?, -ella me provocaba, por lo cual mi boca comenzó a mordisquear su clítoris rosado y logre robarle un gemido.
OH my good…--ella exclamo, Escuchar su gemido en ingles junto a su acento tipo británico, me calentó aún más, y ella lo noto y seguido con otras frases similares
Do not stop, please, give me more...
It is a pleasuuure, stiiill moreee
Como yo estaba brindándole un placer delicioso sobre su vagina bien depilada, ella tomo mi cabeza y la empujo más hacia ella y con su otra mano libre, comenzó a acariciar su ano, estábamos en la gloria. Estábamos unidos en un pecado, un pecado que aguardaba por años y su espera estaba dando sus frutos, éramos como una fruta tropical, que espero por años en madurar y ahora estábamos devorándola con sed y hambre.
Como el placer en los dos estaba en aumento, pase mis dos manos hacia sus muslos y los separe, para poder contemplar en todo su esplendor los labios de su conchita, ahí estaban, mojados por mi boca y por el líquido blanquecino de su virginidad, sople sobre ellos causándole la reacción esperada, un gemido al sentir el aire frio entibiando el calor de su interior.
Ella volvió a gemir, yo saque mi lengua y como lo haría un animal sediento, comencé a lamer su vagina, con la lengua bien afuera, pero sin dejarla tiesa, la movía de arriba abajo, sin esperarlo empezó a tensar sus muslos y su espalda, estaba teniendo un orgasmo, uno suave pero largo orgasmo.
- Que manera de chupar, amor, no pares, -ella me decía con su voz entrecortada. Así lo hacía, de vez en cuando me detenía solo para volver a soplar sobre su clítoris y reanudaba mi técnica. Al cabo de unos tres minutos así, ella se separó de mi boca y se fue a los pies de la cama y separo mis piernas y se arrodillo frente a mi falo erecto. Lo miro unos segundos y con su mano derecha se chupo la palma froto mi verga. abrió su boca y trato de tragarse mi herramienta, logro solo chupar la punta de ella, pues es muy gruesa, pero no se detuvo, acomodo su mano derecha sobre la base de mi sexo y empujo la piel hacia abajo y comenzó a tragárselo, como logro que su boca recibiera otro trozo más acelero los movimientos de su boca, y comencé a sentir como su lengua rosaba la cabeza de mi glande, casi logra que eyacule, por lo cual me detuve y le dije que esperara, yo quería colocarme un condón, pero ella me dijo que aún quería más de mi boca sobre su vagina.
Me levante y fui yo quien la recostó sobre la orilla de la cama con sus piernas abiertas, vi como su vagina estaba casi dilatada, su clítoris erecto y colorado, los labios de su conchita sobresalían de ella, por lo cual volví a comer de su fruto prohibido, nació a los pocos segundos otro pequeño orgasmo, mientras este aparecía su pubis le alzaba más hacia mí, por lo cual me indicaba que lo estaba haciendo más que bien, con mi mano derecha aproveche de acariciar sus nalgas y probé si me permitía tocar su ano, ella me rehusó,
Aun no, Roberto, por ahí no, por favor.
Obedecí de inmediato, pero aproveche de separar sus piernas aún más y me subí, ahora yo sobre ella, colocándole mi verga sobre su boca, así estuvimos por otros minutos, dándonos mamadas mutuas. Es esta oportunidad mientras me comía su “Chorito”, introduje mi dedo índice dentro de ella, el gemido fue claro, ella saco mi verga de su boca y suspiro:
Asiiiii, Asiii… Roberto, aaahh…asiiiii
Cuando había logrado meter ya tres dedos dentro de ella, me levante y le dije:
¿Estas lista?- ella solo movió su cabeza diciéndome que sí, me puse el condón que ella había traído y me subí sobre ella. Sentir bajo mi peso su cuerpo delicado y lleno de sudor, mezclándose con mi piel llena de vellos, ese roce de sus senos bien duros hacia mí, logro que ella separara aún más sus piernas, levanto su pubis lampiño hacia mí y con mi mano derecha apunte mi verga hacia su tesoro, tesoro que me estaba regalando con todas sus ansias. Los labios vaginales se separaron y se apegaron a la forma de mi verga negra y tiesa, como si fuese un caramelo en la boca de una colegiala, empuje un poco, ella cerro los ojos y se mordió su labio superior, le dolía, pero no le importaba, así que me retire unos centímetros y me detuve, luego al ver que ella no abría los ojos, volví a empujar, pero esta vez, un poco más largo, mi polla estaba profanando su “conchita” logrando así meter la cabeza de mi glande, sentí como su Himen se expandía, ella se retorció y abrió los ojos y me declaro
I´m Horny, Robert…give me
Así que empuje con más fuerza y ambos sentimos como su vagina se expandía a la entrada de mi gruesa Polla negra, ella sintió como su Himen estaba siendo rasgado, pero no sintió dolor, era placer, como logre penetrarla con todo mi pene, me detuve una vez más a contemplar a mi amiga, esa amiga de infancia, esa mujer lesbiana que tanto había cuidado su virginidad, solo para regalarme la a mí. Como ella estaba asombrada de lo que estaba sintiendo, comenzó a frotarse los senos, y a contornear sus caderas yo me recosté sobre ella y comencé a meter y sacar mi falo de carne, el condón estaba bien lubricado, solo unas gotas de sangren habían manchado nuestros órganos sexuales, pero el placer lo nubla todo, así que cabalgue sobre su monte de venus, sobre su boca de afrodita, Lesbos estaba de fiesta, pues nos regalaba de sus placeres y dotes, nuestros cuerpos se frotaban con energía, el sudor de ellos se traspasaba hasta las sabanas, yo quería eyacular para liberar mi semen dentro de ella, para que sintiera como latía al expulsarlo. Esta vez el que gemía era yo.
Estas ricaaa, ely, muy rica, amor… ¿te gusta así?- ella afirmaba y no paraba de moverse bajo mío.
No pares Roberto, no pares, quiero más, hazme tuya mi amoooor,
En un momento ella se detiene y me pregunta:
¿Amor, lo harías sin condón conmigo?—lo dude y no respondí de inmediato, le dije que sí, pero corríamos el riesgo de quedar embarazada, ella muy seria me dice:
“no podría, no estoy en mis días fértiles y la verdad, quiero entregarme por completo a ti, y ese condón me frena.”
Después de eso, ni lo dude, me saque el maldito condón, y la verdad, fue lo mejor
Al volver a meter ahora mi verga tibia dentro de su vagina desnuda, hizo en mí que mi calentura aumentara, mis venas se hincharon al sentir su interior, lograba sentir como rompía la paz de su “conchita húmeda”, como era la primera vez que ella sentía mi polla desnuda dentro de ella, sus gemidos fueron en aumento y el calor en su cuerpo volvió, nuestros movimientos se coordinaron de tal manera que cuando yo empujaba ella lograba levantar más su cola hacia mí, yo besaba sus senos en especial sus pezones, firmes y erectos, su cuello lo mordía y eso a ella le encantaba, rosaba mi lengua por toda su oreja bajando hasta sus hombros, mis manos no dejaban de hurguetear por sus caderas, ella hacia lo mismo sobre mis nalgas
Roberto, me tienes ardiendo, me encantan tu trasero, amoorr
Llego un momento en que mis testículos llegaron hasta lo más adentro posible de su entrepierna, y sentir como golpeaban sus glúteos lograron que me volviera en una maquina penetrándola
Dame, dame, dame maaaaasss, soy solo tuya, dame maaass- me susurraba ella
Te voy a inundar con mi leche, eeeso quieres yo le respondía
Si, dámela, solo dámela, me confeso
Y ella empezó a sentir otro orgasmo, pero este era más fuerte, más placentero, estaba naciendo un orgasmo desde el interior de su vagina, era su primer orgasmo, su primera penetración por un hombre, por su amigo, que ahora era su amante. Un líquido blanco y cálido inundo todo el tronco de mi verga en su interior. Se estaba asomando a la cima del clímax.
No pares, no paress, párteme la conchitaaaa, es solo tuyaaa, robertooooooo

Ahí ya no aguante más, eran más de media hora en esa posición y mi verga solo quería erupcionar su semen dentro de ella, se comenzó a retorcer de tanto placer, que su espalda se contorneo hacia arriba realizando un arco sobre su cabeza y su pelvis, la cual estaba ensartada a mí, me levante sin sacar mi polla de su vagina, y comencé a frotar mis manos sobre sus pechos y sus estómago, el efecto fue automático. Ella ya no aguantaba más, y su orgasmo se desencadeno, el placer comenzó a recorrer su cuello, bajando por su cuello y su nuca, las hormigas del placer carnal, inundaban sus senos, se fueron por la orilla de su espalda llegando a su ano y de ahí se pasaron a llenar como un rio de lujuria las paredes de su cueva llamada vagina, el incendio era eterno e inapagable, y eso su cuerpo le agradaba, ella sintió como ese pedazo de carne comenzó a pulsar dentro de ella, y por primera vez sintió que algo estaba inundándola , algo cremoso, tibio y que la lubricaba aún más, sus piernas se aferraron al suelo con mayor firmeza y empujaba hacia mi polla, no quería soltarla, ese orgasmo no podía parar, ni para ella ni para mí.
Yo cerré mis ojos y deje que mis caderas realizaran lo suyo, no estábamos follando, estábamos teniendo un increíble sexo, era amor demostrándose entre nuestra carne trémula. Mi eyaculación fue larga, sentía como mi leche empapaba todas las paredes de su vagina, al meter y sacar notaba como la llenaba por lo cual más ánimo me daba de penetrarla. Cuando al cuarto chorro de mi semen la llenaba, me deje caer sobre ella, pero no pare de penetrarla. Aun quería más.
Dios mío, como me culeas, Roberto, eres un animal, amor,
Así que seguía sin detenerme, ella suspiro tan largo un aliento de cansancio que se relajó por completo debajo mío.
Te gusto Ely, estas bien, - le dije
Es increíble, amor- no creí que fuera tan rico, me respondió
Yo la bese y sin aviso, continúe penetrándola, primero despacio, luego a mayor ritmo, ella no entendía, como mi verga aún estaba erecta, yo quería y sabía que podría follarla una vez más.
Y así fue, en esa misma posición comencé a devorarla, pero esta vez con su vagina ya desvirgada, pues estaba muy lubricada y mojada con mi semen, ella no entendía como yo tenía tanto lívido por otro polvo, así que se dejó, mientras la ultrajaba con mi polla, ella gemía, me besaba, se pasaba la mano hacia mis nalgas y las apretaba con fuerza, yo separe una pierna y la puse sobre su muslo izquierdo, así podría moverme a mi antojo sobre ella y comenzó a hacer círculos mientras la penetraba con mi falo, el efecto era el que yo quería, que ella sintiera como mi glande revolvía toda su carne interior y la base de mi Pene frotaba los labios exteriores de su “conchita” y sentía a la vez como mi pubis velludo, acariciaba su clítoris, ella comenzó a sentir otro orgasmo, eran más de 8 en esa sola sesión, y yo me deje llevar, y de mis testículos se encargaron de expulsar más semen dentro de ella, cuando ambos eyaculamos al mismo tiempo, nos besamos de tal manera que nos mordimos los labios para ahogar nuestros gemidos.

Y así fue como esa noche, mi amiga lesbiana me entrego su mayor tesoro…
Ya han pasado más de 15 años y aun la tengo en mi mente como la mejor mujer que me ha robado un beso y ella aun me considera su amigo. Solo que ella ya no está en chile.




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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:57) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:24) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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