El Secreto de Jenny

Eran alrededor de las 10:20 de la noche, Jenny acababa de llegar a la fiesta de cumpleaños de su amiga angélica la cual cumplía veinte años… eran muy amigas desde muy niñas, pero la reacción de su amiga no parecía ser de alegría al verla, algo que Jenny noto inmediatamente y le pregunto.
– ¿qué te pasa? No me digas que…
– ¡sí! Álvaro esta aquí.
– ¡le invitaste! ¡Sabias que yo vendría! – exclamo Jenny con cara de enojo, no era para menos ya que solo unos días atrás, habían terminado su relación abruptamente… Jenny insistió en irse pero su amiga angélica le rogo que por favor se quedara un rato mas y que disfrutara de la fiesta, Jenny acepto de mala gana y por un rato todo parecía ir bien, hasta que comenzó a bailar con un amigo de la universidad y fue entonces que su ex novio Álvaro que había comenzado a beber en exceso empezó a abrir la boca de más, contado intimidades y narrando las posiciones sexuales que le había hecho… cuando eran novios, quizás celoso de que alguien más bailara con aquella hermosa chica que esa noche lucia muy hermosa y sensual. Pues Jenny de mirada coqueta, 1,67 de estatura, delgada, cabello largo y lacio, estaba vestida con una minifalda de color negro y sandalias altas de tacón del mismo color que realzaban su culo paradito y sus bien formadas piernas, una blusa escotada que denotaban sus redondos y suculentos pechos.
Álvaro comenzó a excederse y se acerco a Jenny y su acompañante mientras bailaban y con una sonrisa irónica exclamo – ¡tan rápido me olvidaste Jenny, pensé que al haber sido el primer hombre que te cogió me tendrías en más consideración! – y acto seguido se fue a golpes contra el acompañante de Jenny la cual gritaba que los apartaran, en fin la fiesta se había convertido por un momento en un completo escándalo, pero rápidamente los separaron y todo parecía volver a la tranquilidad, Jenny se tomo unos tragos para olvidar el mal rato, pero el bochorno aun no terminaba para ella, noto que algunos de los hombres ahí presentes, la mayoría compañeros de la universidad… la observaban con morbo y al mismo tiempo miraban sus celulares, obviamente se trataba de ella, pero lo que no imaginaba era que… Álvaro a través de su celular estaba pasando fotos subidas de tono de ella, todos en la fiesta hombres y mujeres rumoraban, Jenny se sintió avergonzada y traicionada por el que tan solo unas semanas atrás había sido su novio y ahora veía el patán que realmente era.
Así que se dirigió a su amiga angélica y le dijo que se marcharía y que no intentara detenerla… su amiga angélica le dijo que ella misma la iría a dejar a su casa que la esperara 20 minutos, a lo cual Jenny respondió que si… pero al instante se marcho sin decirle nada a nadie. Rápidamente se dirigió a la calle y tomo un taxi, ella solo quería irse de aquella bochornosa fiesta… al abordar el taxi no se fijo en el chofer, un hombre mayor de unos cincuenta y tantos años, este la observaba a través del retrovisor pues la minifalda que llevaba era muy corta y denotaba sus exquisitas piernas, Jenny noto las miradas de aquel hombre y se puso nerviosa, las emociones que le embargaban no la habían dejado pensar claramente, pues era pasada la medianoche y vestía muy provocativamente y se sentía algo mareada pues el alcohol no siempre le caía bien, además había olvidado su celular en la casa de su amiga angélica y las miradas lascivas del taxista eran más que evidentes… ahora sin ningún disimulo observaba el escote de sus pechos, a lo que Jenny nerviosa pero sin titubear exclamo.
– ¡disculpe pero… aquí me bajo!
– ¿está segura preciosa? Pero si aún estamos a mitad de camino… además este lugar es muy solitario y peligroso – replico el taxista que se denotaba extasiado.
– ¡completamente! - contesto Jenny que casi se bajo del taxi antes que se estacionara e inclusive le pago con un billete de mas al taxista.
Pero ella lo único que quería era alejarse de aquel hombre que le inspiraba desconfianza y repulsión, en un instante quedo completamente sola y observo hacia todos lados, esperando tomar otro taxi o al menos encontrar un teléfono público… para su mala suerte no había ni teléfono y peor un taxi, así que ella comenzó a caminar y reconoció el lugar donde estaba, era uno de los barrios más peligrosos de la ciudad… caminaba apresurada pero con las sandalias de tacón que llevaba puestas le era difícil avanzar rápido, incluso comenzó a sentir frio pues ella estaba muy ligera de ropa, sintió como cada vello de su piel clara y despercudida se erizaba, quizás en parte por lo solitario y oscuro del lugar en el que se encontraba. Al cabo de unos minutos vislumbro en una esquina a 2 tipos con apariencia de vagos, ella intento retroceder y ocultarse pero lo que mas temía sucedió… y los tipos se echaron a correr tras de ella.
Jenny intento huir pero su falda ajustada y sus tacones le impidieron siquiera correr mucho, cuando los vagos la habían alcanzado, la interceptaron y la obligaron a irse a una casona vieja en ruinas, Jenny lloriqueaba y solo les decía – ¡por favor llévense mi bolso, es todo lo que tengo! – mientras los 2 vagos se burlaban sarcásticamente. Finalmente dentro de la casona le quitaron el bolso y pudo ver a los delincuentes claramente, escoria de lo peor…
– ¡mira esta putita! que deliciosa esta… – exclamo uno de los malvivientes, al tiempo que sin mediar palabra la rodearon y se le abalanzaron, Jenny sintió como las manos de los vagos mancillaban sus pechos dejándolos al aire y al mismo tiempo violentaban sus piernas y debajo de su falda rompiéndole de un tirón su panty… ella lloriqueaba y aun mas al sentir, los dedos de una mano rustica que acariciaba su vagina, los malvivientes la recostaron en unos cartones y en ese momento ella intento gritar para pedir ayuda, pero unos de ellos la amenazo con una navaja algo oxidada pero filosa que le coloco en el cuello.
– ¡Cállate puta!… si deseas vivir, vas hacer todo lo que digamos – replico uno de los malvivientes, mientras Jenny temerosa y sumisa asintió con la cabeza… ella en su interior sabía que estaba a merced de ellos, seguidamente el tipo de la navaja, el de peor apariencia la acostó y de un tirón rompió totalmente la blusa de Jenny para bruscamente mamarle sus hermosas y redondas tetas, el malviviente las chupeteaba y las apretaba al mismo tiempo, mientras el otro vago acicalaba su miembro erecto y veía el festín que su compinche se estaba dando, el cual no perdía tiempo y recorría el hermoso cuerpo de aquella hembra con sus manos rusticas y con su lengua le lamio desde los pies, las piernas, hasta llegar al clítoris el cual comenzó a degustar con desespero, Jenny sentía asco e impotencia por no poder hacer nada, finalmente fue penetrada y sintió aquella verga larga y cabezona, que sin ninguna delicadeza… la embestía, una y otra vez, aquel tipo era peor que una bestia en celo… mientras ella gemía y lloraba, esto parecía excitar aun mas al malviviente que le susurraba – ¡qué rica… que rica estas! – sin dejar de bombearla, hasta que eyaculo un chorro de semen dentro de ella.
Jenny creyó que eso sería todo y se marcharían, pero aun faltaba el otro vago que solo espero que su compinche se levantara para follarla, el cual la obligo a voltearse quedando boca abajo y le termino de quitar la minifalda y empezó a lamerle desde los talones, hasta llegar al paradito culo de Jenny, acto seguido comenzó apretarle y besarle las nalgas para luego obligarla a ponerse en cuatro, se coloco detrás de ella y le mancillo bruscamente las tetas con su mano… la tomo de las caderas y empezó a penetrarla, embestirla como loco, hasta saciar completamente sus instintos carnales y correrse dentro de ella. Jenny se sentía como una puta sucia por la forma en que la habían violado. – ¡Que zorrita más deliciosa! – replicaban los malvivientes, mientras Jenny desnuda y humillada yacía recostada en los cartones, escuchando como habían disfrutado de su cuerpo en contra de su voluntad. Los malvivientes tenían la intención de volvérsela a follar pero en ese momento se escucho la sirena de una patrulla que pasaba cerca, lo que asusto a los vagos que emprendieron a correr dejando el bolso y una chaqueta larga y gastada que uno de ellos se había quitado, Jenny se incorporo y trato de vestirse pero su blusa estaba rota y no le cubría en nada sus pechos, observo la chaqueta y con repulsión se la puso, busco su falda para cubrirse, tomo su bolso que aun tenía todas sus pertenencias y salió rápidamente de aquel lugar, se dirigió a la calle y pudo tomar un taxi y sin mediar una palabra llego a su casa, sin que sus padres se dieran cuenta… se baño y por su orgullo juro que no le contaría a nadie lo sucedió convirtiéndose en su secreto mejor guardado.