Eres mío, aunque sea en la imaginación

Te imagine en mi cama, acostado.

Me miraste fijamente a los ojos, deseando que acercara mi cuerpo al tuyo

Camine lentamente, me recosté junto a ti

Y observe cada parte de tu rostro, para después llenarlo con mis besos

Dentro de mí, estaba la pasión y el fuego que me quemaba, para pertenecer total y completamente a ti

Llegue a tu boca, mientras mis manos tocaban tu espalda y tu cabeza

No podía dejar de besarte, sentí que si lo hacia perdía la respiración

Me tomaste con tus labios y tus brazos me envolvieron hasta simular que éramos una sola persona

Sin pensarlo apretamos nuestros cuerpos, yo sentía tu pene aun sobre la ropa y mi respiración se torno más agitada,

Me despedí de tu boca para bajar a tu cuello y tus manosw comenzaron a acariciar mis pechos

Poco a poco acomode mi vulva entre una de tus piernas y comencé a moverme sobre ella

Con la otra pierna acariciaba tu pene, que cada vez lo deseaba más y más

Te quite la camisa para ver tu pecho y me hundí en una serie de besos con mi lengua, mientras mis uñas se deslizaban sobre tu costado.

Tú, me quitaste la blusa y encendiste más la pasión que llevaba por dentro

Deje que me tomaras que hicieras conmigo lo que quisieras, por fin era tuya y tú eras mío

Me envolví entre tu cuerpo, y al mismo tiempo pude ser libre

Lejos de pensamientos y palabras, sólo deseaba estar saboreando la miel que manaba de tu cuerpo

Tus manos se extendían por cada para de mi piel y tu labios llegaron a uno de mis pezones erectos.

Tu boca comenzó a explorarme, entre saliva, mordisqueos y gemidos, me entregaba más a ti.

Tocaste mis piernas con esas manos grandes y sin saberlo quitaste la poca ropa que me quedaba

Bajaste tu rostro, me puse de espaldas y seguías recorriéndome, desde mi espalda hasta mis piernas, que las besaste y las abriste para dar paso tu boca, donde tu lengua hizo mil maravillas, mientras yo gemía, moviéndome llena de placer

De repente tu boca toco mi boca nuevamente, y tus dedos comenzaron a penetrarme

Yo sin pensarlo, acaricie tu pene, ese pene con que el que tantas veces había soñado que me penetrara, sin más preámbulo, bajando por tu pecho, llegue a esa delicia

Primero pase mi lengua por la punta, en forma circular, después me fui a la base para lamerlo una y otra vez

Llegue a tus testículos y los chupe, sentía que eran parte de mi boca

Mientras tu empezaste agitarte y a gemir

Estaba muy excitada, porque mi deseo de escucharte era vuelto realidad, pues comenzaste a decir que me deseabas que siguiera dándote todo ese placer, que siguiera, ya no aguantabas y desebas que lo metiera todo a mi boca

Al saber que yo te pertenecía, seguí tus palabras y metí todo tu pene en mi boca, chapándolo y metiéndolo y sacándolo una y otra vez como si fuera mi propia vagina

Me encantaba verte excitado y deseando que continuara cada vez

Era preciso fusionarnos, era necesario sentirte dentro de mi, así que, sin pensarlo, retire mi boca, abrí mis piernas e introduje tu pene en mi vagina, ¡era exquisito!

No sabía si moverme para sentirlo entrar y salir o mantenerlo dentro para formar parte de ti

Me tomaste de las nalgas y comenzaste a moverme,

El tenerte era la gloria, ambos gemíamos y susurrábamos algo así como: te deseo, muévete más, eres mía, muévete, mételo más adentro, más fuerte, más adentro, más, más…

Hasta que al fin, sentí como todo tu semen invadía mi vagina, sentí tu liquido caliente que se derrumba por dentro y yo teniendo esas contracciones de un verdadero e infinito orgasmo

Exhaustos de placer y con sólo un poco de aliento, terminamos con un gran suspiro, fusionados, descansando un rato, para después volver a hacernos uno solo

Aunque sea en la imaginación, aunque sólo se mi fantasía, en ese momento fuiste mío y te sentí tan cerca, que pensé estabas a mi lado.