Relato enviado por:
Anonymous
el 14/5/2010.
Lecturas:3551 Etiquetas: Gay anal
Relato completo
después de la fiesta, Carlos y edgardo me habían ofrecido un miercoles espectacular... y así fueDespués de esa fiesta tan dinámica y de aceptar personalmente que me había fascinado mi experiencia con Carlos y con Edgardo, nos habíamos quedado de ver en la escuela para concretar nuestra siguiente cita.
El lunes siguiente, me los encontré en el pasillo de los lockers, y Carlos me dijo:
-Listo para el miercoles?
- ¿Porqué no habría de estarlo?
- Ya esperaba una respuesta así, jaja, solo que no te rajes, porque me quedé con ganas de alguien tan atractivo como tu.
En ese momento me sonrojé mucho, pues yo nunca me había considerado un chico muy atractivo, e incluso hasta me atrevería a decir que no era muy popular.
- Qué fue lo que mas te gustó?
- Todo tu, espero que prepares una sorpresa
- Si vas a querer que se haga el miercoles en la escuela?
- Porqué no? nadie se da cuenta
- Jaja, y piensas invitar a Edgardo.
- ¿qué, no me prefieres a mi?
En ese momento me quedé petrificado, pues no me había puesto a pensar en eso, y mientras estaba pensando, súbitamente, aprovechó que no había nadie en el pasillo, agarró mi mano y me la metió debajo de su camisa, haciendome sentir su tan admirado cuerpo atlético, sus cuadritos, sus pectorales y su poco pero suave vello del pecho.
- si.. pero...esque...
- esque que? no digo que no puedas ir con edgardo, pero ... quisiera que me dieras placer solo a mi por un momento... solo un rapidín.
- bueno... pero antes dime... habias hecho esto antes de hacerlo conmigo?
- no... porque nunca me había considerado gay, y ya sabes que caro y dany no se dejan, pero ahora que te tengo a ti, no necesito nada mas.
- vale, te parece si nos vemos antes, mañana, que tal?
-Ok, en los baños de prepa?
-Si, como a las dos
- ya quedaste.
Y nos alejamos a nuestras respectivas clases.
Esa noche, tardé en dormirme, pensando solo en lo que íba a ofrecerle a Carlos mañana, por lo que me masturbé un par de veces, impaciente por que se me presentara la oportunidad de estar con el otra vez.
Sonó el despertador y me levanté inmediatamente, me bañé cuidando sobre todo mi verga y mis huevos, así como quitarme el esperma que se había quedado en mis genitales en mi fantasía nocturna. Bajé a desayunar y partimos inmediatamente a la escuela.
Las primeras clases del día se me hicieron eternas y no entendí bien lo que explicaban, pues su increible cuerpo y su seguridad me tenían mareado, además como las ganas de sentir su pedazo en mi boca y en mi culo.
Al sonar la campanada de las 2:00 de la tarde, inmediatamente llevé mis cosas al otro salon, y pedí permiso para ir al baño, en donde, al llegar me estaba esperando Carlos al lado de un cubículo más grande que los demás, pues era el de discapacitados, pero no había ninguno en la escuela en ese curso, pero cuando me metió allí, noté que ya me estaba esperando un compañero de la prepa, no tan agraciado, pero con un torso muy bien formado, que se le notaba por la playera tan apretada que traía.
- Hola Javi, ¿ya estas listo? - dijo Eduardo
-Hola, no sabía que estuvieras aquí.
En ese momento entró Carlos, cerró la puerta y se empezó a desvestir, al tiempo que le quitaba la playera a Eduardo y el otro me masturbaba a mi.
Yo sentía que todo pasaba muy lento, sentí la mano de carlos tomando la mía y metiendola dentro de su pantalón para que sintiera su paquete y empezara a masturbarlo, mientras que sentía como usaban mi otra mano, para expandir el ano de Eduardo, qien por cierto era muy velludo.
Sentía mi pequeña verga agitarse violentamente, al tiempo que Carlos pasaba al frente de mí y me decía.
- Ahora si vas a sentir la verga de un hombre en tu boca, no como la del otro puto.
Y empezó a meterla primero con un mete-saca muy despacio y después, conforme se exitaba, lo empezó a hacer más rápido.
Se vino rápidamente, y terminó fatigado, pero el que no se cansaba de menear mi pija y arrimarsela era Eduardo, quien terminó haciéndome romperle el ano, mientras sus nalgas rebotaban sobre mis piernas y lo masturbaba, me vine a chorros, y en ese momento, el intensificó el sube y baja de su hoyo en mi pene, lo que me hizo volverme a prender. Mientras, Carlos se masturbaba, yo volví a venirme y Eduardo se despegó de mí. Los dos se me vinieron encima y me juraron que volvería a pasar.
Una semana después, Carlos y Eduardo se fueron de la escuela, pero Edgardo me siguió siendo fiel...