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EXPERIENCIA PARA OLVIDAR

Relato enviado por : Anonymous el 12/07/2013. Lecturas: 2063

etiquetas relato EXPERIENCIA PARA OLVIDAR   Confesiones .
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Resumen
En su forma de mirarme y por sus palabras, tan diferentes al primer día, notaba que estaba tratando de conquistarme y como decía me iba dejando llevar no sin retroceder y darle a entender que no sería fácil, que tendría que demostrarme algo mas para dejarme llevar a la cama


Relato
Al ratito de volver del fin de semana con María, llego mi madre que venía de pasarlo con su amante, no sé por qué pero esta palabra me provoca un especial deleite al pronunciarla, como decía, mi madre llego, venia radiante, contenta y muy hermosa con su piel ligeramente broceada que hacen resaltar sus lindos ojos claros y su rubio pelo.
Como siempre nos lo contamos todo, ella me hablo de lo bien que lo había pasado y sobre todo del temperamento de su amante cuando le hace el amor, me gusta mucho verla así de feliz porque lo paso un poco mal con el divorcio de mi padre pero ya es otra persona y sobre todo desde que esta con Gianni, su amante.
Le conté todo lo que había sucedido durante mi fin de semana con María, le enseñe el relicario y se emociono al ver el diminuto trocito de tela manchada, también que había conocido un chico y que probablemente quedaría con él para vernos en Cádiz.
Cuando estaba hablando con mi madre, sonó mi teléfono y era Javier, estuvimos un rato hablando y quedamos en vernos al día siguiente a la salida de la facultad, mientras hablaba mi madre me hacía gestos insinuantes con cara de picara, al colgar, todo eran bromas divertidas.
Quede con él en el conservatorio, que está muy cerca de la facultad, donde tres días en semana tomo clases ballet, a la salida enseguida lo vi apoyado en su deportivo amarillo muy chillón, yo deje mi pequeño Smart en el parking y me fui con él
Hizo una arrancada fulgurante y le pedí que no fuera tan deprisa, sin duda trataba de impresionarme, pero me decía que era la costumbre de vivir en Madrid donde el trafico es más rápido y no tan lento como en Cádiz, a parte que un automóvil tan potente no podía ir despacio, me dijo la marca pero como me no preste atención no me acuerdo cual era además entre otras cosas hacia mucho ruido y era muy duro con las irregularidades de las calles.
Nos fuimos a una cafetería que ya conocía por ser un sitio donde puedes merendar unas cosas exquisitas, me hablo que es Ingeniero de Telecomunicaciones y estaba temporalmente en Cádiz porque su compañía lo había enviado para realizar unos trabajos, lleva en Cádiz casi tres meses pero que en quince días volvería para Madrid definitivamente y que menos mal que ya volvía porque no le gustaba estar fuera, ya que él considera que es la mejor ciudad de España para vivir, sobre todo soltero y sin compromiso, esto lo dijo en un tono que parecía querer decirme que las chicas se lo rifaban. Paso un buen rato diciendo tópicos que me traían sin cuidado, al ver mis gestos me pregunto si estaba de acuerdo, a lo que respondí que no, que me parece una ciudad de locos, permanentemente atascada por la cantidad de automóviles y con un insoportable olor a combustible pero que reconocía la cantidad de museos, teatros y sitios que en otras ciudades no hay pero que a pesar de todo eso no la cambio por ver el mar todos los días y la vida apacible de mi pequeño pueblo a orillas del mar y su clima cálido.

Se dio perfectamente cuenta que tratando de impresionarme o dándose importancia no tenía nada que hace conmigo, entonces cambio por completo y a partir de ese momento las cosas fueron diferentes, dejo de fanfarronear y nuestra conversación de volvió normal y distendida.
Javier es un chico de 26 años muy atractivo, algo más alto que yo, pelo castaño, ojos marrones un poco pequeños para mi gusto pero de mirada dulce, bonitas manos, por cierto muy cuidadas cosa en la que me fijo mucho en las personas y vestido de forma impecable.
Pasamos la tarde hablando de muchas cosas y reconozco que cada vez me iba resultando más agradable su compañía, así que decidimos repetir y quedamos en vernos el miércoles a la salida de clase.
Cuando llegue a casa y tras hablar un rato con mi madre que estaba expectante por saber cómo había ido mi cita, llame a María y estuvimos hablando un buen rato, como era de esperar con su habitual buen humor comenzó a hacer bromas sobre nosotros, a pesar que le decía que no estaba segura de querer acostarme con él pero ella me animaba y me decía que un polvo no amarga a nadie.
Al día siguiente y como siempre, nos levantamos al alba nos fuimos a correr por la playa, como dice mi madre para tener el culete durito y respingón, de vuelta vi al hombre que es dueño de mis pensamientos mas lujuriosos, solo de pensarlo mis braguitas se ponen chorreando ufff como me gustaría hiciera conmigo lo que quisiera, pero enseguida lo quite de mi mente pues tenía que estudiar mucho y no me podía distraer con algo que tanto deseo, de todas formas antes de comer me daría una vuelta por el pantalán donde tiene atracado su barco, que es donde vive, para ver si estaba y así al verlo ensimismarme en los pensamientos mas lujuriosos que pueda imaginar, al verlo tan alto, fuerte con su pelo largo recogido en una cola de caballo o con una cinta de cuero en la frente ya es que no puedo más, mi chochito se inflama y noto como se inunda de pensar que estoy entre sus robustos brazos.
El miércoles a la salida de mi clase de ballet, Javier me estaba esperando, aun que me di cuenta que él quería ir a un sitio más tranquilo, lo convencí para que fuéramos a alguna terraza de la playa y aprovechar la soleada tarde, vi que eso lo contrario un poco pero quien algo quiere algo le cuesta, mi madre cuando le cuento estas cosas me dice que soy perversa.
Esa segunda cita ya las cosas cambiaron mucho y su afán por seducirme era cada vez mayor, yo me deje llevar a la vez que utilizaba mis armas seductoras que supongo serán por instinto porque la verdad que no tengo mucha practica pero el juego me gustaba y vi que me resultaba bien.
En su forma de mirarme y por sus palabras, tan diferentes al primer día, notaba que estaba tratando de conquistarme y como decía me iba dejando llevar no sin retroceder y darle a entender que no sería fácil, que tendría que demostrarme algo mas para dejarme llevar a la cama.
Me daba cuenta que estaba un poco nervioso así que en el trascurso de nuestra conversación tocaba su mano, eso le fue dando seguridad y en un momento que nos quedamos mirando cara a cara me beso, su beso fue tierno y cálido por lo que yo le correspondí con otro más largo con una suave caricia de mi lengua en sus labios, de esta manera le hice ver que estaba cediendo a sus deseos.
Cuando decidimos irnos de la terraza, de forma muy sutil me propuso ir a su apartamento yo lo tome de la mano y lo atraje hacia mí y lo bese, tras el beso le dije que no podía ser que tenía que volver a casa que está un poco lejos y que ya era hora de irme, quedamos en vernos el viernes.
De camino a casa pensaba si realmente me apetecía acostarme con él, no estaba segura, había algo que no me terminaba de convencer pero llegue a la conclusión que lo mejor era dejarme llevar y ver en que terminaba todo esto al fin y al cabo el chico estaba apetecible para un polvo.
Junto con mis cosas de clase, metí en la bolsa de mi netbook unas braguitas el cepillo de dientes y poco mas ya que la ropa que escogí para ese día eran unos vaquero, una blusa blanca y un suéter rosa, como calzado escogí de mi colección de bailarías de color rosa haciendo juego con el suéter, esta ropa la puedes repetir sin problemas por ser muy ponible y estas bien en cualquier circunstancia además como no pensaba ir a ningún sitio especial. Aun que suponía que él tendría, por si a caso pare en una farmacia para comprar una cajita de profilácticos, fue una situación divertida cuando me pregunto el tamaño y al darse cuenta que no tenía ni idea con una sonrisa puso una cajita sobre el mostrador y me dijo que esos eran los más normales.
Esa tarde al salir estaba esperándome, lo cierto es que estaba bastante guapo vestido de sport, al saludarnos intento besarme en la boca pero yo gire la cabeza para que me besara en la mejilla, se quedo un poco cortado pero no era el momento ni el lugar.
Nos fuimos a un lugar tranquilo donde estuvimos hablando, en una pausa me beso y correspondí sin ningún problema, me apetecía besarlo, una cosa que le gustaba mucho es que acariciara sus labios con la puntita de mi lengua pero cuando me metía la suya en mi boca mas parecía que estaba buscando algo en vez que me resultara placentero, rápidamente vi lo diferente que son los besos con mi amada niña.
Un poco titubeante me propuso comprar algunas cosas de comer e irnos a su apartamento a cenar me pareció bien e incluso lo deseaba.
Se notaba que el apartamento era para vivir poco tiempo por lo poco acogedor que era pero no estaba mal, me di cuenta que lo había ordenado, por si a caso, para la ocasión por lo bien colocado que estaba todo, organizamos todo en una mesita y como lo comprado estaba todavía caliente nos sentamos sin más, abrió una botella de vino, brindamos y cenamos tranquilamente conversando en animada charla.
Me pregunto si tenía previsto volver a alguna hora concreta, con gesto pícaro le respondí que eso dependía, esa respuesta lo tranquilizo y nos sentamos en el sofá con nuestras copas de vino, que él trataba que yo bebiera, sin duda pensaba que el alcohol hiciera efecto, lo cierto es que lo más que hago es mojar los labios, no me gusta beber.
Esta vez fui yo quien se lanzo y al poquito de sentarnos comencé a besarlo dulcemente a la vez que acariciaba su cara o besaba su cuello, sus manos buscaron mis pechos y al notar que no llevaba sujetador desabrocho dos botones, el contacto de su mano en mis pechos elevo mi temperatura y mis pezones respondieron poniéndose duros y erectos.
Bajo su mano y por encima del vaquero comenzó a acariciar mi sexo, no era lo que deseaba en ese momento prefería excitarme mas a parte que la costura me molestaba un poco al presionar, yo también baje mi mano y busque su pene que estaba duro y un poco presionado por el pantalón, él estaba mas excitado que yo, lo notaba perfectamente, durante un rato nos estuvimos besando, yo hubiera preferido que acariciara mis pechos, de hecho subía su mano para que los acariciara pero insistía en mi entre piernas hasta que desabrocho y bajo la cremallera de mi pantalón para acariciar mi chochito, llego un momento que las caricias me molestaban casi más que gustarme así que le propuse nos fuéramos a la cama haber si era diferente.
Entre en el baño para refrescarme un poco, mi chochito un poco irritado acusaba las bruscas caricias, salí solo con las braguitas puestas, en cambio él salió completamente desnudo, me llamo la atención lo oscuro de su pene y sobre todo la cantidad de pelo que tenía alrededor.
Se acerco a mí y comenzó a besarme a la vez que acariciaba mi pecho, me gustaba pero de inmediato su mano entro entre mi braguita y me comenzó acariciar mi clítoris, al no estar muy excitada las caricias me producían cierta desazón que no me gustaba, le pedí fuera más despacio mientras acariciaba su pene que ya estaba mojado.
Me quito las braguitas y al verme depilada le dedico unos halagos a mi coñito, como él decía, en seguida su lengua busco mi clítoris y como antes parecía que buscaba algo en vez de producirme placer con las caricias, tan pronto lamia mi clítoris como la introducía en mi vagina pero de forma brusca y poco agradable, estaba enloquecido.
Con delicadeza lo separe y busque su pene para lamerlo, el sabor de su flujo no tiene nada que ver con el nuestro, es prácticamente neutro, le di dos o tres chupadas y enseguida me quiso penetrar, le pedí se pusiera un condón, cosa que no le hizo mucha gracia pues me dijo que no tenía ninguna enfermedad pero con ojos lánguidos le dije que no tomaba nada y no quería sorpresas.
El pene de Javier es de tamaño normal, tal vez un poco delgado pero como decía antes de un color muy oscuro y lo que no me gustaba nada era esa cantidad de pelo que hacía que no me apeteciera nada mamarla.
Se puso el condón y sobre mi busco la entrada de mi vagina, tras pedirle que despacio me pregunto si era virgen, respondí que claro que no y sin más me la metió, me desagrado porque me produjo dolor, cuando se calmo comencé a acompasar los movimientos para que se corriera cuanto antes, me había dado cuenta que aquello sería un desastre.
De repente salió de mi y quitándose el condón se incorporo y por sorpresa me la metió en la boca para que se la chupara, la brusquedad fue inesperada así que con la ayuda de mi mano se la chupe para que se corriera cuanto antes, no tardo mucho note como se le ponía más dura y entre espasmos comenzó a eyacular, el sabor acido me desagradaba y cuando termino fui al baño para echar y enjuagar con agua fría.
De vuelta me acosté a su lado y lo que ya me mato fue que me preguntara si me había gustado, por mi cabeza pasaron mil contestaciones que sin duda no le gustarían pero preferí decirle que muchísimo y que era un 10 en la cama con un poco de ironía que no capto.
Estuve a punto de levantarme e irme pero dado que eran más de las dos, decidí quedarme a pasar la noche.
Se quedo dormido como un tronco, ahora entiendo las cosas que tanto mi madre como María me dijeron sobre el egoísmo de algunos hombres en la cama, que te dejan mirando al techo, en mi caso mirando la mata de pelo de su pubis mientras se la mamaba.
Me quede pensativa y frustrada y no es porque yo me hubiera imaginado que iba a ser una noche maravillosa sino porque me esperaba algo más de él al fin y al cabo es un chico de 26 años y se supone que debe tener experiencia con las chicas.
Esa noche apenas dormí, entre que la cama me resultaba incomoda por lo blanda que era y lo mal que me sentía que incluso sentí asco al recodar la textura y acidez de su semen en la boca. Solo pensaba en que llegara el día siguiente para salir como un cohete de su casa, por fin me quede dormida y el tiempo paso más deprisa.
A pesar de lo tarde que era cuando me dormí, me desperté temprano y antes que él, me levante fui al baño hacer un pis y cuando iba a por mi ropa para ducharme y salir ya vestida se despertó.
Me tomo de la mano y tiro de mí, me beso y sin más acariciaba mis pechos y mi chochito, todo me resultaba desagradable y lo último fue cuando intento metérmela por detrás, mi reacción fue inmediata y le dije que no que nunca lo había hecho, se lo tomo con una sonrisa y le dije que porque no preparaba un café mientras me duchaba.
Salí del baño y él estaba en el salón sentado en el sofá desnudo, lo que me faltaba para que se derrumbara todo, mientras tomábamos el café lo veía tan ridículo desnudo en el sofá sentado, trato de convencerme para que después volviéramos a la cama, que me la metería por mi culito y vería lo que es chillar de placer, le dije que tenía que irme con el pretexto de tener mucho que estudiar, seguía insistiendo al decir que chillaría como una perra cuando la tuviera dentro de mi culito, lo de perra me sentó fatal, no sé porque a algunos les gusta hacer ese tipo de comparaciones, colgué de mi hombro la bolsa de mi netbook pero seguía insistiendo.
Ya no aguante mas y le dije que si no había sido capaz de hacerme sentir placer al follarme por el coño como me lo iba hacer sentir por el culo, se quedo de piedra sin saber que responder, estaba tan enfadada que ni cerré la puerta al salir ni espere el ascensor, tome las escaleras y baje hasta el portal de dos en dos los escalones.
De camino a casa estaba rabiosa por no haber hecho caso de mi intuición cuando pensaba que había algo que no me terminaba de gustar, además me sentía sucia e incómoda por no haberme puesto body milk después de la ducha, tenía la piel como un lagarto, como siempre hago en situaciones de enfado pienso en cosas agradables y hermosas y con la música de Dire Strait a todo volumen mi espíritu se tranquilizo, no sin sentir un poco de pena porque no lo considero mal chico.
Al llegar a casa no había nadie, entre en el baño y me sumergí en agua calentita para ver si me podía quitar esa sensación, mi mano busco el relicario y mis pensamientos me llevaron con mi hermosa niña.
La imaginación se encargo del resto, enseguida me vi envuelta en un mar de caricias, besos y en los aromas de su rosado sexo, muy excitada me masturbe y dos orgasmos muy intenso me dejaron totalmente relajadita, me sentía como nueva las extrañas sensaciones habían desaparecido y comencé a reír como una tonta recordando todo lo sucedido esa noche.
Conté a mi madre y a María lo ocurrido y terminamos riéndonos de mi polvo, por llamarlo de alguna manera.
El lunes a la salida de clase estaba esperándome hablamos un rato y me di claramente cuenta que su ego de macho estaba dolido, no pudo resistir decirme que todas las chicas con las que ha estado habían quedado más que satisfechas y no entendía a no ser que fuera frígida, corte aquello de forma brusca y le dije que lo sentía pero que tenia exámenes cerca y tenía mucho que estudiar, no me gustó terminar de esta forma pero no soporto a las personas presuntuosas.
Fue la última vez que lo vi porque además se iba definitivamente pronto, lo cual me alegraba.
Pablo le comento a María que un día que quedaron todos para cenar como despedida estuvo contando que había estado conmigo, que le fue muy fácil llevarme a la cama, que si que era muy guapa pero un tempano de hielo y además frígida, que las mujeres así no le gustan, por lo que no le apeteció verme mas, al parecer se medio enfado con Pablo cuando le dijo que un caballero no da detalles de la mujer con la que ha estado, con bueno fue a dar con lo que me quiere y estima Pablo a mí, en esta tierra hay una expresión que define muy bien a estos tipos SERA JILIPOLLAS EL FANFARRON.
En cambio cuando por fin estuve entre los brazos del hombre que era dueño de mis fantasías fue algo ESPECTACULAR…


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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 19:58) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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