Experiencias secretas (capitulo 1)

CAPITULO I: Mi Primera Experiencia Sexual

Tenia 10 años, cuando cerca de mi casa se instalo un pequeño centro de salud que contaba con una recepcionista llamada Penélope que a su vez era enfermera y una doctora llamada Yanina, tenían unos senos enormes, unos traseros duritos unas piernas riquísimas con unas caderitas espectaculares.

Al comenzar, ellas no me llamaban la atención, pero por azares del destino serian quienes me despertarían mi apetito sexual. Un día al pasar cerca del Centro de Salud, note que estaba cerrado con las luces prendidas, la curiosidad me embargo y me asome a la parte de atrás del Centro, observando por una rendija una relación sexual lesbica entre Yanina y Penélope, lo que era nuevo para mí.

Yanina besaba los senos de Penélope y esta le chupaba luego con la boca su conchita; sus rostros eran de placer; se acariciaban y besaban, se frotaban los clítoris, jugaban con una polla de jebe, se la introducían, gemían de placer, mi polla se puso dura y mi pantalón se levanto ya que no usaba ropa interior, así que se lo pueden imaginar; pero lo mejor de todo fue cuando se chuparon sus conchitas a la vez, tipo una 69, lo que termino, luego de los jadeos, con un largo suspiro de placer entre las dos.

Esa noche no pude dormir bien, ya que en mi cama desnudo recordaba lo que vi, la polla se me ponía dura, era la primera vez que me miraba bien mi polla; me la apretaba con mis manos y me imaginaba con ellas, desnudos metiéndoles mi pinga en sus conchitas y mirando sus gestos de placer. Esa noche me di cuenta que sea como sea tenía que realizar mi sueño.

En la mañana siguiente muy temprano me acerque al Centro con un polo, un short y unas sandalias, al entrar le dije a Penélope que me dolía mucho la pierna ya que me patearon jugando fútbol; ella me dijo que entrara al tópico con Yanina, y eso hice, al entrar Yanina me pregunto lo que tenia y yo se lo dije, ella me pregunto en que parte de la pierna, yo le señale con mi dedo el lugar donde me patearon, que fue al costado de mi polla.

-Rápido quítate el short, eso puede ser fatal.
-Doctora, no tengo ropa interior.
-No te preocupes, si solo eres un niño, no veré nada del otro mundo.
-Bueno si Ud. lo dice, pero me puedo cambiar en el baño.
-Claro y ponte esa bata (me cambie y salí con dicha bata).
-Siéntate en la camilla (eso hice).
-Veamos el golpe (cogió mis piernas y me subió la bata para ver el golpe) ¡niño que grande la tienes! ¿Cuántos años tienes?
- Diez, en serio es grande.
-Bueno, parece de un joven de 14 años (quedando sorprendida con los 10cm de mi polla flácida en ese momento y gruesa por cierto).
-Doctora y es malo eso.
-No, para nada, al contrario es buenísimo.

Yanina llamó a Penélope y le dijo que cierre la puerta y entre; al entrar Penélope y verme la polla también se sorprendió y me dijo que con eso haría feliz a muchas mujeres, espérate que seas adulto la tendrás enorme, en ese momento me di cuenta que mi polla era grande y que les gustaba.

-Bien comencemos, dijo Yanina.
-Has tenido suerte parece estar todo bien, dijo Penélope.
-Esta segura, me duele entre mis bolas.

Empezando a tocarme el lugar señalado, empezando a darme unos masajes entre las dos, lo cual hizo que mi polla se pusiera dura.

-Disculpen no se lo que me pasa.
-No te preocupes, es normal, dijo Penélope, te excitaron los masajes, y mira se puso enorme y dura, como unos 13 ó 14cm.
-¿Cómo es eso?
-Es algo rico que provoca que se te pare la polla y cuando llegues a la máxima excitación derrames semen y en el caso de nosotras las mujeres, empecemos a gemir y tener una serie de contracciones vaginales, claro si nos saben excitar, dijo Yanina.
-¿Semen?, pregunte.
-Si quieres te lo enseñamos, dijo Penélope, que te parece Yanina, agregó.
-Que te pasa Penélope es solo un niño.
-Si me va gustar adelante, acote.
-Míralo, quien lo diría no es tan inocente como creías Penélope.
-Bueno si es así, hagámoslo porque a mi también me gustaría tener esa polla enorme de niño dentro de mí, nunca lo había hecho con un niño de pinga tan grande y sin vellos.
-Vamos, quiero tener mi primera relación sexual vez con ustedes.
-Eso nos pone más cachondas niño.

Así es que ellas empezaron a sacarse los uniformes quedando en ropa interior, que por cierto eran blancas y diminutas en las dos, comenzaron a moverme la polla y sobarme las bolas, sus rostros se miraban, me miraban la polla con lujuria, en un momento a otro sentí como recorría algo en mi polla que me gusto muchísimo, ello salió disparado contra sus rostros, era un liquido blanquecino, espeso y caliente, en ese momento me sentí el niño más feliz del mundo al estar teniendo por primera vez sexo y lo mejor es que fue con dos ricuras.

Ellas se asombraron al ver tan cantidad de semen, comenzaron a mamármela, Yanina chupaba el semen chorreado sobre mi polla, mientras se quitaba la ropa interior, al mirar su cuerpo desnudo me excite más y al poco tiempo una nueva chorreada fue tragada por Yanina mientras ella me la mamaba, tomándolo todo, me dijo que le quitara el brasier y eso hize mientras ahora Penélope era quien me la mamaba.

Le acaricie los senos, los apretaba y ella se excitaba, luego por iniciativa propia le quite su hilo dental y le comencé a chupar su conchita, como la que había visto entre ellas el otro día, esas chupadas con mi lengüita y la excitación de ella provocaron en mi otra embestida de semen ahora en la boca de Penélope, que casi se atraganta, luego me senté en una silla con la polla dura, tiesa, así es que Penélope subió sobre mi polla no la introdujo de inmediato, mas bien me la agarro, me la apretó, y luego me dijo que fuera yo quien se la meta, así que lentamente se la introduci quejándose un poco, que gruesa la tienes, me dijo, comenzó con un ritmo lento a saltar sobre mi polla, yo le seguía el ritmo, acariciando sus senos, apretándolos.

Yanina observaba y se masturbaba, Penélope saltaba mas rápido, yo le frotaba el clítoris con mis dedos mientras la besaba por todo el cuerpo, le gustaba los besos en sus pechos, senos y cuello, luego de una hora se vino, empezando a gemir.

-Sigue no pares, maaaaas duroooo, siiiiiiii, que ricooooooo niiiiño, increíble, mmmm mmmmm….mmmm…mmmm…haaaaaaaaaaaaaaa……. (Repetía sin aliento, acabando con un suspiro largo y profundo y yo con mi lechada dentro de su conchita).

Yanina ya excitada me pidió que se la metiera de un solo golpe, ella se puso de espaldas en el suelo, se arrodillo, me dijo que le introdujera en la conchita por detrás como si fuéramos unos perros, me acerque a su culo, cogi mi polla, metí mi mano por debajo toque su conchita la abrí un poco con mis dedos, si llega, es grande, vamos por detrás métemela a la conchita con fuerza, me dijo Yanina, mientras Penélope observaba satisfecha.

Obedecí prepare mi polla, observe tremendo culo, sentí con mis dedos la conchita, y de un solo golpe la introduci, Yanina dio un tremendo gemido, y se la comencé a meter una y otra vez, mientras ella meneaba el culito al recuperarse de tremendo palo tieso que le metí de un solo golpe, yo con mis dedos sobaba su clítoris, ella también se vino y yo con chorreada nueva y así seguimos por buen rato; luego de otras poses y cinco horas después, termine de tirármelas ya que fueron varias veces con ellas, y claro que tuvieron que cerrar el Centro de salud, ese día cerraron cuando comenzamos esta locura. Gozamos los tres de buen sexo era una completa orgía; ellas me pidieron que siga viniendo para seguir en estas.

Hoy en día las sigo viendo teniendo sexo con ellas, ellas eran lesbianas, eran pareja pero me dicen que mi pollon es el único que aceptan en su relación les gusta como me las cojo y yo siempre las complaceré. Ellas viven juntas con la abuelita de Penélope quien siempre escucha sus gemidos cuando tenemos sexo en sus casa, a ellas y a mi no nos importa, la cosa es gozar libremente, además su abuelita no escucha muy bien que digamos, ella para durmiendo en su cuarto mientras Penélope y Yanina gimen de placer al estar tirando conmigo.



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