Relato enviado por:
Anonymous
el 3/11/2021.
Lecturas:1398 Etiquetas: Familiares
Relato completo
Estando de vacaciones en mi ciudad y mi esposa en la playa , sucedió que su hermana llamó por teléfono
y no sabía de su ausencia.
Pues sí , ha ido a la playa y yo aquí solo .
Si quieres que nos veamos . Bien , dónde nos vemos .
En el bar bajo tu casa.
Allí acudí y apareció ella deslumbrante y pechugona .
El canalillo parecía el Cañón del Colorado .
Hablamos , coqueteamos y me invitó a subir.
Delante de su puerta se paró un momento y yo puse mis manos en sus nalgas esperando que abriera.
No se inmutó , aceptaba de buen grado el favor y me consideré especial.
Con la mano aún en sus posaderas hermosas traspasamos el umbral de la puerta y al querer cerrar se volvió , me miró y un beso muy largo de pasión brotó .
Todo fue rápido pero con placer inusitado.
Sonreía y yo también . Me pasó su mano por mi lomo y me pidió cariño y silencio.
No había prisa en comer y nos entretuvimos un buen rato en su cama .
Nos despojamos de todo y nos pusimos cómodos.
Sus manos delicadas acariciaban mi pene y yo se lo devolvía acariciando el clítoris.
Nos pusimos a tono y los besos fluían .
Una maniobra rápida casi me deja sin disparo posterior y ella también estuvo a punto .
Le pedí que me la chupara y accedió . le devolví el favor y entre las babas y su jugo vulvar nos mojamos mucho.
Nuestras bocas destilaban lujuria y en cualquier momento todo podía estallar.
Y así fue , un orgasmo de aúpa tuvo ella y yo me vine arriba y también lo conseguí .
Tras ello , la calma . Comimos , nos miramos , nos tocamos y gozamos .
Al finalizar pidió otro y lo hicimos de nuevo.
Fue una tarde feliz.