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Karina y Andrea, nuestros inicios.

Relato enviado por : karinatv el 18/07/2011. Lecturas: 4921

etiquetas relato Karina y Andrea, nuestros inicios.   Transexual .
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Resumen
Los incios y nuestro despertar al sexo


Relato
-Que rico esta ese caramelito, me lo comeria entero- dijo Andrea al ver pasar un chico.
Yo lo miré. Si, estaba bastante guapo. Me lo comería también yo, pensé.
Andrea se giró y mostrandole sus caderas inicio una serie de movimientos lentos y sensuales. Se alzo los cabellos y le sonrió. El nos vió y siguió caminando, alejandose tan rápido como sus pasos se lo permitian. Nosotras reimos.

Habiamos escapado del colegio una vez mas, y como ocurría ya desde hace algun tiempo, escapabamos tambien de nuestros prejuicios y ataduras, dabamos rienda suelta a la fantasia y la imaginación para dar vida a las niñas que habitaban dentro de nuestros cuerpos: “Andrea” era mi amiga y “Karina” yo.

Como todas las veces, una vez fuera del colegio, empezaba nuestra transformación. Convertiamos nuestros uniformes hechos para niños gracias al triunfo de nuestra imaginación, en ropa de niña

Yo usaba un pantalon una talla mas chica de lo que me correspondía, la cintura me ajustaba un poco, pero me gustaba como me quedaba entalladisimo de la cadera dejando lucir mis redondeadas nalgas de las que me sentia muy orgullosa. Doblaba el pantalon hasta casi la rodilla para mostrar así mis blancas pantorrilas puntualmente depiladas y las medias cortas de encaje robadas dias atrás a una de mis primas. Con mi camisa, practicaba un nudo a la altura de la cintura y le levantaba el cuello. Un poco de rimel, otro poco de rubor y algo de pintura de labios completaban mi imagen.

Andrea tambien se arreglaba y hasta mejor que yo, era mas guapa o al menos asi la veia pero era mi amiga, Nos lanzabamos a la conquista del mundo, con nuestras locas fantasias y ese pudor desinhibido de nuestros quince años. Disfrutabamos la libertad de ser nosotras, libres para mostrar la verdadera naturaleza de nuestros cuerpos, con tan poco de varón y tanto de mujer; libres para mostrar nuestras almas femeninas con orgullo y a plena luz; libres para expresar nuestra sensualidad exaltada por el bullicioso alboroto de nuestras hormonas juveniles; libres para hablar, mirar, caminar, pensar y sentir como las verdaderas mujeres que eramos.

Ese día conocimos a Walther, un muchacho un poco mayor para nosotras, moreno, a quien tambien coqueteamos y él, lejos de acobardarse, se quedó a conversar con nosotras.

-Que lindas niñas-dijo
-Yo ya soy mujer- le respondí con un ligero tono de superioridad, pues había perdido mi virginidad hacía poco con un amigo del colegio. No había sido lo que soñé, ni siquiera fue bueno, pero sirvió lo mismo para reafirmar mi lado femenino.
-Pero seguro no has estado con un moreno como yo-
-No he conocido todavia el sabor del chocolate- le dije recordando la letra de una vieja canción.
-Pues entonces no sabes lo que es bueno - me dijo al tiempo que se acercó a mi e intentó apretujar mis nalgas por encima del pantalon. Me escurrí de entre sus manos y con Andrea echamos a reir con la inocencia de niñas, traviesas y felices.

Walther era integrante de una orquesta de salsa y nos propuso ir a su casa para escuchar musica y verlo tocar los tambores que eran su especialidad, también nos dijo que si bailabamos bien, podria hacernos trabajar en el local donde tocaba. Esto solo me pareció una excusa para atraernos y vaya que resultó, sabía que no era posible pero igualmente lo acompañamos y soñabamos despiertas convencidas de empezar nuestra nueva vida en el mundo del espectaculo.

Su casa era pequeña, de dos ambientes y un poco descuidada. Nos ofreció un trago y cigarros, no estabamos acostumbradas pero como las mujeres de mundo que pretendiamos ser, aceptamos y bebimos y fumamos.



El empezó a sonar y Andrea se puso a bailar, ella se movía con gracia, tenía el don del ritmo y se le veia muy bien. Despues del tercer trago, Walther puso un disco y me lancé yo también a bailar, esta vez Walther se puso a bailar con nosotras y yo descubrí en sus ojos el destello que me encendió el deseo. Aspiré el cigarrillo que tenía y le eché el humo en la cara, hizo finta de molestarse, se abalanzó sobre mi y me apretujó resondrandome. Yo reí, echando la cabeza hacia atrás y despreocupadamente dejé que Walther me besara el cuello. El licor hacía que el momento sea propicio y yo reia coquetamente, sentia los brazos de Walther al rededor de mi cintura que me sujetaban firmemente y me di la vuelta intentando huir mostrandole mi espalda. El no me soltó y aprovecho para acercar su pelvis a la mia, frotandome sus partes en mis caderas que resultaron pegadas a su cuerpo. Sentí vergüenza por que Andrea nos miraba y reia, hice un ligero esfuerzo por soltarme pero Walther continuo a sobarme y a besarme el cuello, lo que terminó por dominarme y me convenció a permitir el manoseo de este negro varon. Sentia en mis nalgas la dureza de su miembro y en mis pechos sus manos metidas en mi camisa jugueteando con mis pezones. Sabia que si no me soltaba, Walther me haria suya y yo lo deseaba. Pero me soltó.

Se puso a bailar con Andrea, y ella mas desinhibida aún, le echo los brazos al cuello y lo besó profundamente, mientras frotaba su cuerpo contra él sensualmente, entregada al ritmo de la musica y de la pelvis de Walther. Sentí envidia y celos, y una excitación como nunca antes habia sentido.

Tome otro trago y me acerque a ellos, lo queria para mi y estaba dispuesta a luchar por el. Aparte a Walther de Andres y lo besé yo tambien. Y fuí mas allá., le desabroché la correa y busque dentro del pantalon el objeto de mi deseo y lo empecé a acariciar. Capturé la atención de Walther pero él no se decidia, o mejor, había ya decidido, nos queria las dos , me besaba a mi y luego a Andrea para luego tornar a mi y así.

Nos invitó a ir a su dormitorio, una vez allí nos desvestimos las dos quedando desnudas completamente. El tambien se desnudo y nos mostraba blandiendo con la mano su potente virilidad proclamando el placer que sabia producir.

Aunque habia tenido una esperienza anterior, esta habia sido fugaz y muy poco gratificante, por lo que podria considerar esta como mi verdadera primera vez. En vez para Andrea si era su primera vez, yo lo sabia y ella estaba decidida. Decidimos compartir este mulato. Nos besamos primero con afecto y luego con pasión, estabamos tan excitadas que nos dejabamos llevar por nuestros instintos. Nos subimos a la cama donde estaba Walther echado y le besamos su falo, primero Andrea y luego yo, lo compartiamos , lo acariciabamos, le pasabamos la lengua como a un dulce exquisito y de tanto en tanto nuestras lenguas se juntaban aumentando la calentura a limites nunca alcanzados.

Walther me jalo hacia él, me besó mis senos incipientes mordiendo mis pezones haciendome escapar un ligero gemido, mientras tanto Andrea se comia con gula aquella verga siempre erecta.
Le comenté que Andrea era virgen y me dijo empiezo contigo entonces. Me coloqué encima de él dandole la espalda para autopenetrarme, acomodé la cabeza en la punta de mi ano y empecé a ensartarme. Sentí el dolor de la penetración, me detuve un momento, Walther empujó y senti la cabeza ingresar gracias a la lubricación abundante de sus jugos y nuestra saliva,. Di un grito de dolor y placer, una vez ensartada me dejé ir y aquel pene me penetró en toda su longitud. Me eche hacia atrás sintiendo el pecho del mulato en mi espalda. Me abrazó por la cintura, me besó la oreja al tiempo que me susurraba obcenidades. Mi ano poco dilatado tardaba en acostumbrarse a este intruso, mas grueso y mas grande, cuando Andrea empezó a comerse mi clitoris-pene. No lo esperaba y me excitó tanto que mi esfinter no paraba de contraerse. Walther empezó a fornicarme con lujuria y yo terminé en la boca de Andrea, y a cada espasmo de mi orgasmo sentía una arremetida de Walther en mi culo, con una sincronización sublime.

Le dije a Andrea :”Es tu turno”
Walther me desensartó y se enlazó en un beso con Andrea manoseandola y cacheteandole las nalgas, excitandola y preparandola para su debut.
La colocó boca abajo en la cama, yo le chupé la poya gustando el sabor de mis entrañas y lubricandola para mi amiga. Le abrí las nalgas y vi su culito limpio, rosado y depilado, con perfume de puta barata. Yo seguí besando la pija de Walther y no resistí a la tentación de chuparle el rabo a Andrea, fué riquisimo comerme su ano con mi lengua, Andrea se comportaba como la puta que siempre fué rogandome que continuara. Yo alternaba el ano de Andrea con la verga de Walther poseida por la lujuria y la desesperación del sexo desenfrenado.

Cuando estuvo bien lubricada, le separé las nalgas y Walther colocó el mastil en la entrada de su agujero para hacerla mujer. Vi el esfinter ceder a la presión del glande que se enrojecía del esfuerzo, Andrea jadeaba y Walther seguia presionando hasta que el culo cedio y entro la cabeza, una bella verga negra dentro del culo blanco de Andrea. Walther espero un momento a que se dilate el potito de Andrea de quien debo decir que se portó magnificamente. Luego empezó con el mete y saca, despacio primero introduciendo un poco mas de pinga con cada movimiento hasta que se la comió toda. Se echo encima de ella y la poseyó por un buen rato. Andrea gemia y gritaba como loca, “hazme tu mujer” repetía y Walther, puntual la obedecia arremetiendo con mas fuerza sobre ese hasta hace poco virginal culo. Yo estaba super excitada con esta escena y mi clitoris-pene lo confirmo con una nueva erección.
Walther se retiró para descansar y con Andrea iniciamos un 69 que nos supo a gloria, yo sobre la cama y Andrea encima mio, dejando expuesta la entrada a su orificio aprovechando Walther para una nueva penetración. Yo le besaba los testes a Walther y este de rato en rato se retiraba de Andrea para dejar que le chupe la pija. Andrea mientras tanto no me soltaba y parecia que quería arrancarme el pequeño pedazo de carne que representaba mi sexo.

Ahora te quiero a ti, me dijo Walther y yo no lo hice esperar. Me puse como perrita y el me empujo de un tiron toda la longitud de su pieza. La metia y la sacaba con fuerza que me hacia girar la cabeza y casi pierdo el sentido cuando me pidió cambiar de pose. Me abrazé a Andrea entrelazando nuestras piernas y frotando nuestros sexos y por atrás me penetraba Walther desenfrenadamente hasta que finalmente sentí en mi el calor de la explosión de Walther dentro de mi, lo que me hizo estallar en un nuevo orgasmo seguido por el de Andrea que gemia y gritaba desaforada.

Estaba agotada y feliz. Me quedé dormida un buen rato.
Desperté por le alboroto de Andrea que estaba siendo cabalgada una vez mas por Walther. Insaciable y lujuriosa. Yo estaba exhausta y preferí seguir durmiendo, con la esperanza que al despertar Walther sea solo para mi esta vez.......


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Comentarios enviados para este relato
pijoserva (9 de June de 2014 a las 20:17) dice: Muy bien escrito y bien llvado.El lector va de la mano de la autora y se mete en el personaje con facilidad de forma que llegar a ser Karina según el relato va avanzando. En otras palabras transmite, calienta pero bien escrito. Hay un parrafo en el que habla de Andres en lugar de Andrea. corregir

katebrown (18 de October de 2022 a las 22:05) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:29) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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