La Trampa

Buscando un empleo como geólogo recién diplomado, presenté mi currìculum a una selección que buscaba un geólogo para un puesto en una empresa que tenìa un establecimiento de exploración a 3000 metros de altura en la Cordillera de Los Andes. Pronto me citaron a una entrevista y me ofrecieron un empleo por un año con un buen sueldo. Me llevaron a la montaña y me dejaron allì. Habia unas 50 personas trabajando, buenas casas y abastecimientos.
A los pocos dias fui citado por la ingeniera jefa a su despacho, que me hizo preguntas personales sobre mi vida de relación y me despidiò friamente. A los dos meses me citó su secretario. Me dijo que la jefa me ofrecia una relacion profesional que incluia cumplir ordenes personales. Pregunté qué tipo de órdenes. "Todas las que se le ocurran", fue la respuesta. El sueldo era triplicado hasta el fin del contrato.
Pedi una semana para dar una respuesta. Consulté a mi hermano por teléfono y acepté.
Me cambiaron el contrato con una cláusula que incluía cumplir órdenes a cualquier hora.
Pocos dias después, me llamaron dos veces a la madrugada y me dieron órdenes bastante estúpidas, que cumplí.
Luego fuí llamado al despacho de la jefa a las 23 horas. Me dijo que pasara al despacho de su secretario. Era una oficina contigua, y la puerta estaba entreabierta.
El secretario me dijo que el médico tenía que hacerme un reconocimiento personal, y que tenía que quedarme en ropa interior.
Me hizo sentar sobre el escritorio y me revisó todo el cuerpo.
La jefa seguia en la oficina contigua y pedi que cerraran la puerta. Ella me escuchó y me dijo secamente que esas revisaciones las podia hacer ella misma.
El médico me bajó el slip. Yo estaba desnudo de pie.
El médico me ordenó agacharme y me abrió el ano mientras me preguntaba si habia tenido relaciones sexuales.
Me veia muy humillado pero no podia hacer nada.
Agachado, y detrás, a través de mis bolas, veía a la jefa en su oficina mirando la escena desde unos 4 metros.
Respondí que no. "Estas seguro ?", me dijo.
Si, soy hetero, respondí.
Cuando vi que se ponia un guante y que lo untaba con una crema me puse rojo de verguenza.
Me empujó hacia abajo y me puso el dedo en el culo.
Allí me incorporé y le dije que me retiraba, que eso no lo aceptaba.
Me dijo que no estaba programada una evacuación del personal en los próximos tres meses, que tenía que quedarme allí o irme andando, algo imposible en invierno a 3.000 metros de altura con caminos bloqueados.
Qué dices ?, preguntó.
"Si no hay alternativa, miren de mi lo que quieran.", respondí.
Me hizo agachar nuevamente y llamó a la jefa, que me reconociera ella misma para que viera si habia tenido relaciones anales.
Vino la jefa y miró cómo el médico me revisaba el ano con dos dedos dentro y dijo: "Te prevengo que el sueldo que te pago no es por nada, tienes que hacer todo lo que se te ordene."
"Como qué, le pregunté.
"Todo, por hoy es suficiente. Me encanta que eres virgen. No puedes hacer comentarios con el resto del personal, es una orden", dijo secamente.
En los dias siguientes, con una discreta vigilancia, observé que otros muchachos. todos muy guapos, ingenieros o ayudantes, incluído el que atendía las mesas en el comedor, desfilaban hacia la casa de la oficina y volvían con la cabeza gacha tratando de pasar inadvertidos, pedro me abstuve de preguntarles nada.
A los quince dias, me convocaron nuevamente después de hora.
Estaba la jefa sola y me ordenó desvestirme.
Cuando estaba desnudo me hizo agachar y me obervó mucho el culo y las bolas.
Me hizo colocar sobre el escritorio con el culo hacia arriba, y se colocó un arnés.
Cuando vi lo que tenía, entré en pánico.
"NO duele", me dijo.
Y empezó a rozarme el ano con el instrumento semi blando de 20 cm.
"Te penetro?", me dijo.
"Si digo que no, soy hombre muerto en medio de la nada", respondí.
"Mi cuerpo ya es suyo, me lo compraron con un sueldo alto sin aclararme de qué se trataba".
"Me encanta que lo aceptes", dijo ella, "desde el primer dia me gustaste por ser alto,moreno y velludo, los culos con vello como el tuyo y las piernas peludas me calientan muchisimo en los hombres"
Y empezo a penetrarme despacio.
Yo respiraba hondo y aguantaba.
Cuando el arnés me abrió mucho el ano, gritè de dolor y me saltaron las lágrimas. Entró el secretario, que me tomó de las manos y me sujetó mientras me rompian el culo.
Esas sesiones se repitieron dos veces mas y un dia, al entrar, habia un hombre en la oficina.
"Hoy te lo va a hacer él.", me dijo, "Desvistete completamente".
"No, un hombre no, dije.".
_"Eso dices?, pues entonces te irás despedido."
"Pero tendras que esperar la próxima evacuación valiéndote por tus propios medios, solo faltan tres meses".
Tuve que dejarme penetrar por ese hombre también cerrando el ano para que no me penetrara totalmente, mientras la jefa observaba el acto.
Un dia, al cabo de una sesión en la que ella me penetró con el arnès, me dijo que si accedia voluntariamente y con gusto a esas sesiones me aumentaba un 25% el sueldo.
A esas alturas, ya me daba lo mismo, dada la inutilidad de oponerme, lo que me hizo aceptar.
Me quedé un año en el campamento y fui penetrado muchas veces por ella y por su pareja.
Pero volvi con un importante ahorro y el culo muy dilatado.
Comprobé que se puede aprender todo y adaptarse a todo, solo basta con empezar. Ahora me gusta y busco en bares gay quien me lo haga.
También trabajo en una empresa en la que mi jefe me penetra cuando le da la gana.
Pero no soy gay, creo.
Tengo relaciones hetero.
Me hicieron descubrir un divertimento.
Lo peor ?, ahora lo hago gratis y con gusto.