LAS VECINITAS (1) ARANZA

LAS VECINITAS (1) ARANZA

Llegaron al departamento de junto un grupo de chicas universitarias las cuales con el paso del tiempo y el trato descubriría que además de bonitas eran muy calientes y atrevidas, la primera con la que llegue a algo fue con Aranza, una hermosa morenita de cuerpo delgado y de una sonrisa preciosa.

Aquel día tocaban a mi puerta con insistencia, en shorts me dirigí a abrir dándome cuenta que era mi preciosa vecinita, me pregunto si interrumpía y le dije que no y la invite a pasar, se sentó en mi sofá cruzando sus lindas piernas que el short permitía lucir muy bien, me dijo que estaba solita y un poco aburrida.

Empezamos a platicar de cosas sin importancia y en un momento dado jugueteamos con nuestras manos abrazándonos, su cuerpo despedía un olor a perfume muy rico que me excito.

Para entonces yo la tenia ya abrazada, y nuestros labios se juntaron en un beso, me dijo al oído que sabia lo que a ella le gustaba y ya no me detuve, la quise desnudar y no opuso resistencia, le quite la playera que traía y saltaron dos senos chiquitos pero paraditos y rositas que empecé a mamar sin perder tiempo.

La lleve hasta mi cuarto para acostarla en mi cama, nos besamos otra vez y empezó a tocar mi miembro por encima del pantalón, contrario a lo que pensé, Aranza no se veía para nada tímida.

Me puse de pie y Aranza me empezó a bajar el short descubriendo mi verga a medio parar, con una sonrisa dijo que estaba bonita y larga como a ella le gustaban, supuse entonces que ya tenia camino recorrido en lo que a sexo se refería.

Se la metió en la boca con sus ojitos a medio cerrar disfrutando del sabor de mi verga, a mi sus caricias me tenían loco y gemía por las ricas mamadas que me daba la preciosa Aranza, a veces nuestros ojos se encontraban y ella sonreía o hacia algún ademán mientras me continuaba mamando.

Le dije que se quitara el pantalón y la demás ropa y así lo hizo, traía un calzón tipo short de color rosa muy coqueto adornado con corazones plateados alrededor, el bra era blanco y cubría de una manera muy rica sus pechitos.

Me senté en la cama y ella de perrito siguió mamandome, en esa posición se veía de los mas rica con su colita parada, mientras me seguía mamando empecé a tocar y pellizcar los pezones que ya se estaban inflamando por la excitación.

Aranza gemía de una forma muy cachonda mientras me mamaba, con su otra mano empezó a acariciar y apretar con cuidado mis testículos duplicando el placer que sentía, ya llevaba un rato que me mamaba sin sacar mi miembro de su boca.

Con una sonrisa me dijo que si se la metía, cosa que por supuesto acepte, me puse un condón de los que tengo siempre disponibles y le pregunte que como quería, me dijo que le encantaba sentada de espaldas y así lo hicimos, se acomodo arriba de mi de espaldas y poco a poco fue dejándose caer en mi miembro que seguía de lo mas parado.

Apoyando sus manos en mi pecho subía y bajaba de mi palo gimiendo de una manera muy rica y fuerte, le pregunte si la estaba lastimando y me dijo que no y que siguiera, era delicioso ver como Aranza subía y bajaba de mi miembro que le entraba casi en su totalidad haciéndonos gozar a ambos.

Después de unos minutos quiso cambiar de posición y ahora me monto de frente, yo teniéndola sujeta de las caderas la clavaba mas en mi miembro y ella seguía gimiendo de placer, me paso sus brazos por el cuello y entre gemidos me dijo que la estaba cogiendo de una manera deliciosa y como hacia mucho no se lo hacían.

Alcance sus labios con los míos y le di un beso de lo mas cachondo y caliente que pude, montada en mi se movía con muchas y poco a poco me fui recostando para que Aranza quedara montada en mi totalmente, en esa nueva posición ella podía a su gusto ahora si subir y bajar de mi miembro con libertad.

Después de algunos minutos note que sus movimientos eran mas despacios y profundos y supe que estaría cerca de venirse, después de dos o tres ricos movimientos encima de mi así lo hizo quedándose quieta encima de mi.

Se desmonto de mi para descansar un poco, ocasión que aproveche para seguirla besando de una manera por demás rica, cuando ya había descansado un poco me dijo que si hacíamos el 69 y le dije que si.

Entonces encima de mí se coloco en la posición y me puse a mamar su cosita húmeda abriendo y separando sus labios con mis dedos, mientras ella me seguía mamando con mucho deleite y muchas ganas.

Me dijo que ahora como se me antojaba coger y el dije que de lado, se acomodo enfrente de mi y levantando su pierna me dispuse a penetrarla, Aranza recibía mis estocadas con unos gemiditos cachondos mientras que con los dedos de su mano se sobaba su cosita húmeda y con la otra se pellizcaba los pezones duros y ya enrojecidos.

Me moví con mas ganas y mas fuerza arrancándole mas gemidos cachondos, le dije que ahora quería de perrito y ella sin perder tiempo se acomodo, sus nalguitas se veían preciosas en esa posición.

La tome de las caderas y la penetre de una intención hasta lo mas profundo que pude, ella se dejaba hacer y yo metía y sacaba mi miembro de una forma riquísima de su cuevita que por lo lubricada que estaba permitía el libre transito de mi miembro.

Sentía la verga paradísima como nunca, y las metidas que le daba eran lentas y profundas, pude notar que ella se estaba dando dedo en su cosita y me incitaba a penetrarla con fuerza, después de algunos minutos pude sentir el temblor de su cuerpo de nuevo y como un liquido caliente escurria por su cosita mojando mis piernas.

Yo me movi con mas velocidad y pronto le dije que no tardaba en venirme, deje de cogerla y con una sonrisa me dijo que queria la leche en sus senos, obedeciendola termine en sus ricos senos y ella se unto el semen como crema en ellos.

Nos dimos un beso cachondo y estuvimos abrazados un rato hasta que se fue a su departamento dejandome su tanguita con su olor como recuerdo.