Lizeth, una amiga inolvidable...

LIZETH, UNA AMIGA ÚNICA



-¡Kite! Mi amiga Lizeth está por venir!-

Estas palabras las oí de mi hermana cuando estaba recostado en el sillón de mi casa. Recordando la buena cogida que le había hecho a Josselin, la diosa del sexo.

Cuando estuve con Josselin, no fue mi primera vez. Cabe señalar que mi primera vez fue con Eliana, la insaciable. Pero ahora pensaba en Josselin, que ahora se había convertido en mi novia.

-¿qué? ¿Tu amiga?, ¿ a qué horas va a llegar?-

-No tardan...- contestó mi hermana..-

-¿ellos?, ¿quiénes?

-mira, eso no te importa. Sólo desaparécete, van a venir mis amigos, vamos a ver una película.-

Me levanté del sillón hacía mi cuarto mientras en voz baja maldecía a mi hermana y a sus mentados amigos.

Siempre que ella se reúne con sus amigos me tengo que pasar casi todo el día en mi cuarto.

"¡Somos chavos ya de 19 años, Kite, no queremos a mocosos aquí!"-decía mi hermana cada vez que venían sus amigos.

Entre a mi cuarto cuando entró el primer invitado, el novio de mi hermana. Me recosté en mi cama y seguí pensando en Josselin. En verdad que la quería. La amaba. Sentía algo muy especial por esa muchacha. Decidí hablarle por teléfono.

-Hum, buenas noches, ¿se encuentra Josselin por ahí?-

-ah, eres Kite. Permíteme.- dijo su mamá.-

Tal vez no quiso contestarme, pero juré que Josselin estaba en su casa. Tardó su mamá un buen rato y al final me contestó:

-no, no está.-

Colgé la bocina sin decir una palabra más y me recosté. Me quedé profundamente dormido. Al despertar noté que los amigos de mi hermana estaban en la sala viendo su mentada película. Entre esos amigos, había siempre amigas de mi hermana. Pero nunca les presté atención.

Me desperté y lo primero que hice fue levantar la bocina.

-¿si?-

-Hola, mi amor. ¿Cómo estás?-

-Oh..ay....heeem-...Kite, no..no, no puedo hablar....-

-¿por qué?-

-Ay, adiós....hum...-

Colgó. Colgé. Me quedé muy pensativo. Juraría que Josselin estaba gimiendo de placer. Me rasqué la cabeza, y me puse muy triste. Entre Josselin y yo las cosas no habían estado muy bien. Tal vez, me engañaría con otro tipo. Rumores me habían llegado ya....

Me dispuse a hacer una chaqueta. Me saqué el pene y lo empecé a jalar. No era tan bueno como cuando lo hacía Josselin.

Sentí unos pasos. De un solo golpe se abrió la puerta de mi habitación. Era una de las amigas de mi hermana.

Alcancé a ver una silueta de una mujer muy hermosa. Caderas perfectamente marcadas, muslos muy grandes, unos senos enormes. Yo la contemplaba como bobo. Aquella hermosa mujer de unos 19 años me miraba confundida. Poseía una minifalda y una blusa negra pegada a su cuerpo. Y yo con el pito de fuera masturbárdolo.

Cuando regresé en si me metí el pene adentro del short y la miré asustado. No sabría cual iba a ser su reacción.

-Oh, oye, ¿tú eres el hermano de Moon?-

-Oh, hum si.-

Ella me sonrió y me dijo:

-¿Qué te pasa?, te noto triste.-

-No, es que, acabo de perder a mi novia- le dije-

No sabía por que demonios se lo dije. Estaba seguro de que no le interesaba en un fondo lo que me pasaba..



-Ay, chiquito...- me dijo como si yo fuera un chiquillo de 5 años que acababa de perder algún dulce.-

Se sentó a mi lado y me acarició las piernas.

-Yo sé cómo te sientes.-

Aquella muchacha, estaba buenísima. Me acariciaba, me abrazaba, como si yo fuera un bebé. Trataba de consolarme. Yo sólo veía sus tetas enormes y sus piernas. Recosté mi cabeza en sus piernas, así tuve un mejor panorama de esos enormes senos.

Después de tanto apapacho, me dijo:

-Bueno, ya me voy, iba a ir al baño, pero ya se me quitaron las ganas. Adiós bebé...-

Y se marchó.

Seguí con mi mirada su enorme culo, hasta que desapareció del marco de la puerta.

Decidí ir a la sala a escuchar las conversaciones de los amigos de mi hermana, Moon.

Tardaron un buen rato, pero al final sólo quedaron las mujeres. Aquella bella dama, llamada Lizeth, por fin habló de mi:

-Oye, Moon, no me habías dicho que tenías un hermano, ¡está hecho un papi!-

-Lizeht, por favor, tiene 15 años.-

-Y eso que importa, ya la ha de tener grande,. Ya ha de tirar lechita, ¿verdad?-

Yo escuchaba serio, y mientras aquellas mujeres calenturientas hablaban de sexo mi pene iba creciendo.

Me fui a la cama y concluí la chaqueta que tenía pensada hacer.

Por la mañana, le hablé a Josselin y la invité al cine. Ella me dijo que no sabía si iba a ir, pero que ella me llamara, que esperara mi llamara. Y así fue. Me bañé,. Me arreglé, estaba ya listo para recibir a Josselin con un vestido despampanante y llevarla al cine, y fajarla mediante viéramos la película.

El teléfono sonó. Descolgué la bocina lo más rápido posible y.....

-hola.¿quién habla?-

Yo suspiré tristemente al saber que la voz que oía no era de mi amada Josselin.

-con quiere hablar?- dije sin muchas ganas.-

-Oh, hola Kite. Soy Lizeth, ¿está ahí tu hermana?-

-Ah, hola Lizeth, no, no está. Salió...-

Después de una pausa me dijo:

-Oye, dile que en 1 hora voy para su casa, que no salga ¿estará en una hora ahí?

-si, en menos de una hora llega.-

-Bueno, dile que me espere, quedamos en que le iba a dar un.. bueno, un trabajo, el caso es que voy para su casa, avísale.-

-si, yo le diré Lizeth. Adiós-

Ya iba a colgar pero la muy buenona me seguía hablando.-

-Oye, ¿todavía estás triste por lo de tu novia?-

-No, ya no. Después de las caricias que me diste anoche, ya se me quitó un poquito.-

Ella se rió y me dijo:

-ah, bueno, entonces tendré que hacértelas más seguido.-

Yo reía y por fin colgamos.

Yo estaba en el sillón junto al teléfono esperando la llamada de Josselin. El tiempo pasó y no llamó. Yo me tallaba la cabeza de la desesperación, y los ojos, debido a que alguna lágrima se me escapaba de los ojos. Ya había pasado bastante tiempo y mi hermana Moon aún no llegaba. De seguro seguía fajando con su novio en la Universidad.

-Alguien llamó a la puerta-

¡Moon!-pensé de inmediato.-

-Abrí la puerta y me encontré con una hermosa mujer que vestía un tipo de pants pegado al cuerpo, una camisa negra pegada donde podía notar sus pezones, llevaba una chaqueta blanca y unos lentes rojos, que también pude apreciar sus hermosos ojos. Era morena, y además, hermosisisisisma........ Era Lizeth.

-Hola, Kite, ¿está tu hermana?-

-No, no ha llegado.-

-Hum..que mala onda oye...-

Y los dos callamos. Yo la miraba de arriba abajo. Ya me había puesto erecto. Verdad que esa chava podría realizar todas mis fantasías sexuales sin ninguna dificultad.

-Hum, y..oye, ¿me podrías regalar un vaso con agua?.-

-si claro, le dije. Pásale.-

Fui por el agua y regresé. Cuando lo hice, ya estaba sentada en la sala. Me senté junto a ella y nos miramos.

-Toma, aquí está tu vaso con agua.-

-Gracias, eres muy lindo Kite.

Lizeth lo bebió pero sin dejarme de ver. Juraría que me estaba coqueteando.

Por fin concluyó de beber el agua, y me dijo:

-oye, ¡mírate! Te veo más bueno que ayer, papacito.....-

-Si, yo así soy. Cada día me pongo más bueno.-.

-¿por qué estás tan arregladito?-

-es que, esperaba a mi novia, pero, pues, no me llamó.-le dije cabizbajo.-

-Ay, Kite- me dijo mientras se me acercaba y ponía sus brazos alrededor de mi cuello.

Tu te mereces a alguien mejor no a una chiquilla que no te sepa valorar.

La muy maldita se me acercaba mucho y levantaba su senos y me miraba fijamente. Yo la miré con lujuria. Se quitó los lentes y me dijo:

-déjame darte la paz que necesitas...-

-ayer, ayer, ayer yo escuché lo que les decías a tus amigas y a mi hermana-

Me miró con más deseo y no pude controlarme y la besé.

Fue un beso largo y apasionado, Me besaba ella también, me metía la lengua, yo a ella. El beso era apasionado. La tomaba de sus caderas, le sobaba los senos, la recosté en sillón. Le quité su chaqueta, aún sin dejar de besarla. Le quité la playera y observé unas enormes tetas. Ella me miró, esperando algo. Le mordí, le chupe, le sobé sus pezones. Le mamaba tanto, pero tanto, como queriéndole sacar leche. Le chupaba su vientre, sus pechos, su ombligo. Poco a poco la despojé de su pants, le quité con suavidad sus tenis, sus calcetas. Le quité su calzoncito, quitándoselo con la boca. Por fin la tenía desnuda ante mí. Contemplé su cuerpo desnudo un buen rato. Ella respiraba agitadamente. Su vagina estaba húmeda. Lo noté y en seguida le chupé su clítoris, se lo masajeaba con la lengua, se lo chupaba, se lo retorcía, se lo mamaba,. Ella gemía como loca. Yo lo hacía lujuriosamente. En cuestión de minutos Lizeth tuvo su primer orgasmo. Sus líquidos me bañaron mi cara. Aún así se la seguía mamando. Ella gemía y se movía violentamente en señal de placer. Tomaba mi cabeza y la hundía en su vagina. Quedó agitada.

Me levanté y le dije: -"te voy a dar una cogidota que no te imaginas chiquita..."-

Me desnudé por completo y me le lancé. Chupaba, manoseaba, palpaba todo su cuerpo. Con decir que le toqué hasta la sombra.

Ella me besaba y yo a ella. Estábamos realmente excitados. Yo, de un momento a otro la penetré por completo. Ella soltó un gemido. Yo no paraba, se la metía, se la metía , se la metía y se la metía más y más. El sillón se empezó amover y sus respaldos pegaban violentamente en la pared. Yo se la metía y se la metía. Le agarraba sus piernas mientras la penetraba. Ella apretaba mi espalda y gritaba, gemía, se quejaba del placer. No pude más y me desleché en ella.

-Oh, Kite, tu lechita.....-me dijo con al respiración cortada, debido a la cogida que le metí.

Yo me levanté y me recosté en otro sillón. Estaba cansadísimo. Ella se levantó y se sentó en mis piernas dándome la cara. La muy perra quería más, a sus 19 años era una mujer insaciable.

Me besó de nuevo. Me pasaba la lengua por mi cara, por mis pectorales, por mis piernas. Me chupaba el pito, los huevos. Me acariciaba todo mi cuerpo.

Así estuvo un buen rato, tanto, que yo me había ya incorporado. Le respondí sus caricias, su besos. La llevé al sillón y decidí nuevamente penetrarla.

Mientras lo hacía nuevamente, me chupaba las orejas y me dijo: -quiero que me la metas por atrás, Kite, quiero darte mi culo, quiero sentir tu verga en mi hoyo....por favor....-

Yo me salí de su profunda vagina y la levanté, ella solita se puso en cuatro, poniendo sus dos manos en el sillón, y dándome su culo la penetré de un jalón. No le avisé. Ella soltó un grito ensordecedor de placer. Yo la tomé de las caderas y la jalaba hacía a mi mientras la penetraba dando un movimiento de atrás hacía adelante. Así seguía y seguía. Los dos gemíamos, el placer estaba en su punto culminante.-

-así, así, oh, oh, Kite, así así..ay..ayy...aaa.....ahh.. papi...asi..Kite, chiquito, ay....-

-Oh, oh.. que culoo...Lizeth...oh....oooohhhh.....hum..que rico culo tienes...oh..ooh..-

Detrás de mi había un sillón y no dudé en sentarme en él. De esa manera, ella se sentaba en mi verga y saltaba, aprovechando la penetración al máximo. Yo le restregaba mi pito y ella se hacía para abajo. Y yo hacía arriba. Era algo tan fascinante. Le agarraba de la cintura y la jalaba hacía abajo. Decidí ponerla en cuatro nuevamente y continuamos con el movimiento. La jalaba hacía mi y ella se hacía para atrás. Yo estaba a punto de venirme y la agarré de sus enormes tetas, las apreté mientras mi semen corría por mi pene hasta llegar a su ano.

Mi leche bañó su ano, tanto, que el semen salió de su ano. Me separé de ella, sin antes besarle el culo y chuparlo.

Me recosté en el sillón con la respiración alta. Ella estaba que se moría a juzgar por su tono de respiración.

El teléfono sonó. Saltamos asustados y ella fue la que contestó la llamada.

-¿si?-

-su novia-

-el no quiere hablar contigo, dice que te vayas al demonio...-

-¿quién era Lizeth?-

-tu ex novia, Josselin-

Yo le sonreí y le dije que yo después hablaría personalmente con Josselin. Después de un rato, volvimos a repetir el maravilloso acto sexual. Si no hubiera sido por la llegada de mi hermana, el culo y cara de Lizeth hubieran sido bañados por mi tibio semen, otra vez.