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Madre difruta de su niña

Relato enviado por : Anonymous el 12/06/2011. Lecturas: 246683

etiquetas relato Madre difruta de su niña   Lesbianas   Familiares   Madres   Hijas   Amor filial .
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Resumen
Yo creí que todo había acabado ya, me equivocaba. Se puso sobre mi vientre, de forma que sus piernas colgaban a ambos costados. Sentí el pelo de su chocha y su humedad sobre mi ombligo. Entonces se abalanzó sobre mi cara y me dio un beso en la boca penetrándome su lengua mientras me mordía con sus labios, me dijo, no se ha terminado aún, usted va a gozar hoy más que nunca, puta


Relato
Es un gusto poderles contar mi historia, mi nombre es Martha Paber, para comenzar les digo que soy una mujer colombiana trabajadora, mi edad es de 35 años, mi cuerpo lo mantengo en forma, tengo una hija hermosa de 18 años llamada Sandra Carolina que es mi adoración, yo jamás había tenido tendencia lesbiana hacia otra mujer, pero todo esto cambió de un momento a otro, mi niña es de cuerpo muy delgadito, su cabello es negro, largo y lacio, su piel trigueña, tiene una boca de labios largos y delgados, sus ojitos son algo achinados y de color verdes.

Muchas personas dicen que es una fotocopia mía, en cambio yo soy mona, de piel bastante clara, mis ojos son marrones claros y se puede decir que me conservo bastante bien, debido a la dieta y a beber mucha agua, aparte del ajetreo diario del trabajo y a hacer algo de ejercicio los fines de semana.

Mi trabajo me obliga a combinar el tono serio de mis vestidos con un toque sexy que me hace triunfar entre los hombres. Estoy muy orgullosa de mi cuerpo: tengo unas tetas grandes pero bien puestas, una cintura estrecha, la barriga en su sitio, un culito respingón, unas caderas ancha y unas piernas largas pero gorditas, en pocas palabras una cuchibarbie como dicen los chicos hoy en día.

Confieso que desde hace semanas veo a mi querida hija con otros ojos, se me han pasado ideas muy raras por la cabeza. Un día la llamé para preguntarle por la ropa que había planchado el día anterior. Ella se estaba duchando. Vaya, pensé, No tendrá tiempo de ducharse cuando yo no estoy. La habitación de mi hijita tiene anexo un pequeño baño con ducha. Enseguida entré despacio en el baño de mi hija y la observé ducharse. Tenía un cuerpo delgado, pero a pesar de ello, muy bien formado, sus piernas eran hermosas y algo cortas, sus tetas eran pequeñas y pegadas a su cuerpo, su pezón oscuro y diminuto estaba rematado en una punta desafiante.

Esto me llamó la atención, pues mis pezones son rosados y grandes. Me descubrió mirándola. Yo para despistarla le pregunté por la ropa, pues había olvidado colocarle un botón a la chaqueta de Jean. Ella me indicó donde se encontraba las prendas, luego sonriéndome me dijo algo que entonces no comprendí, ¿Mami se quiere bañar conmigo?.

No comprendí lo que me dijo y no le hice más caso. Ese día fue un día fatal en el trabajo. Así que vine súper estresada. Estaba sentada en el sofá viendo la televisión, entonces me sorprendieron unas manitos delgadas que me tocaban en el hombro. Aquello era delicioso, que relax. Me entró como un sueño que me hacía olvidar de todos los problemas. Mi hija Carolina me repetía en mi oído: Mami linda, lo que tienes es cansancio, y este masaje te va a quitar todo ese estrés, relájese. Me estuvo tocando los hombros y el cuello hasta quedarme totalmente relajada. Me explicó que en el colegio se inscribió en un curso para dar masajes a la gente y de ahí la experiencia que tenía. La verdad es que lo hizo muy bien.

En efecto, mi niña comenzó a hacerme los masajes todos los días. Al poco tiempo, me convenció de que lo mejor era que yo me tumbara sobre la cama boca abajo, mientras ella me daba golpecitos rítmicos con el canto de la mano, donde me apretaba los hombros y el cuello. Pronto me convenció de que era mejor hacerlo sin la camisa puesta. Ese día me dijo: Mamá usted es como tímida, relájate para luego desabrocharme el sujetador.

Poco a poco me fui convenciendo de que era una experta haciendo masajes, así que no puse objeciones cuando se sentó sobre mí para hacerme los masajes sobre la espalda. ¡Qué poquito pesaba! Sus manos se deslizaban por mi espalda, cada día un poco más lejos de la espina dorsal y más cerca de mis senos. No le daba importancia, como tampoco le daba importancia que comenzara a relajarme pasando sus labios por mi espina dorsal. Era realmente relajante, la lengua mojada de mi caro me quitaba todo el estrés.Mi chocha peludita con vellos de color castaño comenzó a sentir el peso de la sangre en el clítoris, donde de mi coño salía calor erótico acumulado pues llevaba mucho tiempo sin tener relaciones con nadie y la verdad me hacía falta un buena culeada, Carolina mi hija siendo mujer debió de notarlo porque a partir de ese momento los acontecimientos empezaron a precipitarse.

De repente lo primero que observé fue a Carolina delante de mí, desnuda totalmente. ¡Que lindos y sedosos vellos negros le cubrían el coño! Ella me miraba con unos ojos de malicia. Pronto me di cuenta que mis manos estaban atadas las dos juntas al cabecero de la cama.
¿Qué haces hija?, mira que soy tú madre… le dije temerosa y excitada.

Mi hija me contestó, Date la vuelta y por favor coloca la cara contra la cama porque esta noche te voy hacer un masaje especial. Mami usted está muy tensa relájese y disfrute mucho el momento. Vas a quedar como una mujer nueva. La obedecí. Mi hija se sentó sobre mí y comenzó a menear sus tetas en mi espalda mientras me decía cosas increíbles. Usted es una puta, mami lo supe desde que te observé el día que me viste en el baño.

Sus manos manoseaban mis nalgas, a las que previamente había liberado bajándome las tangas. Me movía las nalgas de arriba abajo y las separaba. Me daba besitos en el cuello, los hombros y me devoraba el lóbulo de la oreja. Yo insistía en que me dejara libre, le dije, Hija lo que quieres es comerme ¿cierto? ¿Usted mi niña me desea?

Carolina me ordenó darme la vuelta, lo que hice con dificultad, por estar ella en el medio. Se colocó de rodillas entre mis piernas y se abalanzó sobre mí, comiéndome la boca primero, mientras amasaba y pellizcaba mis tetas. Luego comenzó a comerme los pezones, alternando un ritmo suave de lametones, con una agresividad medida de mordisquitos. A estas alturas ya teníamos las conchas súper mojadas. Mi hija debió de sentir mi humedad al clavar su rodilla en mi chocha peluda y al mismo tiempo restregaba sus tetas contra mis pechos.

Nuestros pezones tropezaban y se excitaban mutuamente. Sus manos me cogían de las caderas y oprimían mi sexo contra su pierna, no paró hasta que comencé a frotarme yo misma contra ella. Sentía un calor en el vientre que me subía por la cabeza y me bajaba hacia la vagina. Me abandoné a mi querida hija y a mi propio orgasmo.
Le pedí que me soltara. Yo creí que todo había acabado ya, pero me equivocaba. Se puso sobre mi vientre, de forma que sus piernas colgaban a ambos costados. Sentí el suave pelo de su chocha y si humedad sobre mi ombligo. Entonces se abalanzó sobre mi cara y me dio un beso largo en la boca penetrándome su lengua mientras me mordía con sus labios. Cuando me dijo: Esto no se ha terminado aún, usted va a gozar hoy más que nunca, puta.

Ella comenzó a bajar por mi cuerpo, besando mis pechos, mientras sus manos no se separaban de mis tetas y mis pezones, me besó las costillas, el ombligo, la ingle y al final sus labios me mordieron el clítoris tirando de él como queriéndomelo arrancar. Mi chocho comenzó de nuevo a convulsionar, su lengua lamió la raja de arriba abajo y comenzó a golpearme la vagina. Intentaba mi hija profundizar en mi interior, para lo cual se ayudaba ahora de sus manos, que separaban los labios del chocho y aprisionaban mi botón entre sus dedos. Tenía fuego en mis pezones y en el clítoris.

Sentía con temor la presencia de un dedo travieso en mi nalga. Mi excitación iba en aumento y comenzaba a balancearme rítmicamente de nuevo. El dedo se acercaba por la parte baja de la nalga hacia el oscuro agujero. ¿Será capaz mi hija? ¿Lo hará? Descubrirlo me provocó el segundo orgasmo mientras aquel dedo me hacía cosquillas entre las dos nalgas buscando el calor de mi ano. Por favor, déjame descansar y suéltame, le pedí a mi nena. De eso nada, ahora te toca a ti comerme a mí.

Mi niña se fue subiendo a gatas por mi cuerpo y de repente se sentó de rodillas sobre mi cara, yo tenía su vaginita peludita en mi boca. No sabía que hacer. Carolina me agarró la cabeza con las dos manos y comenzó a moverla, al mismo tiempo empezó a menearse ella como más placer. Su sexo estaba mojado y podía oler su fragancia deliciosa. Pronto me di cuenta de cuál era su clítoris, lo lamía y besaba continuamente. Desde abajo, sus tetas parecían algo más grandes, sus pezones destacaban como una cereza negra sobre sus tetas.

Deseé tocarlos, pero no podía desatarme. La violencia de sus movimientos me comunicaba la cercanía del orgasmo, mi hijita me cogía cada vez más fuerte de los pelos, sus jugos se esparcían por toda mi barbilla y mi boca, de un momento a otro ella se vino pero siguió encima de mi cara, me preguntó si quería más y yo tan arrecha que estaba le dije que siiíiiiiiiiiiii. Ella me dijo prepárese y le salió un chorrito pequeño de orina que me mojó toda la cara, eso me arrechó aún más, luego ella se desplomó hacia atrás, cayendo sobre mis tetas y entre mis piernas.

Yo pensaba que esto había acabado ya, entre otras cosas por que nunca había tenido antes más de dos orgasmos seguidos. Me equivoqué. Esto tiene que acabar con broche de oro. Esperé unos minutos así atada, reflexionando y llegando a la conclusión de que aquello me gustaba, más si era como mi linda hija Carolina. Vino entonces mi hija, escondía algo en la mano y no descubrí entonces que era. Se sentó a los pies de la cama, comenzó a lamerme y comerme cada dedo de los pies, luego metió una pierna entre mis dos piernas y fue aproximándose a mí, con una pierna suya colgada sobre mi hombro, hasta que ambos chochos entraron en contacto, nuestros vellos se rozaban, nuestros sexos se mojaban mutuamente.

Mi Caro comenzó de nuevo a menearse cíclicamente contra mí, dejándome llevar por la inercia, sentí un piececito diminuto posarse sobre mi pecho para luego buscar mi boca, así que yo también le lamí los dedos de los pies de mi niña.

Cuando estábamos metidas en la película, entonces mi hija sacó el objeto que había traído y no había conseguido descubrir que era. Era una gran verga de plástico bastante largo el cual había comprado hace días, la colocó entre las dos, metiéndosela primero a mi y después a ella, aunque yo me negaba, No, eso no hija, no, no…

Me sostuvo de tal manera con sus piernas, que la otra punta entró en mí, hacía año y medio que no me entraba nada, fue un consuela aquello, comenzamos a movernos como locas, la una contra la otra, lo que una dejaba en la retirada, le entraba a la otra en la avanzada. Pronto nos volvimos a correr, esta vez la una contra la otra y permanecimos así un largo tiempo… Desde esa noche, mi hija carolina duerme conmigo en mi cama convirtiéndose en mi novia, amante, mujer y esposa.

En el trabajo me va mejor, yo creo que el no culear contribuía a que me tomara las cosas a pecho en el trabajo lo cual producía un gran estrés. Cuando llego a casa, descanso y tras el descanso, mi hija novia Caro, me hace un cafecito y ella se pone la bata. Me acerco a ella, la cual está ya sentada en el sillón, enseguida ella abre las piernas para ofrecerme su tierno chocho. Después de comérmelo, deja que ella haga conmigo lo que quiera…

Esa es mi hermosa historia, soy un chico que me gustaría conocer mujeres que lo hagan con sus lindas hijas o hijas que lo hagan con sus mamitas, no importa el país pero si son de Colombia mejor, hasta pronto, les doy un consejo atrévanse a disfrutar el sexo sin tabús, es lo mejor, hasta pronto
Autor lacan_55@hotmail.es



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Si te ha gustado Madre difruta de su niña vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

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Comentarios enviados para este relato
volcomsonico (27 de June de 2011 a las 07:57) dice: Esta historia me lo puso Bn duro!

katebrown (18 de October de 2022 a las 22:17) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:40) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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