Manuela

Manuela ha sido una muchacha muy sexual desde pequeña la conozco ya diez años y hoy a mis 18 años aún juego a las muñecas y a los papas con ella, eso sí aprovecho de esta niña, los juegos, descubrió el enorme placer que le provocaba acariciarme, y nunca deja de hacerlo. Me encerraba en mi habitación con ella, y le acariciaba su clítoris infantil durante horas, sin ser conciente de mis actos. A medida que crecía, mis deseos de hacer las manipulaciones en su cuerpo aumentaban, y ya casi no me inhibía de hacerlo en cualquier lugar de su cuerpo… en el colegio, en el cine, y por su puesto en mi casa. Con el tiempo, fui aventurándome a utilizar nuevas técnicas en autosatisfacerla, busqué perfeccionarlas, y hoy esta hecha toda una mujer experta en el tema a pesar de su 14 años...una chica con un físico exuberante. Tiene grandes pechos, firmes, con pezones oscuros y pequeños. Un culo bien formado, redondo, que había aprendido a mover sugerentemente al caminar, despertando deseos en quienes lo admiraban. Nunca había estado con ningún muchacho, pero deseaba fervientemente ser penetrada por alguno de sus compañeros de clases. Esa era mi más frecuente inspiración al momento de masturbarme. Hoy solos en su casa comienzo a manipularla y ella pronto se excita dejándome realizar mis movimientos sin regodear, pero hoy era distinto estaba excitado por que había visto a mi vecina Violeta ser manoseada por su marido en el estacionamiento antes de subir por el ascensor, mi pene estaba que se reventaba y el tenerla a mi placer estimulando su sensualidad a su vez me estimulaba yo también, ella nunca había sido la hembra de ningún macho, la comencé a besar y le dije que jugáramos como antes al papá y la mamá, aguijoneada acepta y le digo que era de noche y que los esposos se acostaban y la desnudo sacando su blusa escolar retirando su sujetador dejé libre sus senos los que aprovecho de succionar y besar, ella no me lo impide y solo gime y se menea excitada… me desnudo y me acuesto en su cama sacándole su falda escolar y arrancándole sus calzones cayendo estos al suelo, entre suspiros angustiados me dice Leo que haces y se recuesta a mi lado, ambos estábamos desnudos, beso y mi lengua entra en su vagina acariciándole su clítoris llora angustiada y me vuelve a decir…, Leo que haces, haremos lo que hace tu mamá con tu papá en su cama le digo…, pero eso duele me dice, mi mamá siempre se queja y llora cuando mi papá esta encima de ella…, pero le digo tu mamá le gusta por lo abraza y lo acaricia…, si me dice igual cuando viene don Carlos el dueño de la tienda donde trabaja papá, ella se acuesta en la cama sin calzones subiéndose la falda y don Carlos hace con ella lo mismo que papá y ella llora, gime y lo acaricia, los vi una vez que no sabían que estaba en casa… y después Don Carlos le entrega dinero y se va…, y tu mamá digo, queda feliz y dichosa, no se enoja ni reclama…, ¿sabes por que?, por que esto es delicioso y a las mujeres al principio les duele lloran y gritan, pero luego gimen felices y felices por que les gusta y se han satisfecho con un macho como tu deseas satisfacerte con tus compañeros de clases, mejor satisfácete conmigo…, bueno me dice, pero solo una vez…
La acomodo y la excito con mis caricias hasta que ella me dice, ya métemelo, que voy a gritar de gusto, mi dedo estaba en su vagina acariciando su clítoris y ella grita ¡ah que rico ah!, ¡oh…ah!. Y se remece extravagantemente al llegarle su orgasmo sin ser penetrada… aprovecho para cambiar mi dedo por mi pene ella abre mas sus piernas para permitir que este entre al medio de sus piernas, cuando la taladro para poseerla grita al entrar mi pene en esa resbalosa matriz mojada hasta el fondo de su pared en su útero, comenzando a gemir adolorida, a la tercera incrustada de mi pene en su vagina no llora, solo gime y me abraza excitada, le gusta mi manera de agujerearla en su vagina y me acaricia mi espalda gimiendo de deseos y placer grita mas, dame mas… y luego entre gemidos y sollozos me entrega sus fluidos de su nuevo orgasmo ahora con mi pene ensartada en su vagina apretándolo y soltándolo hasta extraerme mi semen que inunda su matriz y ambos gozamos y nos abrazamos placenteramente al terminar un apareamiento delicioso y satisfactorio…, por primera vez recibe la leche de un macho en sus entrañas y me dice te estas meando en mi vagina, no le digo te acabo de llenar tu vagina con mi leche, espermas y semen lo que hace que las mujeres se embaracen… oye cuidado con embarazarme, debemos cuidarnos me dice ¿tu sabes como?
Si le digo te enseñaré para que no te embaracen, claro que solo lo copularas conmigo.
Sacamos la cuenta y sabiendo que había pasado su ciclo fértil nos programamos para repetirlo otras veces esta semana y ella acepta feliz, me gusto dice… agrega ahora entiendo por que mamá cuando llega don Carlos va feliz a la cama. Y en la noche lo realiza nuevamente con papá.
Sin querer me entero que Violeta su madre le pone los cuernos a su padre con el dueño de la tienda y les contaré que la madre de Manuela es pequeña, pero tiene un cuerpazo y una vagina protuberante hacia adelante que se marca en sus pantalones cuando los usa y varias veces me he excitado queriendo manoseársela, ahora tenía un motivo para llevarla a la cama si desea mi silencio.
Dos días después nuevamente tengo embutido mi pene entre las piernas de Manuela y nuevamente gozamos un frenético apareo que termina entre gritos de ella y gemidos de mi parte. Ese día le pregunto a Violeta si su madre recibió a don Carlos y ella me dice que este viene los lunes y a veces también los jueves. Pero los lunes, seguro dice, en su inocencia.