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Marisa , mi compañera

Relato enviado por : felipepan el 19/01/2016. Lecturas: 3949

etiquetas relato Marisa , mi compañera   Trabajo .
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Resumen
No pense que un encuertro de la empresa pusiera en mi caminoa una nujer que brindo un sexo envidiable


Relato

Recuerdo que hace poco más de cinco años, cuando trabajaba en una consultora con varias delegaciones en el país. La misma para integrar a todos organizaba con todos los empleados trabajo unas jornadas de integración, que se realizaban durante un fin de semana, en alguna de las sedes de la misma la que voy a contar en particular que para mí resultó muy bien.
Faltaban unos días para dicho evento y todos estaban con es tema en la mente, porque era una experiencia muy buena, era tema diario con los compañeros, yo no era la excepción, y puntualmente tampoco para Marisa
En ese momento tenía 25 años y ella tenía 20 años que les puedo decir que ella era una pequeña delicia, con senos, parados, redondos y duros. Coronados por unas magníficas areolas de un color claro y unos pezones perfectos. No muy grandes, eso sí, muy sensibles y sabían hacer notar cada grado de excitación de su dueña.
Toda su piel de un cobrizo perfecto, muy suave. Cabello negro a la altura de los hombros, piernas hermosas que tenían el don de abrirse para mí cada vez que lo deseaba. Que describir la perfección del conjunto que formaban su cintura, caderas y nalgas.
Me enloquecía Tomarla fuerte de la cintura cuando estaba de perrito en cuatro patas, como perra en celo esperando que mi pene traspasara su vagina y sentir ese culo perfecto golpeando en mi pelvis; producía una de las más grandes sensaciones de placer que he podido sentir en toda mi vida y aún saboreo
Algo que me parece percibir todavía era ese aroma; no sé si pueda describirlo para que entiendan un poco si quiera las sensaciones que producía en mí. Era algo que quizás solo yo sentía un aroma a hembra en celo, que me trasportaba a la lujuria total. Un olor tan delicado y particular que sólo se notaba, cuando estaba muy cerca de ella.
Era tal la calentura que solo al quedar solos me acercaba comenzaba a besarla en el cuello y arrancar en progreso gemidos de su boca, primero apenas audible, pero luego se convertían en suspiros y sollozos, de clamor.

Me centro en el día que se produjo ese evento, por que en ese momento ella para mi era una compañera mas, y Esa mujer que acabo de describir, es la misma que el día en cuestión pasó desapercibida para muchos, que aunque sabían que tenía lo suyo, estaban ocupados tratando de conquistar a las que se suponía, eran las más hermosas¡ Suerte para mí !.
En el primer día del encuentro todo transcurrió como siempre de manera normal, llegamos a lugar del evento en las afueras de la ciudad, un tipo hotel de campo con grandes parque y arboledas y que la empresa había alquilado a todo confort.
Repartieron las habitaciones de tal manera que quedaran sólo mujeres ó sólo hombres en ellas, excepción de algunos matrimonios, que pocos pero los había, esto se realizaba así para evitar “inconvenientes” ó envidias si somos sinceros que pensaran mal.
Estuvimos toda la tarde en la piscina, siempre el grupo hacía la misma actividad para integrarnos, jugamos balón-mano, charlábamos y en el sentido gastronomito, la empresa no escatimaba esfuerzo, era molesto el asecho de los mozos, camareras, ofreciendo de beber o comer.
al atardecer empezamos a ponernos en ambiente de Jarana. Comenzó a darle ritmo, la música, invitaba a mover el esqueleto, unos bebiendo y otros picoteando, mientras otros charlábamos en la piscina, entonos casos la mayoría aprovecho la cañilla libre.
Pasado un rato el alcohol ingerido por muchos les comenzó a hacer efecto, en todos los que estaban algo beodos. Los chistes empezaron a subir de tono, él intercambio de miradas y las caricias - sin querer - empezaron a hacerse frecuentes; en fin, un ambiente perfecto para ar rienda suelta a todo lo que alguna vez sólo se pensó.
Muchos decidieron en ese momento ir a bailar, algunos ya que estábamos un poco menos eufóricos, fuimos a bañarnos y cambiarnos. Como era de suponer, en los cuartos empezamos a hablar de lo bien que estaban cada una de ellas, algunos decían que aquella o la otra, se la comerían. Yo no hice mucho énfasis en ninguna, pues la verdad no pasaba por mi mente que llegara a pasar algo aquella noche con alguna de las chicas, por que no veía algo especial, y además por la distribución que se había hecho de los cuartos, si ligabas algo era difícil, tener un lugar intimo para concretar un buen sexo, al menos así estaba en mi pensar al momento, de la tarde noche
Como Es Común la mujeres tardaron el doble de tiempo, en estar listas para salir, se cargaron todo el revoqué que podían y se pintaron como un indio para la guerra. Pero la espera valió la pena. Ni que se hubieran puesto de acuerdo, Todas sin excepción, estaban muy provocativas, ni cuento Marisa, no fue la excepción llevaban faldas cortas y camisillas que dejaban muy poco… o mejor, todo a la imaginación.
Fuimos a la recepción nocturna, había una barra con varios jóvenes, sirviendo tragos, preparando cócteles, y allí pedimos licor y las bebidas que quisiéramos todos, aunque muy pocos querían, ya que entre el viaje, el día en la piscina los habían quedado agotados, más que algunos como yo deseaban estar despejados..
El sitio era de lo más exótico, sillas y mesas a los extremos, dos pistas de baile.
En el sitio hacía un calor infernal, que a algunos le daba mas que otros, sudaban mucho, así que salían del sitio a sentir un poco de aire fresco.
En todo ese ambiente empecé a bailar con Marisa. Recordaba lo que había dicho, hacia un rato en la piscina se produjeron cruces de miradas, que convirtieron que el baile, para ellos fuera más sensual, una minifalda muy corta que casi le impedía dar vueltas, bruscamente al bailar por el gran espectáculo que le daba, se le notaban casi sus nalgas y en mas de una vuelta traslució parte de su tanga. Me vino como anillo al dedo la excusa perfecta para bailar muy juntos, cosa que le susurre en vos baja a un oído, ella acepto.
No pude evitar que sintiera lo excitado que estaba y cuando pegaba su cuerpo a mi miembro recto se hiciera sentir, que a ello se notaba como su respiración era más agitada.
Casi todos allí estaban en la misma situación, cada quien con cada cual; pero la gran mayoría ya estaba con las manos en la masa.
Eso ayudo a que nadie se diera cuenta de lo bien que la estaba pasando mientras bailaba pues, ni me veían es más, lo seguido que a los otros, ya metían mano haciendo que la atención recayeran en los demás.
Eran ya tarde cuando algunos entre ellos los matrimonios decidieron que regresar a descansar a sus cuartos, lo que en realidad no me preste, le dije nos quedamos, ella estaba metida, Ali seguimos en pleno baile; con ella en momentos dándome la espalda, mostrando parte de los cachetes de sus nalgas, produciendo, mas erección yo muy pegado, apoyando, mi miembro, cuando estábamos bailando un reggaetón suavemente.
Estuve todo el tiempo pensando lo bien que lo pasaríamos si sólo estuviéramos los dos, pero no tenía más remedio que aceptar la realidad, aunque no sentía nada de cansancio y el licor apenas empezaba a embriagarnos mas ella que yo que fui mas mesurado.
Luego que muchos decidieron acostarse inmediatamente, así que cada quien para su cuarto, cuando el baile se apago. Unos cuantos decidimos tomar otra cerveza antes de hacerlo, entre ellos estaban Marisa.
De a poco Uno a uno fueron a la cama a medida que acababan su cerveza, mi compañera fue una de ellas. Sólo quedábamos dos y decidí quedarme,, mi compañero no quería más y se fue a la cama.
En el momento estaba por ir acostarme, No sin muchas ganas de hacerlo, Salí me senté en un sillón de los jardines. Al volverme cabeza, vi la figura de ella, Seguía con aquella falda corta caminado hacía mi, me corrí dejando el espacio suficiente para que se sentara a mi lado.
La miré, sonreímos, Le pregunté porque había vuelto y me dijo que todavía tenía mucho calor y el cuarto estaba aún más caliente, así que salió a tomar fresco, al verme se alegro, tenía compañía, para estar afuera .
Eso me gusto, podía por fortuna que pasara algo, debía manejarlo con cuidado Lo último que quería era problemas en el trabajo pues para ese tiempo ambos llevábamos realmente poco tiempo allí. Así que decidí, ir de a poco, estábamos un poco separados. Hablábamos y nos reíamos, de cosas del trabajo cotidiano siempre hay anécdotas. Algún que otro toque de manos, ella me miraba a los ojos con una mirada muy cautivante, y como penetrándome, en un momento me sorprende, me dijo: acércate mas, mira yo no muerdo.
Le respondí mirándola a los ojos: Yo sí, y si no te vas a acostar en este momento, no respondo por lo que te pueda pasar.
Me miro y ni se inmuto, no emitió palabra alguna. Sus ojos mostraban indecisión pero también una gran lujuria. Esa respuesta la sorprendió pero todo lo anterior en el baile creo que la llevo mentalmente a estar predispuesta para la acción. Así que sin pensarlo dos veces me pegue a ella, la tomé de la mano, minorándola fijamente, acerque mis labios a los suyos, y nos fundimos en un beso , luego otro y a meter nuestras lenguas, a sumirnos, en una pasión de apretones, manoseos, sin tener en cuenta que nos vieran, creo que a los dos par ese entonces poco nos importaba, nos alzamos, y la guíe por un caminito hacia la zona de piscinas, donde había un tipos de techos de paja, jamaicana, y debajo un especie de camilla, para masajes,
Al llegar me giré, volvimos a besarnos, en la oscuridad, solo un hilote luz de la luna, se filtraba y la acerqué al costado de la camilla. No perdimos un segundo nos tocamos, yo ese hermoso culo, metiendo mi mano bajo esa falda ella su mano directo a mi erecto pene, al que bajando el cierre, saco de dentro mi bóxer, ambos estábamos excitados, ella sobaba mi amigo, yo Con mi otra mano empecé a tocar sus senos. Sentí como sus pezones se endurecían cada vez más, su respiración era profunda, Decidí quitarle la camiseta que llevaba para darle más placer y excitarla aún más, Inmediatamente le empecé a quitar saque el corpiño descubrí esos senos hermosos, los lamí y mordí los apreté para sentirlos al máximo, ahí me di cuenta que eso la volvía loca, ella se quedo tiesa, con mi pene en su mano sin acción alguna, que latía incansablemente.
No dejé accionar en ese par de pomelos, duros, mas los sobaba, mas gemía, tuve que mover su mano para que me sobara el pene un poco, mientras yo seguí si dejar de apretarlos ni por un momento, mientras besaba su cuello y su boca. Ya no aguantaba más.
Desde ese momento El olor, que emanaba su cuerpo me tenía loco y quería penetrarla ya, así que me agache despacio y mientras besaba su cuerpo al bajar, mis labios rozaban costado de sus senos, haciéndola vibrar con cada beso, primero el pecho, el estómago, el ombligo y el paraíso ella mientras tanto me soltó el cinto y desabrocho mi pantalón dejándolo caer, al suelo, bajo mi bóxer
Seguí con mis manos, en una acción igual baje su falda, tocando todo su trasero y con los dedos deslicé eso y su tanga hasta el suelo, con un sacudon de pie ambas quedaron en el suelo.
La senté al borde de la camilla, metiendo mano en todos sus puntos de excitación, toda para hacerla hervir en deseo, hervía de placer, Mientras bajaba hasta estar de rodillas en medio de sus piernas, empecé a lamer su sexo, teniendo mucho cuidado de no dejar un solo espacio sin que sintiera el roce y la humedad de mi lengua. Y mientras recorría toda la extensión de sus labios vaginales detallaba el aroma de sus fluidos, delicioso!. En ese momento estaba completamente húmeda y podía hacer lo que quisiera con ella. Metí mi lengua lomas profundo y me ayude con mi dedo índice, para comprobarlo y se estremeció al sentirlo adentro, apretó fuerte sus piernas Me levanté y me que, con mi dedo,, masajeando, profundo y rápido, mientras besaba, su boca, y mi lengua, entregando en su boca los jugos que me había dejado, tenía, veía en su cara, de placer y las ganas que tenía de sentir mi verga adentro suyo, así que la levanté un poco, y asi sentada al borde de la camilla. Baje completamente sus tangas y las quite, ella quedo vestida solamente con la falda. Metí de un sólo golpe mi pene. Entro suavemente y ella dejo salir un gemido de satisfacción. La penetre como quise, movía con fuerza mi cadera para penetrarla y meterle todo mi pene. Ella agradecía cada embestida con una cara de placer inimaginable, con los labios entre abiertos, a veces mordiéndolos y poniendo sus ojos cerrados y haciendo gestos que se pueden diferenciar claramente con la satisfacción que recibía mis entradas, y salidas. Tanto fue mi pasión que todo desemboco en un orgasmo, la alcé de las nalgas, ella se sostenía con sus brazos alrededor de mi cuello y podía cada espasmo, y convicción de su estado de desahogo. Sentí como corrían cada vez más sus fluidos Eso me excitaba más que, a cococho como estaba, volví a penetrarla con más fuerza, levantándola con mis manos en sus nalgas y dejándola caer para que fuera su propio peso el que embistiera mi pene y lo sintiera mucho más adentro. Los gritos que pegaba, me hizo asustar de que alguno nos pudiera oír, pero de un momento a volvió a tener otro orgasmo, que bajo la intensidad de sus gritos, si solo unos quejidos, y algún que otra explosión de su vagina, que bufaba, mientras mordiéndose, empujaba, con su cuerpo para tenerla mas adentro sentí que sus brazos se soltaban de mi cuello y la dejé de pie frente a mí, indefensa, sin fuerza en las piernas por el orgasmo que acababa de tener lo que dejo mi pene todavía latiendo,
La besé. No quería que se bajara. Todavía quería aprovecharme del cuerpo hermoso de esa puta tan rica que tenía. Hice que se arrodillara y puse mi pene en su boca. Sin palabras. Nunca me habían dado una mamada tan deliciosa en la vida. Me sentí en la gloria. No podía controlarme, me temblaban las piernas y sentía que me iba a venir en su boca, pero no quería hacerlo todavía. Quería penetrarla aún más.
Sentía que su lengua rozaba mi verga dentro de su boca, lo hacía lento pero firme, sabía el punto exacto que tenía que tocar para enloquecer a cualquier hombre. Pero en ese momento el afortunado era yo. Tuve que poner todo de mi para no venirme, rápido y lo conseguí.
Hice que se pusiera en cuatro. Que espectáculo, y que culo. Firme, con forma de durazno, no muy grande… lo suficiente para enloquecerme...
Lamí mi mano completa y la pase por lo largo de su vagina. La sentí caliente y jugosa. Y la penetre fuerte. Le encanto. Se movía desenfrenadamente y luchábamos para no hacer ruido y despertar a los que estaban en sus cuartos. Cada vez la embestía con más fuerza y ella más se enloquecía. Me di cuenta que frente a mi tenía a una gran puta multi orgásmica que iba a aprovechar al máximo.
Manoseaba sus tetas y la penetraba, la tomaba del cabello fuerte y se enloquecía, hacía un ruido que era una mezcla de gemido y rugido como si estuviera despertando un animal de su interior. No pude resistirme más y mientras la penetraba vi como se dilataba por la excitación su ano, así que espere a que llegara de nuevo y metí sin aviso mi pene en su culo, lentamente pero decidido. No le di oportunidad de negarse. Para cuando sintió ese dolor ya estaba yo en mi primera embestida, tomándola fuerte de la cintura para que no escapara. Tenía que aprovechar pues no sabía si algún día iba a gozar nuevamente de las delicias de esa puta. La embestí una y otra vez, ya no me importaba ella, sólo quería usarla, quería que me hiciera tener una gran eyaculación y lo conseguí. Empecé a sentir el temblor en mis piernas, la fuerza que se acumulaba en mis nalgas y en mis testículos. Y me empecé a venir dentro de su culo, sentí que le ardió su trasero. Pero mi leche se quedo, muy dentro suyo, hasta que así, la fui sacando, para quedar completamente exhausto

Que orgasmo tuvimos, le dije giro y se sentó. Sin decir nada nos besamos mucho y la abracé. No porque el amor me hubiera invadido, sino por el gran placer que había tenido de conocer a una mujer tan mujer como ella.
Le dije sos deliciosa.
Ella sonrío y con voz ahogada me dijo: nunca imagine que fuera tan impresionante sentirte como te sentí
Con una seña le dije que nos vistiéramos y fuéramos a cada habitación, así lo hicimos, bajamos sin hacer ruido, desde ese momento Marisa y yo compartimos miles de polvos así de fogosos, hasta que por una situación particular de su vida se marcho a otro país, y aun tengo gravado en mi mente, todo lo que narre al principio


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Si te ha gustado Marisa , mi compañera vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Marisa , mi compañera. felipepan te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:02) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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