Me coje un vagabundo ebrio en una cantina

Soy gay, 20 años de edad, pasivo, estatura mediana, con rasgos finos y simpáticos, con descendencia latina y alemana.

Esto me sucedió hace unos cuantos meses atrás. Resulta que yo había salido de rehabilitación de drogas y alcohol, tenía unos cuantos meses limpio de dichas sustancias. Sin embargo, las tentaciones me ganaban y para no ser objeto de crítica entre las personas conocidas de mi ambiente social, me fui haciendo cliente frecuente de cantinas y metederos de mi zona, donde me podía embriagar sin que nadie me conociera ni juzgara.

Una noche de tantas, con una de mis amigas, la cual ya me había cojido, me invitó a beber licor en una cantina cerca de mi casa.
Llegamos al lugar con ella y dos amigos suyos, los hombres bien buenotes para qué, pero se notaba que eran heterosexuales. El lugar era propicio de la perdición, hombres buseros, camioneros,trabajadores públicos que bebían hasta caer, del licor más barato. No me importaba, yo sólo quería caer también.

La noche fue transcurriendo, la lujuria comenzó a despertar en mí. Me veía en un lugar donde podía ser blanco fácil de hombres borrachos y cachondos. Una de mis fantasías tener sexo violento con ese tipo de hombres: sucios, vagos. El lugar se fue vaciando, hasta que quedamos sólamente mi grupo de amigos, la dueña del local y dos hombres, desconocidos, quienes con el calor de los tragos, se acercaron a nuestra mesa. Para qué, creo que el lugar nunca había tenido clientes de un alto nivel económico, que consumían sin cesar, por lo que seguramente esos hombres se acercaron con la intención de que los invitáramos a más licor.

Alrededor de la medianoche, ya estaba perdiendo la coherencia, ya estaba de amigo con uno de los desconocidos, no recuerdo su nombre y menos de las cosas que hablábamos.
Yo ya estaba cachondo. Le había puesto el ojo a uno de ellos dos, pero resultaba ser el menos accesible. Mientras que este, del que les hablo, mostraba interés en mí, al preguntarme que si yo era gay y yo decirle que sí.

Al inicio, expresó interés en mi amiga, quería que le mamara la verga, pero ella se rehusó; por lo que no le quedó más de otra al hombre que quitarse las ganas conmigo.
- ¿Te gusta que te mamen la verga? ¿Te gustaría que yo lo hiciera? Fueron las preguntas que le hacía, al menos las que recuerdo, las cuales él contestaba de manera afirmativa.

Para qué más. Le pedí que saliéramos del lugar, a buscar algún lugar clandestino, ya que mi amiga se había rehusado en prestarme su carro y los baños públicos eran demasiado evidentes.
En el recorrido de la mesa a afuera, el licor tuvo un cambio drástico en mí. Un bloqueo absoluto.Ya estaba completamente borracho yo. Por lo que no me importó, en pleno parqueo, arrodillarme frente al hombre, como de sus 30 años, sucio, vagabundo, y sacarle la verga para mamársela.

Con la bulla nuestra, ya que él también estaba borracho, las demás personas vieron mientras yo le mamaba el rabo. Una verga hasta donde recuerdo cabezona y rosada, no olía nada mal y estaba deliciosa.
Yo estaba sentado en una piedra del parqueo y él simplemente gozando de que un mariconcito le estuviese mamando la pinga.

Con el relajo y la situación, mi amiga se enfandó y comenzó a pedir que nos fuéramos del lugar. Inmediatamente, el hombre me jaló del brazo y me llevó a un predio vacío. Donde podíamos aprovechar un rato más.
Entre los gritos de mi amiga, la sulfuración de sus amigos, el hombre ya me tenía contra la pared de una casa con el pantalón en el piso, de espalda, penetrándome bruscamente. Me tenía inerte, no me podía mover, me tenía no sé como tomado de los brazos y de la nuca, sin que yo pudiese realizar ningún movimiento de rechazo.

Metía su polla en mi trasero, de la manera más brusca luego de habérsela chupado. La sacaba y la metía. Prácticamente me estaba violando bajo mi consentimiento. Sólo sé que yo estaba inconsciente, recuerdo pocas imágenes del momento, pero sé que lo estaba gozando.
No sé si logró terminar, pero luego de semejante relajo, el hombre dejó de penetrarme, me dio su número ya que lo vi registrado en mi celular al día siguiente, y me vinieron a dejar bien culiado a casa.

Espero muy pronto regresar a la cantina y que la próxima vez, no sea uno, sino 3 vagabundos me pongan a mamar y cojerme el culito.