MEMORIAS DE MILA Mi hermano y las braguitas III

MEMORIAS DE MILA I.



MI HERMANO Y LAS BRAGUITAS III.



-Te espera lo mejor. Levántate… y túmbate en la alfombra…
Su voz era grave, autoritaria… sus palabras una orden. Era un juego morboso.
-Si mi amo…
M e levanté lentamente… Las piernas aún me temblaban, me dí la vuelta y fui hacia la alfombra andando muy despacio… esperé a que me diera una orden.
-Túmbate boca arriba… abre las piernas… acaríciate los muslos… levántalas un poco… dóblalas… así…
Hacía lentamente todo lo que me pedía… tenía mi voluntad anulada…
-Dóblalas mas… hasta que esos tacones rocen tus nalgas… coge los tacones con dos dedos… arrímalos más a tu coño…
Se hizo un silencio, dejó de darme órdenes…
-Lo hago bien?
-Eres toda un espectáculo… con esos tacones… esas medias… la cinta de la braguita perdida dentro de tu coño… Quítate un zapato!
-Ya está…
-Acaríciate el coñito con ese tacón!
-No, eso nooo…
-Hazlo!
-Pero eso que me pides…
-Pásalo suavemente, por encima de la cinta del tanga… que acaricie los labios de tu coñito…
-Así, mi amo?
-Así… haz lo que te dice tu amo. Sigue…
-Uhhhmmm… siii…
-Métete un poquito más…
-Eso nooo…
-Harás todo lo que te pida. Hazlo!
Estaba viendo su polla, dura… estaba deseando que me la volviera a meter… y me pedía que me masturbara con un tacón de aguja… si tenía que hacer eso para que me volviera a correr en mis entrañas lo iba a hacer!
Apoyé el tacón en la entrada de mi cueva y empujé un poquito… apenas nada de los diez centímetros del tacón… lo movía lentamente… me gustaba… y comencé ronronear como una gata.
-Ahhh… uuuhhh… Siii…
-Métetelo todo, hasta el fondo!
-Me meterás luego tu pollón?
-Cógelo con las dos manos y métetelo todo de golpe como has hecho antes con la polla, y te la volveré a meter… Hazlo ya!
-Aaahhh…
-Sigue… quiero oír como jadeas… me la pone muy dura.
-Siii…
-Hasta el fondo. Restriégalo contra tu coño!
-Yaaa… aaahhh…
Cuando tenía todo el tacón dentro de mi coño la plataforma golpeaba mi clítoris… a cada golpe con que lo metía, hacía mas fuerza… aquello era nuevo… tuve un orgasmo increíble… abandonada a mi instinto y a las ordenes de Bastian empecé a retorcerme y a jadear… Me pedía que siguiera… ya no era mi hermano, era un chulo que me tenía poseída. Me tenía extasiada, dominada y dispuesta a hacer todo lo que me pidiera…
-No puedo más…
-Quieres que tu amo te lo mueva?
-Siii… haz conmigo lo que quieras…
-Ponte a cuatro patas, perrita… y no te lo saques.
Allí estaba yo, a cuatro patas, con las piernas abiertas… con el zapato entre mis muslos…y su tacón de aguja metido en mi coño… no me paré a pensar, no había estado nunca tan excitada ni en una situación tan humillante, pero hacía lo que me pedía, quería su pene llenando otra vez mi coño. No le estaba viendo pero noté sus pasos… venía hacia mi, y de repente… me dio un azote salvaje en la nalga!
Por el azote, o por mi reacción… o porque al moverme el tacón frotó mi vagina o por las dos cosas, casi tuve otro orgasmo! Una mezcla de gemido de dolor y unos jadeos, se entremezclaron. Lo notó, y me dio otro azote más fuerte todavía! Volví a gemir y a jadear, me gustaba y el se dio cuenta… Ya no era Bastian, mi hermano, era un chulo que me estaba haciendo disfrutar mientras me causaba dolor como a una masoquista…
Cogió el zapato y lo sacó un poco suavemente.
-Mueve el culo, métetelo todo… de golpe, de un golpe seco y duro!
-Lo que tu me pidas, mi chulo…
-Ya! A que esperas?
Zaaasss…! Otra palmada en la nalga… me volvió a excitar… apreté, me moví hacia atrás… quería tener en el fondo de mi coño aquello que me deleitaba frotándome dulcemente la vagina.
-Yaaa!
-Te gusta, putita!
-Si mi chulo…
-Quieres que te de otro azote en el culo, verdad?
-Lo que tú quieras…
Comenzó a darme azotes sin parar…
-Aaahhh… uhhh… siii…
-Mueve el culo perra! Muévelo más aprisa!
Me abandoné completamente a sus deseos y a mis orgasmos. Moviendo el culito, notando como ese tacón de diez centímetros acariciaba mi útero, mientras el chulo de mi hermano me daba azotes sin parar a cual mas fuerte y violento. No se cuanto rato estuve así, era un placer nuevo, hasta que al final me derrumbé agotada en la alfombra.
Me tumbé boca arriba y ví… el pollón de mi hermano, parecía a punto de volver a explotar… Estaba de pie recreándose en mirarme.
-Te ha gustado “hermanita”?
-Siii…
-Te ha gustado, putita?
-Si mi chulo…
Mientras le contestaba estiré y retorcí mi cuerpo para que recreara su vista… estuvimos así un rato relajándonos. Bastian se sentó en la butaca sin dejar de mirarme… yo estaba tumbada boca abajo en la alfombra… al cabo de un momento, con una sonrisa enigmática me dijo;
-Tengo algo más para ti.
Volvió con un cuaderno y un bolígrafo.
-Toma y escribe lo que te dicte.
-Si… que quieres que escriba?
-Escribe: “Yo, Mila, seré esclava de Bastian cuando el lo desee”
El escalofrío que tuve fue inenarrable. Sabía lo que significaba escribir esas palabras, pero mi deseo, mi excitación y mi sumisión…
-Si mi amo, haré lo que me pidas…



CONTINUARA…