Mi amada Puta Alejita, mi preñada espantosa

Relato enviado por: Anonymous el 29/3/2016. Lecturas: 6807
Etiquetas: Confesiones

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adoro cojerme a las preñadas, y cuando conocí a Alejita, la preñé muchas vecesME PONEN LA PIJA AL PALO LAS PREÑADAS
Desde hace muchos años me he cojido a cuanta hembra pude, putas, casadas, pendejitas, rubias, negras, tetudas, lisitas, y hasta una enanita de apenas 95 cm de alta, que aulló cuando le enterré toda mi pija atada en la cama, se llamaba Nadya y era hermosa.
Pero lo que más me excitaba era cojerme a una preñada, de 8 meses, bien panzuda y con las tetotas pezonudas y llenas de leche.
Dos veces había conseguido cojerme a una preñada, la primera fue una puta cuerpuda que estaba a punto de parir y tenía la conchota bultuda y carnosa como una sandía, que se alojó mi pija en segundos. Era muy puta y me gustó, pero cuando dos días después fui a buscarla de nuevo, la otra puta que vivía con ella me contó que la noche anterior cuando se la estaban cojiendo y se acababa alos gritos, empezó a parir una pendejita. Así que me quedé con las ganas de clavarle pija de nuevo, y nunca más la encontré. Y la otra fue una pendeja de unos 15 años que estaba trabajando de putita callejera, era linda pero apenas estaba con un preñe de 5 meses.
Después conocí a Alejita, que desde entonces es mi Puta Hermosa, a la que me vengo cojiendo hace más de 10 años. Es una Hembra cuerpuda, tetitas de pendeja, Patitas Putas, mamita de 3 nenas, a la que la fui haciendo mi adorada puta completa, y aprendió a tragarse enerra mi pija de casi 25 cenyímetros, y con su carnudo vientrote de mamita me excitaba deseando hacerle un preñazo, yo quería hacérselo y se lo pedía siempre, pero ella no quería. Alejita es una Hembra carnuda y complaciente, le enseñé la Aplastada y ninguna como ella se aguanta los reventazos con que la estampo contra la cama haciéndola sonar como un estampido, desde la segunda vez que me la cojí por la boca se comió toda mi pija, me vomitotió al principio, pero después fue también mi Puta Tragasota y le lleno la garganta de acabadas.
Me la cojía todas las semanas, pero después de un tiempo, Alejita desapareció durante unos meses, hasta que un día reapareció y me llamó diciéndome “estoy preñada, no me vas a reconocer”, y cuando la vi entrar al hotel apenas pudiendo caminar y tambaleándose con un descomunal globote panzal por delante, estaba espantosamente preñada, era una una pelota humana!
Me enloqueció así, ttremenda preñotasa, le mamé la jugosa conchasota hasta hacerla acabotiarse a los alaridos y me la cojí con desesperación toda la tarde, toda la noche y hasta el mediodía siguiente, cojiéndola por la bultuda conchotasa, reventándola por atrás contra la cama, y la hice jurarme que cuando pariera la pendejita que tenía adentro me dejaría hacerle yo el próximo preñe, y Alejita aceptó.
Cuando pasaron unos días, me llamó y me dijo: “mi amor, ya estoy fertilota de nuevo, ahora soy yo la que quiero tu preñe, un preñazo espantoso, para ponerme globotuda y que me cojás hasta por las orejitas!
Y así fue, Alejita venía todas semanas al hotel y me la cojía hasta desfondarla en medio de sus alaridos de tremenda puta, le vi creer el vientrote duro y redondo como un globo, a los 5 meses ya era una pelota que parecía que iba a explotar. Las últimas semanas, Alejita casi no podía caminar por su colosal preñazo, llegó a aumentar 32 kilos de pura panza dura y estirada como un tambor, y me regaló 3 pendejitas hermosas y marroncitas como ella, a las que les pusimos Nadya, Sonya y Tanya.
El hermoso cuerpote de mi Alejita quedó más carnudo, ventruda como a mí me gusta, y seguí cojiéndomela a pija pelada para hacerle más preñes. Alejita me decía “pará, mi amor, que con esa pijota espantosa y lechuda que tenés, si me hacés otro preñe voy a explotar como una bomba!”, pero igual me entregaba su profunda conchota jugotuda acabándose a los alaridos.
Alejita ya tenía 46 añotes, pero seguía fertiluda como una pendeja, así que en los 10 años que siguió siendo mi amada Puta Hermosa, la preñé 8 veces más y siguió dándome siempre pendejitas. Me la cojía siempre día y noche, ella me decía: “mi conchasota puta huele tu pija y se preña, amor mío!”, me vas a reventar, paro cojeme siempre hasta que no pueda más!”