Mi amigo del alma ... Adrian

Hola mi nombre es Catrina, y la historia que les voy a contar me sucedió hace unos días. Resulta que yo tengo un muy buen amigo que se llama Adrián con el que me la paso muy bien cada vez que nos vemos, es morenito, tiene cabello largo, un cuerpo muy lindo y un gran paquete claro…, así que como de costumbre él me invito a salir, pero esta vez fuimos a casa de un amigo suyo de nombre Hugo, nos presento y como a la media hora se fue a ver a una amiga suya, así que Adrián y yo nos quedamos solos, como hacia un poco de frió, cerró la puerta y las ventanas junto con las cortinas y como no quería abrir la puerta si venia alguien dejó apagadas las luces, se sentó al lado mío en el sofá y comenzamos a platicar.

Después el ya estaba demasiado cerca de mí y comenzó a besarme, primero muy despacio, podía sentir su aliento calientito en mi boca, después lo hizo apasionadamente y me daba mordiditas en los labios, bajo su mano hasta mi cintura y levanto mi blusa con mucho cuidado, luego comenzó a sobarme las tetas con una de sus manos mientras que con la otra tocaba mi entrepierna con cierta ternura, eso me calentaba mucho, el se dio cuenta y me dijo que fuéramos a la recamara.

Ya estando ahí me sentó en la cama y me besó hasta quedar acostados los dos, me sacó la blusa y yo le quite la playera mientras nos seguíamos besando, después desabotono mis pantalones y toco mis braguitas que ya estaban muy mojadas… se levantó un momento para sacar mi pantalón y yo el suyo, luego me recostó encima de el todavía con mis bragas puestas y me comenzó a besar las orejas, el cuello, la boca, bajo hasta mi pecho y tomó con su boca mis pezones, los lamía en forma circular y los mordía, eso me calentaba demasiado, noté en mi entrepierna como su pene erecto buscaba mi rajita sobre mi ropa… luego me dijo que se la chupara, me deslicé hasta sus piernas y baje su bóxer… comencé a besarle el pecho, el estomago, hasta legar a su verga, la tenia muy dura, no tarde en probar tan delicioso manjar y me la metí en la boca, la lamía desde abajo y apretaba con mis labios cuando subía, masajeaba su glande con mi lengua, él me tomaba del pelo y me acariciaba las tetas con su otra mano.

Luego de unos minutos me levanto y me sacó mis bragas de un solo golpe, me recostó debajo de el y abriendo mis piernas se coloco en medio y me la clavo de un solo empujón, no pude hacer mas que gemir y abrazarlo por la espalda, le decía ohh siii, así, mas duro, ahhhh… en verdad me dolía el modo en que la metía y la sacaba de mi conchita, que la tenia realmente mojada, el noto que me venia y levanto mis pies por encima de sus hombros y comenzó a bombear de una manera brutal, me la metía y me la sacaba, podía ver como rodaba el sudor por su cara, me dolía tanto y me daba mucho placer a la vez, la saco y me coloco en cuatro patas, me penetro desde atrás unos minutos y con mis jugos lubrico mi culito, yo no lo había hecho por ahí y le dije que me daba miedo el dolor, me dijo que no me preocupara y que lo disfrutara.

Primero coloco la punta en mi anito y comenzó a lubricarlo con mis jugos, luego empujo un poco y sentí como se me agrandaba, me tomo de la cadera y empujo fuertemente, sentí un mucho dolor cuando me la clavo y di un fuerte grito, le pregunté si ya la había metido toda y me dijo que no, me dijo que debía aguantar que el dolor pasaría, siguió empujando hasta que entro y cuando la sentí toda adentro di un grito, me agarraba de la pared y mordía la almohada, se detuvo un instante y después comenzó a moverse lento dentro de mi, se acerco a mi y acariciaba mis pechos mientras me mordía la espalda, lo tenia encaramado como un lindo perrito, entonces bajo sus manos a mi cadera y la sostuvo fuerte, sus movimientos eran más violentos, sentía mucho dolor, me la metía y me sacaba sin clemencia, yo solo gemía de dolor… que se convirtió en placer en cuanto su mano bajo a mi cosita y la comenzó a tocar, la acariciaba con dulzura y me metía dos dedos, no dejó de empujar en mi culito y era tan rico sentir todo mi ano lleno, su verga era ancha y la tenia muy dura, sentía como golpeaban sus huevos en mi trasero cuando la metía hasta el fondo, y la sacaba con fuerza, luego despacio y a veces mas rápido, al poco tiempo se vino dentro de mi y sentí como su semen calientito me inundaba las entrañas.

Después nos recostamos a descansar, y me dijo que Hugo llegaría pronto, que debía estar lista para estar con los dos, entonces su amigo entro desnudo y me vio acostada en la cama con las tetas al aire, al verme se le paro la pija y se acerco, me miro y luego puso sus manos sobre mi cuerpo, me acaricio los pechos, me daba pellizcos, me masajeaba y luego se puso sobre mi y me comenzó a besar con tanta pasión que no pude evitar ponerme a mil, su verga estaba muy dura y me excitaba sentirla sobre mi pierna, sus manos estaban ocupadas con mis senos, tenia los pezones muy duritos, se dio cuenta que estaba lista y con sus manos tomo mis piernas y mientras las abría las levanto a la altura de sus hombros, puso su glande en la entrada de mi cuevita y me le fue metiendo poco a poco, como si no quisiera que se terminara el placer… eso me puso a mil y comencé a gemir de placer, mientas que Adrián nos veía y se hacia una paja.

Hugo comenzó a metérmela y sacármela, sentí como se agrandaba mi hoyito de nuevo, resbala fácilmente por mis jugos, y era muy rico sentir su calorcito dentro de mi, me volteo y me puso de rodillas para que se la chupara, la metí en mi boca y comencé a besarle la verga, la tenia enorme, no me cabía toda en la boca, le daba lengüetazos y la presionaba con mis labios mientras la sacaba y la metía rápidamente, luego Adrián saco un lubricante quien sabe de donde y se lo dio a Hugo, que no tardo en ponerme en 4 y se unto un poco de esa cosa, luego se acerco por detrás y me tomo por el vientre, me empujo hacia él con tal fuerza que me la metió de un solo jalón, aun estaba dolorida pero eso no impedía que sintiera tal placer, Adrián se acerco a nosotros y se coloco debajo de mi, puso sus dos piernas entre las mías y las abrió de tal manera que me metió su gorda verga por mi concha sin piedad, me estaban dando increíble placer, Hugo se vino en mi culito y yo me vine mientras Adrián seguía moviéndose, al poco rato, terminamos los tres muy agotados y satisfechos.