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Mi cuñada; 3 años de venganza, 3 años de placer (Parte 2 de 3)

Neofilder Relato enviado por : Neofilder el 12/10/2008. Lecturas: 14822

etiquetas relato Mi cuñada; 3 años de venganza, 3 años de placer (Parte 2 de 3) .
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Resumen
Ahora si pude desvirgarla y aunque ya estaba de nuevo con mi esposa me daba el tiempo para disfrutar de mi hermosa cuñadita y de este amor prohibido al que no puedo ni quiero renunciar.


Relato
Solo, en las oscuridad de mi recamara con la mirada fija en el techo hago que mi mano suba y baje por mi pene mientras en mi mente rondan las imágenes de lo que acaba de ocurrir con mi cuñada, casi puedo sentir el calor de su cuerpo pegado al mío y oír su respiración excitada.
No alcanzo terminar con mi trabajo manual porque nuevamente alguien toca mi puerta, es casi la una de la mañana y aunque la lluvia ha amainado aun cae sobre la ciudad, contrariado y molesto me levanto y veo que Adriana esta de nuevo en mi puerta, sola.
No le digo nada solo me aparto para permitirle el acceso y por su mirada se que tendré que contestar muchas preguntas. Lentamente me siento en la sala, ahí, en el mismo lugar donde hace unos minutos Alma, se entregaba a mi sin reservas. Me pide permiso para entrar al baño, - claro estas en tu casa, respondo.
Entra solo para tomar una toalla y secarse el cabello que traía empapado, mientras espero paciente a que empiece la tanda de preguntas, pero no puedo dejar de observar lo hermosa que se mira, su cutis terso, los ojos cafés que no son grandes ni pequeños, su cabellera un poco rizada y ahora alborotada por la acción de la toalla le dan un aspecto leonesco que me encanta.
Aun con la toalla en la mano me clava fijamente la mirada y va directo al grano. – Que hacia Alma aquí en la casa? – la encontré en el parque – le digo. La respuesta parece no satisfacerla e inquisitivamente profundiza mas en su mirada sobre la mía, rehuyo esa incesante mirada mientras intento buscar en alguna parte de la habitación una respuesta, los segundos transcurren lentamente y Adriana impaciente inquiere, -Bueno ¿y?.
Me levanto y voy hacia la ventana, un nuevo relámpago ilumina la noche y parece que me ilumina también la mente porque en ese momento una idea llena mi cabeza y me devuelve la seguridad.
La encontré en le parque, tenia problemas, la ayude y cuando empezó a llover entramos a la casa a esperar que terminara la tormenta. – Que problemas – me pregunta Adriana ya casi al punto de estallar.
Estaba con Sergio – le digo – se quería propasar con ella, lo supe porque chela me lo dijo y fui a poner a ese patán en su lugar, y estábamos aquí afuera mientras le llamaba la atención también a Alma, empezó a llover y entramos como ya te dije a esperar que se calmara la tormenta, ya la iba a llevar a la casa.
Adriana deja caer los brazos y se sienta en el sofá abandonando por completo la actitud enfurecida que tenia y volteando la cara hacia la puerta me dice, - porque no avisaste por teléfono. – No lo pensé, respondo. –No lo pensaste, no lo pensaste y mientras mi mama y yo recorríamos el parque y varias calles bajo la lluvia buscándola, porque la vecina nos dijo que la había visto en el parque y que un tipo la estaba jalando del brazo.
Una sonrisa de triunfo se dibuja en mis labios pero Adriana no se da cuenta porque aun esta con su mirada en la puerta como recordando todo el camino que tuvieron que hacer para buscar a Alma. El tipo que estaba jalándola del brazo era yo mismo cuando la intentaba convencer que no se fuera. Las casualidades de la vida.
Quieres algo caliente, un te o un café - le pregunto, mientas miro como tiembla a causa la ropa húmeda que la cubre, Aquí hay ropa tuya todavía, si quieres cambiarte para que no te enfermes, asiente con la cabeza y tomando nuevamente la toalla se dirige a la recamara, mientras yo en la cocina enciendo la estufa y pongo a calentar algo de agua.
Vuelvo a la sala y mientras veo por la ventana como esa lluvia gris llena la calle Adriana vuelve, lleva puesta una pijama que le regalaron cuando nos casamos, de color rosa bajito y con imágenes de soles en la tela, esta descalza y aun tiembla a causa del frió. Lo que paso después escapo por completo a mi control, me quite la camisa y la puse encima de ella intentando abrigarla aun mas y al mismo tiempo la abrace y la tuve así, abrazada, evidenciando de esta manera la falta de compañía femenina. Nuestros labios se buscaron ansiosamente encontrando en ambos una hambre de sexo que en esos momentos iba a ser saciada, no hubo preámbulos directamente nuestros cuerpos se reclamaban y se daban placer uno al otro, mis labios se dirigieron a su vagina que ya me esperaba palpitante, húmeda y caliente. Mientras sus piernas como serpientes se enredaban alrededor de mi cuello y sus quejidos de placer llenaban todo el ambiente, mi lengua, esa misma lengua que hacia poco menos de una hora recorría el sexo virgen de su hermana, ahora la hacia terminar en un orgasmo intenso durante el cual la presión de sus piernas en mi cuello casi me sofoca. Me deleito saboreando en mi boca el sabor de su venida, el sabor es un poco mas amargo que el de su hermana pero igual de exquisito.
Adriana se levanta y toma el teléfono, llama a la casa de sus padres solo para informar que se quedara conmigo y yo ni siquiera pongo objeción, la necesidad de sexo en mi ser es mucha y la posibilidad de saciarla por completo borra de mi mente el sentimiento que Alma me provoca.
En la intimidad de nuestra recamara damos rienda suelta a la pasión que por mas de 90 días se había olvidado, su cuerpo sudoroso y jadeante se acopla perfectamente al mío y en un subir y bajar intenso que me recuerda porque me case con ella, sus labios y sus dientes besan, muerden y torturan mis pezones encendiéndome al máximo, mientras sus manos por detrás de mi cabeza estrujan mi cabello y me hacen concebir que en el fondo quizás soy un poco masoquista porque me gusta el placer con dolor, mi verga espera encontrar su propio placer y si ningún recato penetro en su vagina de una sola estocada, el empuje parece sorprenderla un poco pero lejos de dolerle aumenta la pasión y con ánimos renovados se pega por completo a mi cuerpo, mientas el sonido de nuestros cuerpos aumenta nuestra pasión, ella con mas y mas fuerza se llega a mi y yo con una inaudita fuerza tomo sus nalgas y las estrecho a mi una y otra y otra vez, cada vez mas fuerte y cada vez mas intenso. Mi orgasmo es inevitable, con gran deleite me derramo dentro de ella al mismo tiempo que ella temblando llega a lo que seria su segundo orgasmo de la noche.
Esa noche casi no dormimos, no dedicamos a satisfacer el deseo que desde hacia mucho tiempo nos consumía, cuando amanecía nos quedamos dormidos victimas del cansancio que produce una entrega tan intensa. Horas después nos despiertan los llamados a la puerta, mi suegra y Alma estaban a la puerta no pude soportar su mirada sobre mi y avergonzado baje la vista, contrariamente de Adriana, que orgullosamente miraba sobre su hermana la victoria obtenida.

Poco recuerdo sobre la conversación que tuvo lugar ese día, solo se que Adriana y yo volvimos como pareja y Alma se quedo con una gran decepción, que mas tarde seria retribuida con muchos, muchos intereses.
El siguiente domingo hicimos una reunión familiar para festejar mi cumpleaños y de paso celebrar también nuestra reconciliación, no faltaron los brindis y mi cuñada ese día estuvo tomando mucho, me miraba con amor pero también con coraje, aprovechaba momentos a de distracción para enviarme besos. Nadie sospechaba de lo que había pasado entre nosotros, todos incluyendo a mi suegra se creyeron la historia que le conté a mi esposa y Alma corroboro cada cosa dicha por mi. Cuando la tarde caía me encontraba en el jardín y Alma llego y en tono burlo me dice, - que poco te duro el amor que me tenias -. No son las cosas como piensas – le contesto, -pasaron cosas que me hicieron volver con Adriana, y además….

-Shhh, no te estoy pidiendo explicaciones – me dice Alma y me pone un dedo sobre los labios, para después tomar mi barbilla y jalarme hacia ella y regalarme un gran beso. Lo disfruto embelesado y la emoción me hace estremecerme, lo que provoca la risa de mi cuñada. – porque lo hiciste le pregunto – y ella me contesta – porque a mi no me molestaría compartirte con mi hermana y apretando una de mis nalgas, agrega – además tenemos algo pendiente que terminar tu y yo.
Se aleja moviendo provocativamente su trasero mientras yo casi grito de la emoción, esa misma noche busco un pretexto para salir y encontrarme con mi encantadora cuñada y la busco en su casa y tal como lo imagino ella sale a abrir la puerta, apenas me ve y me jala hacia ella y nos besamos en la misma puerta de su casa, y me dice casi en un susurro, mi mama esta dormida y vuelven nuestras bocas a regocijarse, a llenarse de ese amor puro y prohibido que sentimos hasta el día de hoy. Pasa mucho tiempo y no me canso de besar a esta hermosa chiquilla y creo que nunca me cansare de besarla me separo de ella mas por fuerza que por ganas y le digo que me tengo que ir, me despide con un beso aun mas profundo que me deja casi sin aliento, pero feliz.
En la casa mi esposa no pregunta por mi tardanza ya que le había dado una buena excusa, las cosas con mi cuñada siguen por un par de semanas en el mismo tenor, besos a escondidas y juegos de miradas que dicen mucho y a la vez esconden todo.
En mi trabajo me solicitaron otra vez que cubriera el turno de tarde y aunque no es lo que yo quisiera porque Adriana, quien seguía trabajando y yo teníamos los mismos horarios y podíamos compartir toda la tarde juntos, ahora con este cambio nos podremos ver solo un poco de tiempo, pero la esperanza de concretar con mi cuñada lo que desde hace casi un mes dejamos inconcluso me hace aceptar gustoso la solicitud en mi trabajo.
Alma ya esta de nuevo en la escuela pero apenas se entera de que estoy solo, falta a la escuela y me visita, la veo nerviosa pero radiante, ambos sabemos lo que pasara y no queremos perder tiempo, ahora podemos besarnos sin miedo y mientas lo hacemos Alma se va desabotonando la blusa y soltándose el cabello, que rico es volver a tener sus pechos entre mis manos y entre mis labios, son mas pequeños que los de Adriana y con el pezón también chiquito, Alma esta totalmente entregada y mientras yo acaricio largamente sus pechos ella, con sus manos en mis nalgas me pega lo mas que puede a su cuerpo, en esta ocasión lleva falda y se la levanto para que mis manos acaricien a discreción sus piernas y sus nalgas, Alma cruza su manos por detrás de mi cabeza y da un pequeño salto y con sus piernas abraza mi cintura, quedando completamente pegada a mi, la sostengo sujetando fuertemente sus nalgas y mientras no dejo de besarla, la cargo hasta la recamara y suavemente la voy dejando caer hasta quedar los dos recostados de lado, aun tenia Alma una de sus piernas por sobre mi y con esto quedaba su vagina totalmente expuesta y mi mano la recorría de principio a fin, notaba como se humedecía y como el calor aumentaba, deje de besar sus labios y comencé el camino hacia su sexo lentamente, tomo el elástico de su tanga con mis dientes y comienzo a bajarla mientras mis manos acarician su vientre y van desde sus caderas hasta sus hombros pasando por sus pechos que se encuentran muy calientes y con el pezón durísimo. En este momento su tanga se encuentra a la mitad de sus nalgas y con mi nariz empiezo a hurgar el principio de su rajita. Alma no aguanta mas y con un movimiento rápido se despoja de su tanga y de su falda para volver a acostarse en la cama con las piernas abiertas incitándome a que continúe con mi faena oral, rápidamente vuelven mis labios a posarse sobre su pelvis y mi lengua a recorrer a gran velocidad el canal interno de sus labios vaginales, para concentrarse después exclusivamente en ese botoncito de carne que sobre sale del resto de su sexo.
Su vagina es un manantial y mi boca es poca para poder contener tal cantidad de fluidos los cuales ya han formado una gran mancha de humedad en la colcha, y asi temblando como azogada logra llegar al orgasmo que es por mucho, mas intenso que el primero.
Vuelvo a recostarme a su lado y mientras Alma aun jadea agitada, beso sus labios de la manera mas tierna queriendo agradecer con ese beso esa entrega tan sublime, pero Alma con un movimiento que raya en la desesperación me jala fuertemente y me besa con gran ímpetu y me va colocando de esta manera para quedar encima de ella, sus manos torpemente intentan desabrochar mi pantalón pero carece de experiencia y cuando veo que da un grito de frustración retiro sus manos y hago yo mismo la acción, por fin mi vega esta libre, y Alma la toma llenándose la mano de la gran cantidad de liquido preseminal a lo que responde con un poco de asco, ¿que es esto? - me pregunta mientras se limpia en la colcha, - eso es un lubricante que le sale al hombre para facilitar la penetración, no parece muy contenta con este descubrimiento pero su excitación es tal que olvida pronto el hecho y me jala hacia ella urgiéndome a que la penetre.
Yo también estoy impaciente para que esto suceda pero se que debo proceder con calma por ser la primera vez, tomo mi verga y la pongo en la entrada de su vagina y poco a poco hago presión, veo que en su rostro se dibuja una mueca de dolor y me mantengo quieto, vuelvo a besarla y en un repentino arrebato, Alma se repega hacia mi haciendo que mi verga entre mas de la mitad dentro de su cuerpo, deja escapar un grito y de sus ojos escurren unas cuantas lagrimas, cubre con una de sus manos sus ojos tal vez avergonzada de que la vea llorar, se que esta adolorida y aun así hay que terminar con la acción y lentamente dejo caer mi cuerpo sobre el suyo enterrando completamente mi verga dentro de su cuerpo.
Ahora mi verga comienza la retirada, despacio me retraigo hasta sacar un poco mas de la mitad de mi miembro y también así despacio lo meto otra vez, repito varias veces esta acción y veo en su cara que el dolor ha pasado, Alma empieza a reírse y me dice – yo sabia que me iba a doler pero no pensé que tanto -, tu tuviste la culpa – le respondo, te arrejuntaste de pronto. – Ni hablar dice, ya paso lo peor ahora vamos a gozar, comienzo a penetrarla y de a poco voy aumentando la velocidad, su vagina esta de nuevo empapada y se escucha el clásico sonido de la penetración intento aguantar lo mas que puedo pero la verdad es poco lo que puedo hacer ante la emoción que en ese momento me embarga y apenas me da tiempo de salirme de su interior llenando su vientre y su pelvis con mi corrida, no seas cochino - me dice – y se levanta rápidamente para limpiarse.
Quien diría en ese momento que esta chica se volvería con el tiempo adicta al semen y no solo disfrutaría embarrárselo por el cuerpo sino saborearlo con su boca, pero eso se los cuento en la tercera y ultima parte de esta historia y sabrán también como lo hicimos delante de Adriana…

Espero que hayan disfrutado de esta segunda parte tanto como la primera, gracias por sus cometarios ya saben aqui esta mi correo para lo que gusten:
L_danny513#hotmail.com

su Amigo Neofilder

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Esto comenzó desde hace 3 años. Yo salgo con una chica que se llama Susan. Ella es bastante bonita (lo digo yo, y lo dicen todos), y valió la pena todo el esfuerzo que hice para conquistarla. Siempre había tenido cierta debilidad por las chicas de colegio privado, por el uniforme, me vuelve loco verlas con pollerita, camisa y corbata. Y cuando comencé a noviar con Susan, ella ya estaba ya en el último año de la secundaria. Ella es rubia, de ojos verdes y alta, un metro setenta. Lo mejor de Susan, y es lo que me enamoro, es la cara de gatita viciosa, con unos labios que ya han hecho un buen labor con su novio. Además, tiene unos pechos que entran perfectamente en mis manos, una cinturita finita y piernas bien torneadas, largas. Y su atributo más deseado por mí, su cola redondita, la cual que todavía no pude hacer que me la entregue, se niega rotundamente al sexo anal.Pasado un año ya de salir con ella, y tener sexo en todas sus variantes menos el sexo anal ya mencionado, Susan salió del colegio y ya no tuve más a mi colegiala en uniforme. Igual, ella se coloca a veces su uniforme que ya le queda chico cuando estamos solos para darme el gusto... un jueguito de novios. Pero después de un año de noviar, comencé a ir a su casa cada vez más seguido, sobretodo estos últimos meses. Sus padres me tienen ya confianza y saben que lo mío con su hija es una relación seria, Pero en estas visitas, cuando cumplía mi rol de novio visitando a su novia, había veces que Susan no estaba, y me quedaba en su casa esperándola. A veces estaba la hermana mayor de Susan, Otilia, una nena de 19 años que está muy buena... o más que buena Es algo hermosa, tiene un cuerpo infernal, con dos tetasas que son enormes)dos sandias
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Comentarios enviados para este relato
ambi (9 de October de 2011 a las 07:02) dice: huy que ricoooo..... mmmm yo tambien me cogiii a mi cuñaditooooo !!!

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:11) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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