Mi domestica Calentona…

Mi nombre es Luis. Lo que voy a contar ocurrió, yo tenía 47 años. Por aquel entonces, era el gerente de Marketing de una Internacional, del calzado, con una buena posición económica.
Separado hacia un tiempo, con poco tiempo, para la limpieza, de mi casa, para ello contrate,, por agencia a una joven Los fines de semana, venía a limpiar unas horas en la casa, un jovencita de unos 18 años, al como mi mujer me había dejado hacía poco tiempo y no me podía ocupar de los quehaceres, y las labores domésticas.
Esto de alguna manera, ella me sacaba unos pesos, me pasaba gran parte del día fuera de casa, yo sabía que no había mucho que limpiar.
Un poco viejo verde, mirándola de tanto en tanto, sin mucho tiempo también para andar buscando sexo por allí, descubrí por algo que voy a contar que se excitaba bastante fácilmente, le eche el ojo, y algunas ganas de comerla.
Un día, Lucia, trajo una bata, para que trabajar más cómoda. Además comento de este modo no se estropeara su ropa de calle, a mi me importaba, poco solo sin querer, me daba algún resquicio para observarlas mejor, y apreciar, sus cualidades, un culo, perfecto, y dos globos de tetas, que daban ganas de chuparlos, como empezaba a hacer calor yo en esos días andaba en short, y muy suelto de ropas.
Llegó un sábado (como todos) Lucia golpeo, le abrí la puerta y como siempre beso en la mejilla de bienvenida, me metí en el salón, yo, como siempre, después que la descubrí, un día que deje sin querer un canal porno, y descubrí sin querer se estaba metiendo la mano, en su vagina, masturbándose, locamente, que era tal su compenetración, que no se dio cuenta que la observaba.
Así que prendí la televisión y con el volumen fuerte puse la carnada es decir un canal porno, me coloque sentado en una butaca de espaldas a la puerta, pero había colocado un espejo grande que me daba la visión perfecta de lo que pasaba detrás mió.
Por lo que no me veía, que la estaba observando, pero la tele que estaba frente a ella, sí que se veía, estaban pasando una película de las porno, completa, con los gemidos de una rubia explosiva que estaba siendo enfiestada por cuatro negros con vergas imponentes, que la entraban en los agujeros, y la boca, sin descanso.
Desde luego, la película a la vista, era tan caliente que me a mi la verdad me calentó, como conté, La rubia mamaba las vergas de los negros a la par que se la metían por todos los agujeros sin descanso, era muy excitante ver aquello y un sudor intenso, brotaba por mi cuerpo, mas lo extra que no tardo en aparecer, ella curiosa, por el volumen fuerte, se para a espiar la película, yo casi no miraba la película sino mi vista estaba fijada en el espejo, el espectáculo, de lucia que no resistió, y con su bata abierta, sus pechos al aire, su mano en su sexo, que por momentos era de un ritmo, que me daba por alzarme, y saltarle encima, Pero no. Me contuve, e espere aumentara mas su calentura, creí que tenía que esperar, y ser paciente, par que ella se entregara, en el momento justo, Ya demostrado estaba que se calentaba tanto que llegaba a perder los estribos.
Mi verga se erizaba por lo que estaba haciendo ella que lo que pasaba en la porno, llego que para no descubrirme, salí, derecho, me fui al baño, mi pene era una vara, que latía, por las dudas, no lo hice pero tenía unas ganas bárbaras de pajearme.
La película quedó puesta taladrando su cabeza calcule que estaría tan mojaba todo su sexo, sin querer, pero eso me aumentaba el calentón.
Aprovecho el clima denso, llegue a traspirar hacía muchísimo calor, y abrí la puerta del W. C me puse en calzoncillos sin musculosa, como distraído, y de forma casual, me acerco, a ella, que había terminado la sesión, yo nunca cuidaba mucho mi vestuario en casa, siempre en short, ahora nunca me pasee en calzoncillos, ante su vista aún menos, que me gustaba ir fresco y cómodo, a propósito me ubique sin desparpajo a alcance de su mirada, al verme se sobresalto un poco, pero note que no pudo evitar mirarme el bulto, que sobresalía, bajo calzoncillos, ella fijo mucho la vista en ese lugar, se adivinaba que le atraía mi pene gordo, su curiosidad era notoria, y a mí me estaba matando, la tome de la mano, y la lleve al los sillones del Hometeater, no hubo resistencia, es mas creo que había llegado el momento estábamos sentados en el sofá, desde el cuál podíamos seguir mirando, juntos, así que cuando me dí cuenta que me estaba tocando la verga, la que no es muy grande, pero sí gorda, ella con movimientos torpes, sin mirarme, la sobo un poco, mis manos, fueron hacia su vagina, al momento que nuestros labios se unieron, de unos besos, suaves, a comernos nuestras bocas, entrelazar nuestras lenguas, su bata voló, para bajar a sus senos, recorrerlos y darle mordisquitos, en sus pezones, acompañado, de roce de mis labios, ella estaba mojadísima, cuando, baje su tanga dijo algo que me estrépito, Luis soy virgen, me detuve , me quede duro, un instante, hasta que reaccione, me alce, puse mis manos, por debajo su cuerpo, lo alce, y me dirigí a mi habitación para depositarla, en la cama, pasarla a recorrer todo su cuerpo, y su estrecha, conchita, que con mi lengua la excite, tanto, le propine una mineta infernal, la hice gemir, y darle directo al botoncito de su clítoris y brincar unas veces, se había venido, me monte, luego de poner una almohada debajo su cintura, para alzar su cola, mi trozo, paso unas veces, `por su vagina de a poco, ella estaba quietita, hasta
Que comencé a penetrar su vulva , apretadita, su rostro marcaba l dolor que le producía, yo muy delicado, me tome el tiempo nebesari0oo, para que se amoldara, y se dilate, rompí su himen, y despacio, le produje su primeros idas y vueltas, de a poquito, fue cediendo, hasta lograr acabar los dos, por mi experiencia lo hice afuera, negándome a su pedido, de que quería sentir mi leche, dentro de ella, yo termine pegando varios espasmos, cargados de semen, en sus senos,
Me senté a los pies de la cama. Así de cerca, aún no podía creerlo, era más perverso todo aquello.
Abrí de piernas y con una mano comencé a tocarle su sexo, apartando sus labios vaginales, me paró, de repente, una mano le pellizcaba las tetas para bajar y colocar mi cabeza, en el medio de su selva, y dejarla, especialmente tiesa, me tocó el pomo, aparte de abrir mucho las piernas para facilitarle la acción, mi lengua la hizo Jadear, gemir muy temblorosa, se vino, con un orgasmo, pleno. Gritó, se convulsionaba de placer, se venía vivita, mis manos sabían darle gusto a su primera vez, Le daba tanto gusto que no podía soportarlo, repitió su venida, de cada espasmo me alzaba la cabeza, con su ingle.
A la hora de su retiro, le dije que se quedara, si gustaba, me encanto hacerla mujer, ella no se contuvo, y me abrazo, me beso profundo, seguro, que me quedo, además este momento difícilmente se me borre,