Mi esposa fornica con otro mientras yo me deleito

Qué tal estimados lectores, en esta ocasión quiero hacerles entrega de este relato completamente real que trata de una fantasía de yo y mi esposa, si una fantasía muy pecaminosa que habíamos tenido desde hace tiempo y que por fin logramos realizar hace exactamente un mes. Bueno también les diré que esta página la conocí gracias a un amigo y por ello ahora quiero compartir esta pecaminosa, morbosa y excitante experiencia con ustedes espero les guste y que comenten. Voy a omitir nombres por discreción.

Mi esposa tiene 35 años y es una señora de piel blanca, su cabello lo tiene pintado de pelirrojo, ojos color verde, pestañas remangadas, igual posee unos labios muy sensuales y un rostro muy femenino el cual decora aun más con maquillaje, también le agrada pintarse sus uñas de pies y manos. Mide 1. 67 y tiene un envidiable cuerpo, delgado y una cintura muy sensual, también luce unos senos preciosos muy bien paraditos, unas nalgas bien formadas y unas piernas de puta. Ella es licenciada y yo profesor bilingüe, gracias a nuestras carreras gozamos de una excelente vida económica con la cual nos damos nuestros lujos, no tenemos hijos aun y ya llevamos cuatro años de casados, en todo este tiempo únicamente nos ha gustado vivir la vida sin responsabilidades y de vez en cuando somos infieles mutuamente, ya que lamentablemente les confesare que más que amor yo siento deseo únicamente por ella por su buen cuerpo y lo muy profesional que es ella en la cama. Así que por ello no nos duele ponernos el cuerno, claro cuidando que nadie más se entere por las apariencias, incluso tampoco comemos juntos ni salimos constantemente juntos, no más bien cada quien tiene su propia vida y únicamente nos juntamos por las noches para puro sexo y nada más que eso. Por último mencionare que vivimos en Tlaxcala, estado de México.
Bien como ya mencione desde hace tiempo teníamos la fantasía de que deseábamos tener sexo con otro u otra mientras alguien de los dos nos veíamos mutuamente, pero dicha fantasía no la habíamos podido realizar por la moral y la vergüenza que nos daba del peligro que dicha acción llegara a oídos ajenos. Sin embargo el deseo fue tan grande que hace exactamente un mes nos pusimos de acuerdo para hacer realidad nuestro pecaminoso deseo. Así fue como yo mismo le otorgue el permiso para que se buscara un amante en poco tiempo y como ambos sabíamos que uno de sus compañeros de trabajo le atraía mi esposa no dudamos más en hacerlo nuestro blanco para cumplir con nuestra morbosa fantasía. Yo de ver como mi esposa hacia el amor con otro hombre que no fuera yo sin participar, aunque esa ocasión si participe aunque hasta el último y de esta manera materializamos al fin nuestro deseo que estuvo fabuloso aunque debo admitir que si llegué a sentir un poco de celos al ver como fornicaba mi esposa con ese hombre.

Ese hombre tenía 37 años, posee piel morena clara, ojos negros y pelo normal de caballero aunque ya con un poco de calvicie en su frente, él tiene un rostro muy masculino y le encanta vestir con piel. Es alto, delgado y muy bien dotado, se le nota muy bien sus músculos de pecho y brazos, con todo esto me duele reconocerlo pero es más guapo que yo, me imagino que por eso lo eligió mi esposa como su amante de ocasión. Al igual que mi esposa es licenciado en derecho y por ello trabajo junto a mi esposa desde hace tiempo por lo que sospecho que no únicamente esa vez han tenido sexo los dos.
En fin todo se realizo un buen fin de semana viernes de hace un mes, ese día ambos ya habíamos quedado de acuerdo en todo por lo que no fui a trabajar y me quede esperando en casa a que mi esposa llegara con su amante. Ese día mi esposa estaba vestida con una blusa de oficina color blanca y unos pantalones igual de oficina color rojo floreciente, portaba unas zapatillas negras de tacón alto, unos preciosos aretes y unos lentes que normalmente usa para ir a trabajar no de sol si no reales. Yo mientras me quede esperando oculto en la misma casa. Al transcurso de una hora como eso de las 3:00 de larde de ese mismo día escuche como mi esposa llegó platicando con su amante, ahí mi excitación fue muy grande pues ese día al fin lograría ver como mi esposa haría el amor con otro, claro sabía de antemano que ella no me era fiel pero jamás la había visto coger con otro hombre. Ambos se internaron en la sala y ya sabiendo mi esposa cual era el plan no perdió ni un minuto más.

Ella desabrocho el cinturón de su pantalón, bajo su bóxer y de inmediato pude ver la verga de ese hombre, verga que mi esposa se llevo a la boca sin dudarlo. Me deleite infinitamente al ver como la zorra de mi esposa se tragaba toda esa verga que le llegaba hasta la garganta, desde donde estaba yo se podía escuchar las tremendas chupadas que mi puta esposa le estaba dando a ese compa, su cara de placer sin duda era muy obvia, mi esposa como toda una profesional mamadora de vergas se la sacaba y metía con mucha experiencia, sin duda yo no sabía que esa mujer que tenía como esposa podía a llegar a ser tan puta como lo estaba haciendo. La verga del tío entraba y salía de su boca llena de saliva y creó un poco de esperma pues se veía blanco, al mismo tiempo ese compa comenzó a desvestirse iniciando por el saco de su traja, se quito la corbata y al último su camisa, ahí es donde pude ver su cuerpazo y sin duda supe que mi esposa recibiría una muy buena cogida. En cuanto a mí la excitación ya era tan grande que pensé en ir a participar pero el miedo de arruinar el momento me detuvo, así que me quede viendo desde mi escondite donde tenía una perfecta vista de todo y más porque únicamente eran como cuatro metros de distancia o menos. Sin duda el momento más caliente fue cuando el mismo tío tomo la cabeza de mi esposa y la obligo a comerse toda su verga por varios minutos, fue tanto que pensé que casi la asfixiaba y al soltarla hizo una mueca de vomito por la misma presión que ese tío la obligo a realizar.
Al terminar continuo el tío, delicadamente quito uno a uno los botones de la blusa de mi esposa hasta que al fin quedaron sus senos a su completa vista y sin nada que los ocultara. Al instante comenzó a apachurrarlos con fuerza y a morderlos como si fueran frutas, en ese momento note como mi esposa intento localizarme con su mirada pero no me vio todavía. Luego desabrocho su pantalón y muy lentamente se lo fue bajando deslizándolo por sus hermosas piernas, como estorbaban sus zapatillas mi esposa misma se las quito y posteriormente el pantalón por completo, de esta manera mi mujer quedo casi desnuda, pues únicamente conservaba sus bragas blancas. En ese momento alcance a escuchar como le dijo a mi esposa ¡Quítate las bragas mi amor! Al momento mi esposa tomo sus bragas y las deslizo por sus piernas hasta abajo quedando a su entera vista su intimidad con algunos pelitos pues mi esposa no se rasura con frecuencia, en ese mismo tiempo aprovecho el tío para desnudarse totalmente igual. Mientras lo hacia mi esposa se sentó en el sofá y abrió por completo sus piernas e inicio a tocarse su vagina, mi esposa tocaba su clítoris y luego se metió dos de sus dedos para masturbarse, ahí pude notar la mirada llena de lujuria de ese hombre que miraba a mi esposa con tanto deseo. La misma mirada debo confesar que me dio celos y estuve a punto de interrumpir, pues aunque deseaba ver a mi esposa hacer el amor con otro, mi yo interior estaba siendo herido con tal escena pero no hice nada.
Sin esperar más el tío separo las piernas de mi esposa e inicio a comerle el coño, yo veía como su lengua recorría toda su zona vaginal ocasionando los gemidos de placer de mi puta esposa y fue más cuando mordía levemente su clítoris ocasionándole miles de orgasmos, mi esposa gritaba como poseída que sin duda los gritos se escuchaban hasta la calle. Así aproveche el momento que estaba distraído comiendo la vagina de mi esposa para acercarme aun más y ocultarme detrás de un mueble que está en la sala, de esta manera ya estaba en la misma habitación, únicamente a unos pocos metros de ellos. Ahí si ya pudo verme mi esposa, yo haciéndole un ademan que guardara silencio mientras libere mi verga e inicie a masturbarme frente a ellos, esto mi esposa vio, así que únicamente me permitió unos segundos y luego me dijo con señas que me ocultara de nuevo, lo hice así.
Sin duda había llegado el momento, yo mismo vi como ese hombre saco un condón de su camisa y enfundo su pene con él, mi esposa se levanto y se sentó en el sofá el tío. Sin perder más tiempo mi esposa separo sus piernas y monto las de su amante, pude ver como mi esposa se sentó sobre la verga del tío y en ese instante se la metió toda en la vagina. Mi esposa comenzó a subir y bajar sobre su verga ocasionando fuertes gritos de placer de ambos, desde el lugar donde estaba podía ver como la verga del tío entraba y salía de la vagina de mi esposa a toda velocidad, quería contar las penetraciones pero la velocidad me lo impedía. A este momento ya me estaba masturbado a todo yo también, mi verga estaba a no poder más y no pude más con las ganas de presentarme a ellos.
Al instante que el tipo me vio quiso retirarse pero yo le dije ¡Relajee amigo no pasa nada! Y agregue ¡Continua! Fue muy notable su mirada combinada con morbosidad, duda y un poco de temor pero continuo penetrando a mi esposa, por mí parte me senté justo frente de ellos y me masturbe viendo como entraba y salía la verga de la vagina de mi esposa. Ya habían durado haciendo el amor casi media hora y a este tiempo su confianza era plena, mientras él veía como me tocaba mi verga, al igual que mi esposa me miraba lleno de malicia y complicidad. A su tiempo cuando por fin termino el tío saco su verga de la vagina de mi esposa, libero su condón y eyaculo en el mismo. No sé que me dio pero en ese mismo instante tome a mi esposa y la penetre por su vagina a toda velocidad que al minuto eyacule llenándole su vagina de semen. Ante dicha acción de nuevo como que se sorprendió ese hombre y no espero más, se vistió la más rápido que pudo y se retiro de la casa, ambos nos pegamos a risas de ver su reacción. Ahí termino esa fantasía, que fue de cómo mire a mi esposa coger con otro, ahora esperen la siguiente historia de cómo mi esposa me ve coger con otra.