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MI ESPOSO SE VOLVIÓ CORNUDO

Relato enviado por : FERNEY ACOSTA el 24/04/2011. Lecturas: 42172

etiquetas relato MI ESPOSO SE VOLVIÓ CORNUDO   Amor filial   Cornudos   Trios   Anal .
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Resumen
Nuestro primer trio con Enrique
que delicioso!!



Relato
MI ESPOSO SE PASO ... Este relato que les contaré, lo hago con el ánimo de conocer si a alguna otra mujer le paso algo similar a lo que me propuso mi marido. Tengo 37 años de edad y siempre me he esforzado por mantener una buena figura, con el afán de agradarle a mi esposo. Tengo un busto talla 36 totalmente natural, y para no ahondar en tallas y medidas solo les diré que cuando camino sola por la calle soy el blanco de miradas y piropos de los hombres. Aunque ha habido ocasiones en que me fastidian por la calle cuando estoy con mi esposo, él no se molesta y más bien parece que le agradara. Me gusta usar minifaldas y ropa ceñida pero a diferencia de lo que me cuentan mis amigas, que a sus esposos no les gusta que vistan así, mi marido más bien me alienta para que lo haga. En el plano sexual debo decir que mi relación con él siempre fue un poco aburrida, ya en vez de aprovechar la mujer que tiene, prefiere ver películas picarescas. Durante algún tiempo estuve intrigada en saber que era lo que le excitaba realmente, hasta que un día en que nos quedamos en casa tomando unas cervezas me lo confesó. Sé que a algunos hombres les excita que su mujer se vista con lencería, látex o cuero y hasta que les peguen con un látigo, pero lo que me dijo mi marido me dejo sorprendida. Quiero que dejes que otro hombre te penetre delante de mí. Al principio pensé que estaba borracho o que me estaba gastando una broma, pero empezó a explicarme que cuando hacíamos el amor se imaginaba que antes que él, ya me lo había hecho otro. Me dijo también que le gustaría ver como otro hombre bailaba conmigo, me amasizaba y me metía mano y yo cuando estuviera bien calientica le chupaba su verga. No podía creer todo lo que me estaba diciendo, pero debo confesar que me excitaba pensando en el morbo de la situación. Se puso de rodillas pidiéndome que lo complaciera, y yo le dije sino se arrepentiría de lo que me estaba proponiendo. Me aseguro que no y me dijo que yo escogiera al hombre con que lo haría. Esa noche al acostarnos pensé que cuando se le pasara la borrachera entraría en razón, pero no fue así, ya que al día siguiente me recordó mi promesa. Me fui a trabajar y no podía dejar de pensar en lo que me había pedido. Casualmente el sábado anterior había tenido una reunión en la que me encontré con Enrique, el cual conocí cuando era soltera hace un par de años, y a pesar de que era casado salí con él, y en un restaurante me robo algunos besos. Enrique siempre me había gustado ya que era muy alto y grande, a diferencia de mi marido que es de mi estatura. Busque su teléfono en mi directorio y lo llamé un poco nerviosa. Cuando me contestó se alegró mucho y me invito a almorzar, aceptando yo de inmediato. Durante el almuerzo me empezó a halagar y me dijo que aun recordaba esos besos que nos dimos. Le dije que tenía que pedirle algo un poco extraño, y él me respondió que ya estaba concedido de antemano. Cuando se lo dije se quedó mudo al principio y luego me respondió que haría cualquier cosa por poseerme, así sea delante de mi marido. Le pedí que fuese a nuestro departamento el sábado por la noche, y luego me despedí dándole un beso cerca de su boca. Llamé a mi marido desde la oficina y le dije que el sábado se cumpliría su fantasía, y él me respondió que esa tarde iríamos a comprar ropa para esa ocasión. El día sábado en la tarde mi marido me vistió la ropa que había comprado. En mi habitación me desnudó completamente para ponerme la ropa nueva. Primero me puso unas braguitas color blanco las cuales tenían una pequeña abertura por la parte delantera, y que permitían que se viera una buena parte de mi cosita. El sujetador dejaba mis pezones al aire y solo sostenían los senos por debajo. Me coloque unas medías de nylon color carne y unos zapatos de tacón alto. Al mirarme al espejo parecía una fufa, pero eso le gustaba a mi esposo y también a Enrique, finalmente me puse una minifalda de vuelo y una blusa que dejaba la parte de la cintura al aire. Me maquille y peine lo mejor que pude, mi marido estaba complacido y me dijo que me dejara meter mano y que dejara que me tocara, de forma que él pudiera excitarse con todo lo que viera. Asentí sin mucho convencimiento de lo que iba a hacer pero no había vuelta atrás ya que Enrique estaba por llegar de un momento a otro, y además de eso, pensaba disfrutar de la cogida que me iba a dar. Sonó el timbre de la puerta y mi marido me dijo que abriera yo, así que fui a recibir a Enrique, que cuando me vio, me miro de pies a cabeza y me dijo al oído que estaba hermosa. Se lo presente a mi marido y al estar ambos parados se podía ver la diferencia entre sus estaturas. Se pusieron a conversar como si fueran amigos y le dijo a Enrique que esperaba que esa noche se sintiera totalmente a gusto y Enrique le contesta que él esperaba lo mismo. Me acerqué a ellos con una bandeja con copas y se las ofrecí. Cuando le dí su copa a Enrique y me incline para dejar la bandeja en la mesita de centro, sentí su mano que acariciaba mis piernas por encima de las medias de nylon. Tu mujer es hermosa y tiene lindas nalgas, le dijo a mi marido. Él de una manera increíblemente natural le contesto que así era, y que le agradaba saber que le gustaban. Enrique al ver que era verdad todo lo que le había dicho bebió su copa de un sorbo y pidió que colocaramos música bailable. Mi esposo me sacó a bailar y me decía cositas ricas al oído, lo que me iva calentando mucho, además que con disimulo me subia la mini con la mano o me hacía dar giros para que se me vieran los pantys. De un momento a otro sentí que Enrique estaba detrás mio y con mucha delicadeza pero con firmeza colocaba sus manos en mi cintura y me apretaba contra mi esposo, yo estaba sientiéndome muy excitada, sentía dos hombres ardiendo en deseos por mi. Al acabarse la música, para disimular, fui por otra copa, cuando regresé Enrique me saco a bailar y aunque no baila tan delicioso como mi esposo, me encantó por la sensualidad que lo hacía y por las cosas que me hacían sonrojar y humedecer mis pantys. Creo que se dio cuenta que yo no aguantaba más y me sento en el sofá y se abrió la bragueta delante de nosotros y dejo salir una verga grande y con una cabeza toda colorada. Al mirarla me arrepentí de no haber aceptado los avances de Enrique hace unos años, pero ahora podría disfrutar de ella. Miré a mi marido y él con una mirada me insinió que me acercara a Enrique. Decidida a todo me dije a mi misma que iba a aprovechar esa oportunidad, y me acerqué a Enrique y siguiendo el juego le pregunte, ¿que deseas que haga? Inclínate y dame una mamada me dijo. Yo me acerqué y mostrándole el culo a mi esposo me incliné a chupar esa verga. Enrique agarraba mis senos y yo seguía en lo mío, comiéndome su miembro hasta la base. Luego me incorporé y Enrique levanto mi falda para masajearme mi empapada cosita, delante de mi marido, que solo miraba como acariciaban a su mujer. El toqueteo que me daba, me estaba excitando al punto de sentir que de mi concha empezaban a salir miles de fluidos. Yo sola me quité la falda y la blusita que llevaba puesta, y como no tenía necesidad de sacarme las braguitas debido a la abertura que tenía, Enrique hizo que me pusiera en cuatro sobre la alfombra, y me empezó a penetrar como si fuera una perra. Él le decía a mi marido si le gustaba como hacia gozar a su mujer, y él, no atinaba a responder viendo como entraba y salía su verga de mi concha. Me separé de Enrique para quitarme el sujetador y las braguitas, ya que quería que mi esposo me viera desnuda. Solo me quedé con las medias y los zapatos puestos y me tendí boca arriba para recibirlo. Enrique también se había despojado de su ropa y nos mostró a ambos su cuerpo y su verga pétrea. Mientras se ponía sobre mí y comenzaba a bombearme, pensé, que estaría pasando por la mente de mi marido, y al ver su cara se notaba que le gustaba presenciar como otra verga que no era la suya me recorría a su antojo. Me olvidé que mi marido estaba presente y empecé a besar a Enrique en y él me chupaba los labios mientras me hacia jadear por el movimiento de su verga dentro de mí. La resistencia de Enrique en no eyacular tan rápido me hizo sentir un primer orgasmo, y luego él se separó de mí para sentarse en el sillón y me atrajo hacia él, sentándome sobre su verga de tal modo que ambos nos encontrábamos mirando a mi marido de frente. Mientras me penetraba de esa forma, me abrazaba y agarraba mis senos con ambas manos, hasta que sentí que un líquido caliente invadía mi interior. Yo me seguía moviendo sobre su verga y de pronto su semen empezó a salir por un costado de mi concha. Mi marido al ver esto se paró de su sitio y se empezó a mastubar. Yo me acerqué a el y con una pasión extraña me comenzó a besar y a penetrarme con tal vigor que alcancé un delicioso orgasmo. Me voltee a mirar a Enrique y me beso tiernamente, le di las gracias, así que Enrique se vistió y así desnuda, lo despedí en la puerta con un beso en la mejilla y en voz baja le prometí que lo llamaríamos prontamente. Al cerrar la puerta mi esposo me decía que era lo más excitante que le había sucedido. Me llevó a la cama y empezó a besarme locamente todo mi cuerpo. Luego me metió su verga y me culeaba rápidamente hasta que tuve un tercer o cuarto orgasmo. Luego de esa vez mi marido me ha pedido que invite a Enrique. Lo bueno de todo esto es que yo estoy gozando mucho y además con el permiso de mi marido, que se ha olvidado de las revistas de deportes y del sexo de la internet. Por eso si a alguna y amiga que me lee le ha pasado algo similar, le pido que me escriba para saber que no soy la única a la que disfruta de esto.

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Comentarios enviados para este relato
pitofasil (6 de January de 2012 a las 05:10) dice: Oye quisiera mirar unas fotos tuyas yaque as de tener muy buen culo

leidy5 (25 de April de 2011 a las 07:10) dice: Me encantaria tener un suegro como tu para que me viole todos los dias

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:01) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

funaca (11 de March de 2013 a las 16:54) dice: A mi igual


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