Relato enviado por:
Anonymous
el 7/6/2004.
Lecturas:4417 Etiquetas:
Relato completo
Como Clara utilizo sus armas para enseñarnos aquello que tanto deseabamos todos.Hace un para de semanas vi de lejos por la calle a Clara, me dio algo de pena verla con un hijo de unos 3 añitos de la mano y por su aspecto esperaba la llegada de otro para pronto. A veces pienso si fuimos nosotros los que tuvimos gran culpa de todo o simplemente fue ella quien eligió esa vida.
Nosotros éramos cinco chicos de 12 y 13 años y ella era la única chica (que por entonces tenía unos 15 años) en aquel bloque de pisos del extrarradio.
Siempre estábamos juntos, éramos una pandilla algo pequeña pero juntos corríamos aventuras todas la tardes. Pero cada día nuestras diferencias con Clara eran más evidentes y sin darnos cuenta cada vez más nos íbamos distanciando de ella, por ello creo que Clara para intentar recuperarnos se puso las pilas...
Ya nuestros juegos no volverían a ser como antes, ya que Clara intentaba atraernos con su cuerpo y siempre que tenía la oportunidad hacía saltar nuestras aún durmientes hormonas.
El caso es que no se muy bien como sucedió pero cada vez que jugábamos inocentemente ella le agregaba su toque de picardía y sin darnos cuenta teníamos inmunidad para que nuestras manos rozaran su trasero sus pechitos y aunque ella ante nosotros escenificara una rabieta por nuestros roces, pienso que ella estaba contenta por entender que nos recuperaba de esa manera y volvía a ser uno más de nosotros o más aún conseguía ser casi el centro de todas nuestras aventuras y juegos.
Pero nuestras hormonas no eran las que principalmente generaban todo aquello, sino nuestra curiosidad por conocer el cuerpo de Clara y la verdad es que nuestra "profe" nos regalaba las mejores lecciones de cómo el cuerpo de una chica se va desarrollando día a día. Podría recordar infinidad de tardes en las que Clara...... jajajaj hacía despertar a nuestras hormonas y lo conseguía os lo aseguro.
Paso un año y Clara tenía ya 16 años y nuestras aventuras no eran ya nada inocentes, teníamos una especie de cabaña que hacía las funciones de club social, donde entre otras cosas practicábamos..... LA LECTURA!!!!! (no me sean mal pensados) Pero eso sí, la lectura de revistas porno donde seguíamos enriqueciendo nuestra curiosidad y aunque cuando llegaba Clara intentábamos ocultárselas ella las descubría pero como uno más de nosotros las ojeaba y comentaba con ciertas risas junto a nosotros.
Pero si he de elegir una tarde de aventuras para contarla elegiría una estado en nuestro "club social", estábamos haciendo nuestra lectura favorita y empezamos a masturbarnos cuando vimos a Clara acercarse y disimulamos pero cuando llegó se dio cuenta enseguida, se puso a ver las revistas y al ver a 5 chicos con todo levantado nos miró con los ojos clavados en nuestras animadas hormonas y nos sonrió!!! Y hasta nos propuso un trato, ella quería ver y tocas nuestros penes, el comienzo fue para nosotros algo vergonzoso pero pronto Clara nos hizo sentir muchas cosas y nos agolpábamos para recibir de sus caricias (al igual que veíamos en las revistas) la situación se parecía cada vez más a una de esas fotos que teníamos en nuestra biblioteca particular y Clara vio que queríamos más de ella y aunque nos hubiera gustado que su boquita adolescente imitara lo que teníamos en fotos estoy seguro que eso para ella era algo asqueroso y no iba a consentirlo y para darnos un buen final nuestra "profe" se levantó por completo la falda, se sentó sobre una caja (en ese momento los 5 chicos estábamos enfrente de Clara esperando otra lección...) se bajó sus braguitas y nos dejos ver su lindo conejito, parecido a los que ya estábamos acostumbrados a ver pero eso si con menos bello.
Empezó a acariciarse con sus manos y sus deditos que jugaban como locos y por momentos Clara entrecerraba los ojitos y nosotros al contrario los abríamos como platos!!! Y para la traca final nos fue concediendo por turnos el gusto de poder tocar aquel manjar, nos fue cogiendo uno a uno nuestras manos y posaba uno de nuestros dedos en un bultito y con nuestro movimiento sobre aquel bultito a Clara se le escapaban unos chorros a presión de orina acompañados de pequeños gritos de nuestra "profe", al contemplar eso nosotros nos reíamos y Clara seguía dando pequeños gritos (que nosotros nos llegábamos a comprender) cada vez que nosotros rotábamos para agitar su bultito Clara se frotaba con su mano todo su conejo de arriba abajo, nosotros imaginábamos que así le provocábamos una especie de picor a algo así.....
¡ QUE BUENA INFANCIA!
El caso es que fue una buena profesora para nosotros. Gracias Clara.