Lentamente me fui acercando a su cuerpo desnudo, observando cada rincón de su ser, para luego empezar a besarla apasionadamente, e ir recorriendo con mi lengua cada rincón de su ser...
Relato
Bueno, hace tiempo ya que quería enviar un relato a esta pagina, y entre todas mis experiencias he escogido una de las mejores
Esta historia ocurrió hace casi un año, pero la recuerdo como si fuera ayer, y tiene de protagonista a mi bella tía Valeria. Esposa de mi tío, nunca la había visto como una mujer muy deseada. Tiene unos 30 años, cabello negro, estatura promedio, un poco llenita pero debo admitir que me gustan las mujeres con un poco de barriguita, unos buenos senos, y un culo precioso y deseable.
Por sutiaciones que prefiero omitir, tuve que quedarme junto a ella y mi tío unos cuantos días, todo era bastante normal, hasta que en la cena mi tío tuvo que ir a su trabajo, ya que tenia turno nocturno esos días. En cuanto se fue, empezó todo el juego, mi tía empezó a preguntarme cosas como su ya tenia novia, que si alguna vez había tenido relaciones, yo primero me puse nervioso, lo cual ella noto, y me dijo que me tranquilizara, que confiara en ella, que nada de lo que diría hay iba a salir de hay, eso me inspiro mas confianza, y empecé a contarle algunas cosas de mis relaciones con mis amigas, y como una vez me involucre con una mujer mayor. En cuanto le dije esto ultimo, note un canto en su forma de hablar, parecía mas coqueta, y hacia preguntas mucho mas insinuantes, hasta que le pregunte como iba todo con mi tío, y me dijo que ya no la complacía, que hacia mucho deseaba encontrar a un hombre de verdad, que la hiciera sentirse como toda una mujer.
Terminada esta platica, la cual me dejo muy excitado, nos dirigimos a nuestras habitaciones ha dormir, pero ella me dijo que antes de dormir iba a darse una corta ducha, y fue lo que hizo. En cuanto entro a la ducha yo ya no podía aguantar mas, el deseo y la lujuria dominaban mi cuerpo, y sin pensarlo 2 veces me desnude y entre al baño. Fue muy grande mí sorpresa, al ver que ella no estaba en la ducha, sino que en el piso del baño, tendida sobre un montón de toallas, mientras la llave de la tina estaba corriendo. Se encontraba completamente desnuda, tendida boca arriba en las toallas, mirándome con una cara de deseo indescriptible, me dijo que me estaba esperando hacia un tiempo, que desde mucho tiempo atrás deseaba poder estar conmigo asolas y que yo la hiciera sentirse mujer de nuevo.
Lentamente me fui acercando a su cuerpo desnudo, observando cada rincón de su ser, para luego empezar a besarla apasionadamente, e ir recorriendo con mi lengua cada rincón de su ser. Empecé con sus senos, se las chupaba intensamente, pero con cierta delicadeza para hacerla disfrutar mucho mas, mientras tanto ella jugaba con mis cabellos con una mano y con la otra tocaba suavemente mi endurecida verga. Yo seguía jugando con sus senos, mientra chupaba una masajeaba suavemente la otra, y con mi mano libre acariciaba sus muslos y vientre. Hasta un punto en que ella me dijo que bajara mas, a lo cual obedecí sin replicar, y con mi lengua fui recorriendo su abdomen, tu ombligo, su vientre, hasta llegar al fin a su tan preciada concha, la cual después de toquetear un poco con mi mano empecé a lamerla, chuparla, beber sus jugos, hasta llegar al punto de cogerla solo con mi lengua. Sus gemidos se fueron convirtiendo en leves gritos, luego gritos mas fuertes, hasta llegar a un poderoso orgasmo, liberando unos fluidos que bebí gustosamente. Pero ella quería mucho mas, derepente se puso en cuatro patas, mostrándome todo su inmenso culo, y me dijo que le diera como si fuera una perra sucia y malcriada. Sujete su culo entre mis manos y dirigí mi verga a su vagina, la cual empecé lentamente a penetrar, pero como sus vagina estaba ya lubricada la tarea se me hacia mucho mas fácil, por lo cual la fui penetrando cada vez mas rápido y con mas fuerza, para terminar embistiéndola como si fuera un animal. Ella gritaba de placer como loca, nunca había escuchado a una mujer gritar tanto y de la manera que ella lo hacia, sus gritos de placer me calentaban cada vez mas y mas, ella empezó a gritar que se venia, antes de que me diera cuenta, yo también estaba gritando junto a ella, sin parar en ningún momento de envestirla mas fuerte y rápido. De repente sentía que me venia, y no me equivocaba, terminando todo en un gran orgasmo doble que tuvimos ella y yo casi al mismo tiempo.
Una vez terminado todo, los dos nos metimos en la ya rebalsada bañera para luego ir a dormir, pero no antes de que ella me regalara una mamada como premio por mi excelente desempeño, para luego recostarnos juntos en su cama y manosearnos mutuamente hasta quedarnos dormidos. A las 4 AM me despertó por que su esposo ya estaba por llegar, para que me fuera a mi cuarta. Después de eso, hicimos el amor todos los días que estuve junto a ella, y ahora nos juntamos como una 4 veces al mes para repetir lo mismo, ella ya dejo a su esposo hace un tiempo, según ella por que ya no lo necesitaba mientras me tuviera a mi.