Aquella mina me tenía re loco! Puta! Un cuerpo precioso, de una mina de 32 años. Unas tetas redondas, paraditas, duras. Un culo bien parado que pedía pija. Buenas piernas, pelo castaño, bonita. Todo bien pero lo que me tenia al palo, loco, era el exhibirse, consiente o no y sensualidad.Aquella mina me tenía re loco! Puta! Un cuerpo precioso, de una mina de 32 años. Unas tetas redondas, paraditas, duras. Un culo bien parado que pedía pija. Buenas piernas, pelo castaño, bonita. Todo bien pero lo que me tenia al palo, loco, era el exhibirse, consiente o no y sensualidad.
Vean si no: vino a mi casa (de mis padres, bah) por unos días y se quedó quince. Usaba una ropa… Unos pantaloncitos que mostraban la raya del culo y los labios de la concha (luego vi que no tenía vello púbico, como a mi gusta). Unas camisas o remeras o blusas apretadas, escotadas. Una locura!
Todo empezó así: Un día me dijo:
- Che ¿Por qué me mirás tanto? ¿nunca viste a una mujer? – Y se puso en posición provocativa.
Me le fui encima y abrazándola le manifesté:
- Si, a muchas, pero como vos ninguna. Me tenés loco!
Allí abrazada, le busqué los labios para un beso, pero no me correspondía. Yo le pasaba las manos por todo el cuerpo
- ¿Qué haces loco? – Me gritó – Soy una mujer casada no una puta Déjame o le digo a todos que me querés violar.
- Asi te arruinas la vida. Tengo fotos (mentira) de la forma provocativa en que te vestís. Sos casada pero mal cogida. Vos sos una puta, que es una mujer que goza como loca con una pija adentro.
- No… . volvió a gritarme – No seas tan hijo de puta, degenerado!
Sin importarme nada seguí con mis caricias, así llegué al cierre del pantaloncito, el cual desabroché y se lo hice caer al suelo. Allí pegó un chillido. Tenía una pequeña bikini. Ella gritaba, se sacudía, me insultaba. Dispuesto a cogérmela si o si, me solté, bajé el pantalón y el bóxer. La empujé contra la pared y corriendo su bikini acerqué mi pija a su concha. Allí gritó: Ag… No hijo de puta… Dejame…
¿Dejarla? Nunca!
Había cerrado las piernas, cruzándolas. No tuve contemplación ninguna. Con fuerza, se las abrí casi brutalmente. Esta dispuesto a cogerla si o si. Le abrí los labios de su concha y metí a la fuerza, luchando contra ella, mi pija en su concha que era apretadita.
- Hay… - gritó – No me cojas… Déjame… Hay… Me reventás…
Cuando se la metí toda, allí se aflojó, total ya la estaba cogiendo, violando si se quiere. Empecé un meta y saca fuerte, no me importaba no tener forro, quería cogerla, acabar dentro de ella sin importarme las consecuencias.
Le abrí de un tirón la blusa, rompiendo los botones. De un tirón solté su corpiño para chuparle las tetas. Ella gemía, daba gritos ante lo que le iba haciendo, pero aguantaba, así parecía ante la ya inevitable cogida. En un momento se puso rígida, dio un grito y acabó como un terremoto. Sin piedad seguí con mi meta saca, chupándole las tetas en medio de su respiración agitada.
- ¿Acabo afuera? – alcancé a decirle.
No me contestó y ya no me importó, solo mi placer. Era una puta mal cogida! Sin lugar a dudas. Ante mi primer chorro, gritó: No!... y volvió a acabar agitándose, mientras le llenaba la concha de leche. Terminado todo nos quedamos quietos un momento, ella con sus manos en mis hombros.
Se hizo largo…En la 2ª parte les cuento como siguió la cosa.
Agradezco comentarios sepa-2012-boletin@gmail.com