Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por LadyMint

Photo
Enviada por LadyMint


Mi vida sexual - Un viaje a Córdoba muy caliente Relato de una amiga 13

Relato enviado por: guilgar el 21/9/2018. Lecturas: 1099
Etiquetas:   Confesiones
Relato completo
- Che, no quiero seguir. Esta es una novelita rosa, muy contada, emocional, muchas lágrimas. Te invité a escribir tus recuerdos sobre conchas, pijas, cogedero y vos salís por las ramas. ¡Déjate de joder!
- No te enojes. Ahora viene lo mejor, ¿o no?
- Esperemos…
- Che, no quiero seguir. Esta es una novelita rosa, muy contada, emocional, muchas lágrimas. Te invité a escribir tus recuerdos sobre conchas, pijas, cogedero y vos salís por las ramas. ¡Déjate de joder!
- No te enojes. Ahora viene lo mejor, ¿o no?
- Esperemos…
Al otro día dispuesta a todo, quería coger con él como sea, me fui a la playa. Llevé algo para recostarnos en la arena. Saludos, un beso y a caminar. Iba dispuesta a todo! – Vamos más adelante, hay una playa muy linda, con agua tranquila. Hablábamos de cualquier cosa. Llegamos al sector con grandes rocas y nos sentamos. Estábamos en silencio, hasta que él dijo en un susurro: - Querida, sabés que te amo, pero ¿pensaste bien lo que hablamos ayer? - Si… Te amo y creo que es inevitable que lleguemos a eso. Ambos nos deseamos… Sé que es un paso difícil, no sé qué pasará después, si seguiremos juntos o no, esas cosas… - Mirá siempre busqué una muchacha como vos, no lo haría para pasar el rato, quiero que seamos novios o pareja mejor. Vos vas a la secundaria y yo a la universidad, me gustaría que estuviéramos juntos. – Estamos iguales… No se… ¿Aquí? Allí me levanté, fui hasta las rocas con él, buscando un lugar. Encontramos uno bastante escondido, puse algo en el piso y me recosté en el. Él estaba bastante nervioso… Vino a recostarse y allí comenzó todo. Besos, caricias y la ropa que nos íbamos sacando. Ya en bolas - Por favor… Te necesito… - le susurré – Ahora… él allí se puso de costado, para ponerse un forro - No hace falta – le dije bajito – Por orden médica tomo pastillas. Allí el se vino encima mío, mis piernas abiertas esperándolo y él me acarició con su pija mi conchita. Yo estaba recaliente, me había colocado el tubo de género con colorante y esperaba la pija con ansias, que por lo que vi era bastante apreciable, gordita y larga. Comenzó a meterla de a poco suavemente, yo me encomendé a todos los santos pidiendo perdón por el engaño y esperé que la metiera, mientras hacía aspavientos de dolor y molestia. Ayyyyy Por favor despacio… Me dueleeeee Seguíiiiiii. Noté que él encontraba lo que me había puesto y le costaba meterla, en un momento venció la resistencia y la metió con un empujón. Pegué un grito Ayyyyyyyyyyyy
Parte del engaño sí, pero porque me dolió, ya que por lo que me puse estaba muy apretada. – Perdona… La primera vez duele un poco… Pasa enseguida… - Seguí… duele pero poco… Él empezó el bombeo, suave a mas rápido, hasta que acabó. Yo no pude, nerviosa, incómoda, no pude acabar. Abrazados un rato, le susurré: quiero… Por favor, déjame un momento. Así lo hizo corriéndose al costado, la pija flácida, yo me levanté y fui detrás de unas piedras a sacarme lo que me había metido, limpiarme y mear. Cuando volví el estaba boca arriba, le di para limpiarse y él fue a mear. Nos sentamos cuando volvió y besándonos le manifesté: - Bueno, ahora soy tu mujer. Me dolió un poco pero me gustó, me siento bien contigo. – Yo también… Estoy no sé, tonto que esto haya pasado entre nosotros, pero muy feliz. Perdona el dolor… - Si, sé que la primera vez duele, pero es poco comparado con la felicidad de ser mujer y ser tuya. Allí nos besamos y luego de un rato nos fuimos, yo a mi casa, ya empezaba a oscurecer.