Relato enviado por:
learcu el 27/1/2015.
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Relato completo
Clarisa la mamá de mi amiga de igual nombre compañera de curso, una madura mujer de 40 años, su marido era chofer de camiones y salía por varios días de viaje y se ausentaba en variadas oportunidades de casa dejando sola a ella y sus hijos mi amiga de mi edad 16 años, su hermano de 12 y el mas chico de 6 años. Tenía unos senos que de mirárselos me enloquecían, clavaba mis ojos en ellos y en su profundo valle, eran de ensueños y ahora los tenía a mi disposición abrí el cierre de su vestido y este cae al suelo, esos maravillosos senos los saco de su encierro en su sujetador y los pezones los besaba y chupaba como un bebe, que delicia y mi pene mas excitado…,Mis vecinas angustiadas 6
Clarisa
Llego al día siguiente al salón donde se realizara ese encuentro y ya habían llegados las tres mujeres, apenas llegue noté que era el tema de sus comentarios, me miraban hablaban y se reían solo Clarisa la mamá de mi compañera estaba un poco enfadada. Escuchar a sus amigas en sus comentarios de sus logros amorosos y ella en casa no lograba que su marido siquiera la mirara como se vestía, mas de dos meses que este no se emparejaba con ella en la cama y ahora que podría ser su oportunidad de desahogarse estaba en días de que sus óvulos estaban en período de fecundación.
Trabajo por aquí, trabajo por allá y de pronto me dice la profesora Úrsula ayuda a Clarisa que no sabe donde queda la despensa de los aparadores, ahí están las bebidas y las masas para rellenar las empanadas hay que contarlas y traerlas, me dice…, yo servicial acompaño a la apoderada, al llegar esta saca la llave entramos y vuelve a ponerle llave, me sorprende, pero como no soy curioso observo y nada mas.
Adentro del depósito junto las bebidas y ella me dice así que anoche te fuiste de farra…, la miro incrédulo y le digo quien ¿yo?, equivocada, me fui a casa respondo, pero antes me dice acompañaste a Alejandra. Me callé
Ayúdame dice, hay que bajar estas bandejas y están pesadas, la miro y está sobre una mesa cargando unas bandejas como estaba agachado al mirar hacia arriba estando ella sobre una mesa vi unas columnas llamadas piernas de mi agrado, mostraba al estar en alto hasta sus calzones celestes, ayudo a bajar las bandejas y mi pene con lo visto se había excitado y no encontraba forma de ocultarlo, luego baja ella y al bajar resbala y tengo que afirmarla contra mi cuerpo y mi pene me juega una mala jugada, la afirmo presionándola en su entrepiernas para que no caiga y ella siente esa masa de carne que son mis testículos y pene alzado por lujuria.
Oye respétame soy una apoderada, mamá de tu compañera y casada además… no la dejo continuar la domino entre mis brazos oprimiéndola y besando su boca la silencio, al ser besada trata de esquivarme y quiere morder mis labios, parece que lo piensa y su mordedura se transforma en besos, si piensa en su abandono marital y que este mini macho puede en alguna forma descargarla de sus hormonas alteradas por la pasión de un coito, me besa ella ahora y su lengua entra en mi boca a jugar con la mía, me permite toda clases de agasajos y mis manos acarician su cuerpo,
Clarisa la mamá de mi amiga de igual nombre compañera de curso, una madura mujer de 40 años, su marido era chofer de camiones y salía por varios días de viaje y se ausentaba en variadas oportunidades de casa dejando sola a ella y sus hijos mi amiga de mi edad 16 años, su hermano de 12 y el mas chico de 6 años. Tenía unos senos que de mirárselos me enloquecían, clavaba mis ojos en ellos y en su profundo valle, eran de ensueños y ahora los tenía a mi disposición abrí el cierre de su vestido y este cae al suelo, esos maravillosos senos los saco de su encierro en su sujetador y los pezones los besaba y chupaba como un bebe, que delicia y mi pene mas excitado…, bajo sus bragas que al suelo caen, me arrodillo besando su cuerpo desde los labios a los senos, de los senos a su entallado vientre para luego llegar a su entrepiernas e ingresar con mi lengua por su clítoris, mientras Clarisa gemía y se recogía jadeantes con sus hormonas calientes y alteradas deseando a este macho que había copulado descargando su pene con sus amigas ahora deseaba que ese pene se lo encajara a ella para satisfacer sus hormonas y sentir en su matriz esa leche caliente que decían sus amigas…, era una locura estaba agitada y excitada deseando a este juvenil semental compañero de su hija, pero que tenía un glande de miedo que sabía la haría sufrir, pero lo ambicionaba, lo necesitaba desintegrándole su matriz. Si estaba loca por ser apareada y deseaba con delirio un macho en sus entrañas aunque fuera un juvenil macho y compañero de su hija.
Deseaba pertenecer a este macho reproductor y lo más pronto posible y lo más adentro para calmar sus ansiedades de sus hormonas en un apareamiento.
No se entera como saca sus pantalones su juvenil potro y la empotra con gran fuerza y siente su matriz casi explotar con la entrada de ese glande en sus carnes como gemía, resollaba, bufaba, gruñía, ante las duras penetradas de este mozo en su vagina, sentía como la partían con ese mazo, pero era feliz de sentir a este macho y su glande en su matriz.
Pronto siente la llegada de sus orgasmos y cuando esta saboreando su entrega siente que este juvenil amante descarga su semen en ella, eran chorros de leche tibia que invadían su matriz y ahí recuerda que no debía permitir que este macho regara su jardín por que este estaba en período de fecundación, Dios la estaba embarazando un compañero de su hija.
A sus 40 años tendría un hijo, un hijo fecundado por otro macho, si otro macho que era un juvenil semental, pero con un glande encabezando ese pene que la había hecho gritar y gemir de pasión y había descargado todas sus emociones en un irracional y gozado coito.
Esa semana llega su marido y como siempre la ignora, pero ella tiene un plan necesita que este la posea para enlazarse con su posible embarazo, y cuando llega borracho muya su pesar lo excita lamiéndole su pene y este reacciona penetrándola. Al día siguiente desesperada ubica a su juvenil semental y lo trae a casa en horario que sus hijos visitan con su padre a la familia de este, en esa misma cama donde anoche la penetró su marido, es desmembrada a pesar de abrirse ella con sus piernas sobre sus hombros por las potentes embestidas contra su cuerpo de este macho que la hace gemir, llorar y descargar sus emociones y antojos con un fogoso, apasionado y excitado apareamiento. Relajada al lado de este macho en reposo ella piensa que desde hoy tiene dos maridos y este marido la mantendrá satisfecha por largo tiempo, solo debe cuidarse de que no sea descubierta de sus amancebamientos con este macho.
A fines de mes en un control rutinario de salud le dan la noticia de que esta embarazada, no se sorprende y comunica a su marido que como el no la respeto en sus ciclos tendrán un bebé, claro que este bebé fue fecundado por el gozador y empeñoso compañero de su hija. Como lo deseaba y anhelaba estar encamada con este potente macho
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