nietas ALZADAS

Después de brindar con la familia entera, entrándole a las nueces, budines, pan dulce, maní con chocolate y demás, todos salieron al patio. Para quemar el cielo navideño con pirotecnia boluda, mientras que con mi prima silvina nos prendimos a los vinos espumantes que había en la larga mesa, y creo que nos pegó bastante porque, comenzamos a hablar de nuestras tetas, de como será el pito del tío Omar, el "musculoso del barrio aunque no tan fachero" y de la pija de su ex. Después ella contó como fue la vez que le hizo un pete a un remisero para que la lleve a su casa, según ella un pendejo divino pero muy canchero, y yo, como gocé cuando una chica me comió la concha un sábado luego del boliche en el que me quedé a dormir en su casa por la borrachera; todo entre carcajadas, grocerias y comentarios obsenos... ¡me sentí en llamas cuando ella dijo - seguro que la mina no te la penetro con un dedito?, ni te chupo el culo? ni te besó las piernas?- no se si le dije algo. Solo que luego agregó - che, con la remerita mojada tus lolas me calientan mas todavía- ya que se me había volcado una copa de ananá fizz.

Seguido de esto, cuando me dio nueces para que se las pele me besó y lamió mi mano con un leve -mmm- entre sus labios, por lo que creo que nos correteamos por la casa, porque yo quise poner un limite aun en contra de mis ganas. Con mis 17 años en celo mientras ella burlaba la situación mostrándome su colita, subiéndose el vestidito fucsia "con sensual elegancia". Hasta que me arrincono contra una pared, en el pasillo que une los cuartos de la casa y el baño, justamente al lado de la puerta del mismo. ¡me hizo el Olimpo cuando nuestras lenguas se juntaron en mi boca, mientras me acariciaba frotando sus lindas gomas en las mías!, me saco el straples, entre tanto decía- los demás se quedan a bailar con los vecinos y saben que nosotras no vamos. A vos cualquier cosa te duele la panza y yo me quedo a cuidarte... asiq hoy vas a ser mi amor- , luciendo una pícara sonrisa.

Evidentemente su experiencia me dio mayor tranquilidad y me dejé llevar: ni bien empezó a saborear mis tetas con besos ruidosos, le quité el vestido y trate de pajearla sobre su bombacha muy mojada mientras mi primita me besaba toda con su intraquila mano en mi entre pierna encima del jean. ¡cuando me hizo oler mi mano izquierda, con la que yo la pejaba, no pude parar de hacerlo, incluso hice lo mismo con su bombachita marrón apenas se la sacó!. Me arrodille para probar su conchita depilada y, supongo que por la presión de sus manos en mi cabeza, para que chupe mejor, mas mi emoción sexual y los vinos en mis venas, me hice pis.

cuando se lo dije me comio la boca contra la pared, realizando un movimiento pélvico junto ami como si me estuviera cogiendo. ¡y a penas me baje el jean, el abuelo antonio abre la puerta de su cuarto y nos ve, pues ninguno recordó que el se había tirado un ratito, o quizás ni nos importaba, y su cara de felicidad cuando silvina revoleo su corpiño para franelearnos las tetas nos animó: ella le besaba el pecho mientras le manoseaba la verga sobre su slip, diciendole- no sabes lo calentita que estamos abuelo- ; y enseguida mi primita regresó ami entre tanto el se pajeaba mostrandonos que con 57 años se le paraba mejor que aun adolescente, ¡que pedazo!. pronto silvina me saco la bombacha blanca húmeda y al tiempo que se nutria con todo lo que latía entre mis piernas decía - abu, tu nietita todavía se hace pichi encima, mira como le chupo el culo y la conchita- y en ese instante ella deslizaba su lengua en mi zanjita de lado a lado. Él murmuró lamiendo mi bombacha "son dos pendejas cochinas" en cuanto ella se metió su pija en la boca y él se movia como cogiendole la garganta, mientras yo me le refregaba, y después las dos se la mamamos largo rato hasta que ella hizo gargaras con su lechita apenas el abuelito acabó.

Luego nos llevó a su cama, nos sentó a upa, a cada una en una de sus rodillas para vernos besarnos y pajiarnos mutuamente. Y cuando su verga recobró una nueva erección, me arodillé a petearlo y silvina le comia la boca y eventualmente él las gomas a ella escupiendoselas. Hasta que él me tiró en la cama, me abrio las piernas y restregó enfermamente su rostro en mi intimidad, además de penetrarme con un dedito, el que le hacía probar a silvina, mientras yo le comia su conchita, cuando sus nalgas contra mis tetas se incineraban de placer. Hasta que él dijo - que rica concha- a mi primita y se arrodilló entre mis piernas cuando ella me lamia toda la cara para colocar su pija en mi flor y garcharme ardorosamente, mientras ella otra vez sobre mi cara pero al revés me bañaba con su flujos comiendole la boca al abuelo que le estrujaba las tetas. Y por último me puse en cuatro patas para seguir navegando en mi interior con su lengua, mientras me hundía un dedito en el orto, y pronto sacudía su verga en mi labios para que su lechita calme mi sed y su calentura. ¡Aunque lo que mas veces me hizo acabar fue la manera que tenia la trolita de mi prima de chuparme la concha con su olor en mi piel!.