Noche de borrachera, en un camino

Siendo chofer de una empresa de transporte, radicado en el extremo sur de mi país, tenía como ruta, un tramo de 600 km en la Zona, a lo largo de ese trayecto entraba en todos los pueblos, que están muy distantes entre si, Distancias muy largas. En todos los parajes.
Estando una Estación de Servicio, de Uno de esos parajes, donde cargaba combustible, el Encargado, me pide si podía arrimar a una maestra que iba a dar clases. A una Escuela Rural. Distante a 140 Km. De allí.
Accedí, sin problemas era pleno invierno, mucho frió. La maestra, muy seria y de poco conversar solo me dio su nombre que era Ofelia a medida que viajábamos fue soltándose, entrando en confianza. En la charla, me comento que la había salvado, porque el señor que la llevaba, un viajante se había jubilado y no la llevaría más, y los horarios con los micros no coincidían, Ella iba los lunes y volvía los viernes.
Yo directo le dije que no tenía problema en hacer coincidir mis viajes, con los días y horarios que ella viajaba dado que no tenía horario que cumplir.
Esto se hizo una rutina durantes varios, meses los lunes la llevaba a la Escuela y los viernes la traía de vuelta. Así que ya se había establecido, una relación yo la doblaba en edad ella se sentía como contenida con migo, me llamaba Don Carlos, a lo que la jorobaba, diciendo Ofelia soy Carlos no Don Carlos ella se reía. En un regreso me pide si podía traer a una amiga maestra como ella que se iba a quedar el una semana de las vacaciones de invierno, en su casa, Era pleno invierno. El punto de Encuentro, era una estación de carga, de la ciudad de Los Antiguos, casi en la Cordillera de Los Andes, se desata una tormenta de nieve y viento, cuando nos encontramos, en el lugar me presento a su amiga Lidia, a una potra muy proporcionada con muy buen cuerpo, en realidad tampoco Ofelia era despreciable, las hizo dudar de viajar. A mi en días como ese también me hacía dudar, como yo si bien no tenía mucha prisa por arribar, le dije de esperar para ver si salía o no, estuvimos unas cinco horas, hasta que les dije que iba a seguir, estuvieron con gran duda, principalmente Lidia, que nunca había viajado, pero al final con el convencimiento de Ofelia tomaron coraje se vinieron, Salimos pero al hacer unos 50 Km la ruta estaba difícil, por lo que había nevado, así que el ritmo de marcha era menor andaba despacio.
El frió era atroz casi la calefacción no alcazaba, las hice cubrir con una manta sus piernas, avanzamos Bastantes km. Pero en un punto casi imposible de proseguir se venía la noche. El frió era imposible, saque una botella de coñac, y comencé a tomar con café, Ofelia me servía, tomaban, café como locas, les indique que le agregaran coñac a lo primero no querían, pero despacio se animaron fue Lidia que hizo punta, así comenzaron a tomar, no se aguantaba, (yo botellas de coñac, siempre llevaba 3 o 4 y café, con el calentador preparaba litros)
Cuando nos quisimos acordar no habíamos bajado unos 2 termos de café y 2 botellas de coñac.
A Unos Km. Yo me di cuenta que estaba un poco mareado, al llegar a uno de los puestos de abastecimiento, les dije que hasta mañana no podíamos seguir, estacione el camión. Nos acomodamos, arme la cama cucheta, las hice acomodar, note que ellas estaban bastante borrachitas, costaba pegar un ojo, al rato las se reían por cualquier cosa, empezaron, a jorobar, su voz se notaba como entrecortada, y se ve que tenían muchas cosas ocultas, por que se cargaban, al rato se manoseaban, no paso mucho tiempo, que entre el alcohol y las manos que se cruzaban, calentaron, el ambiente, Ofelia , en un acto de osadía, total, me empieza a acariciar, me puso una mano abajo, ante su complacencia a la otra le manosee, sus senos, saque una teta, en un rato estábamos apretando, pasamos a besarnos, y producto de ala borrachera, entramos en un estado de Orgía, como pudimos nos sacamos algunas prendas, el fuego estaba en nuestros cuerpos, Lidia con mi pene en su boca y la Ofelia sentada a caballito con mi lengua en su vagina, lengüeteando, de arriba abajo, no se pero en tan poco lugar primero Lidia me cabalgo, la penetre, me pego una cogida, terrible, sus gemidos, y delirio era hermoso, in imaginado, Ofelia en cuquilla, era objeto de mi lengua comencé a sentir sus jugos, en mi boca, se meneaban, con las dos tuve un sexo infernal, no se si por el alcohol, o porque estaba cansado no pude acabar y a las dos le di bomba, y serruche como loco, ambas se vinieron, locamente, terminamos y después de haber acabado, ambas se miraron ante mi confesión de que no había podido terminar, se acomodaron y ambas me chupaban mi verga entre las dos, se deglutieron todo mi pedazo hasta hacerme desbordar muchísimo semen que Lidia, trago toda, no dejo desparramar una gota.
Terminamos. Abrasados debajo de los cobijones. Todavía pienso lo putas y fiesteras que eran las dos. Gracias al coñac, develaron ese perfil oculto que no se repitió Nunca en los viajes siguientes con Ofelia deslice nada, eso quedo en el secreto de una noche de borrachera y nada mas.-