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Oveja negra

Relato enviado por : bootleg el 13/01/2005. Lecturas: 30370

etiquetas relato Oveja negra .
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Resumen
Desde niño abusaba de mis primas mas pequeñas.


Relato
Oveja Negra
Oveja negra I

Capitulo I: fiestas familiares

En mi familia yo soy considerado la oveja negra, tal ves, por que me gusta vestir todo de negro y escucho a bandas como slipknot o korn, o tal ves por que me la paso todo el día solo en mi cuarto, o tal ves es por que soy un total pervertido.

Desde pequeño me pase acosando a mis primas y hermana mas pequeña, siempre para fin de año en la casa de mis abuelos se arma una gran fiesta a la que asiste toda la familia de todos los rincones de argentina y es costumbre que algunos se queden a dormir.

En mi caso mis padres están separados por lo cual mi padre se fue a vivir con mi abuela, en la casa yo era el nieto preferido ya que, aunque sea tan solo un rato, yo la iba a visitar todos los días, además yo vivo solo a una cuadra de su casa.

Los que les voy a contar paso cuando tenia entre 12 años, para la fiesta de fin de año, mientras los mayores se divertían tomando y bailando, nosotros no divertíamos con pirotecnia o con eso juegos típicos de esa edad. De toda la familia yo ere el único varón, mis demás tíos todos habían tenido hijas mujeres, así que era yo y 8 niñas, y yo era uno de los mayores solo tenia dos primas mas grandes que yo tendrían unos 16, 19 años.

Cuando ya nos cansábamos de los juegos y uno por uno iba quedando dormido, todos nos retirábamos a alguna habitación que quedaba solo para nosotros.

Eran como las 3 de la madrugada, cuando el sueño me venció y ya no podía mantenerme en pie, así que me retire a dormir, en la habitación ya se encontraba durmiendo una de mis primas mas pequeñas, Natalia, pero ella no tiene importancia en esta historia. Me acosté pensando en el culo de mi tía, quien borracha, mientras bailaba y se movía muy perra, se levanto las pollera que llevaba puesta, dejando que todos vieran el tremendo culo que tenia, cubierto tan solo por una pequeña bombacha tipo tanga, el recordar eso me calentaba mucho y me quería masturbar, pero fui interrumpido por una de mis primas que entraba a la habitación, Daniela, tan solo unos dos años menor que yo, tenia 10 años, tenia el pelo rubio lacio, ojos azules, muy bonita, pero también así de malcriada y caprichosa.

Ella se acostó al lado mío pero al contrario, poniendo los pies del lado que yo tenia la cabeza. La muy pendeja en ves de dormir se puso a molestarme, pensando que yo estaba dormido me pateaba y se hacia la dormida, esto paso por un buen rato, cuando pensé que se canso, decidí que era hora de la venganza, la patee, pero ella no se movía, la sacudí un poco pero tampoco, pensé que también se estaba haciendo la dormida, así que me acerque a ella sabiendo que en cuanto la toque se no aguantaría y se reiría, pero tampoco paso nada.

Pensé que estaba realmente dormida, no recuerdo que fue lo que pensé en ese momento o como se me ocurrió hacer lo que hice, pero una de mis manos se posaron en una de su piernas, comencé a acariciarla muy suavemente, su piel era muy suave, me gusto mucho, estuve así un buen rato, cuando mi mano subió un poco mas, metí la mano por debajo de su pollera acariciando sus muslos, no estuve mucho tiempo, mi mano siguió subiendo apretando ahora su culito, era divino, tan chiquita y ya tenia la cola tan paradita.

Mientras se lo acariciaba, con la otra mano me masturbaba, mi calentura no paraba y quise experimentar mas, me senté a su lado y le levante la pollera pude ver claramente su culito, gracias a la luz que entraba por la ventana, como estaba durmiendo boca a bajo, le trate de bajar la bombachita con dibujos de gatitos que llevaba puesta, pero solo se la pude bajar un poco, lo suficiente para dejar su culo al descubierto y a mi merced.

Seguí acariciándole el culo, ahora con las dos manos, le separe las nalgas, y pude ver perfectamente su ano, primero pase uno de mis dedos sobre el, ella se movió un poco, frunciendo su colita, pero ya no me importaba que se despertara, así que seguí con lo mío.

Pase mi dedo un par de beses mas, ahora así algo de presión en su anito, pero no lo penetre, cambie de posición, ahora tenia mi cara a pocos centímetros de su colita, con mis manos, nuevamente le separe las nalgas, y acerque mi cara a su ano, primero lo olí como se fuera un perro, el olor a jabón y a caca me encantaron, ya mi verga estaba que estallaba, empecé a tocarme nuevamente, mientras que mi lengua saboreaba el ano de mi primita, se lo empape con mi saliva y de nuevo trate de penetrarlo con mi dedo, fue algo difícil, pues no podía mantenerle las nalgas separadas y tratar de meterle un dedo en el culo al mismo tiempo y mi otra mano de encargaba de mi verga. Costo pero pude, ahora su ano no opuso tanta resistencia, supongo que fue por mi saliva, mi dedo índice entraba y salía de su culito muy apretadito, primero lo hacia muy lento y con cuidado, pero cada ves me excitaba mas y mas y me masturbaba con mas fuerza y no podía controlarme y le metía y sacaba el dedo cada ves mas rápido. Acabe, de un suspiro, y no expulse mucho semen, debido a mi corta edad, me tire a un lado de ella, y le seguía acariciando la colita, después de un rato mi verga se levanto de nuevo y esta ves trate de metersela en la colita pero no pude y aunque intentara no entraba, tampoco era que tuviera una verga de unos 18 cm X 5cm, sino que ella lo tenia muy serradito, y yo no sabia como había que dilatarlo, eso no es algo que te enseñe las películas porno.

Me conforme con masturbarme mientras le besaba la colita, acabe nuevamente, y ya me encontraba algo cansado, así que le acomode de nuevo la bombachita le baje la pollera, y me volví a acostar, al poco tiempo mis otras primas entraron a la habitación, me quede un rato mas hablando, con la que mas o menos tenia mi edad, de cosas que no tendría sentido contarles, les aburriría.

A la mañana cuando desperté, todo fue como si nada hubiera pasado, la tía que mostró el culo durante la fiesta, se encontraba con un gran dolor de cabeza, por su aliento paresia que se había fumado todo un atado de cigarrillos juntos, algo inusual en ella, pues no fumaba, y aunque en el momento no entendí por que, aun después de lo que había paso la noche anterior con mi prima, todavía me quedaba algo de inocencia, pero ahora si me hago una idea de o que abra pasado esa noche, y mas tarde comprendí y experimente lo puta que era mi tía, pero eso se los contare mas adelante.

Capitulo II: media hermana

En mi mente siempre están presentes ciertos recuerdos que me marcaron, la relación de mi madre y mi padre, nunca fue buena, aunque, estaban juntos por un tiempo, al cabo de unos meses se volvían a separar, la primera ves que vi a mi padre ser echado de mi casa, me puse a llorar sin comprender por que lo hacia, después se me hizo costumbre verlo irse de casa y ya no lloraba, a medida que fui creciendo, mi madre me contó "los errores" de mi padre, la mayor parte de ellos era el acostarse con otra mujer, al principio solo pensaba que lo que hizo mi padre estaba mal y no mas. Pero ahora que soy un poco mas maduro, pienso que mi padre es un estúpido y un hijo de puta, por causarle tanto dolor a mi madre, y pienso que mi madre también es igual de estúpida que el por haberlo perdonado tantas veces.

De uno de estos "errores", mi padre había formado una nueva familia, aunque mi padre estaba feliz de tener ahora una hija y que yo tuviera una hermana, a mi no me gustaba la idea, me sentía traicionado y solo. Mis otros hermanos, que vivían con migo, tampoco éramos hermanos del mismo padre, su padre también se había separado de mi madre, pero el no se preocupo por seguir viéndolos a ellos.

Unos meses después de haber cumplido 10 años, mi padre decidió presentarme a mi media hermana, cuando la conocí, no le sentí odio, ni celos, pero tampoco le sentí cariño, enseguida nos hablamos, se presento y me dijo que se llamaba Cintia; nos hicimos amigos y compañeros de juegos cuando íbamos a visitar a nuestro padre a la casa de nuestra abuela, aunque la relación de mi padre con la madre de ella era buena, no Vivian juntos.

Un día sábado, que era el día que ella visitaba a mi padre, era un día de mucho calor, ella se estaba bañando con la puerta abierta, y cuando pase por la puerta del baño pude verla de pie completamente desnuda, no tenia nada de pechos, por lo cual mis ojos pasaron directamente a examinar su conejito, lo tenia completamente lampiño, totalmente peladito yo ya había cumplido 13 años unos pocos meses atrás, y ella tenias 10. Me encanto el cuerpito de mi hermana, a mi verga también le gusto, solo de verla tuve una erección, a esa edad no es nada difícil y uno se excita por cualquier cosa.

Desde ese día, también empecé a tratar de manosear a mi media hermana, primero con la excusa de algún juego nuevo, y la típica excusa de que no se lo podía contar a nadie, le vendaba los ojos y la ponía de pie a mi lado, el jugo consistía en ver quien soportaba las cosquillas del otro. Una ves que estaba parada a mi lado con los ojos vendados empezaba a tocarle por encima de la ropa su colita y su conchita. Ella no aguantaba la risa y se rendía, por lo mi manoseo no duraba tanto, así que tuve que pensar en otro juego, se me ocurrió que si le decía que jugaríamos al doctor podría hasta sacarle la ropa.

Así fue, como la casa es grande y solo viven mis abuelos y mi padre junto con otros dos hermanos había mucho lugar y nadie nos molestaría, ella estaba acostada en la cama de una de las habitaciones, yo ya le había subido la remera y con sus pequeños pechitos a mi entera disposición, comencé a pasar mi lengua por sus pezones, cuando mi lengua los toco, ya se encontraban duros como roca, como eran muy pequeños, al poco tiempo me aburrí de hacerlo, mientras que ella se encontraba un poco agitada, mientras me miraba con los ojos brillosos como cristales.

Sin bajarle de nuevo la remera, agarre el elástico de su pantalón y se lo baje hasta las rodillas también le baje la bombachita, quedando su pelado conejito al descubierto, instintivamente, ella trato de cubrirse con una de sus manos, mientras que con la otra trataba de volver a subirse el pantalón, no la deje, le retire las manos, y trate de tranquilizarla diciéndole que no tenia por que tener vergüenza, que yo era su hermano mayor.

Una ves que se tranquilizo, continué con mi exploración, primero le acaricie la pancita y fui bajando acariciando su monte de venus, pase mi dedo por su rajita, ella dejo escapar un leve gemido, no aguantaba mas, sentía que mi verga estaba a punto de estallar, le ordene que se pusiera de espaldas, le separe las nalgas dejando su ano al descubierto, pero no intente penetrarlo, puse mi verga entre ellos, de modo que mi verga quedaba apretada por sus nalguitas, y me empecé a mover masturbándome con sus glúteos.

Me tire sobre ella, mi cara quedo pegada a la de ella, sentía como su respiración se agitaba al igual que la mía, y le decía al oído que diga cosas sucias, que me diga que quería mas, que quería que la rompa toda y cosas por el estilo, ella las decía entre suspiros y suaves gemidos. No tarde mucho en acabar, el contacto con su piel me excitaba mucho, termine acabando entre sus nalgas, como no eyaculaba mucho a esa edad no fue difícil limpiarla.

Cuando acabe ella solo me dijo -ya esta?, en ese momento no me importo en lo mas mínimo que ella no hubiera acabado, solo me importaba mi propio placer. Ese se volvió uno de nuestros frecuentes juegos, y lo practicamos siempre que encontrábamos la oportunidad de estar solos, a veces nos apartábamos de todos nuestros primos, para poder jugar solos, a veces por miedo a que nos descubrieran, lo hacíamos con la ropa puesta y aunque igual me gustaba y era igual de placentero, para ella no lo era tanto. A pesar de la frecuencia a de nuestros juegos y que con la practica ya no acababa tan pronto como las primeras veces, no pude hacer que mi hermana acabara. Nuestro juego solo se limitaba a que yo me masturbara frotándome con sus nalgas, no me importaba su placer, ni siquiera intente tener sexo oral con ella y como ella aun era pequeña no sabia tocarse, siempre la dejaba con la calentura.

Después de un tiempo, sus visitas a mi padre se hicieron menos frecuentes, ya casi no iba a la casa de mis abuelos. Nuestros encuentros solo fueron frecuentes por tan solo un año, después de eso ya casi no la veía. Cuando ya tenia 15 años, tuve una fuerte discusión con mi padre, por temas de dinero y la confesión de que tenia otra hija mayor que era mayor que yo, de unos 20 años, que ya era madre. Nunca llegue a conocerla ni me intereso conocerla. Pero después de esa pelea me aleje de mi padre, luego de un par de meses me reconcilie con el, pero no estuvimos juntos mucho tiempo, al cabo de tres meses nos volvimos a pelear por los mismos motivos y nuevos, el quería volver de nuevo con mi madre y me mandaba a decirle cosas y madre ya no era tan ingenua como antes y esta ves no callo en su juego del arrepentimiento. Esta ves no nos pelamos tan solo por un par de meses, no nos volvimos a hablar por dos años y así fue que deje de frecuentar la casa de mi abuela y mis juegos con mi hermana terminaron por un largo tiempo.

Capitulo III: mi primer amante

En la escuela conocí a muchas niñas, pero nunca pude hacer nada con alguna compañera de curso, no hasta la secundaria, pero eso se los contare mas adelante.

En mi curso, en el ultimo año de primaria, mi grupo de amigos eran de esos que se burlaban de todos por cualquier defecto físico que tengan y a la menor objeción los hacían callar a los golpes. Pero el blanco principal de esas burlas era Leo, el aparente defecto del chico era que el era gay, o eso es lo que se creía, por su inusual forma de hablar, sus vos era muy femenina, todos nos burlábamos de el y los insultos mas fuertes siempre salían de mi boca.

Ahora me arrepiento de haber echo sufrir tanto a ese pobre chico, y me doy cuenta que solo fue por demostrar machismo, que idiota de mi parte, aun no logro comprender que es lo que quería demostrar siendo el mas grosero con ese pobre muchacho, tal ves solo quería resaltar ante los demás o mostrarles a todos los demás lo macho que era.

La cosa es que un día, después de haberlo insultado frente a todos, la maestra me llamo al atención y también a todos los de mi grupo, alegando que esto ya era demasiado y que debía terminar, luego de la reprimenda y obligarnos a disculparnos con Leo, a mi como castigo adicional y como técnica para terminar con todo el maltrato, me obligaron a ser compañero de el en una actividad, que seria para poner la nota de fin de trimestre.

Aunque discutí con la maestra por esa decisión, no me quedo otra que hacerlo, muy a mi pesar tuve que ir a su casa esa misma tarde, mientras me acercaba a su casa, pensé que lo primero que pasaría seria tener que escuchar las quejas de su madre por como trataba a su hijo, pero cuando toque a la puerta me atendió su madre con una vos muy dulce y amable.

-pasa, Leo esta en el comedor

-si, permiso

cuando entre, lo vi a el sentado en la mesa repleta de libros, me senté y saque mis libros, ese día solo me limite a hablar sobre el trabajo, aunque tenia ganas de saltar de la silla y golpearlo, pero esta ira era calmada por su madre tan hermosa y servicial, quien se aseguraba de que este completamente a gusto, era una mujer muy joven y hermosa, solo tenia 32 años pero parecía mucho mas joven, había tenido a Leo a los 18 años y luego dio a luz a su hermano de 11 años, por causa de la imprudencia de un conductor que a pesar de la terrible borrachera que tenia decidió conducir, solo para estrellarse de frente contar otro auto, ella quedo viuda a los 23 años, de ese trágico día, aparte del inimaginable dolor, le quedo un gran cicatriz en medio del pecho.

Al segundo día que tuve que asistir a su casa, Leo empezó a tratar de darme charla y aunque primero trataba de ignorarlo, al cabo de unas horas, ya estábamos charlando y riendo juntos, y así seguimos día tras día, por lo cual tardamos mas tiempo en terminar el trabajo, y una ves terminado el trabajo igual seguía frecuentando su casa, su madre estaba muy contenta por eso, ya que Leo nunca fue de tener muchos amigos y menos que lo visitaran tan a menudo como lo hacia yo.

A medida que pasaba el tiempo, nos hacíamos mas unidos, en la escuela la profesora reconoció y me felicito por el indudable cambio en mi actitud, me di cuenta de que no lo conocía y al hacerlo me pareció una gran persona en la que podía confiar y un chico muy divertido, y que no debí prejuzgarlo tan solo por lo que aparentaba su forma de ser. A mis antiguos amigos esto no les callo nada bien y le que yo me alejara de ellos para sentarme junto a Leo, pero aunque trate de explicarles que no era por que dejemos de ser amigos y que el era una gran persona y no lo que nosotros creíamos.

Esto solo provoco que a mi también me crean gay y me insultaran del mismo modo que yo lo hacia con Leo, nos decían que ahora éramos parejas y que por las noches nos chupábamos las vergas, esto provoco que muchas veces me agarrara a las trompadas con mis antiguos amigos, una ves trataron de golpear a Leo a la salida del colegio ya cerca de su casa, Leo era muy delgado y no sabia pelear así que tuve que defenderlo y aunque le rompí la nariz al primero que trato de golpearlo, los otros dos me golpearon y aunque me defendía bastante bien, termine en el piso debido a una patada en los testículos.

Caí al piso, pero no me había dado cuenta de que Leo había corrido hasta su casa para pedir auxilio a su madre, cuando ella llego, los dos que me golpearon levantaron al que estaba en el suelo, llorando con la nariz rota y corrieron.

Leo y la madre me levantaron, estaba muy adolorido, y me llevaron a su casa, una ves ahí paso algo que nunca voy a olvidar y por lo cual le doy las gracias al que me pego la patada.

Me sentaron en una silla del comedor, yo apenas podía moverme por el dolor, entonces paso algo que nunca pensé que me llegara a pasa, la madre de Leo se arrodillo frente a la silla donde estaba sentado y comenzó a desabrocharme el pantalón, yo mire lo que estaba haciendo, ella me miro a los ojos y me dijo:

-deja que te quiero revisar si no te lastimaste.

No terminaba de decir esto cuando con mucho cuidado me bajo el pantalón y la trusa hasta las rodillas. Primero me miro muy detenidamente los testículos, el calor me empezaba a invadir el cuerpo y comencé a transpirar, pero no pude evitar que mi verga se hiciera notar tomando una erección cuando sentí las manos de ella tocando mis testículos, mientras me decía con su dulce vos:

-te duele mucho si te toco acá ?

no, le contestaba con la cabeza y la boca abierta, jadeando como un perro acalorado.

Fue inevitable que ella notara mi verga, que paresia que iba a reventar, cuando ella dirigió su vista exclusivamente a mi hinchada verga, me dio mucha vergüenza, pero también me excito. No podía dejar de ver como me la miraba, me quería tocar ya no lo aguantaba las ganas de pajearme frente a ella. Al levantar la vista pude ver como Leo no se perdía detalle de cómo su madre manoseaba me pene, su cara demostraba clara excitación y cuando baje mi vista a su entrepierna, se notaba un bulto justo en la parte de la bragueta del pantalón.

La voz de ella me saco del trance de la excitación en el que estaba:

-Leo, anda a la cocina y tráeme hielo

Leo rápidamente se dirigió a la cocina en busca del hielo, mientras que ella no sacaba la mano de mis testículos, mi mente empezó a trabajar a mil al quedarnos solos. De repente sentí que su mano rozaba mi verga, luego ella sin ningún prejuicio me la agarro con toda la mano y me la empezó a pajear, la mire, quería ver su expresión, la mía era de puro placer, me sorprendí al ver tal expresión en su rostro, no era de lujuria o de deseo, era una expresión algo rara para la ocasión, era una expresión de cariño, como la mirada de una madre besando los raspones de su hijo. Mi mano se poso en uno de sus grandes pechos que tanto deseaba desde el primer día que la vi, ella no me saco la mano solo se dejo y con su suave vos me dijo:

-si se te pone tan dura te va a doler mas

no lo podía creer, me estaba pajeando solo para apaciguar mi calentura y no causarme mas dolor, pero el dolor ya no me importaba ni lo sentía, en ese momento estaba delirando de placer; sus movimientos eran suaves, pero apretaba mi verga con firmeza, era toda una experta en el asunto y muy lentamente iba acelerando sus movimientos.

-avísame cuando estés por acabar, amor

ya no lo contenía mas, estaba a punto de acabar, debido a sus tan efectivos.

-ya..... ya.... acabo.....

no dejo de pajearme, acerco su boca a mi verga y los envolvió con esos labios grueso y tan sensuales, acabe dentro de su linda boquita y ella se la trago sin dejar ningún rastro, beso mi glande limpiándolo y dejándolo completamente limpio, se levanto y me dio un beso en la frente y se retiro, la seguí con la mirada y vi que se metía al baño. Pero cuando voltee y mire hacia la puerta vi que ahí estaba Leo, había observado todo lo ocurrido, pensé que se iba a enojar o algo pero vi que estaba igual de excitado que yo, ya tenia la bragueta baja y había sacado la verga por ahí, se pajeaba mientras me miraba.

El dolor ya había pasado, me encontraba acostado en mi cama, mirando al techo recordando lo ocurrido, no había contado a mi madre lo de la golpiza ni nada, al recordar la sensación de sus labios tocando mi verga me ponía a cien, ya me había pajeado como dos veces pensando en lo mismo, ya iba por la tercera cuando escucho la vos de mi madre que me grita:

-Ezequiel, teléfono

cuando atiendo, reconozco enseguida la vos de Leo

-Eze, dice mi mama si hoy no te queres venir a dormir con nosotros

era una fantasía echa realidad, pensé que me la iba a coger a la madre de Leo esa noche, de echo robe un par de preservativos del cajón de mi hermano mayor, pero me lleve una total desilusión, no paso absolutamente nada, la noche transcurrió como si nada de eso hubiera ocurrido, solo era una madre agradecida por haber defendido a su hijo, pero durante la sena no dejaba de mirarla y apreciar la maravillosa vista que me proporcionaba la escotada blusa que tenia puesta, el ver esos labios tan sensuales, los mismos que se habían posado en mi verga y tragado toda mi descarga. Ella noto como la miraba, pero solo respondía a mis miradas con una sonrisa. Estaba totalmente frustrado y confundido.

Después de comer y charlar un largo rato de diversos temas, pero sin tocar el tema de la pelea o de lo ocurrido, solo un "como me sentía" o "si me dolía", nos retiramos al cuarto de Leo, dormía con su hermano mas pequeño, Iván, pero esa noche el dormiría en la cama de su madre, para dejarme su cama a mi, como lo envidie. Nos pasamos la noche hablando de todo un poco y jugando con algunos juegos de playstation. Ya era tarde, habíamos apagado la luz del cuarto y cada uno estaba acostado en su respectiva cama, pero aun seguíamos hablando, y después de un instante de calma de nuestras lenguas, el me pregunto:

-te calienta mucho mi mama?

-si, muchísimo; pero, vos viste lo que paso, no?

-si

-y? No estas enojado ni nada?

-no, a mi también me gusto

luego de un breve interrogatorio de lo que había sentido y cuanto había gozado, me pregunto si había estado con otra mujer antes. Me sentía muy en confianza a su lado así que le conté todo los sucesos sexuales de mi vida, el me contó que el también tubo sus juegos sexuales con su hermanito, escribiendo en un papel como si fuera el menú de un restaurante: 1_ lamido de cola 2_chupada de pija 3_culiada.

Me contó como había penetrado a su hermanito desde los 13 años y como el también se dejaba penetrar por su hermanito. Me confeso que aunque le gustaban las mujeres, también le gustaban mucho los hombre. No me asombre mucho después de todo, lo tome como algo común. El se levanto de la cama y prendió la luz, se acerco a mi cama y se bajo el pantalón que tenia puesto como pijama, cuando se bajo la trusa pude ver una verga mucho mas grande que la mía, me paresia algo anormal para un chico de 14 años, no estoy seguro de cuanto mediría, pero si se que era muy grande.

Pensé que me la iba a dar que se la chupe, pero no, se dio vuelta dejándome ver su culo, con sus manos separo sus nalgas y pude ver bien clarito su ano, no se encontraba serradito, ya se encontraba dilatado, era algo grotesco, podía ver clarito su intestino, pero igual me calentaba mucho, acerque un dedo a el y lo introduje en su ano, el se estremeció al sentir me dedo índice hacer círculos dentro de su ano.

-queres que te la meta?

- si.... áseme lo que quieras

no lo hice esperar, el apoyo sus manos sobre un mueble, mientras yo lo penetraba de parado, no podía creer como gozaba del culo de mi amigo, lo pude penetrar con mucha facilitada, mis manos los tomaban por la cintura, mientras que el se apoyaba en el mueble.

Una de sus manos fue hacia atrás, tomando una de las mías y guiándola hasta que toque su erguida verga, savia bien que era lo que quería, lo empecé a pajear con la misma furia con que lo embestía, su ano me le producía un gran placer a mi verga, el también sentía un gran placer, lo notaba por la forma en que gemía y gritaba, estaba totalmente descontrolado, temí que su madre nos escuchara, pero a la ves era algo que deseaba que sucediera.

Cambiamos de posición, ahora yo estaba acostado en la cama, boca arriba con mi verga mirando al cielo raso, el paso sus piernas por mi cintura, se subió sobre mi cadera, dejándose caer sobre mi verga, me cabalgaba muy rápido, saltaba sobre mi verga, y en cada embestida, esta se salía y volvía a entrar en su culo, su gran verga golpeaba contra mi panza con cada embestida.

El dejo de saltar sobre mi, se arrodillo frente a mi para poder meter mi verga en la boca, acabe dentro de su boca, pero en no se lo trago, o todo lo que pudo contener en su boca, con su boca y su lengua, llena de mi semen, me siguió chupando los testículos y mi culito, llenándolos de me propia leche. Delire de placer cuando sentí que metía su lengua dentro de mi ano, recorriendo todos los pliegues de mi ano, con las manos me separaba las nalgas, cerré los ojos, arqueando la espalda como un gato, de repente sentí que hacia presión en mi ano, y cuando levante la cabeza para ver que estaba asiendo me mando su verga de un solo envión, me dolía, sentía que me partía con cada movimiento, pero luego de unos minutos mi ano se acostumbro a su aparato y aunque aun lo recibía con algo de dificultad, empezaba a gozarlo.

No tardo en acabar dentro mío, nos quedamos acostados uno sobre el otro, acariciándonos y besándonos todo el cuerpo, y cuando mi verga estuve erecta nuevamente lo volví a penetrar, al igual que el a mi. Esa noche dormimos los dos abrazados en la misma cama, y desde ese día me volví su pareja y su amante, pero como el solía decir, nos escondíamos en el closet, nadie mas savia de nuestra relación, lo nuestro duro unos dos años y aunque no pasaba día que no nos encerráramos en su cuarto o en el mío para pasar un buen momento de sexo homosexual, aun nos seguíamos fijando en algunas mujeres, una de nuestras fantasías era incluir a una mujer a nuestros juegos.

Cuando me ponía a pensar que al principio no pasaba un día sin que insulte a Leo por su forma de ser, y me sentía culpable por muchos malos momentos que le hice pasar y ahora lo amaba tanto que no podía pasar un solo día sin verlo o descansar mi cabeza entre sus brazos.

Con el tiempo su madre se entero lo nuestro, no le extrañaba, savia que Leo siempre sintió algo por mi, y ella era una persona muy comprensiva, que le gustaba mucho el sexo y muchas de sus variante, nos explico todo eso y nos relato algunas de su vivencia de cuando era mas joven y era mucho, a modo de chiste le decía a Leo que solo le falto acostarse con un perro. Por suerte ella no tenia nada en contra de la homosexualidad, incluso le gustaba, al igual que nosotros era bisexual, no como en mi familia, donde todos pensaban que todos los homosexuales eran tremendos pecadores, enfermos mentales.

A medida que pasaba el tiempo nos conocíamos mejor, y pude descubrir el secreto de su ano tan dilatado, esa noche, antes de dormir, el fuel al baño, escondiendo entre unas toallas, un consolador que pertenecía a su madre, era de un tamaño bastante considerable, pero como no era la primera ves que lo hacia no tubo dificultad en mandárselo hasta el fondo, nunca le pregunte si su madre no lo savia o si se lo prestaba.

La calentura que tenia con su madre no se me paso nunca y menos después de enterarme lo puta que era, pero nunca intente nada con ella, el sentimiento de culpa que sentía, nunca me permitió tratar de engañarlo con su propia madre, ni con ninguna otra mujer, aunque aun me gustaban y a medida que fui creciendo ese gusto por ellas fue creciendo y fui descubriendo mis primeros fetichismos, como el de las mujeres góticas, así fue como me empezó a atraer ese mundo, depresivo y oscuro, me identificaba mucho con todo eso y cada ves me gustaba masa, a el no le pareció y pensaba que el escuchar todo ese tipo de música me lavaba la cabeza y después de varias discusiones por mi nueva forma de ser optamos por separarnos, ya no éramos las mismas personas.

Continuara.....
 

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:18) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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